jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo 56: Fin de ciclo


Paul se sentía tremendamente mal. Había pasado el día como un alma en pena: apenas había hablado con nadie, no era capaz de entender lo que los demás le decían y ni siquiera había comido absolutamente nada en lo que llevaba de día. En definitiva, había actuado como un autómata, como un simple muñeco de trapo al que los demás se encargaban de guiar hacia aquí o hacia allá y al que le decían lo que debía hacer en cada momento. Y es que, si por él hubiera sido, se habría quedado todo el día encerrado en su habitación, tumbado sobre la cama y mirando hacia el techo con la mirada perdida, pensando en lo que había pasado la noche anterior. Más que nunca, Paul McCartney se sentía como un completo idiota; un completo idiota que lo tenía todo y lo había tirado todo por la borda de manera voluntaria, por su estupidez. ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué se había liado con Peggy estando su novia prácticamente delante? Ni él mismo lo sabía. Quizás había sido por su gusto excesivo por las mujeres; quizás porque se sentía dolido con Penny y aquello había supuesto una especie de venganza inconsciente. Fuera como fuera, lo cierto era que había metido la pata hasta el fondo y que tenía la sensación de que a partir de ese momento nada podría volver a ser igual que antes. La había perdido. Había perdido a la chica por la que había empezado a sentir algo muchísimo más serio que por las demás. Y lo peor era que sabía que seguramente ya no había vuelta atrás.

-Paul… Paul… ¡Paul!

El grito de John a su lado en el coche hizo que levantara repentinamente la cabeza después de dar un leve salto de sorpresa.

-¿Qué?-preguntó mirándolo extrañado.

-Hemos llegado.-se limitó a decirle John dedicándole una mirada severa y preocupada a la vez.

Paul lanzó una mirada furtiva a través de la ventanilla del coche. Sí, efectivamente acababan de entrar en la mansión en la que se estaban alojando en Beverly Hills, una mansión que desde la noche anterior le traía unos recuerdos terribles.

-¿Creéis que ha venido?-preguntó con un hilillo de voz sin dirigirse a nadie en concreto.

Un incómodo silencio se hizo en el coche durante unos segundos. Paul se volvió nuevamente hacia sus amigos. Todos tenían la cabeza gacha y ninguno parecía tener la intención de contestar.

-Bajemos, chicos.-dijo Ringo de repente.-Tengo ganas de dejarme caer sobre el sofá.

-Sí.-añadió George.-Además, tengo un hambre terrible.

Paul lanzó un suspiro disimulado al ver el cambio de tema repentino que habían hecho sus amigos. Era evidente que ellos, al igual que él mismo en su fuero interno, pensaban que Penny no iba a regresar.

Bajaron del coche todavía sumidos en la conversación banal que había iniciado George sobre la comida, aunque Paul no prestaba atención a nada de lo que estaban diciendo. Simplemente los estaba escuchando parlotear, pero sus palabras no tenían ningún sentido para sus oídos: tenía demasiado trabajo autocompadeciéndose a sí mismo en esos momentos.

Entraron en el interior de la casa sin  más y, automáticamente, se dirigieron hacia el salón desde donde se podían escuchar las voces de las chicas. Y entonces, de repente, el sonido de aquella voz hizo que Paul despertara inmediatamente de su ensoñación. Miró a sus amigos con los ojos abiertos como platos, pero éstos continuaban hablando tranquilamente entre ellos: parecía que ninguno de ellos se hubiera percatado de la voz de Penny. ¿Quizás estaba llegando a obsesionarse tanto con ella que se lo había imaginado? No, estaba seguro de que aquello había sido completamente real, así que, sin pensárselo dos veces, se adelantó a los demás con dos grandes zancadas y abrió la puerta del salón que, extrañamente, permanecía cerrada. Miró hacia adentro expectante y no pudo evitar esbozar una enorme sonrisa cuando la vio allí, sentada entre Mary y Gwen en uno de los sofás. Todas las chicas, incluida ella, le dedicaron una mirada de odio cuando vieron que era él, pero aquello a Paul no le importó lo más mínimo: en esos momentos, lo único que le importaba era saber que ella estaba allí de nuevo, que no se había ido. Y si ella no se había ido, significaba que aún tenía alguna oportunidad de recuperarla y que quizás no estuviera todo perdido.

-¡Penny!-exclamó con alegría.-¡Has vuelto!

Ninguna de las chicas dijo nada, ni muchísimo menos ella. Paul frunció el ceño.

-¿Cómo estás?-quiso saber suavemente sin saber muy bien por qué lo había preguntado. Era evidente que no estaba bien, pero en aquellos momentos era lo único que se le había ocurrido decir.

-¿Que cómo está?-preguntó de repente Chris de manera agresiva mientras se levantaba de la silla en donde estaba sentada y se dirigía hacia él con paso decidido.-Estupendamente después de saber que eres un cerdo, si te parece.

Paul le dedicó una intensa mirada de odio a su hermana antes de contestar. De no ser porque sabía que en esos momentos John estaba a su lado, le habría soltado una bofetada de buena gana.

-Esto no va contigo, Christine.-le contestó al fin secamente.-Apártate de ahí, le he preguntado a Penny.

-Es que resulta que ella no quiere hablar contigo.-le cortó su hermana.-Y personalmente creo que hace muy bien.

-Que te quites de delante te he dicho.-le espetó Paul con agresividad a la vez que observaba de reojo como John se ponía tenso. Después, relajando el tono al entender lo que podría pasar si no lo hacía, añadió:-Eso debería de decirlo ella, ¿no crees?

Inmediatamente, todos los que estaban allí posaron sus ojos en Penny, quien respiró profundamente antes de contestar.

-Chris tiene razón, Paul.-dijo al fin con una frialdad que lo hizo estremecer.-No quiero hablar contigo. Ni ahora ni nunca.

-Pero… ¿por qué?-preguntó él a la desesperada, suplicante.

-Pues porque no creo que tú y yo tengamos nada de qué hablar nunca más en nuestra vida.-respondió ella con franqueza.

-Y entonces… ¿por qué has vuelto?

La brusquedad con la que Paul le había preguntado aquello provocó que todos le dedicaran una mirada extrañados haciendo que él se arrepintiera en el acto de haberlo dicho.

-He venido porque quería recoger mis cosas para largarme de nuevo a Londres lo antes posible.-contestó Penny con determinación.

-Pero la hemos convencido de que se quede con nosotros hasta el final de la gira.-continuó Christine, que aún estaba delante de él en una posición desafiante.-Al fin y al cabo sólo quedan un par de días y es el único medio viable con el que ella puede volver a Londres.

-Pero esto no significa nada.-añadió Penny.-No pienso volver contigo. Es más, ni siquiera pienso dirigirte la palabra y cuanto menos te vea estos días, muchísimo mejor.

-Pero Penny…-masculló él.-Podríamos hablar y…

-Olvídalo, McCartney.-le cortó ella.-Y que te quede muy claro: esto que estoy diciéndote ahora va a ser lo último que te diga en toda mi vida.

Y, dicho esto, Penny se puso de repente en pie y se dirigió hacia la salida del salón con paso firme y con la cabeza bien alta. Paul se quedó mirándola boquiabierto y sin palabras mientras ella pasaba por su lado y salía de allí sin ni siquiera mirarle. Y entonces, todas las dudas y todas las esperanzas que había albergado hasta ese momento, se le desmoronaron como un castillo de naipes. Sí. Definitivamente, había perdido a Penny.

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Faltaban menos de dos horas para que los chicos salieran hacia el lugar del concierto y, como siempre, Brian les había dado permiso para descansar un poco. Contento porque aquello le suponía estar un tiempo con su novia a solas antes del concierto, George subió las escaleras de la casa en dirección a su habitación, donde seguramente estaría Gwen dibujando, leyendo, escuchando la radio o haciendo cualquiera de las cosas que solía hacer cuando se quedaba sola.

No obstante, cuando abrió la puerta de la habitación, se dio cuenta de que la chica no estaba haciendo ninguna de esas cosas. Y es que Gwen no estaba haciendo nada, absolutamente nada. Simplemente permanecía tumbada sobre la cama, con la mirada perdida en el techo y con expresión meditabunda.

-Ey, Gwen…-dijo George suavemente cerrando la puerta tras de sí.-¿Ocurre algo?

La chica giró la cara hacia él y le dedicó un a media sonrisa a la vez que negaba con la cabeza. Pero pese a aquel gesto, George sabía perfectamente que a la chica sí que le ocurría algo. De este modo, dispuesto a sonsacarle todo cuanto pudiera, George se dirigió hacia la cama y se sentó a su lado.

-¿En serio que no te ocurre nada?-preguntó mientras le acariciaba el pelo. Sabía que a ella eso le encantaba y que era la mejor manera de desarmarla y de llevarla hacia donde él quería.

-Bueno…-masculló ella al cabo de unos segundos de silencio.-En realidad estaba pensando…

-¿Pensando? ¿En qué?

-En lo de Paul y Penny.-contestó finalmente a la vez que lanzaba un profundo suspiro.-A nosotros eso no nos va a pasar nunca, ¿verdad?

George se volvió hacia ella y clavó su mirada en la suya.

-¿Y por qué nos iba a pasar eso?-preguntó al fin, severo.-Yo jamás te haría algo así. Estamos juntos, ¿no? Y te quiero. No se me ocurriría nunca liarme con la primera que se me ponga por delante…

-Pero es que Paul también parecía muy enamorado y…

-Gwen.-le cortó George.-Mírame a los ojos y dime si me crees capaz de una cosa así.

La chica calló y obedeció. Después, negó con la cabeza dos veces, de manera contundente.

-Perdóname…-dijo la chica al cabo de un rato.-No quiero que pienses que dudo de ti.

-Es que no tienes por qué hacerlo.-le cortó él.-Te quiero, Gwendolyn Delilah Montrose, y lo último que deseo en este mundo es hacerte daño.

La chica esbozó una sonrisa a la vez que se incorporaba de la cama para darle un suave beso en los labios a George al que él respondió con insistencia. Después, se separó de ella y la miró a los ojos. Aquella niña lo tenía embaucado por completo y no mentía cuando le decía que él jamás le haría una cosa así. Jamás.

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John estaba solo en la habitación, aburrido y enfadado no sabía muy bien por qué. Sí, bueno, quizás su enfado se debiera a que Chris en aquellos momentos no estaba allí con él sino que estaba redactando unas cuantas notas de prensa para los medios de Los Angeles. Quizás, además, era un poco de envidia hacia George y Ringo, quienes seguramente estarían aprovechando aquellas dos horas de descanso junto con sus novias. O quizás sería fruto del ambiente enrarecido que había en aquellos momentos en la casa a raíz de lo que había pasado con Paul. Paul… Pobre diablo. Una vez más, sus calentones a destiempo le habían jugado una mala pasada, justo el problema que habían tenido siempre los dos. Lennon y McCartney. Dos malditos viciosos que se perdían por cualquier falda, aunque en aquellos momentos parecía que él estuviera mucho más calmado. Y es que, pese a que aún continuaba mirando a las chicas más guapas que se le ponían por delante, desde que estaba con Christine jamás se le había cruzado por la cabeza la idea de acostarse con ninguna de ellas, algo completamente nuevo para él, quien siempre había sido de la idea de que un hombre necesitaba a más de una mujer. Quizás aquella era una de las consecuencias que tenía el estar completamente enamorado de una persona como lo estaba él en esos momentos.

De manera autómata, John miró hacia el reloj que descansaba sobre la mesita de noche y de repente, se le ocurrió algo que podía hacer: llamar a su tía Mimi. Aún no había hablado con ella esa semana y, a juzgar por las horas que eran allí, en Inglaterra ya sería de día y Mimi seguramente estaría a punto de desayunar. En definitiva, era la hora ideal, así que descolgó el teléfono y pidió línea con el exterior para, a continuación, marcar el teléfono de el teléfono de su tía.

-¿Sí?-preguntó la mujer al otro lado de la línea casi en el acto.

John sonrió antes de contestarle nada. Aunque Mimi fuera como fuera, la quería, y mucho, y pese a que siempre se estuviera quejando de todo lo que hacía o decía, sabía que lo único que quería era lo mejor para él.

-Hola, Mimi.-contestó-Soy John.

-Por supuesto que eres John.-le replicó ella, aunque sin poder disimular la alegría que había tenido al escucharlo.-No creas que no te reconozco la voz.

-¿Cómo estás?-le preguntó él.

-Bien. Disfrutando del verano. La verdad es que aquí en esta época del año se está muy bien.

-¿Ves? Sabía que al final Sandbanks te acabaría gustando.-rió él.-Con lo que te quejaste el año pasado para dejar Mendips…

-Es que Mendips siempre será mi casa, John Lennon.

-Una casa en la que te era imposible vivir ya…

-Por culpa tuya y de tus fans.

John soltó una risita divertido. Mimi jamás cambiaría.

-Por mi culpa también tienes esa casa cerca del mar, no lo olvides.-le replicó con una sonrisa.

-Bueno, la verdad es que esa idea tuya del grupo no fue tan mala al fin y al cabo…-le contestó la mujer.-Por cierto, ¿cuándo regresáis de esa gira?

-En un par de días.-contestó.-Esto ya se acaba. Por fin.

-Supongo que ya estarás cansado, ¿no?

-Sí, y no sabes cuándo…

-Además…-le interrumpió Mimi.-Tengo entendido que esta vez las cosas no os han ido tan bien por Estados Unidos como las otras veces, ¿me equivoco?

John enmudeció. Por supuesto que era consciente de que Mimi conocía todas sus polémicas por Estados Unidos, pero hasta ese momento, la mujer había obviado comentar nada sobre todo eso.

-No, no te equivocas.-contestó él secamente.

-¿A quién se le ocurre decir eso sobre Jesucristo?-preguntó su tía con cierto tono de reproche en su voz.-A ti, por supuesto…

-Mimi…-se quejó John.-No empieces ahora con eso. Ese tema ya está más que olvidado.

-Por supuesto que está olvidado.-le cortó ella.-Ahora todo el mundo habla sobre otra cosa…  John… No te voy a preguntar si es cierto todo eso que dicen sobre ti y tu nueva novia o no porque sé que seguramente no me gustará la respuesta, pero…

John lanzó un suspiro. Perfecto. Ahora Mimi sabía que él y Chris estaban juntos desde antes de que él se divorciara: la pobre Christine empezaba con muy mal pie con su tía.

-Mimi…-masculló él, que había decidido en sólo cuestión de milésimas de segundo aclarar lo máximo posible con su tía.-Sabes de sobra que Cyn y yo no estábamos bien y que…

-Nunca estuvisteis bien.-sentenció Mimi con sequedad.-Pero eso no significa que…

-La quiero.-le cortó él.-Y ella me quiere. Y eso no va a cambiar por mucho que diga todo el mundo. Deberán aceptarlo sí o sí, no les queda más remedio.

-No te pongas a la defensiva conmigo, John Winston Lennon.-le riñó su tía.-Puede que os queráis y todo eso que tú dices, pero eso no justifica lo demás.

-Si sigues así, te colgaré, aviso.-le amenazó él empezando a enfadarse.

-No hará falta que cuelgues porque no voy a seguir con nada de eso.-le contestó la mujer.-De todas maneras, lo hecho, hecho está. Eso sí, quiero conocerla.

-Ya la conoces.-le dijo él secamente.

-Sólo vino una vez a casa con su hermano cuando tenía… ¿cuánto? ¿Once años? ¿Doce? No seas ridículo, quiero conocerla “de verdad”. Ya te lo dije antes de que os marcharais y tú me prometiste que vendrías a verme con ella cuando acabarais la gira, ¿o es que ya no te acuerdas de eso?

John lanzó un bufido de fastidio antes de contestar.

-Está bien…-masculló finalmente.-Iremos a visitarte unos días cuando volvamos.

-Así me gusta.

-Prométeme que la tratarás bien, Mimi.-le dijo él casi suplicante.-Es importante para mí.

-¿Por quién me has tomado? Soy una buena anfitriona y sé comportarme con la gente, John.

-Ya nos conocemos… Yo sólo te lo recalco por si acaso.

-No es necesario que recalques nada.-le contestó.-No creo que la chica tenga ninguna queja sobre mí cuando vengáis.

-Eso espero.-masculló él en tono amenazante.-En fin, Mimi, creo que tengo que dejarte ya… Dentro de nada nos tenemos que arreglar para el concierto de esta noche.

-De acuerdo.-contestó la mujer.-Que os vaya bien y que tengáis un buen viaje de vuelta. Por cierto, llama cuando estéis en Londres y dime cuando venís a Sandbanks, ¿de acuerdo?

-Perfecto.-contestó él.-Adiós, Mimi.

-Adiós.

John colgó él teléfono con un suspiro y con la sensación de que Mimi ya había empezado a odiar a Christine antes de ni siquiera haber cruzado con ella un par de palabras. No obstante, confiaba en que su tía le diera una oportunidad, una oportunidad que sin duda ella se merecía.

No hacía ni diez segundos que había colgado, cuando la puerta de la habitación se abrió de repente y apareció Chris. John la miró y esbozó una sonrisa, intentando disimular a toda costa su preocupación.

-Hola, guapo.-lo saludó ella dirigiéndose hacia él.-¿Has descansado mucho?

-Bueno…-masculló él a la vez que le daba un beso.-¿Y tú? ¿Has trabajado mucho?

-Bah, eran unas simples notas de prensa facilitas.-comentó ella despreocupada y, después, mirándolo, añadió:-Oye… ¿Qué te pasa? Tienes mala cara y… ahí en el cuello tienes las rojeces esas que te salen cuando estás nervioso…

John suspiró a la vez que, efectivamente, notaba por primera vez el picor en el cuello. Odiaba aquello: siempre que tenía algún tipo de tensión, le salían aquellas pequeñas irritaciones en la piel y Chris, obviamente, ya sabía de sobras que cuando le salían era porque algo le preocupaba y le ponía de los nervios.

-Nada…-contestó.-Simplemente es que acabo de hablar con Mimi.

Chris le clavó la mirada, inquisitiva, como analizando si le estaba o no mintiendo.

-¿Y qué te ha dicho?-preguntó finalmente.

-Insiste en que vayamos a verla después de la gira.

-Eso ya lo sabíamos…-masculló la chica.-Pero creo que hay algo más que no me quieres decir…

John la miró, sopesando si debía decírselo o no. No obstante, la mirada expectante de Chris le hizo convencerse de que lo mejor era ser sincero con ella si no quería que empezara a crearse sus propias películas en su mente.

-Le han llegado todos los rumores que ha lanzado la prensa sobre lo nuestro.-dijo John.-Y sabe que estábamos juntos desde antes del divorcio…

La chica enmudeció. John la observó. Se había puesto blanca de repente y su expresión denotaba un inmenso pánico.

-Pero tranquila…-añadió arrepintiéndose en el acto por habérselo dicho.-Todo saldrá bien, ya verás.

-Supongo que tienes razón.-contestó ella al cabo de unos segundos esbozando una media sonrisa.

-Por supuesto que la tengo.-sonrió John acercándose a ella y abrazándola fuertemente.-Y ahora… ¿Por qué no nos echamos una pequeña siesta que nos relaje a los dos? Aún nos queda un poco de tiempo antes de arreglarse para el concierto.

Chris le lanzó una mirada pícara antes de darle un beso.

-¿Siesta? Creo que me gusta la idea, Johnny… Y mucho.

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El concierto de Los Angeles había ido bastante bien, aunque aquello ya no les servía para nada. La decisión de abandonar los conciertos por siempre estaba prácticamente tomada y ya nada lo podría cambiar. De hecho, todos, ellos, las chicas, Brian y el resto del equipo, eran plenamente conscientes de que el concierto de esa misma noche en San Francisco era el último que iban a dar. Nadie, excepto ellos, sabía aquello. Sería curioso: ninguno de los asistentes sería consciente hasta más tarde que iban a ver la última actuación de The Beatles en directo.

A Ringo, aquello no dejaba de resultarle paradójico. Y es que, pese a que él mismo lo estaba deseando, tenía la sensación de que estaba ante el fin de uno de los ciclos más intensos de su vida. En poco tiempo, su época de conciertos, de dar tumbos por el mundo iba a acabar y, además, iba a dejar en pocos meses de ser aquel soltero cabeza loca para pasar a ser un hombre casado con la persona a la que más quería en el mundo, Mary. Quizás hasta se plantearan tener hijos en un tiempo. Sonrió sólo con la idea de verse como padre… Era una idea que jamás le había llamado la atención y que ahora empezaba a atraerle… No obstante, aún era demasiado pronto para aquello.

-¡Ritchie!

El grito que acababa de dar Mary al entrar en el comedor del hotel lo sacó de repente de sus pensamientos.

-¿Qué pasa?-preguntó él mirándola curioso.

La chica se acercó hacia él con cara de agobio a la vez que blandía una revista en la mano. Detrás suyo, Gwen y Chris parecían estar pasándoselo en grande a juzgar por las expresiones de diversión que tenían.

-¡Mira esto!-exclamó poniendo la revista en la mesa, justo delante de él.

-Al parecer a los periodistas les ha gustado el anillo que le has regalado a Mary, Ringo.-rió Chris por detrás.

-Cállate, McCartney.-le amenazó Mary aunque sin ningún efecto, pues la chica continuó riendo.-O yo también me reiré cuando aparezca algo de John y tú.

Ringo miró hacia la página que le estaba mostrando Mary y no pudo evitar soltar él también una risita. Allí, con letras bien grandes, había un inmenso titular que se hacía eco del anillo que se le había visto a la novia de Ringo Starr. ¿Boda a la vista? Era lo que se preguntaban.

-¿Pero tú de qué te ríes ahora?-preguntó Mary al ver su reacción.

-De lo pronto que se han dado cuenta…-rió él.

-Pues a mí no me hace gracia, Starkey.-le riñó ella enfurruñada.-Ahora todas tus fans me querrán matar.

-No creo que nadie te quiera matar.-le contestó él aún entre carcajadas.-Pero creo que debes ir olvidándote de tener una boda tranquila…

-Nadie va a destrozar el día de mi boda, que te quede claro.-contestó ella en tono amenazante mientras se sentaba a su lado y provocando la risa tanto de él como de Chris y Gwen.

-Ya me encargaré yo de eso, princesa.-dijo él sonriente.-Tranquila.

-Como jefa de prensa del grupo me ofrezco para confirmar la fecha y el lugar de la boda a todos los medios de comunicación nada más lo sepáis.-bromeó Christine con la evidente intención de hacer enfadar a Mary.

-Si haces eso, Christine McCartney, puedes ir despidiéndote de tu vida.-le amenazó Mary.-Eso es información altamente confidencial.

-Oh…-fingió decepcionarse Chris.-Con lo divertido que hubiera sido una boda llena de fans histéricas en el exterior…

-Tienes razón.-siguió la broma Gwen.-Hubiera sido una boda muy animada.

-¿Por qué no os vais a tomar por saco las dos, graciosillas?

Las dos chicas soltaron una carcajada al unísono y, después de hacer un par de bromas más sobre un supuesto día de la boda repleto de fans, salieron del comedor dejando a Mary y a Ringo solos.

-Es en serio, Ritchie, no me hace gracia la idea de que se hayan enterado tan pronto…-susurró Mary de manera sombría.

Ringo le dedicó una mirada tierna y sonrió. Le encantaba cuando se ponía así de pensativa.

-No pasa nada…-intentó tranquilizarla.-Ya buscaremos una fecha y un lugar para tener una boda tranquila, si eso es lo que quieres.

-Sólo espero que no se enteren de eso. No quiero que estropeen ese día.

-Nadie va a estropear nada.-le sonrió él.-Estoy seguro de que va a ser el día más bonito de nuestras vidas.

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Unos golpes en la puerta hicieron que Penny parara de repente de escribir en su cuaderno, donde ya estaba a punto de culminar su historia. Lo cierto era que el hecho de pasarse tantas horas encerrada en su habitación para evitar cruzarse con Paul desde la famosa fiesta, había tenido un lado positivo: casi había acabado con aquella historia que había empezado poco antes de conocer “al innombrable”, como había comenzado a llamarle para sí misma.

-¿Quién es?-preguntó de mala gana.

-Nosotras.

Penny sonrió y se puso en pie dispuesta a abrir. Las chicas, de nuevo. No tenía queja de ellas. Lo cierto es que se estaban portando genial con ella. Se preocupaban por su estado y no dejaban que pasara más de dos horas seguidas sola en su habitación. Cuando no iba a visitarla una, iban las otras, y cuando no, las tres juntas, como al parecer habían hecho aquella vez. Al principio, aquella especie de sobreprotección le había molestado un poco: sólo tenía ganas de aislarse y de estar sola. No obstante, después se había percatado de que aquellas conversaciones, aquellos ratos de compañía, le hacían mucho más bien que mal. Y es que, mientras estaba charlando con ellas, apenas era capaz de acordarse de él, y aquello, precisamente, era la cosa que más deseaba en aquellos momentos.

-Hola.-le saludaron las tres casi al unísono cuando abrió la puerta.

-Pasad.-les invitó ella.

Las chicas entraron y se sentaron sobre su cama deshecha.

-¿Qué hay?-empezó a preguntar Mary.

-Estaba escribiendo.-contestó sentándose de nuevo en la silla que había frente al escritorio de la habitación.

-¿Tu novela?-se interesó Gwen.

-No creo que se le pueda llamar novela…-contestó ella con una risita.-Simplemente es una historia.

-Una historia con la extensión de una novela.-le cortó Chris sonriente.-Gwen tiene razón: aunque no quieras reconocerlo, lo que tú has escrito es una novela.

-Venga ya…-rió ella ante la determinación de su amiga.

De repente, cuando giró la cabeza para mirarlas, vio la hora en el reloj que colgaba de la pared y se quedó mirándolas extrañadas. Era muy tarde para que ellas estuvieran allí teniendo en cuenta que en menos de una hora y media iba a empezar el último concierto de la gira.

-Por cierto…-empezó a decir intrigada.-¿No vais a ir al concierto?

Las chicas permanecieron en silencio durante unos segundos.

-En realidad nos preguntábamos si querrías venirte con nosotras.-dijo Mary rompiendo el silencio.

-Ya sabes… Es el último concierto que van a dar y…-añadió Gwen.

-Más que nada es porque tardaremos en llegar, más que en el de Los Angeles…-continuó Chris.-Los chicos tienen previstas varias entrevistas después del concierto y la cosa se alargará bastante…

-Incluso cenaremos allí.-añadió Mary.-Hemos pensado que igual no te apetecía estarte aquí sola tanto tiempo… No sé…

-Y no tienes que ver al gilipollas de ese hermano mío si no quieres.-se apresuró a decir Chris antes de que Penny pudiera abrir la boca para contestar.

La chica sonrió al ver la buena voluntad de sus tres amigas, pero negó con la cabeza ante la propuesta. Simplemente, no podía aceptarlo. Lo último que le apetecía en aquellos instantes era ir a un concierto de The Beatles, a un concierto en el que medio estadio estaría gritando el nombre de Paul, a un concierto en el que, por mucho que Chris se empeñara en negarlo, tarde o temprano se acabaría cruzando con él.

-¿Puedo preguntar el por qué?-quiso saber Chris cuando vio su negativa.

-Puedes, pero creo que ya sabes la respuesta.-le contestó Penny sonriendo.-Así que es una tontería preguntarlo, ¿no crees?

-Pero…-empezó a protestar Gwen, que se había quedado verdaderamente chafada con la respuesta de Penny.

-No hay peros que valgan.-le cortó ella.-Y ahora, largaos de aquí rápido, no vaya a ser que ya os estén esperando y que se retrase el concierto por vuestra culpa.

Las chicas sólo se limitaron a soltar unas leves protestas de resignación, pero no insistieron más. Era evidente que también entendían a la perfección su posición, así que se levantaron de donde estaban y, después de despedirse, salieron nuevamente de la habitación.

Penny se quedó mirándolas mientras se dirigían al ascensor y suspiró. Lo único que le dolía verdaderamente de que todo con Paul hubiera terminado, era el hecho de saber a ciencia cierta que tarde o temprano acabaría distanciándose de ellas irremediablemente.

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-Chris…

-¿Qué es lo que quieres ahora?

-Oye… Tampoco es para que me muerdas, ¿vale, enana?-le dijo Paul medio ofendido por la contestación airada que le acababa de lanzar su hermana.-Sólo quería saber si tienes la cámara de vídeo a mano.

-¿Y para qué quieres tú la cámara de vídeo?-preguntó la chica mirándolo con escepticismo.

Paul soltó un bufido de resignación.

-A veces creo que eres tonta…-masculló él enfadado.

-Cuida tu boquita, Macca.-intervino John, que estaba sentado en el autobús que les llevaba al estadio al lado de Chris.

-No te metas en esto, joder.-le espetó él y, después, mirando de nuevo a su hermana, añadió:-Se supone que éste va a ser nuestro último concierto, ¿no?

-Se supone.-le respondió ella de mala gana.

-Me haría ilusión que lo grabaras.-continuó él.-Claro, si te sale de las narices, porque últimamente estás de un borde conmigo…

-Ya…-masculló la chica.

-¿Vas a hacerlo o no?-insistió él.

-Lo pensaré.-se limitó a contestar ella.

Paul lanzó un bufido molesto, pero no le dijo nada más. Simplemente, se limitó a volver a su asiento en el autobús con la convicción de que, por mucho que se hiciera la remolona, Christine acabaría obedeciendo y grabando el concierto. No obstante, no podía dejar de sentirse muy molesto con ella. Y es que, desde lo de Penny, su hermana pequeña, a la que siempre había defendido y apoyado en todo, le había dado la espalda por completo. De acuerdo, sabía que con lo de Penny él no tenía razón, pero no esperaba ni muchísimo menos que su propia hermana le declarara la guerra por aquel motivo. Más bien había esperado que intentara consolarlo, que lo apoyara al ver que él también lo estaba pasando mal…  Pero, al parecer, se había equivocado de plano.

**********************************

Pese a que odiaba hacer aquello, Christine había grabado todo el concierto, sin perderse ni un solo detalle, con la cámara que ellos solían llevar consigo en las giras. Al principio había sopesado la posibilidad de pasar de la proposición de Paul, pero después había entendido que en el fondo su hermano tenía razón. Al fin y al cabo, era un detalle bonito el tener grabado el que sabían que iba a ser su último concierto. Era, más o menos, como tener registrado el fin de ciclo de The Beatles y aquella idea tampoco le desagradaba, aunque aquello hubiera supuesto el haber tenido que sacrificar el ver bien el concierto por estar pendiente de la cámara.

Estaba siendo diferente, aunque nadie del público se percatara de ello. Habían cantado con un sentimiento especial y, cuando había acabado el concierto, habían sacado sus cámaras y habían empezado a hacer fotos al escenario como locos. Nadie, absolutamente nadie, podía imaginarse que hacían eso porque era la última vez que iban a subirse a un escenario.

-¡Enhorabuena, chicos!-exclamó Brian cuando entraron de nuevo entre bastidores.

-Habéis estado geniales.-dijo Gwen, que se había echado de repente a los brazos de George nada más lo había visto aparecer.

-Gracias.-contestó él.-Como para no estarlo… ¡El último! Se acabó, ya no voy a ser un Beatle nunca más.

El comentario de George hizo que todos los que estaban allí sonrieran, algunos más abiertamente que otros. Y es que sabían que los cuatro chicos, quizás Paul un poco menos, compartían el sentimiento de George.

-Enana…

La voz de Paul hizo que Chris se volviera para mirar a su hermano, que estaba todavía sudoroso y con el bajo colgando, a su lado, mirándola.

-Sí, sí…-respondió ella adivinando en el acto qué era lo que quería saber.-Lo he grabado.

-Gracias.-le contestó él esbozando una sonrisilla mientras miraba como ella le enseñaba la cámara de video que aún tenía en la mano.-Voy dentro a cambiarme.

Paul desapareció de allí casi en el acto y, antes de que se diera cuenta, Chris ya tenía a John pegado a su lado, sonriente como nunca.

-Me siento genial al saber que no voy a tener que soportar esta mierda nunca más.-le dijo al oído.

La chica sólo  pudo volverse hacia él para darle un beso en los labios.

-Se acabaron los agobios, Johnny.-le dijo.

-Lo sé.-sonrió él.-Lo sé… Ahora sólo nos queda disfrutar. ¡Libertad!

************************************

El viaje de vuelta se le estaba haciendo insoportable. Aquello, a ojos de Paul, estaba rozando ya la paranoia. Y es que, en su obsesión por “proteger” a Penny, las chicas estaban haciendo una especie de turnos para compartir asiento con ella y evitar que se quedara sola en ningún momento. Además, para colmo, Penny parecía empeñada en hacer cumplir su palabra y no hablarle nunca más, ni siquiera para saludarle. Había tanta hostilidad entre los dos que ni siquiera se veía capaz de aguantar todo el viaje de vuelta a Inglaterra de esa manera, aunque supiera a ciencia cierta que no le quedaba otro remedio.

Debido a aquellos extraños turnos que hacían las chicas para estar con Penny, iba cambiando de compañero de asiento a cada rato. Al principio, cuando Gwen se había sentado con ella, había estado George con él, a quien había sustituido Ringo cuando Mary había ido a sentarse al lado de Penny. Y ahora, tenía a John a su lado, quien se había dormido como un tronco nada más llegar allí, con lo cual no tenía más remedio que estar en silencio, intentando a toda costa evitar pensar en ella y en lo gilipollas que había sido al haberla dejado ir de esa manera.

Irremediablemente, acabó pensando en el grupo. ¿Qué iban a hacer ahora sin giras? Definitivamente, debía ser algo muy rompedor e innovador para que la cosa funcionara bien, para que el público entendiera que habían dejado de tocar en directo para hacer algo mucho más bueno, mucho más original, algo que nunca jamás habían visto ni oído… Y entonces, una luz se encendió en su mente…  ¿Por qué no? Aunque a priori la idea pudiera parecer algo absurda, estaba seguro de que podía salir bien…

Sí. Debería hablar con los chicos nada más llegaran a Londres y exponerles la idea. Si aquello llegaba a llevarse a cabo, sería, simple y llanamente, la cosa más original que habrían hecho en toda su carrera.

*************************************

Mary se acercó al asiento en donde estaban Chris y Penny. Había llegado su turno y, además, quería hablar con Penny seriamente sobre algo que acababa de comentar con Rich.

-Hola chicas.-saludó.

-Hola.-le devolvieron ellas el saludo.

-Mi turno, Chris.-se limitó a decir Mary con una sonrisa en los labios.

-Eso, eso…-le dijo Penny en broma.-Vete con el idiota de tu John, que ya lo estarás echando de menos…

-Por mucho que lo eche de menos, no sé yo si ahora podrá volver con su John.-rió Mary al ver la cara que había puesto Chris con la broma de Penny.

-¿Y eso?

-Lo tienes durmiendo como un bebé al lado de…-Mary no acabó de decir la frase, sabía que a Penny hasta le molestaba escuchar el nombre de Paul.-A juzgar por los ronquidos que da cuando he pasado por su lado, te va a ser muy difícil despertarlo.

-Joder, este chico…-sonrió Chris.-Lo dejo sólo un momento y se duerme como una marmota… Es de lo que no hay. Si quieres puedo quedarme yo aquí un rato más, hasta que se despierte la Bella Durmiente.

-No, no hace falta.-le dijo Mary.-Ve y siéntate con Ringo.

-¿Y qué hago yo con Ringo?

-Como si no lo conocieras…-rió Mary.-Yo que sé. Ve y hazle una entrevista o cuéntale chistes, haz lo que quieras…

Chris soltó una risita mientras se ponía en pie de su asiento.

-Vale, vale.-rió.-Si lo que querías era echarme de aquí, haberlo dicho claramente, Hall. Voy a ver qué hago con tu prometido. Que conste que me has dado carta blanca para hacer lo que me dé la gana… Después no quiero quejas.

Mary rió y Penny y ella se despidieron de Chris, quien, efectivamente, se encaminó hacia el asiento que había quedado libre al lado de Ringo.

-Bien…-dijo Mary sentándose.-Aquí estoy yo de nuevo.

-Me siento ridícula con todo esto de los turnos.-masculló Penny.-No sé… Tengo la sensación de que os estoy molestando a todas…  Y a ellos también.

-No seas boba…-le respondió ella quitándole importancia.-A ninguna de nosotras le molesta estar aquí contigo. Y apuesto a que a ellos tampoco les importa estar un rato sin nosotras… Así respiran un poco y no nos aborrecen, ¿no?

-Supongo…-sonrió Penny.

Mary le dedicó una sonrisa.

-Penny…-preguntó al cabo de unos segundos.-¿Puedo preguntarte algo?

-Claro.

-¿Ya sabes adónde vas a ir cuándo vuelvas a Londres?-preguntó.-Quiero decir… Que vives con… él… y supongo que eso no va a seguir así, ¿no?

-Por supuesto que no va a seguir así.-contestó Penny con determinación.-Lo primero que haré cuando regrese es ir a recoger a mi perra y mis cosas y después no pienso volver a pisar esa maldita casa en toda mi vida.

-Entiendo… ¿y adónde irás?

Penny se encogió de hombros.

-Ni idea.-contestó.-Ya me las apañaré. Prefiero vivir debajo de un puente a vivir con él.

Mary calló durante unos segundos y la miró mientras pensaba en cómo iba a proponerle lo que quería. Lo cierto era que temía la negativa de Penny si no era capaz de expresarse con las palabras adecuadas.

-Verás…-empezó a decir.-Cuando llegue a casa yo también voy a recoger mis cosas… ¿Sabes? Me voy a vivir con Ringo.

-Me alegro.-contestó Penny secamente.-Os deseo lo mejor.

-Gracias.-respondió ella.-Supongo que sabes que hasta este momento he estado viviendo en un piso que tiene Ritchie cerca de Oxford Street, ¿no?

-Sí. En Montagu Square, creo, ¿me equivoco?

-Exactamente, en Montagu Square. Es un buen sitio y el piso está genial.-continuó Mary.-Me va a dar mucha pena dejarlo.

-Ya, me imagino, pero seguro que te acostumbras a vivir en su casa pronto.

-Eso espero.-sonrió Mary.-Pero… Hay algo más.

-¿El qué?

-He estado hablando ahora con Rich… Sobre ti y tu situación.

Mary hizo una pausa al ver que Penny le estaba lanzando una mirada asesina. Era obvio que aquello no le había hecho ni pizca de gracia.

-No es nada malo…-se apresuró a decir.-Sólo es que me preguntaba si te apetecería quedarte a vivir en Montagu Square… A fin de cuentas el piso se queda libre y… No sé, a todos nos puede venir bien.

-Mary, no sé si…-empezó a decir Penny con escepticismo.

-Mira, piénsalo.-le interrumpió ella con una sonrisa.-Analízalo. No es mala idea.

-Yo no puedo pagaros el alquiler de ese piso.-contestó Penny de manera sombría.-No trabajo, ¿recuerdas?

-Oh, venga, no seas ridícula, ¿en serio crees que te cobraríamos si…?

-Quiero que me cobréis.-le cortó Penny.-Si me quedo allí quiero pagar el alquiler. No quiero vivir allí por caridad, Mary, entiéndeme.

Mary lanzó un suspiro. Claro que la entendía. A ella tampoco le gustaría la idea si estuviera en la situación de Penny.

-No lo hacemos por caridad.-insistió de todas maneras.-Lo hacemos porque eres nuestra amiga. Sólo prométeme que lo pensarás.

Por primera vez en la conversación, Penny esbozó una sonrisa.

-De acuerdo, Mary.-contestó finalmente.-Pero que conste que si mi respuesta es que sí, os pagaré un alquiler nada más encuentre un trabajo, ¿vale?

-Si es eso lo que quieres…

-Es lo que quiero.-sonrió Penny.-Y muchas gracias, en serio. Nadie jamás había hecho algo así por mí.



Holaaaa! Qué hay? Pues aquí estoy yo de nuevo, rápidamente, actualizando a toda prisa antes de que me quiten el portátil que me he agenciado para pasar este capi a limpio y actualizar el fic… Bffff, ahora entiendo lo mal que se vive sin ordenadores ni mierdas de esas… Con lo enganchada que estaba yo! Jajaja. En fin… Bien, sé que ha sido un capi extremadamente largo para lo poco que ha pasado, pero no me salía de otra manera, así que espero que, pese a todos los pesares, os haya gustado.
Otra cosa antes de despedirme. A todas… Siento el no poder estar comentando en vuestros fics, aunque desde aquí quiero que sepáis que os estoy leyendo desde el móvil y que prometo comentar tan pronto como me sea posible… Creo que me será imposible hacerlo hasta que no vuelva a tener ordenador, porque pillar éste desde el que estoy es más difícil que pillar al Hombre de las Nieves en Punta Cana tomando el sol… Jajajaja. Ahora en serio, es que siempre está ocupado y no hay manera… :S
Y bueno, yo ya me despido hasta no sé cuando porque mi ordenador continúa en muerte cerebral y estoy a la espera de su muerte definitiva… Así que hasta que no ocurra el milagro y se cure o se muera definitivamente y me compre otro, así estoy yo…
Muchas gracias por leer y besotes!

5 comentarios:

  1. Al fin leo algo que no tiene nada que ver con los benditos españoles de mierda..... oh espera , esto fue escrito por una española >.< , me voy a MATAR jajajajajajaja , mentira XD .............. al terminar de leer esta genialidad me dieron ganitas de llorar :( y no se porque , sera que hasta el estado de animo de un personaje se me pasa ??? seguro jajaja aunque lo veo medio raro eso...... pobre el innombrable ese , me dio algo de pena pero se lo merece por idiota y Penny... me gusto mucho su actitud, Mary es muy amable en prestarle su apartamento, que dios la bendiga)? XD , las cosas ahi estan siendo tan raras e incomodas que hasta Gwen ya empezo a dudar del bueno de Harrison, pero que se tranquilice mejor porque el si es buen hombre y si la quiere de verdad.... ahora lo del ultimo concierto , QUE EPICO y Chris grabando todo jajajajaja me dio risa con solo imaginarmela XD , ahora si se viene lo bueno :D. En serio ame el capitulo Cris, ya espero el proximo y tambien espero que tengas compu pronto, buena suerte en eso.... TQM

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  2. CRRIIIISSSS VOLVISTE! Y TENGO LA COMPU PARA COMENTARTE!!! aqui en mi casa tambien es extremadamente dificil que te la presten jajajajaaajajaja. asjdfflkdfkdjfkakl PAUL IDIOTA!!!!!! siempre, siempre, siempre LA CAGA! alguna vez una lectora dijo algo asi en mi fic como: "¿que tipo de retraso mental tiene? ¿por que no entiende?" me dio mucha risa pero osea tiene razon. ¡siempre hace este tipo de cosas! que coraje me da por que penny es una chica ruda y muy dificil y para que comenzara a confiar en paul y el llega y hace eso... NONONONO imperdonable! vicky solo lo perdono por que se supone que ella es buena y todo eso jajajajaja que coraje!!1 incluso hizo que yo dudara de george!!! del buen george! de MI george! jajajajaja me encanto la parte cuando paul se da cuenta de que su propia hermana le declara la guerra y que ni siquiera quiere grabar su ultimo concierto jajajajajaj pero ¡epico! cris lo ha hecho, que bonito detalle. el ultimo concierto... y me gusto eso que dice george de: "ya no sere un beatle" por que de hecho si dijo eso jejejeje. mary, tan amable con al apartamento! que buen plan de todas al apoyar a penny pero es que entre mujeres se entienden y se apoyan ajajaja. bueno, te dejo. tengo que ir a escribir para mi fic (utlimos caps, por cierto jajaja) pero sube pronto! bueno, viendo tu situacion, no creo que sea posible pero... haz lo que puedas jajaja. ok, suerte! cuidate!! byee!!

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  3. hsjsnbsjnsjsjsjkskiski 1:25 de la madrugada & ando leyendo! Xgbajshbnskjsnhskjsjs El Innombrable XD hahahahah! ay Esa Mary & sus cosas xD ay ese Paul, ese Paul >< tiro todo a la borda.... pinche cabrón, ¿que nunca se podrá contener? XD la verdad yo sigo viendo las cosas color de hormiga mi pregunta es ¿Penny & Paul regresarán? Yo sigo diciendo que Penny tiene demasiado amor propio como para caer en las redes de McCartney de nuevo, UH! ay un Sgt. Pepper's a la vista ¿cierto? *-* Chris ya comenzó mal con Mimi wujuju {lease con tono burlón} ahahha la verdad ya me muero por ver que va a decir esta señora xD hahaha espero que a Chris le vaya bien y no la vaya a tratar mal /: pero es cierto...con la noticia de que John y ella se veían desde antes del divorcio en verdad, no creo que Mimi le de un buen recibimiento.La boda de Mary & Ringo :3 sería genial si hubiera fans xD digan lo que digan si lo sería! aunque la pobre Mary pasaría a mejor vida xD porque no creo que las pobres loquillas dejen que se lleve a su Ringo c: me dio mucho sentimiento :') {ya sé soy una llorona ¬¬} el que las chicas sean tan buenas con Penny & eso de sus "turnos" :333 es lo mas tierno del mundo n_n& También Mary tratando de ayudarla...aunque sea tan orgullosa, quizá esta vez si debería de aceptar sin peros, lástima que tu ordenador este muriendo lentamente T_T es horrible vivir sin uno ya me ha pasado :c pero bueno todas las buenas vibras para él& para ti n_n nos vemos! cuídate mucho c:

    PD: Alegraste mi día de mierda, ya me siento un poco mejor leyendo las aventuras de Chris haha, en verdad c:

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  4. acá vengo YOOOOOOOOOOOOO (perdón, pero hoy me levanté con mucha locura encima, creo que la demasiada lluvia me mojó los cables del cerebro, y están en cortocircuito)
    A ver....por donde empiezo? ah si, empiezo por decirte que sos una mártir y heroína, porque te has arriesgado a que te agarraran in fraganti con la compu de tu cuña, todo para regalarnos un capitulo a nosotras, tus hijas dilectas XD eso merece un monumento, o un día especial a la "Fiquera sacrificada"
    Ahora si, te voy a comentar esto que escribiste, arriesgándote la piel.
    Que Paul deje de andar haciendose el pobre diablo, porque a mi no me mueve un pelo. Y esto que digo que lo vaya escuchando mi futuro marido, que no sabe lo que le espera muejeje. Naaaa en serio, por mas que se lamente y se arrastre dando lástima, a mi no me convence, y obviamente, a Penny tampoco. Creo que va a costar muuuucho que estos dos vuelvan, si es que vuelven. Pero creo que es el precio que Macca tiene que pagar, pueda ser que asi aprenda a no tirarse a la primera que se le cruze.
    Ummmm......como que me huele a que Mimi no tiene muchas ganas de congeniar con su sobrina política.....que la conozca de niña es una cosa, pero que ahora la vea como la chica con la que su sobrino anda, y desde antes de separase.....mmmm.....huele a pólvora, pólvora de guerra!
    Jajajajajaja que chiste la revista esa, y las fans y.....QUE NADIE SE ATREVA A ARRUINAR NI SIQUIERA UNA FLOR DE MI BODA, PORQUE MORIRÁ. Si, la novia asesina.
    Ay, estaba toda enojada por mi boda, y aparece mi precioso gato Andry y se pone a hacerme mimos.....que ternura, ahora me calmé, es mas, invito a todas las fans a venir, no tengo problema XD
    Y NOOOOOOOOO el último concierto! Por quéeeeee???? Yo quería que siguieran! Aunque,si, era un quilombo total eso, si no terminaban se quedaban sordos, y ahí Beethoven se iba a convertir en el 5º beatle jajaja. Esto significa que se viene algo que huele a PIMIENTA! achúuuu!!!!!!!! jajajajaja

    Loca de mi alma, aun sigo esperando al mr.postman, hoy tocaron el timbre y pensé que era él, pero no :( Espero que venga pronto.
    Besos, te quieeero!

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  5. Holaaaaa mira lo que encontré!!!!
    http://www.youtube.com/watch?v=hZqmEnjvS2M
    me puse a leer la descripción y no puedo creer la exactitud que le das al fic, además de ser muy exacto le cambias muchos detalles que en realidad pasaron para acoplarlo a tus ideas sin que se salga del realismo!!! de verdad soy tu fan!!!!! saludos desde México :D

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