martes, 1 de noviembre de 2011

Capítulo 16: De guitarras y aproximaciones


George subió a su coche sin poder reprimir una sonrisa de satisfacción. No sabía por qué, mejor dicho sí que lo sabía, pero sentía una alegría casi indescriptible por ir a acompañar a aquella chica, a Gwen, a la casa de Strinatti. Y es que, desde el sábado, no se la había quitado de la cabeza. Sus arrebatos de timidez casi extrema le hacían mucha gracia y, además, le parecía muy agradable y a su lado se sentía muy, muy cómodo.

Inconscientemente, condujo de nuevo hacia Heswall.  No había tenido apenas tiempo a nada, sólo de mordisquear un sándwich, peinarse mínimamente y volver a irse por donde había venido hacía menos de una hora. Sin pensárselo dos veces, aparcó delante de casa de la chica. Sabía que lo más correcto sería pasar antes a recoger a Paul, pero al diablo con McCartney, lo recogería después de ir a por Gwen. Total, sólo vivían a unas pocas casas de distancia.

Bajó del coche decidido y llamó al timbre dos veces, como hacía siempre. No tardó ni dos segundos en escuchar cómo se abría la puerta y, al instante, un chiquillo sonriente, de no más de doce años, asomó su cabeza.

-¡Hola!-le saludó.-¡Sí que eres tú! ¡Eres George!

George sonrió divertido antes de contestar.

-Eso creo.

-Gwen sale enseguida.-contestó el chaval.-Está buscando su chaqueta... Por cierto, yo soy Josh, su hermano.

-Encantado, Josh.

-¿En serio la vais a acompañar tú y Paul a comprar una guitarra?-preguntó curioso el chico con los ojos muy abiertos.

-Sí, bueno...-respondió George.-Vamos a ver si le gusta algo...

-Buaaah... Me encantaría ir con vosotros...

-Ni lo sueñes, enano.-le cortó Gwen, que salió por la puerta en aquellos instantes.

George soltó una pequeña carcajada. Todos los hermanos del mundo hacían lo mismo...

Josh se encogió de hombros y se limitó a despedirse de George con la mano. Después, cerró la puerta de casa tras de sí.

-Pobre chaval...-le dijo a Gwen con una sonrisilla pícara sólo con la intención de chincharla.

-Pobre no, es que se pone muy pesado...-contestó ella sonriente mientras se situaba a su lado.-Nos hubiera dado la tarde... Por cierto... ¿y Paul?

-Vamos ahora a por él.-contestó George, un poco más brusco de lo que hubiera querido. No le hacía mucha gracia que la chica empezara a preguntarle por Paul nada más verle. Maldito Macca... Siempre por delante...

Gwen pareció notarlo y bajó la cabeza, como intentando averiguar qué era lo que había hecho mal. Inmediatamente una oleada de culpabilidad golpeó a George.

-¿Y qué?-preguntó jovial intentando corregir su actitud involuntaria de hacía unos segundos.-¿Ya estás preparada para ser una gran guitarrista?

-No soy una gran guitarrista, sólo aficionada.-respondió ella también en el mismo tono.

-Pero lo serás, te lo digo yo.-afirmó George convencido guiñándole un ojo.

Inmediatamente, Gwen apartó su mirada, tímida como siempre, y George reprimió una sonrisilla. Le encantaba que se pusiera así. A decir verdad, disfrutaba provocando en ella ese tipo de reacciones.

Después de caminar unos metros calle arriba llegaron delante de la casa de los McCartney. A George ni siquiera le dio tiempo de llamar al timbre, pues Paul salió de la casa nada más se pararon allí delante.

-Anda con Macca, ¡qué rapidez!-rió George mientras su amigo cerraba la puerta que daba acceso al jardín tras de sí.-¿Es que estabas mirando por la ventana a ver si llegábamos o qué?

-En realidad sí.-contestó Paul divertido.- Os he visto de casualidad y he salido antes de que llamarais. ¿Nos vamos?

*********

El teléfono de la casa sonaba insistente. Con un bufido de fastidio, Chris cerró su libro con fuerza y se levantó para contestar. Era evidente que ni Mike ni su padre iban a hacerlo.

-¿Sí?-contestó de mala gana cuando descolgó el auricular.-¿Quién es?

La chica oyó una risita al otro lado del teléfono. Si no hubiera sido porque era una risa masculina, hubiera creído que eran fans que se había hecho con su número de teléfono. No obstante, no tardó demasiado en reconocer el origen de aquella risa.

-Oye, Lennon, ¿vas a estar así toda la tarde o quieres decir algo aparte de “ja, ja, ja”?-preguntó en tono sarcástico.

-Deja que te dé un consejo, Chris: si alguna vez buscas trabajo no te dediques a ser operadora de teléfonos. Con la alegría con la que contestas al teléfono, espantarías a la clientela.-contestó él divertido.

-Gracias por preocuparte por mi futuro laboral, imbécil.-contestó ella intentando aguantarse la risa. No sabía cómo lo hacía pero si John se lo proponía siempre era capaz de hacerla reír con sus payasadas.- ¿Algo más aparte de tus inútiles consejos?

-Quedemos.-le cortó él tajante a la vez que risueño.

Si en aquellos momentos alguien hubiera pinchado a Chris no habría sacado ni gota de sangre. La chica se había quedado helada por completo ante aquella proposición de John.

-¿Q..q...qué?-consiguió articular ella con serias dificultades al cabo de unos segundos.

-Pues eso, que quedemos.-contestó John como si lo que le estuviera diciendo fuera la cosa más normal del mundo.

-¿Y si puede saber para qué?-preguntó ella extrañada sin todavía haberse compuesto de nuevo tras la sorpresa.

-¡Joder, Chris! No es necesario quedar para nada en particular... Salimos, nos tomamos algo, charlamos... ¡yo que sé! ¿Acaso crees que cuando quedo con mis amigos les doy una lista con las actividades que vamos a hacer?

Chris se mantuvo en silencio durante unos segundos. No le gustaba nada lo que le estaba proponiendo John, aunque si era totalmente sincera, le hubiera encantado quedar con aquel loco con el que lo pasaba realmente bien. No obstante, temía que él fuera por otro camino que ella no estaba dispuesta a seguir por nada del mundo.

-Paso.-contestó ella al fin, seria y decidida.

Un silencio se hizo al otro lado de la línea, incluso la chica llegó a pensar que John había colgado sin decirle nada.

-¿Por qué?-preguntó al fin él suavemente.

-No me vengas con historias, John.-dijo Chris.

-Ya entiendo...-contestó John finalmente. Parecía enfadado, y lo estaba.- La niña malcriada pasa de quedar con Lennon porque tiene miedo de él y del qué dirán, ¿verdad?

-¿En serio eres tan jodidamente egocéntrico que crees que todo gira alrededor tuyo?-preguntó Chris sintiendo como la sangre empezaba a arderle en las venas.-No me apetece y punto. Ya ves, no todo el mundo tiene por qué estar pendiente de ti ni a tu entera disposición.

-Pensé que éramos amigos, pero ya veo que me equivocaba.-contestó él sorprendentemente sereno.

Para Chris hubiera sido mucho más fácil que John le hubiera respondido a gritos y no de aquella manera. Y es que aquel repentino cambio de tono la hizo sentirse realmente mal, como si ella fuera la mala en todo aquello. Se dio cuenta de que Lennon, aparte de saber hacerla reír, sabía cómo manipularla y eso la asustó.

-En fin, supongo que tendrás planes mejores con tus amigos de verdad.-continuó él al ver que no contestaba remarcando ligeramente las últimas palabras.

-Supones bien.-le cortó ella. Se sentía culpable pero tampoco iba a caer tan fácilmente en sus redes.

-Bueno, está bien...-murmuró John entre dientes.-En fin... En realidad llamaba para hablar con Paul... ¿está por ahí?

Chris se quedó de piedra de nuevo. ¿En realidad llamaba para hablar con su hermano? ¿Y a qué había venido todo el numerito que le acababa de montar hacía unos segundos? Debía de reconocer que John también era capaz de sacarla de quicio con sus cosas...

-No.-respondió cortante y seca.-Ha salido.

-Vale, dile que he llamado, ¿quieres?

-De acuerdo.

-Gracias. Hasta la próxima, Chris.

-Adiós, Lennon.

La chica colgó el teléfono con rabia y se volvió a encaminar hacia el comedor. Volvió a abrir su libro por donde se había quedado e intentó volver a concentrarse en la lectura en vano. Leía, sí, pero para ella las frases que estaban escritas no tenían ningún sentido. Sólo era capaz de pensar en John. Cerró, otra vez su libro y se quedó mirando por la ventana frunciendo el ceño durante unos instantes. Fue entonces cuando una lucecita se encendió en su mente y tomó una determinación. Estaba dispuesta a quitarse a John de la cabeza de la manera que fuera, así que sin pensarlo dos veces, se levantó y se encaminó de nuevo decidida hacia el teléfono.

*********************

Gwen estaba completamente maravillada en aquel pequeño almacén en el que acababan de entrar. En realidad no se le podía considerar ni almacén, simplemente se trataba de un sótano bastante bien arreglado de dimensiones bastante reducidas en el que se amontonaban decenas de guitarras de todos los tipos, bajos eléctricos, banjos y hasta un par de baterías.

En aquellos momentos, Strinatti, un hombre pequeño de edad bastante avanzada con cara de hurón, les estaba enseñando un gran repertorio de guitarras eléctricas, entre las que se incluían unas cuantas Rickenbacker, Gibson y otras Fender. A Gwen todas le parecían preciosas, pero Paul y sobre todo George, pronto se pusieron a descartar algunas.

-¿Y de cuánto estaríamos hablando?-preguntó Paul manoseando una Rickenbacker muy parecida a la de John.

-Depende de lo que queráis...-contestó Strinatti.-Pero tened en cuenta que estamos hablando de guitarras muy buenas...

-Y muy manoseadas también.-le cortó George con una sonrisa pícara.

-Bien.-dijo el hombrecito.-Decidme el presupuesto con el que contáis y a partir de ahí hablamos.

Gwen vio como las miradas de Paul y George se posaban en ella.

-Pues...-murmuró ella tímidamente. Le daba vergüenza decir en voz alta el escaso presupuesto con el que contaba teniendo en cuenta que en aquellos momentos estaban viendo guitarras que eran mucho más caras.-Como mucho puedo llegar hasta las 35 libras...

La cara de Strinatti, contento hasta aquellos momentos creyendo que podía vender una de sus guitarras más caras, cambió de repente y se puso tremendamente serio.

-Con 35 libras no creo que haya nada de tanta calidad...-respondió entre dientes mirando hacia las guitarras que todavía manoseaban George y Paul.

-¿Cómo que no?

La pregunta de Paul dejó tanto a Strinatti como a Gwen de piedra.

-Vamos a ver...-continuó él.-Estamos hablando de guitarras de segunda, de tercera y hasta cuarta mano, Strinatti. Con 35 libras puedes vender casi cualquier guitarra que tienes aquí e incluso saldrías ganando.

El hombrecillo se quedó mirándole con una mezcla de sorpresa y enfado a la vez que George trataba de contenerse la risa.

-No te pases de listo.-le contestó secamente.-Tú mejor que nadie sabes el precio de estas guitarras en el mercado.

-En el mercado sí, no aquí.-dijo Paul poniendo una sonrisa de niño bueno.

Strinatti soltó un suspiro de resignación antes de dirigirse de nuevo a Gwen y continuar hablando.

-Si quieres, con ese precio, y sólo por venir con ellos, te dejo una Fender Mustang que me acaba de entrar... El chico que me la vendió apenas la ha usado, por lo que está prácticamente nueva. Según sé, no hace ni tres meses que la guitarra ha salido de la tienda.

El hombre se fue hacia una esquina de la tienda, descolgó de la pared una guitarra de color celeste y se la acercó.

-Es un modelo económico, pero saca buen sonido.-sentenció el hombre mientras la chica la agarraba para verla mejor.

-Yo también he oído eso...-dijo George acercándose y observándola de cerca.-Pero jamás he probado una... ¿puedo?

Gwen sonrió y se la acercó. Después de conectarla a un amplificador que Strinatti tenía por allí, empezó a tocar algunos acordes despreocupado.

-Parece que tienen razón...-murmuró más para sí mismo que otra cosa volviéndosela a dar a Gwen.-Pruébala tú, a ver si te gusta. No es difícil de tocar. Y es manejable.

Gwen agarró la guitarra roja como un tomate ante la expectativa de ponerse a tocar delante de George y de Paul, aunque no le quedaba otra. Si iba a gastarse casi todos sus ahorros en una guitarra, antes la tendría que probar para ver si estaba a gusto con ella.

La chica se colgó la guitarra y después de dudar unos segundos empezó también a tocar unos acordes sin articular ninguna canción en particular, como había hecho George segundos antes. Simplemente quería comprobar cómo sonaba y para eso no hacía falta ponerse a hacer ningún riff de guitarra. La verdad es que le resultaba muy cómoda, pesaba poco y era sencilla de tocar, además, aunque pareciera una tontería, el color celeste de aquella guitarra le había encantado. Y lo más importante, no era necesario ser ningún George Harrison para sacarle un sonido bastante aceptable.

-¿Y bien?-preguntó Strinatti cuando Gwen se descolgó la guitarra.

-Me gusta.-sentenció la chica.

-¿Entonces vas a llevártela?-insistió el hombre articulando una sonrisa en vistas a su posible venta.

-Si con las 35 libras le dejas la guitarra y el amplificador, sí.-le cortó Paul haciendo que Strinatti borrara de inmediato su sonrisa de la cara.

-No puedo hacer eso, Paul.-murmuró el hombre enfurruñado.

-Tú mismo has dicho que es el modelo económico de Fender.-contestó.-Estoy seguro que la guitarra cuesta eso en cualquier tienda. Y teniendo en cuenta que la tuya es de segunda mano... ¡qué menos que le metas el amplificador en el lote!

Gwen sonrió para sus adentros. Jamás se hubiera imaginado que Paul fuera capaz de regatear de esa manera.

-Está bien.-asintió al cabo de unos instantes Strinatti con cara de pocos amigos.-Con 35 libras tiene la guitarra y este amplificador de aquí.

-¿Un Fender Deluxe del 57?-dijo George acercándose mejor.-No es de lo mejorcito que hay, precisamente...

-Vosotros mismos, los demás amplificadores que tengo son demasiado caros para que se los meta en el pack.-le respondió el hombre empezando a malhumorarse.-Y además, vosotros sabéis que el Fender Deluxe del 57 tampoco está tan mal...

-No, no está tan mal...-dijo Paul.-Pero si quieres meterle esto, bájale el precio.

Strinatti masculló durante unos segundos. Gwen temió que les dijera que no pues a ella, que con 35 libras le diera guitarra y amplificador, le parecía una muy buena oferta.

-Sois de lo peor.-dijo al fin el hombre agarrando el amplificador.-Pero por ser vosotros os lo dejo por 32 libras, ni una más ni una menos.

-¿Qué te parece Gwen?-le preguntó Paul mirándola con una sonrisilla.

-A mí me parece bien...-contestó la chica sin acabarse de creer lo que acababa de conseguir.

-Ya has oído, Strinatti, a la chica le parece bien.-le dijo George con la misma sonrisa de autosuficiencia que en aquellos momentos lucía Paul.-Siempre es un placer hacer negocios contigo...

***********

-¿Pero tú estás loca?

Chris lanzó un suspiro. Mary estaba completamente escandalizada por lo que acaba de hacer y en parte sentía que su amiga tenía razón.

-No estoy loca, Mary.-contestó ella en tono exasperado.-Simplemente te digo que no puedo quedar este sábado porque ya lo he hecho, ¿qué es lo que hay de raro?

Hubo unos segundos de silencio al otro lado de la línea telefónica.

-¿Que qué es lo que hay de raro?-explotó Mary finalmente.-¡No me jodas! ¡Me estás diciendo que acabas de quedar para este sábado con David! ¡A solas!

-Sí, eso mismo he dicho.

-¡Sabes que le gustas!-exclamó Mary indignada.-¡Pero él a ti no! ¿A qué viene eso?

-Sólo vamos a quedar, no vamos a cometer ningún crimen. ...-contestó ella sin estar demasiado convencida.

-Dime una cosa, Christine...-le cortó Mary.-Quedas con David para quitarte a John de la cabeza o algo así, ¿me equivoco?

Chris tragó saliva. Mary había dado en el clavo enseguida. Esas prisas por llamar a su compañero de clase y quedar con él para el sábado no se debían a otra cosa.

-No digas tonterías, Mary...-masculló al fin dispuesta a negar la evidencia.

-Ya. Tonterías... Estás utilizando a David, ¿lo sabes?

Por supuesto que lo sabía. Y en aquellos momentos se sintió realmente mal por lo que acababa de hacer, aunque por nada del mundo fuera a rectificar.

-Yo no utilizo a nadie, Mary. Estás sacando las cosas de quicio...

-Mira, no me parece bien lo que vas a hacer. Pero allá tú... Al fin y al cabo tengo la sensación de que vas a hacer lo que te dará la gana... Mañana nos vemos, ¿vale?

-Vale...-dijo Chris con un suspiro antes de colgar el teléfono.

**************

Alice miró su reloj una vez más. En teoría se suponía que había quedado con Paul, pero no osaba a ir a su casa y presentarse allí como si tal cosa. ¿Y si el chico sólo le había dicho que se pasara por su casa para quedar bien? Pero, pensándolo bien, si sólo lo hubiera dicho para eso no le habría concretado una cita exacta para que acudiera a su casa...

Hecha un mar de dudas, se dejó caer dando un fuerte suspiro sobre su cama. Quizás debería presentarse en su casa... Le constaba que Chris estaba por allí, la acababa de ver hacía un rato jugueteando distraída con Monster en el jardín, y si Paul no estaba o cualquier otra cosa por el estilo, siempre podría disimular haciendo como que había ido a ver a la chica. Estaba a punto de levantarse decidida ya a hacer eso cuando unos golpecitos insistentes en la ventana de la habitación le llamaron la atención. ¿Estaba soñando o alguien le estaba tirando piedrecitas?

Alice se levantó, se dirigió hacia la ventana y miró hacia abajo. No pudo evitar articular una inmensa sonrisa cuando que el que tiraba las piedrecitas no era otro que Paul desde el jardín de su casa. Con aire divertido abrió la ventana.

-¿Es que no te acuerdas de mí?-preguntó Paul articulando una enorme sonrisa cuando la vio asomarse.

Alice sintió como el corazón le daba un vuelco y se sintió un poco tonta por haber dudado de él hasta hacía unos pocos segundos.

-No, no me he olvidado.-contestó risueña.-Déjame un par de minutos y estoy en tu casa.

La chica cerró la ventana, se miró en el espejo, se arregló un poco el pelo y bajó como una bala las escaleras. Sin dar mayores explicaciones a sus padres que un escueto “estoy ahí al lado”, salió de la casa y se dirigió a la casa de los McCartney, donde Paul ya la estaba esperando en la puerta que daba acceso al jardín fumándose un cigarrillo con aire despreocupado.

-Hola.-saludó él tirando la colilla al suelo y pisándola con la punta del pie.

-Hola.

Paul le abrió la puerta.

-Pase usted, señorita.-dijo el chico fingiendo una reverencia, cosa que arrancó una carcajada de Alice.-¿Preparada para hacer de jueza suprema?

-Por supuesto que sí.-respondió ella divertida.-Pero seré extremadamente cruel con mis opiniones.

-Así me gusta.-rió Paul.

Y dicho esto, los dos se dirigieron hacia el interior de la casa entre risas.

*********

Paul acabó de cantar, dio un pequeño acorde final y dejó su guitarra sobre la cama.

-¿Y bien?-preguntó mirando a Alice.-¿Qué te ha parecido?

Alice se quedó mirándolo fijamente, ensimismada, antes de contestar y Paul se fijó en sus ojos. Le encantaban.

-Creo que es una canción preciosa, en serio.-respondió al fin. Parecía sincera.-Una cosa... ¿eso qué dices es francés?

Paul soltó una risita. Alice había estado pendiente.

-Lo intenta.-bromeó.-¿En serio te gusta? En realidad es una parodia...

Alice se quedó extrañada.

-¿Una parodia?

-Sí. De las canciones francesas que se llevan tanto ahora. Son una auténtica ñoñería...-rió él.-De ahí el francés y el título de la canción.

-Michelle...-murmuró Alice con una sonrisilla.-Muy francés, sí señor...

Paul sonrió y sacó un cigarrillo de la cajetilla que había sobre la mesa de la salita.

-Por cierto...-dijo de repente Alice. Paul levantó la mirada. Alice lo miraba fijamente y en su expresión adivinó cierto miedo o vergüenza a decir lo que iba a decir.

-Dime...-la animó mientras se encendía su cigarrillo.

-Verás...-continuó ella dubitativa.-La otra noche me dijiste que la letra original de Yesterday era...

Paul soltó una carcajada. Recordaba perfectamente aquella parte de la conversación, aunque en aquellos momentos hubiera estado completamente colocado.

-La canción, antes de tener un título decente, se titulaba Scrambled Eggs.

Alice no pudo reprimir una carcajada sonora, cosa que hizo que Paul se echara a reír también.

-¡Venga, va! ¡Me estás tomando el pelo!-exclamó ella aún entre risas.

-¡No!-contestó él levantando las manos.-¡Lo juro!

-¡Eres un mentiroso!

-Vamos a ver, Alice, la canción se me ocurrió mientras dormía, me levanté corriendo y me puse a tocarla y a cantar lo primero que me vino a la cabeza para que no se me olvidara...-aclaró Paul intentando contenerse la risa.-Y el resultado fue Scrambled Eggs.

-Menos mal que le cambiaste el título...

-Y la letra... No me acuerdo exactamente de cómo era ahora, pero era digna de escucharse.-rió Paul.

-Tú no estás bien de la cabeza.-sentenció Alice divertida.

-Bueno, eso creo que es defecto de fábrica.-rió Paul inclinándose hacia adelante, aproximándose intencionadamente hacia la posición de Alice.

Permanecieron así unos instantes, mirándose. Y entonces Paul, después de comprobar que no le apartaba la mirada ni nada por el estilo, se acercó todavía más, casi de manera inconsciente. Otros segundos de espera, a escasos centímetros de su cara. Sólo faltaba otro leve acercamiento y sus labios entrarían en contacto... 

Y entonces, como si de un huracán a pequeña escala se tratase, Monster entró en la pequeña salita ladrando como un loco. Alice pareció reaccionar y, parpadeando, se apartó decidida de Paul.

-Es muy tarde, Paul, tengo que volver a casa.-dijo, aunque sonriendo.

El chico, todavía maldiciendo a su perro para sus adentros, asintió y la acompañó hasta la puerta.

-Gracias por la invitación.-dijo la chica antes de despedirse de él.-Ha sido un placer.

-El placer ha sido mío.-respondió él sinceramente.

-Adiós, Paul.

Con un movimiento rápido, la chica se puso de puntillas y le dio un rápido y suave beso en la mejilla, para después alejarse por la acera en dirección a su casa. Paul se quedó mirándola como un bobo con una sonrisilla en la cara mientras se tocaba la mejilla con la punta de los dedos. Aquello le había pillado completamente por sorpresa, pero le había gustado. Y tanto que le había gustado...


Bueno chicas! Aquí está el capi number 16. Ya veis, la gente esta noche se entretiene invocando a espíritus y gilipolleces varias o viendo pelis en las que muere todo el mundo excepto el chico guapo y la chica guapa, y yo me entretengo acabando este capi que lo tenía abandonado, al pobre...
Espero que os haya gustado, incluido el cambio a lo malo de Chris, que está en plan un poco maquiavélico por el temita de que parece que piensa "que el fin justifica los medios"... Ya veremos como acaba la cosa, que muy bien ya avanzo que va a ser que no...
Paloma, me pediste una foto de tu nueva guitarra, aquí la tienes, una como la de Kurt Cobain, la Fender Mustang, que salió en el 64 y la tuya en azul celeste. Y bueno, el amplificador como que no es una gran cosa de ver, pero también te cuelgo la foto para que veas (tía, te acabas de comprar el ampli que se compró John en el 60). (Nótese que como buena historiadora me he documentado bien antes de escribir, no es que yo sea una crack con las guitarras, eso mi padre que se ha pasado el pobre 38 años fabricando y de eléctricas como que tampoco, jajajaja).


Y bueno, pues que feliz Halloween, Todos los Santos o lo que celebréis en vuestra zona! 
Besotes y a pasarlo muy muy bien! :)
 


2 comentarios:

  1. Mujer estas completamente loca! y amo a tu locura! jajajaj me parece perfecto que te hayas remitido a las fuentes para lo de las guitarras...tu papa faricaba??? (envidiaaaaaa, tengo envidiaaaa XD)
    Mmm....Mmmmm...Mmmmmmmmmmmm eso de utilizar al pobrecito David, no me gusta nada...estamos ante el lado oscuro de Cris!
    Pobre Gwen, me imagino como habra transpirado,encima que Paul regatea como un turco XD y George ahí, tan lindo...y encima teniendo que tocar delante de todos ellos, como que yo me hubiera desmayado!
    Y bueno, ya tenemos a Paul bastante agarradito con Alice...Monster creo que no se va a salvar de una patada por parte de su dueño enamoradizo, que ha estado a un centimero de besar a su linda vecina y el perro le arruino el pastel!
    Bueno, que decirte, aparte de que te quiero y que me voy a casar con vos (?) jajajjajaj que loca ando hoy...hablando de casar, mi vecino, el enamorado de mi madre, me trajo el cuadro que me prometio y ahora le hablo XD todo sea por los Beatles...
    Espero el proximo capi, y tambien espero a los inocentes niñitos que vendran a pedirme golosinas y yo los asustare vestida de morsa XD naaaaa por aca no festejan mucho ni la Noche de Brujas, ni el dia de los Santos, ni de los Muertos, ni de nada...las fiestas mueren de hambre con nosotros!

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  2. Criiiis, happy all hallows even day, vamos feliz vispera de todos los santos (halloween, cuantos nombres no?)
    Te dije cual era mi color preferido? Pq si no te lo dije, TU lo has adivinado, si seÑora, azul!
    Me encanta la guitarra, T__T La vi en el melodyt
    (Que es la mejor tienda de instrumentos en cordoba, ademas esta el hofner de Paul en el escaparate, mi madre decia que era un violin, y yo que iba a por una cosa de mi guitarra, casi ni entre, embobada con el bajo, jjjj)
    Me ha encantado, que insistente este George, al final toque, no te digo yo xD
    Me ha encantado, por mi. y bueno, por Alice, Dios que nervios, cuando todo, a pasado, pero tengo que dejarlo atras, prq soy Gwenn, Gwenndolyn Montrose, y me gusta George Harrison, (uno de los mejores guitarristad de la historia, aunque mi padre diga lo contrario)
    Que mal lo tuyo, y John, ya sabes... MU TRISTE!
    Como te quedas? Tengo un examen... Esto... Mañana de musica, y como casi todo es de normas de acentos, acordes, etc, y partes y cosas, de la guirtarra, ya me se casi todo, amm, el minué tambien me lo se, y la musica en los anuncios jjjj, me falta la bio, del amigo 'Bocherini' las ganas que hay... Bueno te dejo, y que sepas que mis numerosas faltas ortograficas, son pq estoy desde el movil jj (No te chivess a mi profe de Litera y Lengua)
    Kiss and Hugs! Me despido, que me he comprado otro libro: Ladrones de Sueños, ya te contare de que va...
    Besos, que me voy al cementerio, a arreglar las lapidas de mi bisabuelo y mis tatarabuelos...
    Ciao, amiga! (K)

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