-¡Hola Penny!-exclamó Chris cuando los vio allí plantados en
la puerta del salón.
Penny esbozó una sonrisilla falsa que intentaba disimular lo
incómoda que se sentía. No se había esperado para nada que fueran a cenar con
más gente y menos con gente a la que apenas conocía o que, directamente, no
había visto en toda su vida.
-Hola a todos.-saludó intentando parecer lo más educada
posible.
Los demás le devolvieron el saludo y la miraron
detenidamente, haciendo que la chica deseara con todas sus fuerzas desaparecer
de allí lo más pronto posible. En aquella situación sólo cabían dos
posibilidades: tragarse su incomodidad y quedarse a cenar allí o dar media
vuelta y marcharse a su casa. Obviamente, de las dos opciones, la que más le
atraía en esos momentos era la segunda, aunque sabía que era la menos adecuada,
así que no le quedaba otra que aguantar y estar allí. No obstante, aquello iba
a aclararlo con Paul. Y tanto que iba a aclararlo.
-Paul…-dijo casi en un susurro volviéndose hacia el
chico.-Creo que me he dejado el bolso en el coche… ¿Me acompañas?
Paul le dedicó una mirada extrañada y asintió con la cabeza
antes de que los dos salieran de nuevo del comedor.
-¿Pero no te habías dejado el bolso colgado con la
chaqueta?-preguntó él cuando se alejaron lo suficiente del barullo.-Lo recuerdo
perfectamente y…
-Paul.-le interrumpió ella mirándolo seriamente.-¿De veras
crees que te he hecho salir de ahí por mi puñetero bolso? ¿Qué significa todo
esto?
El chico lanzó un suspiro de resignación.
-Significa que quiero que te conozcan todos.-contestó en
tono de disculpa.-Siento no habértelo dicho, pero supuse que si te lo decía no
ibas a aceptar…
-¡Por supuesto que no iba a aceptar!-exclamó Penny
enfadada.-Vamos a ver… Estamos saliendo desde ayer. ¡Desde ayer! ¿Y tú ya
quieres presentarme como…?
-Como mi novia, que es lo que eres.-le cortó él esbozando
una sonrisilla inocente y fingiendo que no había visto el enfado de la chica.
-¡Pero es muy pronto! ¡Demasiado pronto!
-Lo de pronto es relativo…
-¿Cómo que es…?
-Verás…-dijo Paul acercándose hacia ella.-Yo estoy muy
seguro de lo que quiero contigo y por lo que entendí ayer, tú también lo
estabas, ¿me equivoco?
-Claro que estoy segura.-contestó Penny decidida.-Pero…
-¿Pero qué?-le interrumpió él.-Yo sé lo que quiero y tú
también. ¿Por qué razón debemos esperar más?
Penny lanzó un suspiro aún sin estar demasiado convencida de
todo aquello. Vale, estaba decidida, pero aún así, creía que debían darse un
tiempo juntos antes de todo aquello. Pero ya no había vuelta atrás; las cosas
eran así y no las podía cambiar, así que, mirando a Paul, dijo:
-Vale, vayamos ahí adentro… Pero no quiero quejas si todo
sale desastroso.
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-¿Alguien me puede decir qué está pasando aquí?
Todos se volvieron hacia Brian y lo miraron extrañados. Y es
que, todos los allí presentes, conocieran o no a Penny de antes, sabían de qué
iba todo aquello: ya se había encargado Paul de decirlo cuando les había
invitado a la cena. No obstante, era evidente que Brian no tenía ni la más remota
idea del motivo real de todo aquello.
-¿Quién es esa chica y qué pinta en una cena en la que vamos
a aclarar cosas de la gira?-volvió a preguntar.
-Creo que la nueva jefa de prensa debería hacer su primer
comunicado…-susurró John haciendo que todos los de allí apenas pudieran
reprimir sus risas.
Por toda respuesta, Chris le propinó un codazo en el costado
sin el menor disimulo.
-John, ¿qué está pasando?-preguntó Brian empezando a
molestarse.
-Lo que pasa es que esa chica es la nueva novia de Paul.-se
apresuró a aclarar Ringo antes de que John pudiera decir nada.
-¡¿Qué?!-exclamó Brian abriendo los ojos de par en par.
-Y creo que esta noche quiere aprovechar que hemos quedado
para presentárnosla a todos.-dijo George evitando decir que el motivo principal
por el que habían quedado era precisamente ése.
-Esto no…
-¡Joder, Eppie! ¿Por qué siempre que te enteras de que
estamos con alguien te tienes que montar una película?-preguntó John con
malicia.
Justo cuando Brian estaba empezando a abrir a boca para
contestarle, Penny y Paul volvieron a entrar de nuevo en el comedor.
-Ya tenemos ese bolso.-dijo Paul en tono despreocupado y,
después, agarrando a Penny de la mano con firmeza, añadió:-Y ahora sí, algunos
ya la conocéis, pero… Os presento a Penny, mi novia.
-Encantado, Penny, ¿nos conocemos?-rió John rompiendo el
incómodo silencio que se había hecho.
La chica enrojeció levemente, pero aún así aún pudo
articularle una mueca de fastidio como respuesta antes de que Brian se acercara
hasta ella.
-Hola.-saludó el hombre escuetamente tendiéndole la mano
como si de un contacto de negocios se tratara.-Yo soy Brian Epstein, el manager
de los chicos. Encantado.
-Lo mismo digo…-respondió la chica débilmente.
-Bueno…-dijo Paul haciendo caso omiso a la frialdad con la
que Brian acababa de hablarle a Penny.-Y aquí tienes a los demás: Mal y su
esposa Lily, Neil… Y bueno, a los demás ya los conoces de la otra vez: Ringo y
Mary y George y Gwen…
El resto se presentaron de una manera bastante más amable
que Brian y, a continuación, todos se sentaron en la mesa pendientes, cómo no,
de la misteriosa Penny que prácticamente de la nada parecía haberse hecho un
hueco muy importante dentro de la vida de Paul.
***********************************
-Y dime, Penny… ¿A qué te dedicas?-preguntó Brian de repente
cuando ya habían acabado de cenar.
La chica levantó la cabeza y se encontró con la mirada
penetrante del hombre. Estaba claro que no le había caído bien, pero aún así,
aunque frío, se había comportado de manera muy correcta durante toda la noche.
-¿Estudias?-insistió él.
Todos los que estaban a su alrededor parecían estar
esperando su respuesta con curiosidad.
-No.-contestó ella sinceramente.-Dejé la universidad hace un
año, no era lo mío.
-Entonces trabajas, supongo.-continuó Brian.
Penny tragó saliva. No, tampoco trabajaba.
-No.-contestó al cabo de unos segundos sintiendo como
enrojecía levemente.-Pero… Pero tengo un proyecto en mente.
Brian la analizó bien antes de decir nada.
-¿En serio? Háblame de tu proyecto, pues.
-Bien…-empezó ella dubitativa mientras agarraba aire.-Tenía
en mente crear una fundación para ayudar a los perros abandonados: crear una
especie de refugio donde acogerlos en buenas condiciones, curarlos si es necesario
y facilitar que les adopten.
-Pero una fundación no es algo de lo que se pueda
vivir…-respondió Brian mirándola con escepticismo.-Más bien es algo benéfico,
con lo que no se gana dinero sino que se pierde…
-Afortunadamente creo que por ahora me lo puedo
permitir.-contestó ella a la defensiva, aunque enseguida se arrepintió de ello.
-A mí me parece una idea excelente.-intervino George con una
sonrisa, cosa que Penny le agradeció de todo corazón.-Hay cientos de perros
abandonados por la ciudad y algunos dan mucha pena… Es una lástima que la
mayoría acaben atropellados o sacrificados en las perreras. Sería genial que
alguien se encargara de ellos.
-Tiene razón, yo también creo que una cosa así hace
muchísima falta.-le siguió Gwen dedicándole una mirada cómplice a Penny.
La chica dedicó una inmensa sonrisa tanto a George como a
Gwen, que estaban sentados justo enfrente de Paul y ella, agradecida por
aquello. Y es que, ante aquel apoyo inesperado hacia su causa, Brian no tuvo
más remedio que callarse y resignarse a beber el último trago que le quedaba en
su vaso de whisky en silencio.
-Creo que me voy ya.-dijo de repente mientras dejaba su vaso
en la mesa.
Penny lo miró detenidamente, alucinada. Era tan evidente que
no le caía bien que ni siquiera se había molestado en disimular a la hora de
marcharse cuando sus respuestas no le habían convencido. Tragó saliva y buscó
la mirada de cómplice de Chris en el otro extremo de la mesa, que le dedicó una
sonrisilla tranquilizadora y una mueca divertida quitándole importancia al
asunto.
-¿Ya? ¿Tan pronto?-se extrañó Paul.
-Sí.-confirmó Brian mientras se ponía de pie.-Es tarde, y
vosotros deberíais de hacer lo mismo: recordad que mañana tenéis la grabación
de los vídeos. No me apetece que aparezcáis por allí resacosos y con cara de
muertos, debéis cuidar vuestra imagen.
-Sí, claro, Eppie.. lo que tú digas…-rió John.-Si eso ve
yéndote tú primero que nosotros vamos enseguida…
-No bromeo, John.
-Olvidaba que tú nunca bromeabas…
-Venga, apenas son las diez y media…-insistió Mal.
-Es tarde, chicos, me voy.-contestó firmemente.-Nos vemos
mañana.
Brian se despidió de todos los de allí con un gesto con la
mano y se dirigió hacia la puerta del comedor sin que nadie se levantara para
acompañarle. No obstante, en el último momento, Ringo se levantó de su silla de
repente, como si de pronto hubiera recordado que tenía que hacer algo de vital
importancia.
-¡Brian!-exclamó.
El hombre se volvió, extrañado.
-Espera.-dijo Ringo.-Creo que nosotros también deberíamos
irnos ya. Te acompañamos.
Todos los de allí, se quedaron mirándolo como si no le
conocieran, incluida la propia Mary, que parecía estar pasándolo de lo más bien
y no tenía la más mínima intención de irse de allí.
-Pero…-protestó ella débilmente, todavía sorprendida.
Ringo se volvió hacia ella y le clavó su mirada.
-¿No te acuerdas?-preguntó el chico con una inusitada
seriedad.-Queríamos… ya sabes. Y creo que ahora es el momento…
Lejos de volver a protestar, Mary cambió su expresión de
repente y se levantó de su silla mientras asentía con la cabeza, ante la
sorpresa de todos.
-Ringo tiene razón, chicos.-dijo ella sonriendo aunque de
manera forzada.-Es tarde. Nosotros también nos vamos.
Y dicho esto, Ringo y Mary salieron detrás de Brian mientras
todos los de allí observaban la escena sin entender para nada qué era lo que
estaba sucediendo; qué era lo que había pasado de repente por la cabeza de
Ringo para que les corriera tanta prisa.
-Le habrá entrado el calentón…-dijo John de repente con toda
la naturalidad del mundo rompiendo el incómodo silencio que se había adueñado
de la estancia.
El resto no pudo menos que soltar una sonora carcajada ante
su comentario, incluida Penny, que en su fuero interno le agradecía haber
acabado con aquella situación tan tensa. Y así, sin más, todos continuaron
charlando y bebiendo animadamente como habían hecho hasta ese momento.
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-¿Te acompañamos a casa, Brian?
-Te lo agradezco, de verdad, pero queda muy lejos de la tuya.-contestó
Brian un poco contrariado ante el ofrecimiento de Ringo.-Creo que lo mejor será
que pida un taxi.
-Insisto.
El tono con el que Ringo acababa de pronunciar aquella
palabra, casi con brusquedad, hizo que Brian se quedara callado. Ringo no pudo
evitar sentirse un poco mal. El de los cortes solía ser John, no él, pero no
podía dejar escapar aquella oportunidad para hablar a solas con él, aunque a
Mary aquello no le hiciera demasiada gracia.
-No es molestia, en serio.-dijo Mary en un tono de voz
bastante más amable.-No tenemos prisa por ir a casa y además…
-Queremos hablar contigo.-continuó Ringo acabando la frase
que había empezado a decir su novia.
Brian se los quedó mirando en silencio durante unos segundos
y después asintió.
-Está bien.-dijo Ringo sonriendo para quitarle hierro al
asunto.-Vamos.
Los tres subieron al coche en silencio, se sentaron y Ringo
arrancó sin más preámbulos.
-Si lo que queréis decirme es que Mary va a venir a la gira,
tranquilos, no es necesario.-empezó a decir Brian mientras salían de casa de
Paul.-Creo que a estas alturas ya empiezo a asumir que todos iréis con pareja:
George no se separa de la niña esa ni a bombas, John se las ha apañado de
manera sucia para que yo mismo acabe contratando a su… a su… amante… Y Paul…
Apuesto mi mano a que Paul también me dice que se trae a esa chica en cuestión
de días, si no… ¿a qué venía esta presentación?
-Brian…-masculló Ringo en tono cansado.-Gwen no es una niña,
a Chris no creo que a estas alturas la podemos considerar como la simple amante
de John y me parece completamente normal que Paul quiera traerse a su novia
también…
-Vivís en una nube.-le cortó Brian.-¿Acaso creéis que las
fans y el resto de la opinión pública van a ser tan comprensivos con estas
chicas? Los únicos que estáis mostrando un poco de sentido común en todo esto
sois vosotros dos y…
-Todos estamos en la misma situación. No creo que Mary y yo
estemos siendo diferentes a los demás. Simplemente, llevamos más tiempo juntos,
eso es todo.-respondió Ringo pacientemente pero a la vez firme.-Y sí, Mary se
vendrá de gira, eso tenlo por seguro, ¿verdad, princesa?
La chica asintió tímidamente. Era obvio que aún se sentía
bastante incómoda en presencia de Brian y que aquella conversación la estaba
poniendo en una situación comprometida. Aún así, Ringo no pudo evitar que se le
escapara una sonrisa mientras conducía. Y es que, cuando se ponía en plan
vergonzoso, le resultaba simplemente encantadora.
-De todas formas, no queríamos hablar de eso
contigo…-continuó Ringo al cabo de unos segundos.
-¿Y de qué queréis hablar pues?-preguntó Brian intrigado.
-Verás… Tenemos un problema…-contestó Ringo sin saber muy
bien por dónde empezar toda la historia.
-¡Oh, no! ¡No me digas que estás embarazada!
-¡No!-se apresuró a exclamar Mary, que se había puesto más
roja que un tomate, a la vez que Ringo no podía reprimir una sonora carcajada.
-No, no, no…-dijo él aún entre risas.-No es eso…
-Gracias a Dios… Por un momento he llegado a pensar que
teníamos aquí a otro John con Cynthia… Lo siento, Mary.
-No pasa nada, Brian.-respondió la chica.
-No es nada sobre nosotros.-continuó Ringo.-Queríamos
hablarte sobre otra persona.
-¿Sobre otra persona?
-Sí.-respondió él con determinación.
-¿Y quién es?
Ringo agarró aire y lanzó un fuerte suspiro antes de
contestar.
-Mel.-dijo al fin.-Es sobre Melanie.
Decir aquel nombre le había producido un escalofrío. Hasta
ese momento, no podía negar que Melanie incluso había llegado a simpatizarle
durante mucho tiempo pero, desde que se había dado cuenta de quién era
realmente y de qué era capaz de hacer, aquella chica lo único que le producía
era, simple y llanamente, asco. El asco más grande y el máximo desprecio que
jamás había sentido por nadie en toda su vida.
********************************************
-Apuesto a que no eres capaz de hacer lo que dice George que
haces.-la picó John con una sonrisilla malévola.
Gwen sonrió. Era la primera vez que John la estaba
fastidiando directamente, aunque debía de reconocer que quizás se lo merecía y
que, además, aquello en realidad la estaba divirtiendo. Todo por “culpa” de
George, que había dicho que ella era capaz de dibujar a alguien a la perfección
en menos de cinco minutos.
-Siento decírtelo, Gwen, pero el único capaz de hacer eso es
el aquí presente “Johnny manos rápidas”.-rió Chris acercándose a su novio por
detrás y dándole un beso en la espalda.
-Y yo siento decírtelo, Christie, pero estoy hablando de
dibujos serios, no de las caricaturas que hace John…-le replicó George con
malicia.
-¡Ey! ¡No son caricaturas!-protestó la chica aunque sin
poder disimular su risa.
-En realidad sí lo son, pequeña…-rió John.-De todas maneras,
continúo sin creerme lo tuyo, Gwen.
-Pues no te lo creas.-le respondió ella encogiéndose de
hombros.-Creo que aun así podré dormir por las noches…
Ante aquella contestación, George y Chris soltaron una
enorme risotada. No obstante, John no alteró lo más mínimo su sonrisa burlona.
-Eso es que no eres capaz de hacerlo…-insistió.
-¡John! ¡Deja ya de picar a Gwen!-le riñó Christine a la vez
que le daba un cachete cariñoso en la cabeza.-Hay que ver cuando te pones en
plan pesado…
-¡No, no, no, Chris, déjalo!-interrumpió George de
repente.-Dice que no se lo cree, ¿no? Y seguro que incluso piensa que él puede
hacerlo más rápido y mejor…
-Eso por supuesto, Hari.-dijo John con autosuficiencia.
-Eres un creído, ¿lo sabes?-le espetó George divertido.-Pero
te voy a cerrar la boca… Veamos… ¿Qué os parece si os propongo un reto?
-¿Un reto?-preguntaron John y Gwen casi a la vez.
George asintió con la cabeza antes de contestar.
-Sí. Un reto.-aclaró.-Escogemos a alguien de aquí y en cinco
minutos como máximo debéis dibujarlo. Sólo la cara, no hace falta más… Después
vemos cuál se parece más y quién gane se erige como el mejor dibujante del
grupo de manera indiscutible.
-Hecho.-se apresuró a decir John.
-Yo no…-dudó Gwen, que no estaba segura de que con la
presión de los cinco minutos pudiera hacer algo aceptable.
-¿Qué?-preguntó John riendo.-¿No te atreves a competir?
Gwen lo miró detenidamente. Era obvio que se lo decía para
picarla sin ninguna mala intención, pero aquello la envalentonó. Quizás aquella
prueba pudiera resultar divertida y a lo mejor George tenía razón y conseguían
callar a John, que, por otra parte, parecía no estar dispuesto a dejarla en paz
con aquel tema hasta que no aceptara el reto.
-Por supuesto que me atrevo…-contestó esbozando una media
sonrisa.-Lennon contra Montrose, a ver quién gana.
-¡Perfecto!-exclamó George, que parecía estar emocionado
como un niño pequeño ante aquel juego.
-¡Ey! ¡Un segundo!-interrumpió Chris de repente.-¿Y quién se
supone que va a evaluar los dibujos? Sé que voy a parecer un poco tramposa… Te
adoro, Gwen, eres una de mis mejores amigas… Pero esté como esté el dibujo de
mi monstruo, voy a decir que el suyo es mejor. Y supongo que George hará lo
mismo con el tuyo…
-La sinceridad ante todo…-rió George sorprendido ante
aquella repentina confesión.-Pero tienes razón… Debería ser alguien imparcial,
a ser posible que no conozca los dibujos ni de uno de ni de otro…
-Todo el mundo conoce los dibujos de John…-dijo
Gwen.-Ilustró sus libros con ellos, así que eso es imposible…
-Aunque parezca mentira, hay gente que no los ha visto
nunca…-le respondió George.
-¿Y qué? Todos los de aquí los hemos visto, tendríamos que
buscar a una persona completamente desvinculada del mundo Beatle y…
Justo antes de que Gwen acabara de pronunciar la frase, la
puerta del comedor volvió a abrirse y aparecieron por allí Paul y Penny, que
había ido a despedir a la entrada a Mal y a su esposa y a Neil, que se acababan
de marchar hacía unos minutos.
-Creo que hemos encontrado a nuestra chica…-dijo Chris de
repente mirando a Penny de manera descarada.
-¿Qué pasa conmigo?-preguntó Penny contrariada al ver que
todas las miradas se acababan de posar en ella.
-Nada.-contestó Chris risueña mientras se acercaba hacia
ella con una sonrisa.-Nos preguntábamos si has leído los libros de John.
-¿John? ¿Libros?-preguntó Penny mirándola como si se hubiera
vuelto completamente loca.-Creí que eso eran dos conceptos que no podían ir
juntos en una misma frase.
-Yo también te quiero, Penelope.
-Calla, Johnny… -le cortó Christine divertida.-Aquí tenemos
a la juez de este reto. Es evidente que ella no ha visto en su vida un dibujo
de John.
-¿Pero qué historia os habéis montado vosotros cuatro en el
poco rato que hemos estado fuera de aquí?-preguntó Paul intrigado y divertido a
la vez.
-Muy fácil.-respondió George.-Vamos a ver quién es mejor
dibujando, si Gwen o John, y queremos que alguien imparcial sea el que lo diga.
-Estáis como una cabra…-rió Paul.
-Pero será divertido.-le cortó Chris.-Voy a por papel y
lápiz.
La chica salió del comedor para volver al cabo de pocos
minutos con un par de folios en blanco, dos lápices y dos gomas de borrar en la
mano.
-Yo no necesito eso.-dijo John cuando le tendió su goma de
borrar.
-No seas fantasma, Johnny… O te quedas la goma o te la hago
tragar.-rió Christine.
John y Gwen se pusieron cada uno en una extremo de la mesa,
tan alejados los dos que les iba a ser imposible ver lo que el otro estaba
haciendo.
-¿Y qué es lo que vais a dibujar?-preguntó Paul divertido
dejándose caer pesadamente sobre el sofá.
Todos se quedaron en silencio ante aquella pregunta,
mirándose entre ellos. Lo tenían ya todo, sí, pero aún no habían decidido a
quién iban a dibujar.
-Pues a alguien de aquí.-dijo George despreocupado.-Mientras
no sea yo… A mí me da igual.
-Y yo también paso.-se apresuró a decir Chris.-Jamás tuve
madera de modelo.
-Yo soy el jurado, así que no me miréis.-dijo Penny.
-Joder…-refunfuñó Paul entre dientes al ver que todos le
estaban mirando.-¿Por qué siempre tengo que ser yo el que haga todas estas
cosas?
-Porque adoras posar, por ejemplo.-rió su hermana.-Ahora
ponte del perfil bueno porque te van a dibujar. Y quietecito, ¿eh?
-Y yo me saco a Penny al pasillo.-dijo George con una
sonrisa.
-¿Por qué?-se quejó Paul.
-Porque el jurado ha de ser imparcial y no ha de ver la obra
hasta que esté acabada. ¿Te importa, Penny?
La chica asintió con una sonrisa y acompañó a George afuera.
-Y ahora, artistas…-dijo Chris cuando se cerró la puerta del
comedor.-Tenéis cinco minutos para dibujar al gusano este que tenéis aquí
delante.
-¡Enana!
-Los modelos no hablan.-rió la chica.-Ale, que empiece la
prueba.
-¿Sabes?-preguntó George sentándose en las escaleras de la
casa.-Cuando Paul nos dijo ayer que estaba contigo no me acordaba de ti…
Penny esbozó una sonrisa. Al contrario que John, que de cada
día le caía peor, George Harrison le había gustado desde el primer momento, al
igual que su novia.
-Bueno, sólo nos vimos una vez y ni hablamos, es
normal.-respondió ella quitándole importancia al asunto.
-Sí… Quizás sea por eso.-asintió George.-De todas maneras,
cuando Ringo dijo quien eras sí que me acordé enseguida. Si te digo la verdad
jamás hubiera pensado que los dos estabais juntos… Aquel día disimulasteis muy
bien.
-Es que ahí todavía no estábamos saliendo.-contestó ella
sorprendiéndose a sí misma por estar siendo tan sincera con aquel chico al que
apenas conocía de nada.
-¿No?-se extrañó el chico.-Pues si eso fue el otro día… ¿Tan
poco lleváis?
-¿No os lo ha dicho Paul?-preguntó Penny.
George negó con la cabeza.
-Verás…-suspiró ella esbozando una sonrisa.-Llevamos liados
algún tiempo más, pero estamos juntos de manera oficial desde… desde… ayer.
-¡Vaya! ¡Y yo que pensaba que había ido muy rápido con
Gwen!-rió George.
-Pues ya ves que los hay de más rápidos todavía…-le
respondió Penny también riendo.
-Ya lo veo, ya…
Penny iba a responderle cuando la puerta del comedor se
abrió de nuevo y apareció Chris sonriendo.
-Ya está.-dijo la chica.
-¿Ya?-se extrañó Penny. Aquellos cinco minutos se le habían
hecho muy cortos.
Chris asintió con la cabeza y Paul y Penny se pusieron de
pie de nuevo.
-Lo siento, Chris…-le dijo Penny con una sonrisilla burlona
cuando pasó por el lado de su amiga.-Pero voy a hundir en la miseria a tu
novio…
-Pues… Creo que por esta vez, sí.
*****************************************************
-No me puedo creer aún todo lo que me habéis contado.-dijo
Brian negando con la cabeza mientras se servía la tercera copa de whisky.
Estaban en casa de Brian, en el salón. La conversación que
habían iniciado horas antes en el coche de Ringo se había alargado tanto que
ahora estaban allí, serios y pensativos, sin saber ninguno de los tres muy bien
lo que debían hacer ante un caso como aquel.
-Pues créetelo.-le contestó Ringo mirándole.-Tú mismo has
dicho que vive en esa zona y no me cabe ninguna de que es ella. La descripción
que me dio el chaval que traía la caja encaja perfectamente con la suya.
-Por el amor de Dios…
-Al principio no le di importancia, pero he de reconocer que
al final me llegué a asustar.-dijo Mary con sinceridad.-Y más cuando supe que
era ella… Me odia. Me odia desde que la conocí en Liverpool.
-Que te odia es evidente.-asintió Brian.-Siempre ha estado
encaprichada con Richard…
-Pues menuda gracia me hace a mí…-masculló Ringo entre
dientes.
-Pero siempre pensé que quería ser una groupie más…
Simplemente estar contigo para usarte de trampolín a la fama y vivir del
cuento…-continuó Brian.-Jamás creí que fuera capaz de amenazar a alguien.
-Incluso de muerte.-sentenció Ringo con seriedad.
-Lo sé… Y es algo muy grave…-convino Brian antes de darle un
sorbo a su vaso.-Debemos hacer algo, pero tampoco creo que lo más conveniente
sea acudir a la policía… Si este asunto salta a la prensa sería peor el remedio
que la enfermedad.
-¡¿Y qué más da la prensa?!-exclamó Ringo enfadado.-¡Esa tía
está amenazando a mi novia de muerte y está tan loca que la creo capaz de todo!
Iré a la policía, lo quieras o no.
-Ricthie…-intentó tranquilizarlo Mary pasándole la mano por
la espalda.-Quizás deberíamos escuchar a Brian…
Brian le dedicó una mirada agradecida a la chica antes de
continuar hablando.
-Por lo pronto, voy a dejar de representarla.-dijo
finalmente.-Y ya me encargaré de que ningún manager serio la represente.
-Estaba a punto de firmar un contrato para grabar su primer
disco, ¿no?-quiso saber Ringo.
-Sí, pero creo que eso ya no va a ser posible.-contestó
Brian con seriedad.-Y tranquilos, me encargaré de que no vuelva a amenazar a
Mary nunca más…
Ringo lo miró no demasiado convencido con lo que acababa de
escuchar, aunque Mary no pudo evitar suspirar aliviada antes de contestar. Estaba
convencida de que todo aquello se solucionaría pronto y, además, se alegraba
internamente de que Brian le fastidiara aquel contrato. Y es que, una persona
que jugaba tan sucio como ella, no se merecía para nada oportunidades como
aquella.
-Gracias, Brian. Muchas gracias.
***************************************************
Penny sentía como todas las miradas estaban clavadas sobre
ella mientras analizaba los dos dibujos que había sobre la mesa. A su
izquierda, tenía una caricatura perfectamente dibujada de Paul. El trazo era
rápido, sí, pero firme, sin errores, y, además, era capaz de plasmar, con
cuatro líneas rápidas, la expresión y el carácter de Paul con un realismo alucinante.
No obstante, el dibujo de la derecha, aunque completamente diferente, era
también asombroso. Se trataba de un dibujo de perfil, que captaba también a la
perfección toda la personalidad de Paul. ¿Cuál debía elegir pues? Tenía la
sensación de saber quién era el autor de cada uno de los dibujos, pero aún así
no podía jugársela. ¿Y si decidía poner a parir la caricatura creyendo que era
de John y en realidad era de Gwen? No le quedaba otra que ser sincera, que
reconocer que los dos dibujos eran excelentes, diferentes, sí, pero muy buenos
los dos, aunque se debía de decantar por uno.
Volvió a mirarlos bien antes de decir nada en voz alta. Uno
de los dos debía de ser el ganador… La caricatura era excelente, sí, pero el
dibujo de perfil era mucho más trabajoso y tenía el mérito de que había sido
hecho tan sólo en cinco minutos. Sí, era justo, el dibujo de la derecha era el
que se merecía ganar.
-Veamos…-empezó a decir volviéndose hacia los
demás.-Primero, los dos son muy buenos, pero como debe ganar uno… Por trabajo y
elaboración, me quedo con éste de aquí.
Penny agarró el dibujo de la derecha y lo enseñó a los
demás.
-¡Bien!-exclamó George.-¡Chúpate esa, Lennon!
-Vete a la mierda…-le contestó John entre dientes mientras
los demás reían sin parar.-Pero he de reconocer que lo haces bien, Gwen, muy
bien.
-Y tan bien…-dijo Paul acercándose para mirar el dibujo de
cerca.-Creo que me voy a quedar este dibujo, me gusta.
-De hecho has salido más guapo ahí que en las fotos.-bromeó
Christine por detrás.
-Muy graciosa, enana…-masculló Paul dándole un empujón
cariñoso a su hermana.-Pero… Igual tienes razón… Y aparte de que salgo bien,
Gwen es mucho menos pesada que un fotógrafo… Creo que a partir de ahora me voy
a negar a que me hagan más fotos, que me dibuje ella.
Todos soltaron una carcajada ante la broma de Paul. Todos
excepto John, que se quedó mirando el dibujo, pensativo.
-Pues igual deberíamos hacer eso…-dijo John con seriedad
haciendo que todos lo miraran extrañados.-¿Por qué no mandamos la sesión de
fotos que tenemos para la portada del nuevo disco a tomar por culo?
-¿Y eso a qué viene ahora, John?-preguntó Paul extrañado.
-Viene, Macca, a que tengo una idea. Una jodida idea que creo
que os gustará a todos…
Hola chic@s! Qué hay?
Yo ya estoy aquí de nuevo, ahora ya sin agobios, más relajada y bastante más
happy. Y vosotras? Bueno, en primer lugar, siento no haber contestado a
vuestros comentarios del capi anterior, pero desde aquí ya os digo que muchas
gracias, de verdad, que me distéis un montón de ánimos y que, aunque os parezca
que no, me animasteis a seguir con esto. Siguiente, importante, y para aclarar
una cosa del capi que acabáis de leer… El dibujo que supuestamente acaba de
dibujar Gwen (aunque se supone que un pelín menos elaborado y sin el collage de fotos pues lo ha hecho en cinco minutos) y que se los ha dejado a todos, a John el primero, flipando en
colores es éste…
Ahora sacad vuestras
propias conclusiones. Vale, lo sé, me acabo de pasar a Klaus Voormann por un
sitio que yo me sé… Pero esto es un fic, Gwen estudia Bellas Artes y… me apetecía
poner este detalle, jajaja. Supongo que ahora tod@s sabréis de qué va la idea
que ha tenido John, no?
En fin, gracias por
leer y por comentar y millones de besos, preciosidades mías. Os quiero! Muak!