miércoles, 9 de noviembre de 2011

Capítulo 17: ¿Te gusta?

Mary acabó de abrocharse la chaqueta apresurada y se colgó el bolso del brazo. Había quedado con Ringo y llegaba tarde, algo que no le gustaba en absoluto. Además, conociéndole, seguro que ya llevaba cerca de quince minutos aparcado en el sitio de siempre, esperándola dentro del coche.

Estaba a punto de abrir la puerta de casa para salir de allí a toda prisa cuando su madre entró. Mary se quedó mirándola intentando disimular su sorpresa: había llegado mucho antes de lo que ella esperaba.

-Hola hija.-la saludó la mujer que, fijando la vista en ella, se apresuró a añadir:-¿Es que vas a salir ahora?

-Sí.-masculló Mary entre dientes.-He quedado.

Su madre se quedó mirándola, curiosa.

-Últimamente sales tú mucho...-sentenció al fin con una sonrisilla pícara dibujada en la cara.-¿No tendrás ningún amigo por ahí?

-Tengo bastantes amigos, mamá.-contestó la chica dando largas.

-Sabes que no me refiero a ese tipo de amigos...

Mary soltó un bufido de fastidio. Su madre no era tonta y había empezado a sospechar algo. Al fin y al cabo, sus salidas de casi todas las tardes y su cara de felicidad a todas horas del día hablaban por sí solas. Sólo era cuestión de tiempo que la mujer notara que algo raro le ocurría.

-¿Y si lo tuviera pasaría algo?-preguntó casi al instante ella.

Fue cuando su madre abrió los ojos como platos cuando Mary se dio cuenta de lo que había dicho en realidad: le acababa de reconocer abiertamente que tenía razón.

-Me voy. Llego tarde.-se apresuró a decir Mary mientras abría la puerta. Lo mejor sería largarse de allí pitando para que su madre no empezara a interrogarla.

-Dile a tu amigo que cuando quiera puede venir a casa a tomar el té.-le dijo su madre cuando ella ya estaba empezando a salir por la puerta.

Mary no respondió nada y empezó a caminar apresuradamente en dirección al lugar donde siempre solía aparcar Ringo, pensativa. Perfecto, ahora no le quedaba otra que hacer las presentaciones oficiales y eso la aterraba.

Giró la esquina y vio el coche. Casi al instante, Ringo salió a esperarla con una sonrisa de oreja a oreja, como hacía siempre. Mary le devolvió aquella sonrisa, lo miró fijamente y se tranquilizó casi al instante. Con una persona como él estaba convencida de que nada podía salir mal, ni siquiera el hecho de presentárselo a su madre. Era un verdadero encanto.

********

John acabó de comer y levantó la vista del plato. Su tía Mimi lo miraba inquisitiva. No habían cruzado apenas ninguna palabra durante la cena, pero aquella mirada le decía que había llegado el temido momento de las explicaciones.

Había llegado allí después de otra bronca con Cyn. Aquella vez porque él había contratado a un interiorista para su casa en Londres sin consultárselo a ella antes. Como ya iba siendo habitual, John se había largado de casa con el portazo de rigor y había conducido como un idiota sin rumbo hasta que por fin se había decidido refugiarse en casa de Mimi, quien después de ver la cara que tenía, le había ofrecido quedarse a cenar allí con ella. John se lo había agradecido sinceramente y había aceptado de buen grado. Volver a casa era lo último que quería hacer en aquellos momentos.

-¿Se puede saber qué te pasa últimamente?-preguntó Mimi al cabo de unos instantes, sin apartar su penetrante mirada de él.

John suspiró y sacó un cigarrillo del bolsillo de delante de su camisa. Esperó a encendérselo antes de contestar. Mimi parecía impaciente. Seguro que su tía pensaba que lo estaba haciendo a propósito para hacerla rabiar, pero la realidad era que no sabía muy bien ni qué contestar exactamente ni por dónde empezar.

-No estoy bien con Cyn.-sentenció al fin después de darle la primera calada a su cigarrillo.

-Menuda novedad.

John se quedó mirándola. Mimi no iba a cambiar nunca.

-Me estoy planteando el divorcio.-continuó él unos segundos después.

Su tía no contestó. Simplemente se limitó a levantarse de su silla y empezó a retirar los platos de la cena.

-Si quieres puedes quedarte a dormir aquí hoy.-le dijo mientras le quitaba el plato vacío de delante.

John esbozó una sonrisa amarga.

-Gracias, Mimi.

-Pero sólo por esta noche.-añadió ella con su tono severo habitual. John sonrió de nuevo. Había que ver cómo le gustaba hacerse la dura.-Mañana vuelves a tu casa y afrontas tus problemas como un hombre.

***********

Era sábado por la tarde y Chris se sentía fatal mientras se estaba arreglando. Llevaba toda la semana enfadada consigo misma por lo que iba a hacer dentro de un rato. Y es que, pese a que se hubiera pasado desde el lunes diciéndose a sí misma que por mucho que dijera Mary no iba a hacer nada malo saliendo con David, sabía que en realidad lo estaba utilizando como a un muñeco para sacarse de la mente a John, cosa que hasta el momento no había funcionado en absoluto. Y lo peor era que David se había pasado toda la semana deshaciéndose en atenciones hacia ella y feliz ante la cita del fin del semana, lo que no hacía más que empeorar la situación ya que era evidente, aunque ella se empeñara en negarlo, que el chico se había hecho ilusiones.

Lo peor de aquella tarde, además del sentimiento de culpa con el que ya se había empezado a acostumbrar a convivir, había sido la insistencia de Paul para que saliera con ellos de nuevo esa noche. Había estado dándole largas desde que habían acabado de comer al mediodía, pero finalmente a media tarde no había podido evadirse más de la situación y sincerarse a medias con él cuando había irrumpido en su habitación.

-¿The Who?-había preguntado su hermano cuando abrió la puerta.-Buena elección.

Christine recordaba haber soltado un bufido de fastidio por la interrupción del pesado de Paul en medio de la canción que estaba escuchando.

-¿Qué quieres?-le había preguntado ella en tono impaciente.

-Convencerte.-sonrió Paul sentándose en el borde de su cama.-Vente con nosotros. A tus amigos de siempre los tienes aquí todo el año y nosotros nos vemos poco…

-Llevo viéndote el careto a todas horas desde hace días… A este paso voy a acabar aborreciéndote.

-No seas tonta…Además… Si tú no vienes a mí me fastidias el plan para esta noche…

-¿Pero qué estás diciendo?-preguntó ella extrañada.-¿Te has fumado algo ya?

Paul había soltado una pequeña carcajada antes de contestar a su pregunta.

-Te digo mi plan, pero ni palabra de esto a nadie, ¿entendido?-le dijo él guiñándole un ojo.

-A ver, Mr. Misterio, desembucha.

-Verás… Quería que Alice viniera con nosotros hoy y si tú vienes la puedes invitar.

-¿Alice?-Chris había dado un salto de la cama cuando su hermano le dijo aquello.-¿Alice Taylor nuestra vecina?

-Eso creo.-dijo Paul esbozando una sonrisa que a Chris se le había antojado soñadora.

-No me jodas que Alice te...-susurró ella todavía sorprendida.

-Sí. Y por eso quiero que vengas. No creo que aceptase venir con nosotros sola...

-Pero ya te he dicho mil veces que hoy no puedo, Paul...

-Venga hermanita, ¿qué te cuesta? Además, sé que lo pasas bien con nosotros y encima está Mary también...-insistió su hermano poniendo cara de lástima.

-Deja de hacerme chantaje emocional, que nos conocemos demasiado y eso conmigo no funciona.-le cortó ella.-NO PUEDO. ¿Te lo digo en chino?

-¿Y por qué no puedes?-quiso saber él.

-Joder que pesado... No te importa.

-Sí me importa. Eres mi hermana pequeña y tengo derecho a saberlo. Además, yo te lo cuento todo...

-¿Tú me lo cuentas todo?-le cortó ella.-¿Tengo que reírme con el chiste?

-Pues sí que te cuento un montón de cosas, enana. Fíjate ahora mismo, que te he dicho lo de Alice... Pero claro, tú quieres saber de los demás pero de ti que no se sepa...

Chris lo miró, parecía incluso un poco enfadado, aunque sabía que lo estaba fingiendo para aflojarla. Siempre lo hacía. Y lo peor es que, por mucho que ella supiera eso, siempre lo conseguía.

-Está bien...-dijo al fin.-Si te lo digo me dejas en paz, ¿vale?

-Hecho.-Paul cambió por completo su expresión. Ni rastro de su fingido enfado ahora que había conseguido lo que quería. A Chris le dio tanta rabia que estuvo a punto de callar y de no decirle nada, pero pensó que si no se lo decía se iba a poner tan pesado que sería peor.

-No he quedado con los de siempre.-se sinceró al fin.-Tengo una cita.

-¿Una cita?-ahora fue Paul el que dio un pequeño salto.-¿Y quién es? ¿Lo conozco?

-Pareces una abuela cotilla... No, no lo conoces. Es un compañero de clase.

-¿Y te gusta?

La pregunta de Paul la había pillado sorpresa. No había sabido qué contestarle y le había salido con evasivas. Su hermano pareció darse cuenta de lo incómoda que se sentía y, después de quitarle hierro al asunto con una broma tonta y de revolverle el pelo, salió de la habitación. No le había comentado nada más desde aquel momento y ahora allí estaba ella, arreglándose para salir a cenar con David, que en menos de quince minutos estaría allí para recogerla.

Apenas había acabado de arreglarse cuando llamaron al timbre. Si era David, había llegado diez minutos antes de lo previsto. Dio gracias para sus adentros de que su padre se hubiera ido ya en dirección al club de jazz de Everton que solía frecuentar y que Mike ya hubiera salido con su novia, así que en aquellos momentos sólo quedaban en casa ella y Paul, que ya sabía lo de su cita. Por lo menos no debería dar explicaciones tontas sobre quién era ese chico.

Entró corriendo a su habitación, agarró el abrigo y el bolso y bajó como un rayo las escaleras de casa.

-¡Dios!-oyó exclamar a David cuando bajó el último peldaño.-¡Eres Paul McCartney!

“¡Oh, mierda!” pensó Chris. Había olvidado comentarle aquel pequeño detalle. Imaginó en aquellos momentos la cara de risa contenida de su hermano y salió corriendo antes de que éste pudiera añadir algo más que el escueto “sí, por ahora ése soy yo” que le acababa de soltar a David.

-Hola Dave.-saludó ella poniendo una sonrisa inocente y asomándose por detrás de Paul.-Ya estoy lista.

-Creo que no conozco a tu amigo, Christie...-dijo Paul en tono burlón mirándola.

-No, no lo conoces...-masculló ella mirándole con intenciones asesinas.- Paul, Dave. Dave, mi hermano Paul. Ale, ya os conocéis, ¿nos vamos Dave?

*****************

Gwen estaba en casa aburrida, mirando una película mala en la televisión cuando alguien llamó al timbre. De mala gana, la chica se levantó del sofá y se dirigió arrastrando los pies hacia la entrada de casa. A saber quién sería.

El timbre volvió a sonar antes de que a Gwen le diese tiempo a llegar a llegar a la puerta.

-Ya voy, ya voy...-dijo y después, entre dientes, añadió:-¡Qué pesados!

La chica abrió la puerta de mala gana y la sorpresa que se llevó fue enorme cuando se vio a George plantado allí en el umbral de su casa, con una carpeta de debajo del brazo y sonriendo de oreja a oreja. Olía a colonia y estaba arreglado, como si se dispusiese a salir por ahí. Gwen se sintió avergonzada porque ella presentaba un aspecto totalmente distinto en aquellos momentos, con unos pantalones vaqueros desgastados que sólo se ponía para ir por casa y una camiseta igual de vieja y desvencijada que los pantalones.

-Hola.-saludó el chico.-¿Cómo estás?

-Bien.-respondió ella aún sorprendida por tenerlo allí como si tal cosa.

-Quería darte una cosa.-dijo él enseñándole la carpeta que llevaba en la mano.-Y ya que tenía que pasar por aquí a recoger a Paul pues aprovecho el viaje...

-¿A mí? ¿Darme una cosa?

-Sí.-sonrió George.-Recuerdo que cuando volvíamos de casa de Strinatti comentaste que querías hacerte con algunas partituras... Y aquí te traigo algunas... Hay de todo un poco...

Gwen agarró la carpeta que le tendía George.

-Vaya... Muchas gracias, de verdad.-murmuró ella.-Si quieres pasa y tómate algo.

-No quiero molestar, Gwen...Tus padres estarán en casa y...

-Estoy yo sola.-se apresuró a contestar.-Mis padres y mi hermano no volverán a casa hasta mañana. Han ido a pasar la noche a casa de una tía abuela y aquí me he quedado. Pasa.

George no pudo disimular una mueca de satisfacción y los dos entraron en la casa.

-¿Te apetece un té?-preguntó la chica sin saber muy bien qué debía ofrecerle.

-Pero sólo si tomas tú también.-respondió él.

Gwen se fue a la cocina y en pocos minutos tuvo a punto un par de humeantes tazas de té. Se encontró a George allí, sentado en el sofá de su casa ojeando las partituras que por lo visto había sacado de la carpeta que le había llevado. La chica lo miró bien antes de dejar los tés sobre la mesilla que había delante del sofá. Si le hubieran dicho una semana antes que el propio George Harrison iba a estar sentado en allí en su casa como si tal cosa no se lo hubiera creído por nada del mundo.

-Gracias, Gwen.-dijo George cuando la chica le dejó su taza de té delante de él.-Eres un encanto.

El piropo provocó que Gwen notara, una vez más delante de él, como le ardía la cara, pero George, como siempre, pareció no apreciar su rubor o simplemente se dedicó a ignorarlo.

-Ven aquí.-le dijo George con una sonrisa mientras daba un par de palmaditas en el sofá indicándole que se sentara a su lado.-Te enseñaré esto.

La chica se sentó a su lado y George enseguida le puso delante las partituras que tenía en la mano.

-Hay de todo un poco.-dijo él.-Algunas canciones más movidas, otras más lentas... No sé, para que tengas un repertorio amplio para tocar con esa guitarra nueva que tienes, que por cierto, no sé dónde la tienes.

-Está arriba, en mi habitación.-rió Gwen.-Ahora está al lado de la vieja y se nota bastante la diferencia entre las dos.

-Si te apetece podríamos bajarlas y probar con algo de lo que hay aquí...-propuso George, que al ver la cara que puso Gwen, insistió:-Venga, anímate, mujer.

-¿Tú no habías quedado con Paul?

-Todavía falta una hora para que pase a por él, así que...

-Está bien.-sonrió Gwen claudicando finalmente.-Pero te advierto que la guitarra vieja es una auténtica porquería.

-Peor que mi primera guitarra seguro que no.-bromeó George.-¿Vamos?

Los dos subieron a la habitación de Gwen y bajaron las guitarras. Gwen agarró la vieja y George cargó con la nueva y el amplificador. Después de volverse a sentar de nuevo en el sofá, George le arrebató de las manos la guitarra vieja y le dio la Fender Mustang.

-Oh, no...-dijo Gwen cuando hizo eso.-Toca tú con la nueva... Me da vergüenza que toques con eso.

George soltó una sonora carcajada.

-No seas tonta.-le contestó finalmente.-No te has comprado la guitarra esa para ir dejándola al primero que pase y quedarte tú tocando la vieja...

Gwen rió también con la broma, aunque en realidad la risita que soltó le sirvió para disimular también lo nerviosa que estaba en aquellos momentos.

-Veamos...-dijo George empezando a rebuscar entre las partituras.-¿Te apetece que toquemos algo tranquilito para empezar?

-Vale...-respondió ella mirando hacia los papeles.

Habría más de una treintena de partituras, pero de repente algo llamó la atención de Gwen. Una partitura, a lápiz, con un título que... No, no podía ser que George le hubiera dado eso... El chico pareció darse cuenta de algo y paró de rebuscar deteniéndose en la que a ella le había le había llamado la atención deliberadamente y con una sonrisilla pícara en los labios.

-¿Te parece si tocamos ésta?-preguntó poniéndosela delante a Gwen que, estupefacta, comprobó que sí que era la partitura que ella había imaginado.

-George... esto es... esto es... ¡tuyo!-balbuceó ella sin poder apartar su mirada del papel, ahora sí que hecha un manojo de nervios.

-Ahora es tuyo.-sonrió George.

-¿Pero esto es tu letra? ¿Me estás dando la partitura original de Do You Want To Know a Secret?-todavía no se lo podía creer.

-Bueno, no sé si es la original o no...-respondió él encogiéndose de hombros.-En realidad hice bastantes copias a lápiz por si se me perdían y no sé cuál de ellas es la que primero escribí... Soy un poco desastre para esto de los papeles, la verdad.

-No sé qué decir...-masculló ella.

-Pues no digas nada. Toquémosla y punto.

-Yo no me atrevo.-soltó ella de repente. Le había salido del alma. Hubiera podido tocar casi cualquier cosa, pero tocar una canción de George delante de él, le daba una vergüenza inmensa.

-¿Y por qué no?

-Bueno... Es que no me he leído la partitura... y no quiero fallar... Además que tampoco me he fijado nunca en cómo la tocas, en el tempo, en todas esas cosas que...-respondió atropelladamente.

-Bueno, si ese es el problema... Hagamos una cosa. La toco yo una vez, me miras, y después la repetimos los dos juntos, ¿vale?

Gwen tragó saliva.

-Si es muy fácil...-insistió George empezando a dar el primer acorde con la guitarra vieja de su padre.- Mira...

-¡Espera!-le cortó Gwen antes de que él empezara de verdad la canción.

George levantó la vista extrañado y Gwen le tendió su Fender.

-Supongo que ahora que vas a tocarla solo será mejor que la toques con ésta...-aclaró ella vergonzosa.

George dejó la otra guitarra y se colocó la nueva bien con una sonrisa.

-Gracias.-dijo.-Veamos...

Y después de volver a tocar las primeras notas de la canción, George empezó a cantar.

***********

Paul abrió la puerta de casa con cara de pocos amigos. Supuso que era George, que había pasado a recogerle más de media hora más tarde de lo que habían acordado. El resto ya habrían empezado a cenar en el piso de Ringo a ciencia cierta.

-¡Joder George! ¡Ya era hora!-dijo bruscamente a modo de saludo.

-Lo siento, Paul. No te enfades. Se me ha pasado la hora... Si me hubiera dado cuenta hubiera venido a avisarte antes.

-Un momento, Hari...-preguntó Paul frunciendo el ceño.-¿Avisarme de qué?

-Verás...-balbuceó el chico dejando en evidencia su nerviosismo.-Es que no voy a salir hoy.

-¿QUÉ?- exclamó Paul.-¿He estado aquí esperándote como un tonto para que ahora me vengas a decirme que no sales?

-Lo siento, Paul, de verdad. Si me hubiera dado cuenta de la hora... Mira tío, si quieres te puedo acercar al piso de Ringo, pero yo me vuelvo.

-¿Adónde te vuelves?-más que enfadado, Paul estaba extrañado ante la actitud de George. Jamás había hecho nada parecido.

-Aquí a Heswall.

Paul levantó una ceja y George se apresuró a dar una explicación atropellada:

-Bueno... Es que Gwen está sola en casa y no la dejan salir, así que mejor me quedo a hacerle compañía, me sabe mal que esté sola y... ya sabes...

En aquellos momentos, pese a lo cabreado que estaba con George, no pudo evitar soltar una pequeña risita burlona.

-¡¿Te gusta Gwen?!-exclamó finalmente.

-Joder, Paul... No seas ridículo...-masculló él fijando la vista en el suelo.

-¡Te gusta! ¡Claro que te gusta!

-Ya vale, ¿no?-dijo George empezando a enfadarse.-Sí, me gusta, ¿pasa algo?

Paul levantó las manos a modo de disculpa.

-No pasa absolutamente nada, Hari.-sonrió él.-De hecho ya iba siendo hora de que el peque se echara una novia.

-Vete a la mierda, McCartney, Gwen no es mi novia...

-Pero a ti te gustaría, ¿verdad?-rió él. Estaba dispuesto a vengarse por la tardanza de George aunque sólo fuera a base de fastidiarlo.

-Te he dicho que te vayas a tomar por saco, Macca... Bueno, ¿te acompaño o qué?

-No hace falta, Romeo, ya voy yo con mi coche.-rió Paul.-Vete con tu Julieta, que creo que te estará esperando...

-¡Que te jodan, Paul!

******************

A aquellas horas Chris podía asegurar que estaba pasando una de las noches más extrañas que había vivido en su vida. Estaba con Dave, que apenas le daba conversación y que sólo se limitaba a agasajarla y a aceptar dócilmente todo lo que ella decía, cosa que a ella la estaba sacando de sus casillas.

Habían ido a cenar a un italiano bastante barato del centro y, después de evitar casi de malas maneras que David la invitara, habían salido a dar una vuelta. Casi inconscientemente, los pasos de los dos se dirigieron hacia Mathew Street, la calle con  más fiesta de Liverpool. Entraron a los clubs y pubs de por allí, excepto a algunos que la chica sabía que su hermano y los demás frecuentaban con el simple fin de evitar problemas.  David, pese a que se quedó con ganas de entrar en The Cavern, no dijo nada y se limitó a seguirla hasta el pub de al lado obediente como un perrito fiel, cosa que a la chica le puso de los nervios. Y así estuvieron entrando y saliendo de los locales de por allí hasta que, cerca de las tres de la madrugada, ya cansados salieron de la famosa calle ya dispuestos a volver a casa.

-¿Qué tal lo has pasado?-le preguntó el chico cuando mientras iban caminando avenida en dirección al coche.

-Bien.-sonrió ella fingiendo descaradamente.

-No sé, es que te veo... rara.-masculló él al cabo de unos segundos.

-Es que me duelen los pies.-mintió Chris.- Un montón.

David esbozó una sonrisa, a todas luces aliviado por la respuesta de la chica.

-¡Pues haberlo dicho antes!-exclamó él solícito.-Mira, mejor nos sentamos un rato en aquel banco de allí y descansas un poco... La verdad es que no sé como aguantáis las chicas con esos tacones toda la noche.

-Es que de hecho no aguantamos...-bromeó ella mientras se sentaba.

David sonrió y se sentó a su lado, demasiado cerca para el gusto de Chris. Si no hubiera sido porque era ella la que había concertado aquella cita, seguro que se habría apartado de él de manera descarada. Pero en aquella situación aquello le parecía incluso demasiado borde. Bastante había hecho ya el pobre chico aguantándole los desplantes y los cortes que le había estado dando toda la noche.

-Oye Christine...-dijo él tímidamente después de unos incómodos minutos de silencio.-¿Puedo decirte algo?

Chris lo miró detenidamente. La miraba fijamente, nervioso. Mucho se temía que lo que le iba a decir no le iba a gustar en absoluto...

-Mira...-continuó él sin esperarse a que ella se decidiera a darle una respuesta.-Esta noche lo he pasado muy bien contigo...

-¿En serio?-Chris lo preguntó cargada de sarcasmo. Le parecía increíble que después de cómo lo había tratado se atreviera a decir aquello. No obstante, él pareció no reconocer la nota sarcástica y asintió como un bobo.

-De verdad. Ha sido una de las mejores noches de mi vida... ¿Sabes? Creo que... creo que... me gustas.

Chris apenas pudo asimilar aquellas palabras, pues de repente, casi desde detrás de ellos, oyó como alguien empezaba a aplaudir.

-¡Muy bien! ¡Bravo campeón!

Si lo que le había dicho David segundos antes la había dejado blanca como la pared, el hecho de verse a aparecer a John, completamente borracho por allí detrás y armando escándalo, le revolvió el estómago. Es más, de buen grado hubiera vomitado si hubiera podido. Conocía demasiado bien el mal beber que tenía como para saber que habría jaleo.

John se acercó a ellos con una sonrisa borde pintada en la cara.

-¿Qué hay? ¿Noche de amor, Christie?-preguntó.

-¡Es usted!-exclamó David evidentemente sorprendido por la aparición de John allí. El pobre tenía pintada la ilusión en la cara.-¡Es John Lennon!

John le dedicó una mirada despectiva.

-Y tú debes de ser Tonto del Culo, ¿verdad?-rió él.-Encantado y enhorabuena. Te llevas a la más borde de Liverpool, chaval.

David se quedó mirándole extrañado sin saber qué decir.

-Ya vale, Lennon.-Christine escupió las palabras clavándole la peor de sus miradas. Le ardía la sangre. De no haber estado David allí se hubiera levantado y le hubiera dado un buen bofetón.

-¿Pero por qué te enfadas? ¿No vas a dejar que un amigo tuyo hable con tu novio?-preguntó él en tono sarcástico.-¡Oh, perdona, lo olvidaba! ¡Si tú y yo no somos amigos!

-Te aseguro que no, gilipollas. Y no es mi novio.

-Ya... ¿Y quién es? ¿Tu perrito faldero? Perdona que te diga, pero por lo menos Monster es más guapo.

David ni siquiera abría la boca. Estaba demasiado sorprendido mirando aquella especie de partido de tenis a base de insultos y comentarios hirientes, en los que, por cierto, también estaba él incluido.

-Mira, Lennon, te voy a dar dos opciones: o te largas o te largo.-dijo Chris en tono amenazante.

-Vaya... ¡Mira cómo tiemblo! ¿Qué vas a hacer?-preguntó él señalando  David.-¿Decirle a este mequetrefe que ni siquiera abre la boca para defenderte que me pegue?

-A mí no me hace falta que nadie me defienda. Y menos de un imbécil como tú.

-Christine McCartney, voy a decirte lo que eres...

-¡Mierda! ¡John!

John no terminó de decir la frase y se giró para ver quién le había llamado. Allí, acercándose corriendo, venía Ringo con cara de preocupación. Pocos pasos por detrás de él le seguía Mary, que nada más ver aquella escenita, se quedó parada, sorprendida por lo que estaba viendo. Chris miró hacia allí y se alegró de no ver a Paul, porque si no se hubiera armado una buena.

-¡Hombre, Ringo!-gritó John.-¡Ven aquí a conocer al perrito faldero de Christie! ¿Sabías que aparte de Monster ha adoptado a uno nuevo?

-John, venga, vámonos a casa.-le dijo Ringo parándose en seco delante de él.

-¡Cómo me voy a ir a casa con lo a gusto que estoy!

-John, ya vale. Vámonos. Ya.-le cortó Ringo secamente.

-Vaya, Sargento Starkey, no se ponga así...-contestó John fingiendo ponerse firme como un soldado y, después, dirigiéndole una mirada de odio a Chris, añadió:-Pero supongo que tienes razón... Será mejor que dejemos a estos tortolitos en paz para que puedan irse a follar tranquilos...

John empezó a andar en dirección hacia donde estaba Mary, seguido por Ringo.

-Chicos, en serio que lo siento...-se disculpó Ringo girándose hacia ellos cuando John se hubo alejado unos pasos.- Lo he perdido un momento y...

-No pasa nada, Ringo, no es tu culpa...-sonrió Chris con una sonrisa tranquilizadora.

Ringo le devolvió la sonrisa y alcanzó con una carrera a John, que poco menos que iba haciendo eses por la calle de tan borracho como iba. Y entonces, ocurrió algo que ella jamás hubiera esperado. Y es que, lejos de estar enfadada con él por todo el espectáculo que había montado, se dio cuenta de que en realidad sentía una profunda lástima hacia aquel tipo que aparentemente lo tenía todo pero que en realidad no tenía nada.


Aleluya! Aleeeeluuuyaaaaaa! Aleeeeluuuuuyaaaaa!!!! Por fin colgué con siglos de retraso este capi, que atragantada me tenía con la última escenita. En fin, que finalmente he decidido echarme la manta al hombro y publicar tal y como me ha quedado la última vez que lo he reescrito... Espero que os guste, de verdad. Bueno, y que muchas, muchas gracias alas que seguís y a las que comentáis, incluidas las anónimas (os quiero: muaks, muaks!).

Y ahora, con el permiso de todas, llega el momento de la publicidad barata y el autobombo. Y es que (supongo que muchas ya os habeis enterado) María, María Luján y la que os está escribiendo, hemos empezado un fic nuevo... Se sale un poco de lo común, ya lo veréis, pero promete tener mucha tela... Sólo pensad que de tres cabecitas como las nuestras lo que puede salir de ahí... jeje
Os dejo el enlace y si encima os pasais, leeis y comentais, aparte de deciros "os quiero" os pido en matrimonio a todas y cada una de vosotras, jajajajaja :P
Ale, disfrutadlo! 
Y a pasarlo bien!

3 comentarios:

  1. loca del diablo! yo ya te dije que te quiero y ya te pedi matrimonio, a ver cuando fijamos la fecha esposa mia jajajajjajajajajaja
    a ver...yo creo que mi vecino y pretendiente de mi madre esta en su casa viendo cuando me pongo a leer tu fic, porque cada vez que lo hago siempre se aparece a cortarme todo! que pesaaadooo!
    Veamos, este capi ha tenido accion y de la buena, tenias razon cuando me dijiste el otro dia que habria hasta sangre y la verdad que falto poquisimo para que la hubiera jajaj.
    Mi madre, como siempre, sacandome informacion, la verdad que siempre en mi infancia pensaba que se iba a comportar asi, como en la nove, pero cuando se entero de mi novio o algo asi (no se como clasificarlo) que alguna vez tuve y que por suerte no lo tengo mas, se puso hasta contenta, ademas lo supo antes ella que yo XD
    Biiiiieeeennnn este Paul y este George ya andan reconociendo que les gustan las chicas jejeje, miralo vos a George, ya veo que va a aprovechar que Gwen esta sola jajajaj si es calladito pero creo que sigue la frase :"Hechos, no palabras" XD
    y bueno, pobre Dave, con la actitud de Cris me hiciste acordar a mi prima, que salia con un chico y rezongaba porque no servia ni para pelearse, a todo lo que ella decia el contestaba que si y ahi se quedaba, sin decir mas nada jajaja
    y la escena...bué, la escena...no tengo palabras para esa escena, es LA ESCENA!!!!!!!!! me encanto, lo que menos me esperaba era esto, ademas que me rei con todo lo que John le dijo al pobre diablo este...en serio, te quedó realmente espectacular, yo no se que estas haciendo aca, en vez de dedicarte al cine, a llevar cosas asi a la gran pantalla jajaja
    bueno, espero el proximo y ya lei el capitul oque armaste para nuestra "Sociedad anonima" (y no tan anonima)

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  2. jajaja eres muy copada! antes que nada se que no te lo digo a diario pero te quiero muchisimo! y si decides dejar a Maria estoy disponible jajaja ok no xD mi numero 57827334 jajaja no de verdad antes de que diga otra mensada mas! me alegra de a verte conocido! sos una gran amiga y siempre me haces reir! sos una de mis modelos a seguir dentro de 8 años jajaa bueno referente al capitulo quiero decirte que me quieres matar! cada vez este fic se esta volviendo mas adictivo para empezar pones a la Mama de Maria! sabes lo que pense que no la dejaria salir! pero bueno igual mi mama horita! se pone seria con los asuntos de los novios! pero bueno para eso nunca le e pedido permiso xD y bien creo que despues me lo va a dejar pasar! y George! se quiere hacer desentendido como si no supieramos todos a que viene! mira que George es solidario! xD y viene acompañar a la chica en sus dias de soledad! jajaja si todo hicieran asi yo creo que este mundo seria un lugar mejor ok no jajaja y eso que creen que George era el beatle mas callado xD! y Paul hermoso cris te tengo que dar las mil gracias! es un complecto amor Paul siento que cada minuto que pasa me enamoro mas de el! la escena anterior de la cancion me mato y ahora me traes que ya reconocio que le gusto me pone de lo mas emocionada! lo ultimo que quisiera hacer en este momento! es corre hacie el y besarlo jaja que se le va hacer conmigo! y bueno no se que planeara Paul pero presiento que va haber mucho picante xD! (La ultima parte sono muy raro xD) y cris obiamente no estaba agusto con dave! no se si el chaval es ciego o que! cualquiera se daria cuenta y lo peor es que se porto como un complecto idiota a delante! de John! no se yo pero no me importaria si fuera John Lennon a quien golpiaria yo lo lanzo a trompadas! y lo peor apesar de la escenita que armo John tiene razon este tipo lo atrae como su sirviente! y John estuvo tremendamente Genial! es la escena que mas me gusto! lo unico que le hubiera faltado es besar a cris enfrente de el mira que te estoy dando ideas (;! y por mas que cris lo niegue no puede ser asi! y bien evidentemente se arruino la cita! de por si desde antes! y bien cris no iba a permitir eso ojala que no pase a confrotaciones gravez bueno yo me despido! Sayonara (;

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  3. Aiiiins, que Georgie quiere quedarse conmigo en vez de irse con sus compis... ¡Eso es fueeerte! xD
    Ame e capitulo, y te q¡amo a ti, cris, por lo estupenda y genial que eres xP Besos!Amm, y ahora os paso el video de blackbird xP

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