miércoles, 31 de agosto de 2011

Capítulo 4: Una noche genial


Hacía más de una hora que estaban encerrados en esa pequeña fiesta privada dentro de The Cavern. Además, desde allí dentro podía oírse a la perfección la música que Bob, el disc jockey, ponía en el local. Christine se lo estaba pasando en grande haciendo lo que más le gustaba: hablar y hablar con todo el mundo. Echó un vistazo a la estancia. Mary también parecía estar pasándolo bien. En aquellos momentos estaba charlando animadamente con George y Ringo, que no paraban de hacer tonterías y hacerla reír.

-¿Has visto a Paul?

Mike, que ya llevaba unas cuantas cervezas en el cuerpo, se había plantado detrás de ella y tenía una sonrisilla un tanto tonta en la cara.

Christine miró hacia donde su hermano le señalaba. En efecto, allí estaba Paul, con Mel sentada a su lado (más bien casi encima de él), riendo sin parar. Parecían estar pasándolo muy bien, demasiado bien. Christine le quitó el vaso de cerveza a Mike de las manos y le dió un largo trago que acabó vaciándolo.

-Este hermano mío es gilipollas.-casi escupió las palabras mientras le devolvía el vaso a Mike, que se quedó mirándolo un alucinado.

-¿Y por qué?-preguntó éste al cabo de unos instantes encendiéndose un cigarrillo.-La chica está muy bien... Y es simpática... Y...

-Es un zorrón.- la que terminó la frase no fue Chris, sino Angie, que había aparecido justo detrás de él.-Tu hermana tiene razón... ¿Ya te has acabado esa cerveza?-preguntó con cierto tono acusador fijando la vista en el vaso vacío que tenía en las manos.-Joder, Mike...

-Ey, ey, ey...-se quejó él levantando las manos. Ofrecía un aspecto cómico con el aspecto desaliñado que ya empezaba a tener a esas horas, con el vaso vacío en una mano y el cigarrillo en la otra.- No me la he acabado. Me la han acabado, que no es igual.-Señaló a Christine con la cabeza, cosa que hizo que las dos rieran.- Y joder como sois las mujeres... ¿Cómo va a ser un zorrón?

-Lo es, te lo digo yo.-John se unió a la conversación. También fumaba y ya iba un poco pasado, como todos los de allí.- Y yo de zorrones entiendo...

Sonrió pícaramente. Christine rió.

-Sin que sirva de precedente, voy a tener que darte la razón, Lennon.-contestó.

-Pero que sea un zorrón no quiere decir que sea un problema... Es más, yo diría que es una ventaja-añadió mirando a Christine dándole un sorbo a su whiskey.

Mike soltó una carcajada ante la frase de John mientras que Angie y Chris se limitaron a poner cara de asco.

-Tu gilipollez es ya una enfermedad crónica, ¿verdad?.-contestó Christine un tanto picada.
John rió.

-Venga, venga, no te enfades, tonta...-John todavía reía.-Toma, te doy esto para que te tranquilices, que te veo tensa.- Le tendió su vaso de whiskey que todavía estaba a medias.  Chris hizo caso omiso del vaso pero, sin embargo, le arrebató el cigarrillo de la otra mano y metiendo la mano en el bolsillo de su camisa, le sacó también la cajetilla de tabaco.

-Esto relaja más.- contestó ella dándole una calada al cigarrillo que hasta hacía unos segundos había estado fumando Lennon.

John hizo ademán de arrebatárselo de la mano, pero Christine se lo impidió girándose en seco.

-Joder, Christine.-se quejó John intentando sonar convincente.- Era la última caja... No me queda ya más tabaco.

-Te aguantas.-rió ella volviendo a fumar y, abriendo la cajetilla, añadió.: -¡Y encima tiene un bonito encendedor dentro! Éste es de los caros, ¿eh, Lennon?

John se giró hacia Mike.

-Dile algo a esta vil criatura a la que llamas hermana...

Mike se limitó a soltar una pequeña carcajada y a encogerse de hombros.

-Siempre ha sido una cabezota.-contestó al fin divertido.-Y además siempre ha pasado de mí.

-Cómo me conoce mi hermanito...-Christine continuaba fumando el cigarrillo de Lennon, que la miró con cara suplicante.-Si me haces un favor, quizás te devuelva la caja o te invite a fumar de mis cigarrillos...

-¿Y encima tú tienes una cajetilla, ladrona?-John intentó parecer enfadado, aunque se le notaba que en el fondo se estaba divirtiendo con la situación.-¿Cuál es el trato?

-La misión consiste en quitar zorrones de en medio.-contestó ella divertida mirando en dirección a Paul. Mel ya estaba sentada encima de él completamente y jugueteaba con un mechón de pelo del chico.

-Me niego a aguarle la fiesta a nadie.-contestó él mirando también hacia el lugar.

-Una lástima que te quedes sin fumar todo lo que queda de noche...-dijo Christine.

-Bah, pediré a los demás.-sonrió Lennon encogiéndose de hombros.-Todo para ti.

-Ya me encargaré yo de que nadie te invite...-rió Christine.-Y sabes que todos los que están aquí lo harían por gastarte la broma...

-Eres más jodidamente...-John no terminó la frase.-Venga, devuélveme el tabaco y te aseguro que Mel no se acerca a tu querido Paulie en toda la noche.

-Primero águale la fiesta al tonto de mi hermano y a ese zorrón y después te devuelvo lo tuyo.-dijo ella.

-Y como no te des prisa, Lennon...-añadió Mike divertido mirando hacia Paul y Mel, que parecían estar en otro mundo.-Estos me hacen tío. Y no me apetece tener a vástagos de mi hermano revoloteando por casa... Y menos si son vástagos bastardos.

John puso una de sus sonrisas que no auspiciaban nada bueno, dio un largo trago a su whiskey, les guiñó un ojo y se puso a caminar decidido hacia donde estaban Paul y Melanie.

*****
Paul debía reconocer que aquella noche se había pasado. Primero habían sido las cervezas, ya ni siquiera recordaba el número, y después se había pasado al whiskey. Para colmo, se había escapado con Ivan y John un rato para fumarse un porro. Todo eso en el tiempo récord de hora y media. No era de extrañar, pues, que ya no controlara nada de lo que hacía.

Había sido cuando acababa de regresar de fumar cuando Mel se acercó a él. Estaba sentado, intentando no caerse de cabeza por el colocón que llevaba encima, cuando la chica cogió la silla de al lado, la acercó a la suya, muy cerca, y se sentó. En condiciones normales, Paul se hubiera levantado y se hubiera largado de allí. Sabía la clase de chica que era Mel, simplemente buscaba lo que buscaba para intentar vivir del cuento. Y encima le caía mal. Pero esa noche... Esa noche era diferente. Ella estaba demasiado guapa y él demasiado borracho como para ser capaz de no seguirle el juego...

Y allí estaba ahora, ella encima de él y él sonriendo como un bobo a punto de acceder a su proposición de irse a un lugar “más tranquilo”. Entonces, ruidoso como él sólo, apareció John.

-¡Joder, Paul!-gritó.

Paul lo miró con mala cara por encima del hombro de Mel y soltó un gruñido que pretendía ser un “¿Qué coño quieres ahora?” por respuesta. Y entonces vio la sonrisa que llevaba pintada John en la cara. Por muy borracho o colocado que estuviera lo conocía demasiado bien como para saber que aquella sonrisilla no iba a llevarle nada bueno. En aquel mismo instante, Paul se hubiera apostado una mano a que el capullo de John Lennon iba a fastidiársela con Mel... Y no se equivocaba...

********
Mary soltó una carcajada. Aquella estaba siendo una de las mejores fiestas de su vida. Todos los que estaban allí se habían portado fenomenal con ella y ahora, encima, estaba sentada junto con George y Ringo riendo con las historias que le contaban, cada una más loca que la anterior.

-¿Por qué te ríes? ¡Si es verdad!-Ringo también reía recordando el momento que le estaban contando a Mary.

-Es que estáis muy locos...-consiguió decir Mary entre risas.

-El muy mamón salió en calzoncillos y un trozo de water arrancado cuando tocó... Lo peor de todo es que aquello estaba más sucio que las letrinas del ejército... No sé cómo no cogió una infección...-continuó George divertido.-A Brian casi le da un infarto y a mí se me quitaron las ganas de apostarme cosas con él durante una larga temporada... Me dejó con menos dinero que un vagabundo...

-Yo alucinaba cuando me lo contaban... Sabía que el colega estaba colgado, pero tanto...-añadió Ringo riendo como un niño.

Todos reían a carcajada limpia cuando Mike McCartney y Pete Shotton se unieron al grupo.

-Pues si os estáis riendo ahora, esperad a ver el espectáculo que tiene preparado Johnny...-sonrió Shotton, que se sentó al lado de Mary.-¿Qué hay?-le preguntó con una sonrisa en la cara.

¿Estaba soñando o Peter Shotton estaba intentando ligar con ella?

-¿Qué trama ahora?-preguntó Ringo después de darle un trago a su vaso.

-Joder a mi hermano, eso es lo que trama...- rió Mike señalando con la cabeza hacia donde estaban Paul y Mel. John estaba plantado justo delante de ellos en ese preciso instante.

-No, no, no...-le corrigió Pete.-No lo ha tramado él. Según mis informes, está cumpliendo órdenes de tu queridísima hermana...

Mary miró hacia donde estaba Christine, que observaba desde cerca la situación junto con Ivan, Mal y Angie. Los tres parecían estar de lo más divertidos. Obviamente Pete tenía razón: a juzgar por lo bien que se lo estaba pasando, su amiga estaba detrás de todo aquello sí o sí.

-Venga, chicos...-dijo George sin dejar de mirar hacia el “lugar”. John estaba hablando y Paul y Mel tenían cara de pocos amigos.-¿Qué será esta vez? Se admiten apuestas...

-Un whiskey a que está usando el viejo truco de la infección...-Ringo también se lo estaba pasando en grande en aquel momento.

-Pues yo creo que hoy usa lo de la llamada de la novia...-comentó George.

Mary estaba alucinada...

-¿Puede saberse qué va a hacer John?-preguntó al fin.

-Va a hacer que Melanie no tenga ganas de acercarse a Paul por lo menos en un año...-le explicó Pete, que acercó la silla un poco más hacia ella. A Mary aquello no le pasó por alto y fingiendo ponerse cómoda, alejó su silla levemente. “Que corra el aire, chaval”, pensó. Desafortunadamente, Shotton pareció no pillar la indirecta y continuó con su explicación, ahora echándose hacia adelante de tal modo que quedó a unos pocos centímetros de ella.-Y no es la primera vez que lo hace... Cuando a Johnny le da por divertirse a veces asusta a las chicas de los demás... Normalmente lo hace con un comentario trivial delante de la chica acerca de cierta infección de transmisión sexual sobre el amigo al que quiere fastidiar... Aunque a veces también recurre a nombrar a la novia, cosa que en ocasiones es falsa pero en este caso es cierta...

En aquel preciso momento, Ringo apenas pudo contener la carcajada. Shotton y Mary se giraron hacia donde todos estaban mirando. John se acercaba con aire triunfal hacia ellos mientras que Paul permanecía sentado en la misma posición aunque sin Mel, de la que ya no quedaba ni rastro.

-¿Cuál?-preguntó George cuando John estuvo lo suficientemente cerca para oírlo.

-Pobre Paul, olvidó que no puede mezclar sus pastillas con su medicación contra los hongos de los genitales... –rió John.-Yo sólo he ido a recordarle que ya era hora de tomarse la medicación y no sé por qué extraña razón Mel se ha largado de allí pitando...

Todos soltaron una carcajada.

-Me debes un whiskey, Georgie.- dijo Ringo.-Y que sea doble...

-¿Apuestas y todo?-John todavía no había parado de reír cuando agarró la silla que quedaba libre al otro lado de Mary y se sentó en ella.- Y para variar pierde George, ¿no? ¿Cuándo te enseñarás a no apostar contra los mayores, pequeño Hari?

-Vete a la mierda, John.-contestó George divertido.-Por cierto... Ahí viene el damnificado.

-Eres un grandísimo hijo de puta, Lennon.-dijo Paul por detrás de él.

Mary se giró a la vez que lo hacía John. Allí estaba Paul, plantado con gesto serio. Parecía enfadado. A Mary no le hubiera gustado estar en la piel de John en aquellos momentos... Sin embargo, él se limitó a dibujar una sonrisa burlona en su cara.

-Gracias, McCartney.-contestó al fin.-¿Quieres que pidamos un cubo con hielo para cierta zona de tu cuerpo o te apañas con meter la cabeza debajo del grifo de agua fría?

Paul cambió levemente la expresión de su cara y entonces soltó una inmensa carcajada.

-¡Cabrón! Esta me la debes, hijo de puta.- reía todavía mientras se sentaba al lado de Shotton.-No sé cómo ni cuándo, pero espera la venganza...

-Venga, Paulie, si encima te he hecho un favor...-comentó John.-Si Mel te cae fatal... Tú sólo piensa cómo de mal te hubieses sentido si mañana por la mañana te despiertas en su cama...

-No, si ahora encima te lo voy a tener que agradecer...-murmuró Paul. Parecía incluso de buen humor. A Mary le dio la sensación de que en el fondo, por mucho que dijera, sí se lo agradecía.

-Oh, no.-contestó John.-A mí no me tienes que agradecer nada... Mejor le das las gracias a tu hermanita, que por cierto no sé dónde coño se ha metido con lo mío...

-¿A mi “hermanita?-Paul levantó una ceja extrañado.-¿Qué pinta ella en esto?

John hizo caso omiso de sus palabras. Estaba demasiado ocupado buscando con la mirada a Christine.

-¡Ey, ladrona!-gritó al fin cuando la divisó. Christine se giró.-¡Ven aquí y dame lo que me pertenece!

La chica se acercó hacia ellos. Mary miró de reojo a Paul. Su cara era un poema. Obviamente no sabía de qué iba todo aquello.

-Toma, quejica...-Christine le extendió a John la cajetilla de tabaco.- Aquí tienes...

-¿Pero qué puñetas...?-Paul estaba de lo más extrañado, pero ni John ni su hermana le hicieron caso.

-Oye, aquí falta uno.-le dijo John a Christine al recoger la cajetilla.

-¿Cómo que falta uno?-preguntó ella.

-¿Y el que me estaba fumando antes qué?

Christine soltó un bufido antes de contestar.

-Ese tómatelo como una comisión que me cobro por aguantar tus idioteces.-Christine se alejó de John y se acercó a Paul:-¿Y mi hermano qué? ¿Disfruta de la fiesta?

La sonrisilla de Christine hacía evidente que ella era la que estaba detrás de todo aquello y no John. Paul también lo captó enseguida.

-Ésta es la última vez que te saco de fiesta conmigo, enana.- contestó al fin sonriendo.

-Bah, con el ciego que llevas, mañana no te acuerdas.-dijo ella encogiéndose de hombros y, echando un vistazo alrededor, preguntó:-¿Alguien se anima a salir fuera un rato? Creo que el grupo de hoy va a empezar a tocar en un rato...

A Mary esas palabra le vinieron que ni pintadas. Estaba ya un poco incómoda ante un Peter Shotton que cada vez se acercaba más a ella.

-Yo voy contigo.-contestó mientras se levantaba.- Me apetece ver quiénes son...

-Yo también me apuntó.-dijo Pete también.

Mary no sabía la cara que debió de poner en aquel momento, lo cierto es que Christine pareció darse cuenta de la situación y decidió salirle al paso.

-No, tú no.-sentenció rotundamente.

-¿Y por qué no?-Pete la miraba con una mezcla de extrañeza y enfado.

-Pues porque...-empezó a decir ella.-Porque Paul lleva todo el día queriendo hablar contigo y ahora que lo tienes aquí es una lástima que te largues...

-¿Yo?-Paul estaba alucinado.

-Sí, tú.-contestó la chica decidida y, después, con cierto tono de enfado en su voz, le preguntó:-No irás a decir que ahora no te acuerdas, ¿verdad? Con la que has estado dando todo el día...¿Vamos, Mary?

Mary se levantó dejando a un desconcertado Paul y a un Peter que lo miraba con cara inquisitiva tras de sí y siguió a Chris.

-Gracias por librarme de Shotton.-dijo cuando ya nadie las podía oír.

-De nada. Es un buen tío, pero muy pesado...-contestó ella con una sonrisa.-Y cuando bebe algo se pone en plan pulpo y no hay quién le aguante...

-No, si ya lo veo...-rió Mary. Estaba aliviada por habérselo quitado de encima.-Pero creo que te has pasado un poco con Paul...

-Bah, no te preocupes por él.-Christine parecía divertida.-Con el cuento que tiene seguro que se le ocurre algo. Además, creo que se habrá dado cuenta de la situación y entenderá que ha sido por una buena causa....No es tan tonto como parece.

-¡Pobre chico!

Y entre carcajadas, las dos chicas pasaron al local “oficial” de The Cavern por una discreta puerta situada justo detrás de la barra.

********
-Panda de locas...-Christine miraba con aire burlón a un grupo de chicas, todas muy arregladas, que se arremolinaban en la primera fila, cerca del escenario, y que cada vez que se acercaba Earl Preston, el cantante del grupo, a ellas se ponían a gritar.

La barra estaba vacía. Sólo ellas dos estaban allí, viendo la actuación desde la distancia. Los demás, no muchos tampoco, estaban todos de cara al escenario

-No todos están tan acostumbrados como tú a ver a estrellas de la música...-contestó Jake, el camarero, sirviéndole una cerveza. Jake era un tipo agradable con cara de niño que siempre parecía estar de buen humor.

-Pero hay que reconocer que están bastante locas...-Mary también las miraba. Había un par de chicas en particular que parecían realmente histéricas.-Mirad a esas dos de la derecha...

Jake y Chris a las dos chicas a las que Mary se refería y soltaron una risita

-Esas dos que tú dices...-empezó a decir Jake.-Son viejas glorias.

-¿Viejas glorias?-se extrañó ella.

-Y tanto...-continuó Chris.-Éstas también venían a gritarles a los señores que están ahí dentro... Y a la rubia la recuerdo yo haciendo guardia en la puerta de mi casa cuando vivía en Forthlin Road... Era pesada como ella sola... Todavía no sé como mi padre no la echó de allí a escobazos...

-Joder... Que mal está el personal...-rió Mary.

-No me quiero ni imaginar si se enteran de quiénes están ahí dentro...-dijo Christine.-Os desmontan el local, Jake.

- Pues no te creas... –dijo el chico con una sonrisilla.-Hace un par de horas ha salido Ringo a pillar algo de beber, ellas se han quedado mirándole, han cuchicheado entre sí y después han soltado un “No es él, no se le parece en nada” que se ha oído desde aquí.

-De hecho han dicho que Ringo era mucho más guapo...

Chris y Mary se giraron. Allí estaba Ringo, que por lo visto acababa de salir también por la puertecilla.

-Yo creo que no han visto muy bien las fotos del grupo...-rió Ringo y, después, añadió.- Por cierto, Christie, por ahí dentro tienes a un hermano sediento de sangre.

-¿Tanto?-preguntó. Ringo asintió.- Joder, este hermano mío... Se pica más que yo, que ya es decir...

Mary, Ringo y Jake rieron con el comentario

-Bueno, será caso de ir a hacerle la pelota un rato. O éste es capaz de estar sin hablarme una semana...-dijo encogiéndose de hombros.-Venga, Jake, dame lo que puñetas beba mi hermano, a ver si así le pasa el enfado...

-Ponle un bourbon doble.-dijo Ringo.-Y otro para mí. Apúntaselo a George, que me debe uno.

-¿Lo de Paul también?-preguntó Jake divertido.

-También.-Ringo rió.-Y lo que ellas quieran tomar también se lo apuntas. Hoy paga él.

Todos rieron. Christine agarró el whiskey de Paul y se dispuso a entrar hacia donde estaban todos otra vez.

-¿Venís?-les preguntó a Mary y a Ringo.

-Me gusta esta canción.- Mary miraba al grupo, que acababa de empezar a tocar una de sus canciones.-No sé cuál es, pero me espero a que acabe. Adelántate tú.

-Yo también me quedo.-dijo Ringo dando un sorbo al vaso que le acababa de servir Jake.

-Si te digo la verdad yo tampoco sé qué puñetas está cantando...-le comentó Ringo a Mary cuando Chris entró por la portezuela.-Pero hay que reconocer que tiene ritmo.

-La verdad es que está bien...

En ese preciso instante la canción acabó y Earl Preston & the TT’s anunciaron un descanso.

-Será mejor que os metáis dentro, chicos.-dijo Jake.-Ahora va a empezar a venir gente hacia aquí y si no queréis que el batería de The Beatles se quede calvo...

-Tienes razón.-Ringo agarró su vaso y miró a Mary.:-¿Me acompañas a saludar a George?

-¿A George?- Mary estaba extrañada. Al único George que conocía que estaba allí presente era a George Harrison.

-¡Oh, no!-Ringo pareció haberle leído el pensamiento.-A nuestro George no, al que estaba cantando... Earl es su nombre artístico.-Sonrió.-Venga, y de paso aprovechamos y le preguntamos cuál era esa canción que te gustaba.

-Vale.-respondió resuelta ella. Le gustaba la idea.

-Pues vamos allá. –dijo Ringo guiñándole un ojo.

**********
-¿Oye, bonita, has visto a Richie?

Christine se giró y vio a Mel, que la miraba con una sonrisilla repelente mientras le hablaba. “¿Oye, bonita?”  ¿Pero qué se había creído?

-Estaba por aquí.-se limitó a decir ella, seca. Obviamente no pensaba decirle nada a la tía aquella. Ni aunque le hubiese preguntado por una dirección le hubiese dado la respuesta. Bueno, tal vez se la hubiera dado mal a propósito...

-¿Y dónde está? No lo veo...-dijo ella poniendo voz de modosita. A Christine se le revolvieron las tripas. Era para estamparle el vaso que llevaba en la mano en toda la cara.

-Pues o lo buscas o te compras una gafas, bonita.-contestó ella con sarcasmo, remarcando la última palabra.

Después, se giró y empezó a caminar hacia donde estaba su hermano, dejándosela allí plantada con cara de boba. Mal, que había observado la escena de cerca, le guiñó un ojo divertido cuando pasó por su lado.

***********
Eran casi las cuatro de la madrugada. La mayoría se habían ido ya a sus casas y The Cavern hacía cerca de dos horas que había cerrado oficialmente. Sin embargo allí estaban todavía John, Paul, George, Ringo, Ivan, Mike, Angie, Christine y Mary, sin música desde que el local había cerrado, sólo charlando y riendo.

De repente, la portezuela que daba al almacén se abrió y Louis, el hombre que les había recibido cuando llegaron, se asomó por ella.

-¿Los de aquí no tenéis casa o qué?-preguntó divertido.

-Joder, Louis, me encanta tu sutileza echando a la gente...-le dijo George.

-Cinco minutos para recoger las cosas y salir o os encierro aquí.-Louis ya estaba saliendo por la puerta cuando dijo eso.

Los nueve se pusieron en pie, recogieron sus chaquetas y salieron por donde habían entrado. Había dejado de llover pero un aire frío y húmedo se calaba en los huesos. Se dirigieron hacia los coches. Al parecer, Ringo también había aparcado cerca de donde lo había hecho John. Se repartieron los dos coches. Mike, Paul, Christine y Angie subieron en el de John, pues todos iban al otro lado del río. Por su parte, Ivan, George y Mary se subieron en el de Ringo.

Mary se acomodó en el asiento del copiloto después de que George la convenciera de que se sentara delante y, al cabo de unos instantes, Ringo le dio al contacto y puso en marcha el coche. Debía de reconocer que, aunque la velocidad era similar, Ringo conducía bastante mejor que John, más suave y con menos brusquedad.

La primera parada fue la de Ivan y después dejaron a George.

-Y bien, ¿en qué zona de Kensington vives?-le preguntó él.

Mary le dio unas breves indicaciones y Ringo se puso en marcha.

-Lo he pasado de puta madre esta noche.-sonrió él sin apartar los ojos del asfalto.-Hacía tiempo que no me reía tanto.

-Lo mismo puedo decir yo...-contestó Mary con una sonrisa en los labios.-Hasta me lo he pasado bien conociendo al gilipollas de George.

Ringo se quedó mirándola perplejo. Mary soltó una carcajada.

-¡No nuestro George!-dijo al fin entre risas.- El Earl Preston ese...

Ringo soltó una carcajada también.

-Es de lo más gilipollas que me he echado a la cara en años...-coincidió Ringo cuando acabó de reír.-Pero nos hemos reído con él.

-No, con él no.-le corrigió Mary.- De él.

-Bueno, supongo que tienes razón...

Ringo aminoró la marcha cuando entró en la calle de Mary.

-Es aquella casa de allí.-señaló ella.

El chico paró el coche delante de la puerta.

-Pues final del viaje, señorita...-Ringo se giró hacia ella con una sonrisa de lo más dulce en la cara.

Mary lo miró también durante unos segundos. Se quedaron así durante unos segundos que se 
hicieron eternos. Un montón de cosas pasaron por la mente de la chica en aquellos instantes hasta que el ladrido de un perro le sacó de aquella ensoñación.

-Gracias por traerme.-dijo entonces saliendo del coche.- Buenas noches.

-Descansa... Y no sueñes con el otro George...-le dijo Ringo divertido.

Mary le dedicó una sonrisa y cerró la puerta del coche. Estaba a punto de abrir la puerta de casa cuando Ringo bajó su ventanilla.

-Esto hay que repetirlo.-le dijo él en un susurro, para no despertar a nadie.

-¡Cuenta con ello!




Se acabó lo que se daba! Qué tal estáis? Yo un poco buff porque mañana ya es 1 de septiembre y en breve se me acabará el chollo vacacional. Hay que joderse... Pero en fin, la vuelta a la rutina también tiene sus cosas buenas... (bueno, sé que no, pero dejad que me autoconsuele con esta idea...).
Me encantan vuestros comentarios, que me decís unas cosas tan bonitas en ellos que me pongo roja cuando los leo, jajaja. El libro, María, para cuando me encuentre con un editor tan borracho que quiera publicarme algo, jajajajajaja. Y el fic que nombras, Kira, no había escuchado hablar de él. Será plan de buscarlo y echarle una ojeada (se me amontona el trabajo, jejeje).
Besotes a todas y pronto os cuelgo el quinto!
Bye!







2 comentarios:

  1. Me encantoooOoooo! *_* Y creeme yo habría hecho lo mismo. Una zorra encima d emi hermano. además el guapo =__= se la quitaba de encima!!

    Jope vaya yo entro el 15 a clases -.- ¡Puagg! Que coraje levantarme pronto -.-

    Bueno espero e siguiente con entusiasmo!!! :D
    Besitos!!

    ResponderEliminar
  2. vil criatura jajajaja ya lo creo que Cristie es una criatura bastante traviesa! por lo menos se las arregló para sacar al zorro ese de la falda de su hermano borracho. John es un genio, se pasó con lo de la medicacion, la verdad es que me rei a carcajadas con toda esa escena, me alegraste el dia, que venia bastante malo, la verdad.
    Pete es un tremendo pesado, jaja "que corra aire chaval" eso lo voy a decir cuando tenga alguno medio hincha cerca.
    y la fiesta al final terminó siendo genial, con Pete, el zorro y el "otro" George y mas genial el regreso a casa *.* Ringo y su sonrisa *.* me llevó a casa *.* jajaja bueno, me dejaste asi *.* XD
    y podemos llevar a algun editor y emborracharlo en The Cavern para que luego acepte tu libro! jaja y autoconsolate con eso de es bueno volver a la rutina, te quito la ilusion diciendote que no tiene nada de bueno ajaj
    espero el quinto!

    ResponderEliminar