martes, 26 de febrero de 2013

Capítulo 77: Triste y Misterioso Viaje


Tan sólo hacía un par de días que el rodaje de la nueva película había empezado, un rodaje que, a ojos de George, estaba siendo tan extraño como la peli en sí. La verdad era que aquella era la primera vez que se embarcaban en un proyecto en medio de un ambiente tan viciado entre ellos. La causa de aquello estaba muy clara: la tensión entre Paul y John, una tensión que volvía casi irrespirable el aire cuando ellos dos estaban demasiado cerca. Lo peor de todo era que George tenía la sensación de que aquella tensión probablemente se alargaría mucho más en el tiempo que lo que cualquiera de ellos hubiera deseado.

En realidad, tampoco había habido un enfrentamiento claro entre ellos dos, aunque George estaba seguro, por más que nadie hubiera comentado nada al respecto, de que ese choque, quién sabía si incluso físico, se había producido entre ellos ya incluso desde antes de empezar el rodaje, quizá nada más se había producido la ruptura entre John y Chris. Lo que verdaderamente había entre Paul y John en aquellos momentos era hostilidad, tensión. Apenas se hablaban y, cuando lo hacían, las frases que se lanzaban iban cargadas de segundas intenciones, unas frases que a Ringo y a él, que estaban en medio de aquel fuego cruzado, les hacían sentir tremendamente incómodos.

-¡Perfecto! ¡Esto sigue siendo igual o más mierda que ayer!

Las voces de Ringo al acercarse a él hicieron que George levantara la cabeza y le dedicara una mirada interrogante aunque, por desgracia, mucho se temía que ya sabía de lo que estaba hablando su amigo.

-Sorpréndeme... ¿qué ha pasado esta vez?

-¿En serio quieres que te lo cuente?-pregunto Ringo sentándose a su lado, nervioso.-Esos dos imbéciles siguen igual entre ellos. Intenta coordinar una escena entre los dos... ¡Es imposible!

-Me imagino...

-Esta película es una mierda.-masculló Ringo entre dientes.-Y la situación que tenemos entre nosotros es más mierda aún. Ojalá estuviera en casa, con Mary, en mi oasis particular y sin estar metido en medio de todo este circo...

George asintió con la cabeza y se quedó en silencio durante unos segundos, pensando en lo que su amigo acababa de decir.

-Tienes razón.-dijo finalmente.-Hemos tenido cientos de piques y de roces entre nosotros, pero jamás pensé que llegaríamos a esta situación... Ya no es sólo cuestión de rivalidad entre esos dos, es que no se pueden ni ver.

George hizo una pausa, intentando poner en orden todas las ideas que tenía en la cabeza. Ringo, por su parte, entendió a la perfección que aún no había acabado de hablar y se abstuvo de interrumpirle.

-¿Sabes? Ayer me sorprendí a mí mismo odiando para mis adentros a Christine.

-¿Cómo?

La pregunta de Ringo sonó casi más como una exclamación que como una interrogación. George se limitó a encogerse de hombros. No se sentía nada orgulloso de su confesión, pero era cierto.

-Gwen reaccionó igual que tú cuando se lo comenté anoche.-continuó.-Pero no puedo evitarlo, Rich... Si no hubiera sido por ella, ahora no tendríamos esta situación. John no estaría con la chica de turno y eso no nos afectaría en absoluto a los demás. Pero Christine es la hermana de Paul y eso complica las cosas. Esa ruptura se ha convertido en un asunto personal entre ellos dos.

-No te voy a negar que el hecho de que Chris y Paul sean hermanos complica las cosas.-admitió Ringo.-Pero las cosas son así. John se enamoró de ella y ella de él, ¿qué podíamos hacer al respecto?

-Ojalá nunca hubiera pasado nada de eso. Todo sería infinitamente más fácil.

-A lo mejor lo sería.- contestó Ringo.-Pero piensa que algo así nos hubiera podido pasar a cualquiera. Imagínate por un momento... ¿si Gwen hubiera sido hermana de cualquiera de nosotros habrías dejado de enamorarte de ella por ese motivo? ¿Aunque supieras que si pasara algo entre vosotros dos en un futuro eso pondría en apuros la relación con un amigo tuyo?

-Visto así... No, creo que no. Las cosas hubieran sido igual.-suspiró al fin.-Pero jamás habría puesto mi amistad en peligro por un capricho.

-Venga, George.-le interrumpió Ringo.-Sabes que lo de John con Chris no ha sido ningún capricho. La quería... Bueno, mejor dicho, la quiere.

-Lo siento.-se apresuró a contestar George arrepentido de lo que había dicho. Sabía que no tenía ninguna razón. Es más, lo había dicho por pura rabia.-Tienes razón. Jamás he visto a John tan enamorado de alguien. Joder, Rich... ¿por qué tiene que ser todo tan jodidamente complicado?

Ringo soltó una risita amarga.

-Y yo qué sé, Hari...-contestó al fin.-Quizá deberíamos hablar con ellos para que dejen de hacer el gilipollas.

-Eso de que dejen de hacer el gilipollas ya es más difícil, creo que es algo inherente a su persona...-rió George intentando de ese modo quitarle hierro al asunto.-Pero sí, tienes razón. Deberíamos hablar con ellos.

-Creo que será lo mejor. Deberían entender que esto no nos lleva a nada bueno...-contestó Ringo.-Y ahora, Hari...-añadió poniéndose en pie de un salto.-¿Qué te parece si vamos a buscar algo para comer? Ya va siendo hora, creo yo...

-Oh, sí. Tengo un hambre atroz y cuando tengo hambre me pongo de mal humor... ¿Te he dicho alguna vez que eres un maldito genio, Ringo?

-¿Yo? ¿Genio?-rió su amigo.

-Sí, tú.-sonrió George poniéndose en pie él también.-Un jodido genio, eso es lo que eres.

*******************************

-¡Ey, Christine!

La chica se giró extrañada hacia una de las reporteras más veteranas del periódico. Le extrañaba que le hablara pues no solía hacerlo. Era una de aquellas personas que no se molestaban en ocultarle su hostilidad. Seguramente creía que ella no tenía derecho a estar allí trabajando o, quizá, la odiaba por los rumores que habían saltado el verano anterior sobre que John y ella estaban juntos desde antes de que él se divorciara de Cynthia. Sabía que era una mujer extremadamente recta y tradicional y aquellos eran motivos de sombras para que no le cayera nada bien.

-Buenos días, Emily.-le contestó esbozando una sonrisilla falsa que ella creía que era bastante convincente.-¿En qué puedo ayudarte?

-Me he enterado de una cosa y no sé si es verdad... Ya sabes que yo no llevo la sección de Sociedad ni nada por el estilo.-aquello último lo dijo con cierto desdén. Su tono de voz era tan seco como su actitud.-¿Es cierto lo que dicen sobre The Beatles? Tú mejor que nadie lo sabrás.

Chris sintió como la sangre se le helaba en las venas. Ojalá Emily no se estuviera refiriendo a su ruptura con John. Muy pocos lo sabían y le extrañaba que hubiera salido de ellos, pero nunca se sabía... De todos modos, si le preguntaba acerca de eso, Chris no estaba muy segura sobre qué era lo que debía contestar. ¿Ser sincera o insistir en una mentira desmintiéndolo? Quizá, la opción más inteligente sería evadir la pregunta y no decir nada al respecto.

-¿Qué es lo que dicen?-preguntó al fin intentando parecer de lo más normal.

Emily le lanzó una mirada fría.

-Dicen que están haciendo una serie para la televisión.

Christine suspiró aliviada al escuchar a la mujer. Se había librado de una buena.

-Es una película.-le corrigió.-Y sí, la están rodando ahora mismo.

-Ya te dije que yo no llevo la sección de Sociedad ni nada por el estilo, no tenía por qué sabes que era una película.-dijo Emily intentando excusar su error.-La verdad es que nunca me han interesado esas tonterías.

-¿Y por qué me lo preguntas si no te interesa?-preguntó ella mordaz. Lo cierto era que si Emily no la soportaba a ella, ella tampoco soportaba a Emily.

-Curiosidad nada más, Christine.-le contestó casi escupiendo las palabras.-Y ahora... Yo de ti me iría dando prisa, ya pasan de las nueve y como el director pase y no te vea en tu escritorio trabajando podría pensar que no eres puntual. Sería una verdadera lástima que pensara que eres una persona poco responsable para tu cargo.

-Una lástima, sí.-Chris le lanzó una sonrisa falsa.-Tú sentirías mucho mi despido, ¿verdad?

Y sin esperarse a que la mujer le contestara, Christine se dio media vuelta y emprendió de nuevo el camino hacia su escritorio.

-Buenos días.-la saludó Jordan nada más la vio aparecer.-¿Y eso? Jamás llegas tarde...

-Emily me ha parado para tener una agradable conversación.-le contestó ella mientras se quitaba la chaqueta y dejaba sus cosas sobre el escritorio.

-Vieja bruja... No veo la hora en que la jubilen... ¿Te ha molestado mucho?

-No, qué va. Creo que la he molestado yo más a ella que ella a mí.-sonrió Chris.-Pero en fin, ya estoy aquí. ¿Ha notado alguien mi retraso?

-Aparte de mí, absolutamente nadie.-sonrió Jordan.

-Perfecto.

-Y... ¿Cómo estás?

La chica le lanzó una mirada significativa. Jordan era uno de los pocos que que lo sabía todo; a fin de cuentas habría sido una tontería no decírselo ya que él, de un modo u otro, había estado implicado directamente en la discusión final que lo había desencadenado todo. Por tanto, aquella pregunta en labios de Jordan no era una pregunta de mera formalidad, por quedar bien. El chico tenía verdadero interés en saber cómo estaba.

-Bien.-contestó ella evitando ser sincera del todo.

En realidad distaba mucho de estar "bien", pero por lo menos ya se había hecho el ánimo de todo y había empezado a asumirlo aunque fuera de una manera extremadamente lenta y dolorosa.

-¿Me puedo fiar de ti?-insistió Jordan incrédulo ante aquella contestación.

Ella soltó un bufido. Odiaba esa insistencia cuando no tenía ganas de hablar del tema, mucho menos si aquella insistencia se producía por parte de alguien con el que aún no tenía tanta confianza como para todo eso.

-Poco a poco, Jordan.-dijo intentando dar así por zanjado aquel tema.-Y ahora, dejémonos de cháchara y empecemos a trabajar. Aún he de prepararme la entrevista que tenemos concertada para este medio día con ese economista.

-Un economista, suena muy divertido...-dijo el chico con sarcasmo.

-Anda, déjame estar, ¿quieres? Vuelve con tus fotos y con tus cosas.-rió ella medio en serio medio en broma.

-¿Me estás echando?-fingió escandalizarse Jordan.

-Es una manera de decirlo.-sonrió Chris.-Anda, vete a tu cuarto oscuro y no vuelvas hasta diez minutos antes de salir para el hotel donde tenemos concertada esa entrevista que tanto te divierte.

-Eres una chica encantadora, Christine.-bromeó Jordan.-Hasta luego.

-Hasta luego, pesado.

Chris esperó a que Jordan se perdiera por el pasillo y, después, suspiró antes de agarrar el montón de artículos sobre economía que tenía sobre el escritorio para preparar la entrevista. En condiciones normales, Chris hubiera maldecido lo inmaldecible por tener que leerse todo aquello que no le gustaba en absoluto pero, a decir verdad, en aquellos momentos lo agradecía con toda su alma. Y es que, por pesado que fuera todo aquel rollo, aquello le ayudaría a mantener su mente ocupado y a no pensar en su situación, que era infinitamente más pesada que todos los tratados de economía del mundo. Era en momentos como aquel en los que Christine se alegraba de haberse puesto a trabajar a jornada completa en un trabajo que podía llegar a ser tan absorbente como tú quisieras.

**********************************

Sin saber cómo se lo habían montado, habían acabado comiendo ellos cuatro solos en una mesa apartada de los demás miembros del equipo de rodaje. Estaba siendo, cómo no, una comida muy incómoda, una comida en la   que ninguno de los cuatro apenas hablaba. John y él porque continuaban enfurruñados el uno con el otro y Ringo y George porque seguramente se sentían tremendamente cohibidos con todo aquello.

En realidad, a Paul aquella situación le dolía, pero no podía evitarla. No podía obviar así como así lo que había ocurrido entre John y su hermana: en aquellos momentos, estaba demasiado dolido con él como para ni siquiera pararse a recordar que era su amigo.

-Joder, ya está bien.

Todos levantaron la mirada de sus platos y miraron de hito en hito a George. Él no pareció inmutarse lo más mínimo.

-¿Qué te pasa?-preguntó Paul confuso ante aquella reacción.

-¿Que qué pasa?-repitió su amigo indignado.-¡Ja! Qué pasa, dice... Por favor, miraros, joder. ¿Es qué no os dais cuenta de lo que está pasando?

Paul apretó la mandíbula fuertemente pero no contestó nada. Sabía perfectamente a qué se refería George, pero en aquellos momentos él no creía que tuviera ningún derecho a meterse en sus asuntos.

-George tiene razón.-dijo Ringo de repente.-Esto... no puede continuar así. Tenemos aún mucho trabajo juntos por delante y no podemos seguir con esta actitud.

Un silencio sepulcral se hizo entre los cuatro. 

-Por una vez en mi vida no quiero quedar como el malo de la película.-dijo John de repente a la vez que se encendía un cigarrillo. Paul le dedicó una mirada sorprendido, no se esperaba aquella reacción para nada. John le miró detenidamente antes de continuar hablando:-Yo también he estado pensando en ello. Sigo estando jodido, mucho, pero ya he perdido demasiado en todo esto. No quiero perder también a mis amigos.

Paul le sostuvo la mirada durante unos instantes. No sabía cómo debía reaccionar ante aquello. Lo cierto era que él también estaba pasando por una situación complicada y que, en realidad, tampoco le apetecía perder a John por muy mal que estuviesen las cosas. Pero, pese a todo, Paul seguía demasiado dolido con él.

-En mi vida...-empezó a decir con rencor.-En toda mi vida la había visto así, ni siquiera cuando murió nuestra madre. ¿Crees que ahora con un par de palabritas todo va a volver a estar bien? Sabías en lo que te metías cuando empezaste con ella, John. Y ya te dije desde el primer día que si le hacías daño te tendrías que atener a las consecuencias conmigo...

-Creo que estás sacando las cosas de quicio, Paul...-empezó a decir George.

No obstante, él le lanzó una mirada tan severa, que su amigo paró de hablar en el acto por temor a empeorar aún más las cosas.

-Déjalo, George.-le dijo John abatido.-De todos modos yo también me odio a mí mismo por lo que ha pasado, no puedo culpar a Paul de que lo haga también.

-No te hagas la víctima, joder.-le espetó él nervioso.

-No me hago la víctima, es la verdad.-respondió John.-¿Sabes cómo me siento? Tu hermana era la cosa más importante de mi vida y la he perdido. La he perdido por ser yo un imbécil, sin ayuda de nadie.Te aseguro que jamás en mi vida quise hacerle daño.

-Pues sin quererlo, lo hiciste muy bien...-masculló Paul.-No tienes ni idea de cómo está.

-No tengo ni idea porque no me dejas verla.

-Ella no quiere verte.-le cortó Paul.-No quiere saber nada de ti, ¿lo entiendes?

John apartó la mirada, como si sus palabras le hubieran dolido más que un puñetazo en el estómago.

-Lo siento.-dijo Paul de mala gana.-No quería decirlo de esa manera.

-Da igual el modo en que lo digas.-susurró John.-Las cosas son así y punto. Soy un idiota.

Paul lo miró y por primera vez vio a un tipo que lo estaba pasando realmente mal y no al imbécil despreciable que había visto hasta el momento. Aquella visión hizo que, de repente, tomara una decisión. Al fin y al cabo, era lo mejor para todos y tampoco le apetecía estar enfadado con John eternamente por algo que a fin de cuentas no le afectaba a él de manera directa.

-Está bien.-dijo al cabo de unos instantes de mala gana.-Creo que tenéis razón. Tengamos la fiesta en paz y zanjemos el tema. Prometo no volver a meterme en el tema de mi hermana y tú, si tú no me atosigas al respecto.

-De acuerdo.-convino John levantando la mirada levemente. Parecía aliviado, se le notaba en la mirada.-Cerremos este asunto del todo.

-Hagamos como si nada hubiera pasado.-continuó Paul quien, después, volviéndose hacia George y Ringo, añadió:-Y vosotros dos... ¿ya estáis contentos?

Tanto Ringo como George le dedicaron una amplia sonrisa. 

-No te imaginas cómo estamos de contentos...-contestó George.

-Por lo menos,-añadió Ringo.-Esto no parecerá una guerra civil. Me alegro de que hayáis decidido reaccionar, tíos.

Paul sólo sonrió. No podía decir que las cosas volvieran a estar igual que antes pero, por lo menos, había ya una clara intención por dejar atrás esas hostilidades. Por algo se empezaba y, aquello, por imposible que le pareciera, le hacía sentir un poquito mejor.

********************************

-¡Mary!

A la chica apenas le dio tiempo a ver a Ringo cuando bajó del taxi ya que el chico se había abalanzado contra ella para abrazarla y darle un beso, loco de contento.

-Oh, perdona, perdona.-se apresuró a agregar el chico apartándose de ella suavemente y poniéndole la mano en la barriga para.-No quería ser tan efusivo. No te habré hecho daño, ¿verdad?

-Vaya, Rich...-rió ella.-Sólo hace tres días que no nos vemos y fíjate... Y tranquilo, no me has hecho daño. Que esté embarazada no significa que sea de cristal ni nada por el estilo.

-Ya lo sé, pero quiero que nuestro bebé esté bien. Y la madre mejor, por supuesto. Me alegro de que por fin estés aquí.-le dijo él guiñándole un ojo.-Y dime, ¿qué tal el viaje?

-Cansado, pero bien.-sonrió la chica.

-Por eso no hay problema, ahora te echas un rato y ya está. Y... ¿has ido esta mañana a tu revisión con el médico?

-Claro que he ido, si no no hubiera tardado tanto en venir aquí a hacerte compañía, ¿no crees?

-Venga, Mary, no seas boba... ¿Qué te ha dicho?

-Nada de nuevo.-le contestó ella.-Me ha examinado y dice que todo está perfecto. Además, continúa diciendo que nacerá a mediados de diciembre, así que...

-Joder... En nada voy a ser padre...-susurró él con cara de incredulidad.

-Serás el mejor padre del mundo.-le cortó Mary antes de darle un sonoro beso en la mejilla.

Por toda respuesta, Ringo dibujó una sonrisa tierna en la cara que a Mary le hizo morir de ternura.

-¿Y qué?-preguntó ella.-¿Cómo están las cosas por aquí?

-Ah...-masculló el chico de mala gana.-Pues parece que más calmadas.

-¿Parece?-repitió ella extrañada.-¿No me dijiste que hablasteis con ellos y al parecer habían enterrado el hacha de guerra?

-Sí, bueno, ya no se pelean ni se lanzan dardos envenenados cada vez que cruzan dos palabras...-reconoció Ringo.-Pero la verdad es que está todo un poco... raro.

-¿Raro?

-Sí... Paul se intenta comportar con total normalidad aunque se le nota aún cierta tensión y John...

El chico se interrumpió antes de continuar.

-¿Y John qué, Ritchie?

Ringo agarró aire antes de contestar.

-John tampoco quiere líos, pero... Se pasa todo el día de viaje, ido.

-Oh, mierda.-masculló Mary.-¿Por qué no reacciona? Chris ya se lo dejó precisamente por eso y él aún sigue insistiendo en lo mismo...

-No sé, Mary.-le contestó Ringo.-Lo está pasando muy mal y él siempre ha tenido mucha tendencia a hacer cosas de esas... Pero, de todas maneras, no sé decirte si prefiero verlo colocado o sobrio.

-¿Cómo dices?-casi exclamó Mary, sorprendida. Apenas daba crédito a la última afirmación de Ringo.

-No me malinterpretes.-susurró él.-Me refiero a que... Bueno, cuando está puesto con LSD está ido, pero parece por lo menos no lo veo tan mal como cuando está sobrio... Está hecho una piltrafa. Jamás lo había visto así de perdido.

-Aún así no está bien que esté así...-masculló Mary sin estar para nada convencida de lo que Ringo le acababa de decir.

-Supongo que cuando lo veas lo entenderás.-le contestó Ringo.-Y ahora, venga, vamos, llevemos las cosas a tu habitación. Así por lo menos podrás descansar un poco del viaje.

-Sí, la verdad. Creo que lo necesito. Y mucho.

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-A la próxima que tengamos que volver a hacer una entrevista con un economista de estos, recuérdame que me traiga una almohada y una manta de casa.-dijo Jordan mientras entraban de nuevo en la redacción. Acababan de llegar de hacer la entrevista que tenían concertada y la verdad era que los dos se habían aburrido como ostras.-Ya sabes, para echarme una buena siesta.

Chris esbozó una sonrisilla ante la broma de su amigo.

-Antes que volver a repetir una entrevista como esta, prefiero tirarme por un puente.-contestó.

-Pues otra cosa no, pero puentes en esta ciudad tienes para aburrir.-rió Jordan.-Espero que no nos vuelvan a...

-¡Christine!

Los dos se volvieron hacia donde provenían aquella voz sorprendidos ante aquella repentina interrupción. La chica no pudo evitar fruncir el ceño cuando vio al subdirector del periódico acercándose hacia ellos.

-Anthony quiere hablar contigo.-dijo el hombre cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que lo pudiera escuchar con claridad.

-¿Anthony?-repitió ella sin poder reprimir un deje de nerviosismo en su voz. No era muy habitual que el director quisiera hablar con ella y, además, a juzgar por la expresión seria del subdirector, no debía de ser por un tema muy agradable.-¿Ocurre algo?

-Ve a su despacho y habla con él.-se limitó a contestar secamente.

-De acuerdo.-casi susurró la chica.-Ahora mismo voy.

A Christine no se le pasó la mirada angustiada que le lanzó Jordan antes de darse media vuelta y encaminarse hacia el despacho del director sin molestarse siquiera por quitarse la chaqueta y dejar las cosas que traía consigo de la entrevista. Cuando llegó delante de la puerta cerrada, agarró aire antes de llamar. Fuera lo que fuera lo que tuviera que decirle, no estaba dispuesta a mostrarse nerviosa delante del director.

-Adelante.

Abrió la puerta intentando parecer lo más firme posible y entró en el despacho esbozando una de sus mejores sonrisas de niña inocente.

-Hola, Anthony.-saludó.-Me han comentado que querías verme.

-Y tanto que quería verte.-le contestó él, cortante.-Ya hace un buen rato que quiero hablar contigo y no había manera de localizarte, ¿dónde te habías metido?

-Estaba en la entrevista que...-intentó explicarse ella contrariada por aquellas maneras.

-Ah, sí, la entrevista... Perdona, no me acordaba. Me había olvidado por completo.-le cortó Anthony.-Bueno, lo importante es que ya estás aquí. Y supongo que me podrás explicar... esto.

Antes incluso de acabar de pronunciar la frase, Anthony puso sobre su escritorio una revista con un golpe seco. Chris la miró contrariada, sin entender nada de lo que estaba pasando. Fue cuando vio una foto de John y ella en una de las esquinas de la portada cuando lo entendió. No le hizo falta ni leer el titular que había debajo de la foto para saber que lo de su ruptura se había hecho público. No sabía cómo había saltado la noticia a los medios, pero lo había hecho.

-¿Es verdad lo que dicen?-inquirió Anthony.

El tono con el que le hizo aquella pregunta, hizo enfurecer a Christine. Él no era nadie, absolutamente nadie, para hablarle así y menos por un asunto que sólo le concernía a ella y a nadie más.

-¿Acaso te importa mi vida privada, Anthony?-preguntó dedicándole una mirada asesina.

El hombre pareció desconcertarse durante unos segundos, pero pareció recobrarse casi en el acto.

-Pues sí, me importa.

-Entiendo... Pero desconocía que a los trabajadores de este periódico se les obligara a pasar informes al director sobre cual es su situación sentimental.-le replicó ella con mordacidad, aún a sabiendas que se estaba jugando el puesto de trabajo.-Lo siento, pero creo que se me pasó el leer esa parte en el contrato.

-Mira, Christine.-le cortó el director lanzándole una mirada desafiante.-Personalmente me importa una mierda si estás o dejas de estar con John Lennon, Bob Dylan o el Príncipe de Gales, pero entiende que cuando la imagen de una de las empleadas de ESTE periódico aparece en las portadas de las revistas del corazón, exija una explicación.

La chica le mantuvo la mirada, firme, pero no contestó. Era evidente que Anthony aún no había terminado con aquello.

-Entiende que eres una persona de dominio público.-siguió.-Y que tu vida privada está expuesta a los medios. ¡Te dedicas a esto, deberías saberlo! Así que sabiéndolo, tu obligación era comunicármelo para por lo menos estar preparado para ver esta portada.

-O quizá para tener tú la exclusiva, ¿verdad?

Un silencio sepulcral se hizo entre los dos. Chris sabía que había metido la pata, pero aún así, no le importaba. Aquella conversación la había hecho sentir extremadamente mal como para ponerse a pensar si había hablado con malas maneras a su jefe o no. Y es que, aquello le había hecho recordar muchas cosas, recordar a John, recordarlo todo.

-No te equivoques conmigo.-le contestó Anthony en un tono de voz más relajado.-Yo lo único que quiero es mantener este periódico libre de habladurías sobre los que trabajan en él.

-Pues entonces lo tenías fácil: no haberme contratado.-le replicó ella poniéndose en pie de repente y dando así por zanjada aquella conversación.-Si te traigo problemas, ya sabes lo que tienes que hacer. Yo, por mi parte, poco tengo que decir al respecto, así que mientras te lo piensas, volveré a mi escritorio. Tengo una entrevista por redactar y mucho trabajo por hacer.

Y dicho esto salió del despacho sintiendo como el corazón le latía a mil por hora. Cerró la puerta y apretó fuertemente la mandíbula intentando refrenar así las ganas de llorar que le habían entrado en aquellos momentos. Ahora, sólo faltaba rezar para sus adentros por que no la despidieran. Con todo lo que estaba pasando, aquello ya sería el colmo. Y lo peor era que aquello era una posibilidad tremendamente factible...

**************************************

La pequeña siesta que se había echado nada más llegar había resultado ser de lo más reparadora. Mary bajó de su habitación más relajada y contenta que antes, dispuesta a encontrarse con Ringo, que se había ido a rodar unas escenas justo antes de que ella se quedara profundamente dormida.

-¿Mary?

A Mary no le costó para nada reconocer la voz de John justo detrás de ella. Se giró hacia él, esbozando una sonrisa algo forzada. Y es que, con todo lo que había pasado últimamente, al que menos ganas tenía de ver era precisamente a él. Cuando se volvió, su sonrisa se borró inmediatamente de su cara. Aparentemente, parecía bien, pero Mary podía jurar que jamás había visto a John tan triste.

-Hola, John.-le contestó lanzándole una mirada compasiva.-¿Qué tal?

-Aquí estamos.-dijo John encogiéndose de hombros y lanzando una risita entre dientes, amarga.

La chica lo miró fijamente antes de contestar. Quizá Ringo tuviera razón cuando le había dicho que por lo menos, cuando estaba colocado, parecía más tranquilo. Y es que, en aquellos momentos, John parecía una alma en pena.

-¿Cómo estás?-le preguntó con sinceridad.

-Mal.-contestó sin más él.-Muy mal. Necesito que me digas...

-John.-le cortó ella sabiendo ya lo que le iba a pedir. Por muy mal que estuviera, no estaba dispuesto a decirle ni el teléfono ni la dirección de Christine si ella no quería. Era su decisión y debía respetarla.-Sé lo que quieres, pero sabes tan bien como yo que no puedo darte lo que quieres

Por unos instantes, la mirada de John se endureció detrás de sus gafas. No obstante, aquello solo fue cuestión de segundos, volviéndose a relajar casi en el acto.

-Lo entiendo.-suspiró al fin para sorpresa de Mary, quien por unos instantes había temido desatar una de las famosas explosiones de ira de Lennon.-Entiendo que no quieras decírmelo. Es tu amiga al fin y al cabo y quieres protegerla. Pero...

John se interrumpió a sí mismo y calló de repente.

-¿Pero qué?-quiso saber Mary intrigada.

-Pues que...-masculló John. En aquellos momentos no se parecía en nada a aquel John Lennon chulo y decidido que se empeñaba en aparentar ser la mayor parte del tiempo; en aquellos momentos parecía un chico asustado, indeciso, y Mary tuvo la impresión de que aquella faceta de John se acercaba más a su verdadera personalidad que la otra.-Déjalo, es una tontería y no... no quiero que te metas en un lío.

-No, no lo dejo. ¿Qué es lo que querías decir?

John lanzó un suspiro antes de contestar.

-Me preguntaba si cuando hables con ella...-masculló al fin.-Podrías... No sé... Decirle que yo...

-Lo intentaré.-sonrió ella sin dejar que él acabara. A fin de cuentas a él le estaba resultando muy difícil pedir aquello y ella ya tenía claro que era lo que quería.-No prometo ningún resultado, pero lo intentaré.

-¿De verdad?-preguntó esbozando una sonrisa esperanzada a la vez que ella asentía con la cabeza.-Gracias, Mary. Muchas gracias.

-De nada.

John se acercó a ella y le dio un sonoro beso en la mejilla que a ella la dejó paralizada de la sorpresa.

-Ringo está abajo, con los otros. Yo voy a llamar a Mimi.-se despidió él ya mientras se encaminaba escaleras arriba.-Nos vemos luego.

-Nos vemos, John.

Todavía sorprendida por la reacción de John, Mary se quedó mirándolo hasta que se perdió por el pasillo de la planta superior. Y entonces, la lástima por John la embargó: él parecía muy esperanzado pero, sin embargo, ella ya parecía vislumbrar cuál sería la reacción de Chris cuando intentara hablarle de él. De todos modos, tenía que intentarlo. Y es que una promesa era una promesa.

*****************************

En un arrebato de pura rabia, Chris apagó el televisor. Sólo había aguantado cinco minutos con el trasto ese en marcha y cinco minutos le habían servido para ver como su ruptura con John se había convertido en una de las noticias del día. Estaba furiosa por lo que supondría aquello a partir de ese momento: preguntas, acoso de periodistas e incluso de fans y demás; pero más furiosa se ponía cuando intentaba averiguar quién había filtrado aquella información. Sabía que su círculo íntimo, ni el de John ni el de ella, no había podido ser. Todos estaban bastante concienciados de cómo lo estaban pasando como para hacer una cosa así. Pero entonces... ¿quién había podido ser si tan poca gente conocía lo que había sucedido entre ellos? La respuesta más factible y de la que Chris estaba convencida, era que posiblemente había sido alguien vinculado al rodaje de la película. Al fin y al cabo, la gente que estaba trabajando con ellos había podido enterarse fácilmente de aquello. Sólo bastaba con escuchar una conversación o un comentario suelto entre los chicos sobre el tema para saberlo.

Estaba sumida en aquellos pensamientos, mientras caminaba de un lado a otro del comedor sin ni siquiera percatarse de que lo estaba haciendo cuando, de repente, el ring-ring insistente del teléfono la hizo volver a la realidad, así que, con cara de pocos amigos, corrió a descolgar el teléfono.

-¿Sí?

-Hola, Chris. Soy Mary.

Por unos segundos, Chris olvidó su mal humor al escuchar la voz de su amiga. Lo cierto era que una conversación con ella le vendría de perlas para, por lo menos, intentar ver las cosas desde otro punto de vista.

-¡Hola Mary! ¿Qué tal?

-Pues perfecto. Hoy mismo he llegado adonde están rodando y aunque el viaje ha sido cansado, todo bien.

-Normal, encima ahora no viajas tú sola. Llevas al futbolista ese que llevas dentro encima.

-Calla, ni me lo recuerdes, que está todo el día dando patadas.-rió su amiga.-Aunque a lo mejor es una futbolista, eso no lo sabemos...

-¿Con los patadones que te pega? Ni de coña. Te digo yo que ahí dentro tienes a un chico, hazme caso y verás.

-Claro, dejaremos hablar a la experta en embarazos...

-Venga, Mary, no me jodas...-sonrió ella.

-¿Y tú qué tal todo? ¿Londres sigue en el mismo sitio?

Sin poder evitarlo, Chris soltó un bufido de fastidio.

-Sigue en el mismo sitio...-contestó de mala gana al cabo de unos segundos.-Y sigue igual o más asqueroso que siempre...

-Oye, ¿qué pasa?

-No lo sabes, ¿verdad?

-¿Saber el qué?-se extrañó Mary.

-Normal que no te hayas enterado... No habréis puesto la radio ni la tele en todo el día...

-No, para nada. Aquí estamos casi aislados. ¿Qué ocurre?

-Pues que... Ha saltado a los medios de comunicación la noticia de que John y yo ya no estamos juntos.

-¡No! ¿Pero qué dices? ¿Cómo?

-Ni idea... No sé de dónde se lo han sacado, pero el caso es que ha salido a la luz...

-Chris, yo te aseguro que ninguno de nosotros...

-Lo sé, lo sé, tranquila.-le interrumpió ella en tono tranquilizador.-Sé que no ha salido de nadie de vosotros... Más bien pensaba en alguien del equipo de rodaje que haya escuchado cualquier cosa al respecto o que haya atado cabos al ver ciertas cosas...

-Tal vez...-convino Mary.-De todas maneras, es fatal que haya saltado la noticia tan pronto.

-Es una putada. Pero una putada de verdad. Aunque bueno, tarde o temprano tenía que acabar ocurriendo... Y bueno, cambiemos de tema, que me pongo mala sólo de pensarlo... ¿qué tal la película?

-Esto parece más una locura que una película.-contestó Mary.-Cuando consiga averiguar de qué va, ya te lo explicaré.

Chris soltó una risita ante la contestación de Mary. Ella tampoco sabía muy bien qué pretendían hacer en aquella película y, lo poco que sabía, la había mareado aún más.

-Sea como sea, no me puedo quejar.-continuó Mary.-Antes de venir esperaba encontrarme aquí un buen jaleo y afortunadamente las cosas parecen estar más calmadas de lo que creía.

Aquel repentino comentario hizo que a Chris se le encendieran de repente todas las alarmas. No le parecía para nada casual que Mary se pusiera hablar de cómo estaban las cosas entre los chicos.

-¿Adónde quieres llegar a parar, Mary?-preguntó a bocajarro mientras fruncía el ceño. No estaba para andarse por las ramas, la verdad.

Notó como su amiga lanzaba un fuerte suspiro antes de continuar.

-Está bien, me has pillado.-se rindió Mary.-Chris... Supongo que ya sabes a quién he visto, ¿no?

Ella calló durante unos instantes, con la incómoda sensación de que el corazón había dejado de latirle. Ni siquiera había mencionado su nombre, pero sólo aquello había bastado como para que notara como todo empezaba a darle vueltas  a su alrededor.

-Sí, me lo imagino.-contestó al fin, sin más.

Un tenso silencio se hizo entre las dos.

-¿No me vas a preguntar nada?-preguntó al fin Mary.

-¿Y qué quieres que te pregunte?-le replicó ella con un hilillo de voz.-¿Qué cómo está? ¿Sabes? Me muero de ganas por saberlo, pero... no quiero hacerlo. No quiero que me digas cómo está, ni que me digas nada de él...

-Chris, yo... lo siento mucho, no quería...

-Tranquila, Mary.-le contestó ella tratando de quitarle hierro al asunto.-Sé que tú no lo has hecho con ninguna mala intención, todo lo contrario... Pero... Me he autoimpuesto pensar en él lo mínimo que pueda. Sé que si me cuentas cualquier cosa sobre qué está haciendo o sobre cómo está, correré a llamarle, a preguntarle. Y yo... Yo aún no me siento preparada para hablar con él, sinceramente. No quiero volver a caer en el mismo error en el que he caído una y otra vez como una boba.

-Entiendo. Y de veras que lo siento.-respondió Mary apenada.

-Ya te he dicho que no pasa nada.-la tranquilizó ella.-Y... bueno... cambiando de tema... ¿cuándo vas a volver a Londres?

-¿No hace ni un día que me he ido y ya me echas de menos?-bromeó Mary evidentemente aliviada.-Hay que ver, Christine... No puedes vivir sin mí.

Chris rió, más tranquila. Por lo menos, la incomodidad de la conversación en la que se habían visto sumidas ya había pasado. Por el momento.

**************************************

Con sólo una mirada, John ya supo que la llamada que Mary le acababa de hacer a Christine no había dado los frutos que él había esperado. La chica simplemente se limitó a negar con la cabeza desde lo lejos y él, furioso, se había dado media vuelta y se había ido afuera, a intentar que el aire fresco de la noche le despejara un poco la cabeza.

Se apoyó contra un árbol y se dejó caer sobre el suelo húmedo, aunque eso, a él, no le importó. Estaba demasiado ocupado pensando en todo. Al principio, ideó una y mil formas de intentar acercarse a Chris de nuevo. Después, ensayó en su cabeza las palabras que le iba a decir e incluso fantaseó con la idea de que quizá ella le creyera como había hecho hasta el momento. Pero, de pronto, todas aquellas fantasías se desvanecieron de repente. Fue como si de pronto alguien le hubiera dado una fuerte bofetada para que volviera a la realidad, una realidad que le decía que nada de lo que él deseaba podría ser cierto, que todo, absolutamente todo, se había ido a la mierda.

Y entonces, de nuevo, la desesperación se apoderó de él.




Holaaaa! Qué tal? Pues aquí vengo yo con un nuevo capi recién salido del horno. La verdad es que no es de los que más orgullosa me hacen sentir, pero en fin, menos da una piedra. Prometo que el siguiente traerá cosas nuevas y más agradables y será mejor! 

Y bueno, agradecer a tod@s las que leéis y comentáis, que sabéis que eso me hace muy feliz. Por cierto, quiero mandar un saludo muy especial a mi lector o lectora que se está enseñando español y que aun así lee este fic. Hi! Thanks!  Your comment made me so very glad! I hope you'll enjoy this fic, friend! :D

Y bueno, ya por mí nada más. Bueno, sí. Que aunque llegue a publicar esto con una hora de retraso, feliz cumpleaños, George! 70 años no son nada para un inmortal como tú! 

Saludos a tod@s y que os vaya bien!






3 comentarios:

  1. Woa This was amazing. I mean... I love John but He was a fool with Chris and He needs hurt more!!! (Yeah I'm pretty bad XD).

    What more...um...O yeah, I think too that Ringo is a genius of course, He always be one!!!!! He's very softly and cute with Mary, I love that couple!!!!

    Finally Thanks for your words luv. I'm very happy with this story... Can you recommend me other story about The Beatles?

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  2. Hola Cris! Acá vengo yo arrastrando a mi alma jajaja. Ya estoy mejorcita, pero la bronca me va a durar mucho. Cobraré venganza pinchando las gomas del auto de la profesora. Ah, no va en auto a la uni, va en bondi. Bueno, idearé otra vendetta, pero de mi no se libra. Antes de salir del examen, tendría que haberla mirado a los ojos y preguntarle, con tono de solemne: "Profesora, ¿qué opina de la franja azul de la bandera valenciana?" Si me decía que estaba de acuerdo, le hubiera contestado "Debí suponerlo", y si me decía que no sabía de qué le hablaba, le hubiera dicho "¿Ve lo que se siente? Yo sé mas que usted" Y después de eso irme satisfecha. Pero no, si la miraba a los ojos y le hacía una pregunta, seguramente le hubiera dicho "Profesora, ¿por qué no se va a la mierda?" Bueno, ya está cortemos con esto.
    Releí el capitulo porque con todo mi despelote ya hasta me habia olvidado de lo que pasó, y además me gusta releerlo (ya te dije que he releído la novela desde los primeros capitulos porque me ennncanta, es re adictiva)
    Voy hacia el capi, a arrojarme a él (?) Que lindo quilombo, pero qué lindo quilombo la pelicula esta. Mas con el contexto. Y es que, creo que George preferiría que esten todos agarrandose a piñas, y asi descargando sus nervios, y no haciendo una especie de "Guerra Fría", donde él y Ringo quedan al medio. Normal que estén repodridós de la situación. Por suerte tiraron las cosas en la mesa y estos dos (léase John y Paul) hablaron como gente civilizada y por lo menos se comprometieron a intentar mantener sus cosas personales al margen. Encima que la pelicula es re volada, estos estan mas volados pensando en sus cosas.
    Bueno, esa Emiliy y ese Anthony y el desgraciado que filtró la noticia (no quiero decir nada, pero para mí, para mi, para mí, para mí, fue Jordan. Te apuesto $2. Si pierdo después te los mando XD) bueno, decía que esos, son TODOS PUTOS! Y lo digo así, en un tono muy futbolístico.
    Sigo. John, oh mi querido John....Está bien, me conmoviste, voy a guardar la escoba XD Naa enserio, da penita, mejor dicho, DAN penita estos dos :( Ya quiero que se reconcilien!!!!
    Bueno Cloquell de mi corazón (un día de estos me tenés que decir cómo se dice BIEN tu apellido, porque yo un dia lo digo de una forma, otro día de otra, y eso no puede ser XD) te voy a ir dejando, sin antes mencionarte que tus "capitulos de transición", como llamás casi despectivamente a tus capitulos, son obras geniales que de transición serán, pero de ahí a que sean malas, NO!
    Te mando un besote voladorrrr!

    P/D1: Ey....creiste que porque ando caliente no iba a poner postdatas? Error!
    P/D2: Ayudame a romper todo!
    P/D3: Sobre mi falda tengo algo muy especial e importante para el mundo. Sí, ya lo adivinaste, el Maharishi Andry! En estos momentos no quiere escribir, pero ha bostezado, y para mi que eso en su "religión" es como un signo de bendición, asi como el cura te hace la señal de la Cruz, el Maharishi Andry te bosteza a la cara. Sí ,eso debe ser.
    Y ahora sí me despido de una buena vez!
    Chauuuuu







    P/D4: Surprise! Mas postdatas! jajajaja Era para decirte que una prueba mas de tu genialidad es haber traspasado las barreras idiomáticas (oh,siempre quise decir eso, "barreras idiomáticas") Pronto usarán tus escritos en libros de español en EEUU y UK.

    Ahora chau!

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  3. te dejo mi comentario usual que nunca sé bien qué decir (o escribir, pues) y pues qué más???????? pobre John te juro que siempre me lo he imaginado como una persona muy sensible escudada con un carácter muy fuerte!! ayyy a ver qué pasa, un saludo desde México Cris!

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