lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 18: Un camino sin retorno


John contuvo una mueca de dolor, todavía con los ojos cerrados. Una punzada en la sien le había despertado. Entreabrió los ojos y el sol le dio en la cara, haciendo que soltara un bufido de fastidio. Los hubiera vuelto a cerrar inmediatamente si no hubiera sido porque se dio cuenta enseguida de que no estaba en su casa. Fue entonces cuando se percató de que había estado durmiendo en el sofá del piso de Ringo.

-Buenos días, bella durmiente, ¿o mejor debería darte las buenas tardes?

John se incorporó y miró a su amigo, que lo observaba desde una silla cercana.

-¿Por qué coño estoy aquí? ¿Y qué hora es?

Ringo miró su reloj antes de contestar.

-Son casi las dos y media.-contestó.-Y respondiendo a tu primera pregunta, estás aquí porque ayer pillaste tal mierda que ni tan siquiera hubieras sido capaz de volver a tu casa arrastrándote.

-Ya... Y supongo que tú también ibas demasiado pedo como para acercarme...-sonrió John mientras se revolvía el pelo.

Su amigo se quedó mirándolo durante unos segundos antes de contestar. A John le chocó lo serio que se había puesto de repente.

-Veo que no te acuerdas de nada...-murmuró Ringo finalmente.-Te aseguro que con todo lo que te dio por decir, llevarte a casa no hubiera sido lo más recomendable...

John abrió los ojos de par en par.

-¿Qué coño me estás contando?-preguntó con la voz pastosa.

-Pues que anoche después de que te encontraras con... bueno, ya sabes... Te pusiste bastante mal... Se te soltó la lengua más de la cuenta...-aclaró Ringo.

-¿Encontrarme con quién?-preguntó John nervioso. No se acordaba de nada.

Ringo lanzó un suspiro.

-Con Chris.-contestó al fin.

John notó como se le helaba la sangre. Seguro que aquel encuentro no había sido muy agradable por lo que podía interpretar.

-Mierda.-fue lo único que fue capaz de articular.-Cuéntame que pasó.

-Yo qué sé... Sólo vi que os estabais peleando. Tú ibas borracho como una cuba y ella estaba con otro chico, en un banco.

-¿Con otro?-John casi saltó del sofá.

-Sí... Según nos contó Mary, aunque no te acuerdes, es un compañero suyo de la universidad.-Ringo hizo una pausa y se quedó mirándole. Su expresión tuvo que ser tan obvia, que pronto se apresuró a aclarar:-Sólo son amigos y Mary tiene la sensación de que a Chris le cae hasta un poco mal. No sabía muy bien por qué había quedado con él...

John se revolvió el pelo con la mano derecha, pensativo.

-Armé un escándalo, ¿no?-dijo al fin.

Ringo asintió.

-Te saqué de allí y nos vinimos aquí antes de que destrozaras a patadas todas las papeleras de la ciudad...

-Joder...-masculló.

-Y bueno, cuando llegamos aquí Mary intentó tranquilizarte contándote lo que te he dicho y...

Ringo dudó entre continuar o no.

-¿Y qué?-insistió John impaciente.

-Pues que digamos que te sinceraste con nosotros.-contestó Ringo.-Sabía que te gustaba... Pero no hasta ese punto...

John bajó la cabeza avergonzado y calló. A saber lo que les había dicho. Lo peor es que no era a Ringo sólo, sino que también se lo había soltado a Mary.

-Jamás te había visto llorar.

John levantó la cabeza de repente.

-¡¿Qué?!-exclamó sorprendido.-¿Que me puse a llorar?

-Como un crío.-respondió Ringo con una sonrisa amarga.-Pero tranquilo, no saldrá de aquí.

-Gracias.-masculló John desviando la mirada hacia la ventana. Estuvo unos segundos así, con la vista perdida y escuchando a las gaviotas a lo lejos, pensando.-Entonces ya lo sabéis todo, supongo.

-Supones bien.

-Quiero a esa mocosa.-murmuró mirando todavía por la ventana.-Joder, Rich, y tanto que la quiero.

-Lo sé.-dijo Ringo levantándose de la silla. Después, dándole unos golpecitos amistosos en el hombro a John, añadió:-Estás metido en una buena, Johnny, en una buena...

John soltó una risita entre dientes mientras Ringo se sentaba a su lado.

-Joder Lennon, apestas.-dijo Ringo en un claro intento de hacer reír a su amigo.-Corre, ve y date un baño antes de que te lleve a casa, cerdo.

John se miró la ropa. Todavía llevaba lo de la noche anterior y debía de reconocer que Ringo tenía razón. Apestaba. Sonrió y se levantó del sofá. Lo mejor sería hacerle caso a su amigo y darse un buen baño caliente. Al fin y al cabo, aparte de ayudarle con la resaca que tenía, meterse en la bañera también le ayudaría a pensar.

***********

Chris llevaba dando vueltas en la cama desde hacía más de una hora. No le apetecía levantarse todavía, aunque sabía que, siendo la hora que era, tarde o temprano su padre entraría para “despertarla”. No obstante, prefería alargar el momento de bajar y encontrarse con Paul, a quien seguro le iba a faltar tiempo para preguntarle qué tal le había ido su cita del día anterior. Chris tenía clara una cosa: no iba a decirle nada de lo que había pasado. Intentaría darle largas y dejarle entrever que la cosa no había ido demasiado bien para que no insistiera más de la cuenta, aunque eso, con el cotilla de Paul, seguramente no iba a funcionar.

Oyó pasos por las escaleras y llamaron a la puerta. Cerró los ojos inmediatamente y fingió estar dormida, una habilidad que había desarrollado desde pequeña.

-Ey, dormilona, despierta.

Chris fingió revolverse en su cama, como si la hubieran molestado.

-Es tarde, Christie.

La chica abrió los ojos y se incorporó lentamente sobre su cama. Mike la miraba desde la puerta de la habitación.

-Buenos días...-masculló ella desperezándose.

-Buenos días.-respondió él con una media sonrisa.

Chris hizo ademán de levantarse de la cama pero entonces Mike hizo algo que la sorprendió. Con un gesto rápido, cerró la puerta de la habitación sin hacer ruido y corrió a sentarse en la cama de su hermana.

-¿Qué pasa?-se extrañó ella.

-Pareces una loca cuando te levantas, con esos pelos.-dijo Mike sonriendo mientras empezaba a acomodarle el cabello.

-Supongo que tú te levantas peinado, ¿verdad?-le replicó ella todavía contrariada por la actitud de su hermano.

-Oye, Chris... ¿va todo bien?

Chris le dedicó una mirada confundida a Mike. Por supuesto que no iba todo bien, pero Mike no sabía nada de aquello, así que no entendía el porqué de la pregunta.

-¿Y por qué no iba a ir todo bien?

-Verás...-Mike se acomodó un poco mejor en la cama.-Creo que tienes problemas con John...

Chris tragó saliva. ¿Cómo podía saber Mike aquello? El único que le podía haber contado algo era Paul. Iba a matarlo cuando lo viera, seguro.

-¿Con Lennon? ¿Problemas yo? ¿Pero qué dices?-preguntó indignada mintiendo lo mejor que sabía.

Mike se quedó mirándola y esbozó una leve sonrisa.

-Entonces supongo que me podrás explicar por qué anoche me lo encontré reventando a patadas una papelera mientras gritaba pestes sobre ti...

-¿Q...que te lo encontraste cómo?-balbuceó ella. De buen grado se hubiera vuelto a meter debajo de las sábanas para esconderse.

-Pues eso, lo que oyes. Pero de ti no decía nada malo. Bueno, sí, que eras una idiota por ir con un payaso como el tonto del culo ese, creo que dijo.-Mike hizo una pequeña pausa y la miró a los ojos. Chris rehuyó su mirada al cabo de unos segundos, haciendo que Mike volviese a hablar.-Oye... Ni sé quién es el “tonto del culo ese” que dice John ni sé qué ocurre con vosotros dos... Pero escucha... si John te da problemas... Sé que es muy amigo de Paul y que te puede dar apuro decírselo... pero a mí me lo puedes contar y le paro los pies, te lo prometo.

-Tranquilo Mike...-contestó la chica en un susurro.-No ocurre nada.

-Sí que ocurre, pero pasas de contármelo.-le replicó su hermano algo molesto.

-De verdad...-Chris sacó fuerzas para mirarle a los ojos.-Es todo muy complicado... Pero déjale en paz. No te metas en líos con John... De todas maneras creo que tenía razón.

Mike la miró extrañado.

-No te entiendo, Christie... De veras que no te entiendo...-masculló al fin.-Por lo menos me podrías decir quién es el tonto del culo al que se refería...

Chris soltó una risita amarga entre dientes.

-Es el chico con el que salí ayer, un compañero de clase.

-¿Tienes novio?-le cortó Mike sorprendido.

-No, qué va... Y menos ése...-Chris contuvo una mueca de asco.-Fui una idiota por salir con él. Es buen chaval y tal, pero Lennon tiene razón: es un tonto del culo.

Mike sonrió y se levantó de la cama.

-De todas maneras todavía no me explico  por qué John estaba así anoche... Pero supongo que no me lo vas a contar, como siempre.-Mike lanzó un suspiro mientras volvía a abrir la puerta.-Mira, Chris, si quieres un consejo, no te compliques la vida. Ya sabes a lo que me refiero...

-Gracias, Mike.-contestó ella aliviada porque su hermano no hubiera insistido en el asunto de John.

-En fin, vístete. La comida ya está casi a punto.

************

Gwen estaba sentada en su habitación, con su guitarra nueva y mirando por enésima vez las partituras que George le había traído la tarde anterior. George... La verdad es que aquel chico estaba rompiendo los esquemas que Gwen tenía montados en su cabeza por completo. Primero, George no era para nada el Beatle callado, si acaso era al que menos le gustaba hablar con los medios, pero en realidad de callado, nada. Tenía un sentido del humor enorme y era capaz de arrancarle a Gwen una carcajada cuando se lo proponía. Segundo, era un chico normal y corriente, como cualquier otro. No era un idiota con el ego subido hasta límites insospechados como ella pensaba que sería. Y eso le gustaba.

Todavía no había asimilado muy bien que George Harrison hubiera estado en su casa hasta casi las cinco de la madrugada. Cuando la invitó a irse a cenar con ellos y ella declinó la invitación porque le habían prohibido terminantemente que saliera ese fin de semana, lo último que se esperaba era que George se ofreciera para quedarse a cenar con ella. No admitió ni una réplica, le gastó un par de bromas, y salió de casa pitando para avisar a Paul de que no iba a ir con ellos aquella noche. Regresó pasada la media hora, cuando Gwen ya empezaba a sospechar que se lo había pensado mejor y se había ido con sus amigos, con una ración enorme de fish and chips bajo el brazo, con la que según los cálculos de Gwen hubieran podido comer cuatro personas, y una bandeja de pastelitos. La chica no había podido contener la risa cuando abrió la puerta y se lo vio plantado allí, con toda aquella comida y disfrazado con una barba postiza, un sombrero y una gabardina vieja. Lejos de enfadarse, George había estallado también en una enorme carcajada y había entrado en la casa de nuevo.

Cenaron casi al instante, porque según George se “estaba muriendo de hambre” y así debía ser porque arrasó prácticamente con todo. Incluso acabó comiéndose lo que le sobró a Gwen.

-Mi madre siempre me ha dicho que en la casa donde yo esté no hacen falta perros: ya me como yo las sobras.-había bromeado mientras Gwen le daba el plato con lo que le había sobrado entre risas.

Después de cenar se habían sentado en el sofá y habían intentado ver una película de suspense que daban por televisión y que tenía buena pinta. No obstante, ni uno ni otro se habían enterado de nada porque ya se había encargado George de hacer chistes en los momentos cruciales y cargarse toda la intriga.

Y cuando terminó la película, allí estuvieron los dos, charlando y contándoselo todo, tocando las guitarras y hasta jugando al Monopoly. Fue así como, cuando menos se dieron cuenta, estaba empezando a amanecer y George se había ido a su casa, no sin antes hacerle prometer a Gwen que lo acompañaría a tomarse una cerveza “o lo que quisiera” esa semana.

Y ahora allí estaba ella, pensando en cada momento de la noche anterior y volviendo a reír, ella sola en su habitación, cuando se acordaba de alguna de las locuras de George. La verdad es que ya estaba deseando quedar con él para tomarse algo. Y es que, jamás, en toda su vida, se había sentido tan a gusto al lado de un chico.

**************

Mary miró atónita a su madre.

-¿Qué dices?-preguntó todavía perpleja.

-Pues que si le viene bien a ese novio tuyo que tienes, podría venir a tomar el té el domingo que viene.-contestó la mujer como si aquello que le estuviera diciendo fuera lo más normal del mundo y después, con una sonrisa, añadió:-Digo yo que tendré que conocer al chico que va con mi hija, ¿no?

Mary se quedó en silencio unos momentos. El temido momento de las presentaciones había llegado. Desde un primer momento sabía que tarde o temprano tenía que suceder, pero a decir verdad ella prefería que fuera más tarde que temprano. Y encima estaba “lo otro”. Y es que su madre no tenía ni la más remota idea de quién era el novio de su hija. En cuestión de segundos, decidió que lo mejor sería decirle a su madre de quién se trataba para evitar la sorpresa en cuando lo viera aparecer por allí.

-Verás, mamá...-empezó a decir la chica todavía dudando de si iba a hacer bien o por el contrario iba a meter la pata.-Creo que debes saber algo sobre él...

Su madre le dedicó una mirada extrañada.

-¿No será un delincuente o algo por el estilo?-preguntó al fin con cara de miedo.

Mary soltó una pequeña carcajada.

-No, mamá, claro que no.-contestó.-Es que igual sí que sabes quién es.

-¿Cómo? ¿Que le conozco? ¿Es un chico de aquí del barrio?

-No exactamente.-respondió ella.

-¿Y de qué lo conozco, si se puede saber?

-He dicho que sabrás quién es, no que lo conozcas.-la corrigió Mary intentando alargar el momento de decírselo lo máximo posible de manera deliberada.

-¡Ay, hija, no sé a qué vienen tantos misterios, de verdad!-la mujer estaba empezando a impacientarse.-¿Quién es ese novio misterioso tuyo?

Mary cogió aire antes de contestar.

-Se llama Richard, Richard Starkey.-contestó finalmente.

Su madre se quedó pensando durante unos instantes.

-No me suena ningún Richard Starkey, Mary. Creo que te equivocas, no sé quién es ese chico.

-¿Y si te digo que casi todo el mundo le conoce como Ringo Starr?-preguntó la chica con un hilillo de voz.

Su madre se quedó mirándola, con los ojos muy abiertos. Todo el mundo en Liverpool, aunque tuviera noventa años, sabía quién era Ringo Starr o cualquiera de los otros chicos. Mary notó como se le hacía un nudo en el estómago mientras la mujer la miraba incrédula.

-¿Pero qué dices? Me estás tomando el pelo...-dijo al fin.

.-No, no te tomo el pelo. Es cierto, mamá. Estoy saliendo con él.-sentenció ella con una voz que sonó mucho más decidida de lo que en realidad estaba.-Sabes que Chris es hermana de Paul McCartney. Nos conocimos a través de ellos.

-Pero hija...-balbuceó la mujer.-Sabes que salir con una persona así puede ser muy complicado...

Mary suspiró.

-Lo sé, mamá.

-Y aun así...

-Sí, aún así.-le cortó ella.-Es un encanto y se porta muy bien conmigo, te lo aseguro. Y le quiero, mamá... ¿Entonces le llamo y le digo que el domingo que viene venga a casa?

Su madre sonrió.

-Sí, claro.-contestó.-Tendré que conocer al famoso Ringo Starr en persona. Creo que el hecho de que sea mi yerno es motivo suficiente, ¿no?

Mary sonrió y le dio un abrazo a su madre antes de levantarse y dirigirse hacia el teléfono. La verdad es que había esperado que se pusiera hecha una furia cuando se enterara de que salía con uno de “esos melenudos”, como ella les llamaba, pero no había sido así. Sonrió mientras descolgaba y empezaba a marcar el número de Rich. Todo iría bien, de eso estaba segura.

************

Paul estaba tirado en el sofá de casa, aburrido, pero con una pereza tan grande que le impedía levantarse a hacer otra cosa. Su padre había salido con su tío a ver el partido que jugaba el Everton esa tarde en Goodison Park, Mike estaba tocando arriba la guitarra y Chris ya tenía bastante huyéndole para que no le preguntara sobre su cita de anoche. La muy tonta pensaba que lo hacía disimulado y todo. Anda que... cuando pillara a esa enana la iba a acribillar a preguntas, por huirle.

Rebuscó entre los bolsillos del pantalón vaquero que llevaba puesto y sacó la cajetilla de tabaco. La abrió ya pensando en lo bueno que era estar un domingo de resaca sin hacer nada más que fumar mientras escuchaba música o miraba la tele y lanzó un “¡mierda!” que resonó en el comedor vacío cuando comprobó que no le quedaba ni un mísero cigarrillo. Con un bufido de fastidio se levantó del sofá y se fue arrastrando los pies hasta el cajón donde solían guardar el tabaco y lo abrió. Sólo había la mierda de tabaco negro que fumaban su padre y su hermano, un tabaco apestoso que él no soportaba. Cerró de nuevo el cajón y subió escaleras arriba. La única que podía tener un tabaco “fumable” era su hermana.

Sin llamar a la puerta, entró en la habitación de la chica. Ella estaba allí, tirada en su cama, leyendo un libro.

-Oye, tú.-le dijo por todo saludo.-¿Tienes tabaco?

-Tengo nombre, ¿sabes?-le replicó ella molesta.-Y se llama a la puerta antes de entrar a los sitios.

-Sí, mamá, disculpa...-contestó él divertido poniendo voz de niño pequeño.

Acto seguido, salió de nuevo de la habitación y cerró la puerta detrás de sí. Esperó unos segundos intentando aguantarse la risa y llamó con los nudillos a la puerta. No obtuvo respuesta, así que entró de nuevo. Chris lo estaba mirando alucinada sentada en la cama.

-Hola, Christine McCartney, ¿tienes tabaco, por favor?

-Tu idiotez está tocando techo, hermanito.-contestó ella divertida.- Y no, no tengo tabaco. Busca en el cajón del comedor.

-No hay, ya he mirado. ¿O crees que habría subido a molestar a la señorita que me huye por nada?

-Yo no te huyo.

-Mierda seca.-contestó con una sonrisa pícara.-Lo que no quieres es que te pregunte...

-No seas tonto, Paul.

-Por cierto... ¿cómo fue tu cita de anoche?-preguntó él entre risas.

Chris lo miró seria y Paul cambió enseguida su expresión. Algo no iba bien.

-¿Qué pasa?-preguntó ahora serio.

-Nada, que fue un desastre.-contestó ella sincera.

-¿Un desastre en qué sentido?-se apresuró a decir él impaciente empezando ya a pensar cosas raras.-¿Hizo algo el idiota ese? Porque si lo hizo voy yo y le cruzo la cara de dos...

-Ey, ey, ey, matón de cuarta, para el carro...-le cortó la chica esbozando una sonrisilla.-Un desastre porque es un tonto, nada más.

Paul suspiró aliviado y volvió a sonreír.

-Ah, menos mal.-respondió.-Siento que el príncipe te saliera rana.

-Es que no fue príncipe en ningún momento.-rió ella.-Anda, lárgate y compra tabaco. Y ya que vas me pillas a mí también un par de cajetillas.

-¡A sus órdenes, mi general!-bromeó Paul antes de salir de la habitación.

Todavía le dio tiempo a escuchar a Chris soltar un “idiota” entre risas mientras empezaba a bajar las escaleras. Pilló una chaqueta, salió de casa y se fue a un bar cercano a comprar el tabaco.

Volvía ya, absorto en sus pensamientos y pensando en que quizás debería llamar a John para que le ayudara a dar forma a una melodía que tenía en mente, cuando de repente se topó con ella casi en la puerta de su casa.

-¡Alice!-exclamó sonriente cuando casi chocó con ella por la acera. No esperaba aquella sorpresa tan agradable.

-Hola Paul.-saludó ella devolviéndole la sonrisa.-¿Qué  hay?

-Nada, de comprar tabaco.-contestó él.-¿Y tú?

-Vengo de ver a Gwen. Me ha enseñado la guitarra que se ha comprado. Ya me ha dicho que le regateaste al tipo ese lo que no está escrito...

Paul soltó una carcajada.

-Bah, ese Strinatti es un caradura, para comprarle algo hay que ser como él si no quieres que te estafe.-le respondió y, después, dispuesto a no dejar escapar a Alice tan fácilmente, se apresuró a preguntarle:-¿Y tú te ibas ya a casa?

-Sí, ese era el plan.

-Ya... –masculló él poniéndose un poco nervioso, cosa muy poco habitual en él.-Y supongo que no te apetecerá ir a tomarte un café o algo por ahí, ¿no?

Alice se quedó mirándole durante unos instantes.

-¿Y por qué no?-dijo finalmente con una sonrisa.-Todavía es pronto, así que vamos.

-Perfecto, espera y pillo el coche.

Paul se apresuró a entrar en la casa. Dejó el tabaco sobre la mesa y salió corriendo de nuevo en dirección al garaje. En menos de dos minutos ya estaba con el coche a punto.

-¿Te parece si vamos al centro?-le preguntó a Alice cuando ésta entró en el coche.

-Vale.-contestó ella risueña.-Todavía no conozco mucho la ciudad, así que llévame donde quieras.

En menos de media hora ya habían llegado a su destino. Paul aparcó el coche en una calle no demasiado transitada y dentro del coche se puso una barba postiza y unas gafas sin graduación para evitar que lo conocieran. Alice casi se murió de la risa cuando lo vio con esas pintas.

Entraron en una cafetería cercana a donde habían aparcado, acogedora y sin demasiada gente. Ninguno de los clientes pareció reconocer a Paul y todo fue sobre ruedas. Pidieron un par de cafés con galletitas y estuvieron charlando durante largo tiempo allí dentro, hasta que Alice le dijo que era hora de volver a casa. Si hubiera sido por él, se hubiera pasado allí horas y horas.

Salieron de la cafetería cuando ya había anochecido y volvieron a Heswall sin parar de hablar ni un segundo durante todo el viaje.

-Oye, Alice.-le dijo Paul cuando aparcó delante de sus casas.-Me preguntaba si el próximo sábado querrías salir un rato conmigo... digo, con nosotros.

-Bueno...-contestó ella.-Tú avísame cuando quedéis y ya te digo algo, ¿vale?

-Vale...-murmuró él clavando sus ojos en los de la chica.

Paul pensó que aquel era el momento perfecto. Habían pasado la tarde juntos, habían reído, se habían contado un montón de cosas y encima tenía ahora, en su coche y a escasos centímetros, a la chica que le gustaba. Casi sin pensarlo, se inclinó hacia ella para hacer lo que tanto estaba deseando: besarla. Ya casi podía sentir el contacto de sus labios en los suyos, cuando ella, con un gestó suave y rápido a la vez, se apartó hacia atrás. Paul levantó la mirada, contrariado. No estaba acostumbrado a que ninguna chica le hiciera eso.

-He de irme, Paul.-dijo ella con una sonrisa, como si nada hubiera pasado.-Entonces nos vemos el sábado, ¿no?

-Claro, el sábado nos vemos...-contestó él aún sin saber muy bien qué hacer.

Alice salió del coche y se dirigió con paso firme hacia el interior de su casa mientras Paul la miraba con una sonrisa pícara en los labios.

-Alice, Alice...-murmuró para sí mismo.-Cómo te gusta jugar conmigo...

***********************

Habían acabado de cenar hacía un rato y Chris, como siempre, ató a Monster y salió de casa. Caminó calle arriba, con pocas ganas. La verdad es que hacía bastante frío y pasear al perro en esos momentos no le resultaba demasiado agradable. ¡Con lo bien que se estaba a aquellas horas en casa!

Estaba a punto de regresar a casa cuando un Mini se paró delante de ella. Chris sintió como le daba un vuelco el estómago hasta que reconoció el coche. Era él.

-Hola.-fue ella la primera que saludó cuando John bajó la ventanilla, aunque lo hizo con tono áspero.

-Hola.-le respondió él.-¿Cómo estás?

-Muy bien, gracias.-le respondió ella empezando a andar calle abajo.-Y buenas noches.

La chica oyó como John bajaba del coche y cerraba la puerta. En dos grandes zancadas se puso a su altura y empezó a caminar a su lado, con la cabeza gacha.

-Quería hablar contigo.-le dijo él.

-¿Y no puedes hablar conmigo en otro momento que no sea mientras estoy paseando al perro? Ya cansas con tus apariciones, Lennon.-le replicó ella sin mirarle y continuando con paso decidido.

-Joder, Chris, ya está bien.-le dijo John poniéndose delante de ella y cortándole el paso.

Christine se quedó parada y le dedicó una mirada de odio.

-¿Vas a dejarme pasar o no?

-No hasta que no me escuches.-le contestó él suplicante.-Creo que te debo una disculpa por lo de anoche. Iba borrachísimo, lo siento.

-¡Oh! ¡Menos mal! Al menos te disculpas por habernos tratado como a una mierda.

-Lo siento por lo que te dije a ti, no por lo que le dije a él.-añadió John apretando fuertemente la mandíbula.

Chris soltó un bufido y lo apartó a un lado, con la intención de irse de allí en cuanto antes.

-No.-dijo John agarrándola de la mano.-No te vayas. Espera un momento.

La chica se giró confundida ante aquel contacto. John cogió aire.

-No me gusta que vayas con ese tío. No te merece. Ni siquiera dijo nada para defenderte.

Chris lo miró. Tenía razón, aunque resultaba paradójico que precisamente fuera John el que dijera eso cuando había sido él mismo el protagonista del altercado.

-Ya. Para defenderme de un imbécil como tú, supongo.

John suspiró.

-Ya te he pedido disculpas, ¿vale? Verás...-dijo empezando a acariciarle la yema de los dedos suavemente. Christine se estremeció ante aquella imperceptible caricia.-Oye... Te aseguro que yo mismo me hubiera dado una hostia, de verdad. Pero entiéndeme... estaba muerto de celos.

Christine lo miró a los ojos. Su mirada era sincera y en esos momentos recordó la pena que había sentido por él la noche anterior. Notó como una inmensa oleada de ternura hacia ese chico que tenía plantado allí delante la invadía y perdió el control por completo. No importaban ya ni su hermano, ni Cynthia, ni Julian, ni su padre, ni la prensa, ni el qué dirán. Sólo importaban ellos dos, allí, solos y helados en mitad de la calle. Sólo importaba lo que sentía con toda su alma y decidió actuar en consecuencia, sin pensar. Con delicadeza, le acarició el pelo y se acercó a él y, sin saber cómo, se vio de repente fundida en el beso más dulce que había dado en su vida. Al principio John se quedó parado, sin saber bien qué estaba ocurriendo, pero sólo fue cuestión de segundos. Después, sin despegar sus labios de los suyos, la abrazó fuertemente a la vez que sus lenguas entraban en contacto.

Estuvieron así durante largo tiempo, besándose sin parar, abrazados allí en la calle, hasta que el ruido de un coche que se aproximaba por la calle los hizo separarse. No obstante, quedaron todavía agarrados de la mano, mirándose el uno al otro como si fuera la primera vez en sus vidas que se veían.

-Tienes los labios hinchados.-sonrió John al cabo de unos instantes acariciándoselos con la mano que tenía libre. Chris sintió como se ponía roja y bajó la vista con una sonrisa.

-Será mejor que vuelva a casa.-dijo ella.

John sonrió y le puso el dedo en la barbilla, obligándola a levantar la vista del suelo. Chris volvió a mirarle a los ojos antes de que John la volviera a besar.

-Buenas noches, preciosa.-dijo separándose sólo unos milímetros de sus labios.-Mañana vuelvo, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.-susurró ella con una sonrisa mientras se separaba de él.

La chica retrocedió unos pasos hasta que finalmente se soltaron de la mano. Después, le dedicó una sonrisa a John, que continuaba allí plantado con el pelo revuelto y una sonrisa soñadora mirándola, se giró y empezó a caminar hacia su casa, sólo unos metros más abajo. Sólo cuando entró en el jardín y cerró la puerta de la verja, oyó como John entraba de nuevo al coche y lo ponía en marcha.

Entró en casa, sin poder dejar de sonreír. Ni siquiera entró en el salón. Simplemente se dedicó a darles las buenas noches a su padre y a sus hermanos desde la puerta y se dirigió escaleras arriba como un rayo.

Entró en su habitación, cerró la puerta y se tiró en la cama. Estaba feliz pese a todo. Y es que quería a John y contra eso no podía luchar. Sonrió para sí misma y se acarició los labios recordando cómo sabían los de John. Ahora, pensó, sí que estaba metida en un buen lío. Lo peor es que ya no había vuelta atrás y que se sentía bien por ello. Enormemente bien.



Holaaaaa! Ya pasó! Si es que se veía venir... 
Bueno, espero que os haya gustado el nuevo capi. Y ahora, sí que va a haber líos por aquí, ya os lo digo yo, jejeje.
En fin, acabadlo de pasar bien y quiero a todo el mundo happy, aunque sea lunes.
Saludos!
(Y por cierto, muchas gracias a todas las que os habéis pasado a leer la nueva fic que estamos haciendo, eh?) Besotes!

5 comentarios:

  1. Ayyyy nooo...si yo ya te dije que te amo, pero con esto te amo muchisimo mas! (sono re lesbi, pero es asi jajajajajajaj) enserio, te superas en cada capitulo!!! si con decirte que cuando empiezo a leer no quiero que acabe nunca el capi, y cuando acaba me lo leo otra vez XD
    No sé, estoy emocionada como una tarada, no se si podre ir por partes, porque la verdad es que hay tanto amor dando vueltas por acá, que no sé, me pongo idiota XD
    Bien, trataré de controlarme un poco y vayamos por partes: Queeee mallll el pedo que habra tenido John que no se acuerda de todo lo que hizo, de todo lo que le dijo a Ringo y a mi y de todo lo que se lloró (pobechito...me dio penita).
    Mike, creo que ahora sospecha todo y seguro que Paul no tardará en confirmarle las sospechas, porque como chusmos que son ,seguro que le va a contar todo...y que mas gente sepa es peor!
    Me quedo tranquila que George "no le hizo nada" a Gwen jajaa, miralo vos, toda la noche contando chistes. Y la verdad que la chica ya está cayendo en sus redes, mejor dicho, ambos estan cayendo mutuamente en sus redes.
    Mi vieja, oh mi vieja. La verdad es que creo que asi reaccionaría. Definitivamente, si. Reaccionaría con su actitud de super madre,como grosa que es. Pero por las dudas voy a hacer la prueba, me pondre de novia con un famoso y despues le voy a decir, a ver qué onda XD
    Paul todo nervioso con Alice y pensando que es un galán, ya iba a plantarle un beso y bien que lo dejó esperando...Alice es una genia! que lo haga sufrir asi aprende!!
    Y bueno, todo el final no tiene palabras, la verdad que te pasaste, siempre te lo digo, pero es asi, siempre te pasás XD. Al fin estos dos se me juntan, asi nomas, sin pena! Y claro que va a haber lios, pero bueno, siempre tiene que haberlos.
    Bueno, me voy a seguir con Roma, que por cierto, no tiene nada que ver con esto, es tremendamente aburrida.
    El amor...is magic! XD

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  2. jajajajaja bien te sere sincera! en todo los aspectos que te diga no traigo alabanzas ni regalitos porque no es mi estilo! pero si te voy agradecer mucho porque?, porque se que tu siendo una mujer, una maestra! a un nos haces el favor aunque sea de hacernos reir e imaginar! un rato con tu maravillosa historia que nos compartes! te dire que es como si fuera una terapia para mi porque ya sabes el extres de todo el dia y aparte que aveces! este mundo! no cabe la sensates! y antes de que me ponga a decir otras cosas mas! te voy a decir lo primero! porque caramba esta historia me parece! de esas clasicas de amor que al ultimo minuto te dejan! de lo mas!cabronamente sentimental! y que digo cupido! me hace pensar que realmente existe el sentimiento mas olvidado el amor! y bien me hizo recorda una frase de una cancion de mi banda favorita zoe! donde lanzan a cores: Es raro el amor ohh es raro el amor, que siempre aparece cuando menos piensas! no importa la distancia, el tiempo ni la edad yo quiero besar esos labios rotos! :) bien jajajaja terminando el fragmento que brutal! las resacas que se da John! al termino que no recuerda nada! o sera que se paso mas del faso xD! Y eso es lo malo del alcohol que te saca! lo sentimental! y sientiendose como un idiota tas ocultar tal orgullo! frente a estos dos! por eso alcohol larga vida! y que puedo decir de Mike y de Paul que estos dos son peor! que dos camadronas que atiende el tianguis xD! Jajajajjajajajajaa oh si) que rapido llegan los chismes! son mas rapidos que vias de internet yo tendria cuidado! con este Mike! que de seguro se lo va a decir a Paul claro el punto de hacerse el interesante jajaja Y George me sorprende que no haya hecho nada! que con la cara que tenia! pensaria uno que iba a pasar algo mas! ya sabes tu y yo solos en una casa! el clasico x)! y Gwen: No vamos a jugar monopoly! jajajajajaja parece que les sirvieron a George los metodos para burlarse de las peliculas que a una mujer aveces resulta muy anticuado aveces cuando un hombre habla de alguna frase de pelicula y resulta algo asi ( x)) y bueno esta parejita me gusta ojala puedan decir aun me gusta :)! pero claro todo asu tiempo! y Mujer me has pillado por sorpresa casi muero cuando Paul me dijo que salieramos! la verdad no se como pude resistir ahi XD la verdad que me la pase de maravilla me derrito! fue una cita perfecta cada vez lo amo Paulie! y ya casi iba hacerse el intento numero 2 en besarme *_* te diria que si pero no voy hacerlo sufrir un rato no me gusta dar todo rapido Paul tendras que hacer mucho para merecer ese beso y aunque otros se les lanzaria yo diria que una cita es para conocerse no para besuquearte en la primera pasada pero bueno tan solo ver sus ojos me quedo con ganas caray! y cris como supiste que me gusta jugar la verdad que me gusta hacerme la dificil y la desentendida la verdad que me gusta xD pero igual amo a este chico y ya luego mas accion y menos palabra xD y que digo valla cierre de capitulo estuvo de lo mas lindo valla que fue algo muy romantico! esta pareja si que me gusta! es como ni contigo ni sin ti! pasa que son como almas gemelas! que aunque no quieran se reencuentran necesitan uno del otro y que digo sensual John por fin la beso sin pena! me encanta! es por lo que tanto deseaban y deseabamos! que digo suspire! bueno Cris me despido! mira que todabia voy a tener que mostrarles la botellita ala cual va hacer el reto xD PD: te quiero amiga :D!

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  3. Tu noovela me mata ! :) Esta geniial ! Amiga lo que tu haces se llama arte :)

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  4. Lo ame!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1
    Lo siento por no comentar pero es que estoy castigada. P.d. Vuelco a irme -_-
    Bueno que emocion con Kira, y bueno YO!, (Georgie) *^* xP
    Besitos amiga, y (ya mismo) cuando apruebe mates (Que sera pronto porque me he apretado las pilas) me daran el movil y charlaremos toguether Kiss, and huggs my best friend (asi lo puse en mi actividad de ingles:
    My best friend's name: Cristina
    He/She's from: Valencia
    ...)

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  5. Sabes que Cris, ya hasta me da miedo cuando escribes, porque todo parece tan real que cada parte que leo siento que esa ocurriendo realmente! Eres increible! Y la forma en que describiste el beso entre tú y John fue tan dulce! Y George y Gwen son tan lindos! George me mata, en serio!! Y Mike ya se da cuenta de todo lo que pasa, astuto el chico, solo le faltan unas cuantas piezas.
    Perdon por no comentarte como mereces, tu fic merece algo mejor, pero creeme cuando te digo que no lo puedo hacer mejor. Eres una de las mejores escritoras aqui, sigue asi!!

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