sábado, 26 de mayo de 2012

Capítulo 43: Unas cuantas sorpresas


-¿Quieres una cerveza?-preguntó la chica risueña mirándolo a los ojos.

Pese a que la visita de John había sido inesperada del todo, Chris no podía negar que se había alegrado muchísimo cuando había abierto la puerta y se lo había visto allí plantado, con una inmensa sonrisa dibujada en la cara. Lo hacía en el estudio, con los demás, pero, según él, no iba a pasar nada por un día que llegara un poco tarde.

-Mejor algo más fuerte.-contestó el chico dedicándole una mirada traviesa.-Creo que lo que te voy a decir lo merece. Al fin y al cabo, tendremos que celebrarlo, ¿no?

Christine le dedicó una mirada confundida. No sabía de qué puñetas estaba hablando John, aunque era evidente que pronto iba a enterarse. Aun así, jamás había soportado que jugaran al gato y al ratón con ella por lo que aquel secretismo de John la enfadó un poco.

-¿Y qué es eso que me tienes que decir?-preguntó finalmente intentando disimular su nerviosismo. Sabía que si se le notaba John iba a alargar el momento de decirle aquello que tuviera que decirle aún más sólo por hacerla rabiar.

-No seas impaciente, pequeña, primero tomemos algo.-sonrió él mientras se levantaba del sofá y se dirigía hacia el mueble-bar del comedor.-¿Qué te apetece?

-John…-masculló la chica ya sin poder disimular su impaciencia.-Dímelo, venga…

-Chris…-le replicó John entre risas imitando el tono de voz que ella había empleado hacía unos segundos.-Yo creo que me voy a tomar un whisky, ¿y tú?

La chica lo miró con cara de pocos amigos. El hecho de que la ignorara tan deliberadamente la ponía de los nervios: a veces tenía la sensación de que John la trataba como una niña pequeña.

-Agua.-contestó secamente.

John soltó una pequeña carcajada a la vez que sacaba dos vasos y una botella de whisky de doce años que Paul tenía por allí.

-Te pondré un whisky.-dijo el chico empezando a servirlo.

-Me enamoré de ti porque siempre me haces caso…-replicó Chris con todo el sarcasmo que le fue posible emplear.

John volvió a reír y se acercó a ella con una sonrisilla.

-Toma, boba.

Aún picada con él, agarró el vaso que le estaba tendiendo John, aunque no bebió de él. No estaba dispuesta a hacerlo, es más, iba a intentar no beber ni un solo sorbo de aquel vaso aunque se estuviera muriendo de ganas. Era su manera tonta de demostrarle a John que no le gustaban sus jueguecitos. Sabía que era una reacción muy infantil, pero ella tenía cosas así. Vale, quizás John tuviera razón cuando la trataba como una niña pequeña…

El chico se volvió a sentar de nuevo a su lado y le rodeó los hombros con su brazo, en un gesto protector que a Christine hizo que se le pasara el cabreo casi en el acto. Después meses juntos, aún le sorprendía muchísimo la capacidad que tenía John de dominar sus sentimientos, tanto que a veces se sentía como un títere en sus manos.

-Te quiero, Christie.-susurró él dándole un suave beso en el pelo.-Te quiero muchísimo.

La chica se dejó hacer y se recostó tranquilamente sobre su pecho. Ya se había acostumbrado a los cambios repentinos de registro de John, tanto para bien como para mal. Podían estar de broma, o a la defensiva, y él, en cuestión de segundos, se convertía en el chico más dulce del planeta. Aunque también podía ser al revés: del chico ideal al loco en cuestión de segundos…

-¿Sabes? Desde que te has venido a Londres me siento incapaz de pasar un solo día sin ti…-continuó él sin dejar de acariciarle el pelo.-¿Te acuerdas de la canción?

Chris sonrió. Como para no acordarse… “La canción”. No había otra para ellos dos: la que le había dedicado a ella cuando apenas acababan de empezar, cuando habían descubierto que no eran simples amigos. Cuando se habían dado cuenta de que ya no eran ni el amigo gamberro del hermano mayor ni la hermana pequeña y con ganas de llamar la atención del mejor amigo. Cuando se habían dado cuenta de que sólo eran John y Chris, ellos dos y nadie más, dos personas que se conocían casi desde siempre y que de repente habían abierto los ojos para ver que se necesitaban y se complementaban, pero sobre todo, que se amaban.

-In my life I love you more…-dijo ella como leyéndole el pensamiento a John. Por algún motivo sabía que él se estaba refiriendo a aquella frase de la canción.

-Y nunca me cansaré de decirlo, pequeña…

De repente, Chris lo entendió todo: John la estaba preparando para que no se enfadara por lo que le iba a decir. Se levantó levemente y lo miró a los ojos, sonriendo.

-¿Qué es lo que no te atreves a decirme, Johnny?-preguntó directamente. Sabía que la mejor manera de desarmarlo era esa, pillándolo por sorpresa.

El chico la miró bien durante unos segundos y finalmente largó una sonora carcajada.

-¿Cómo lo haces?-preguntó al fin.-¿Cómo te las apañas para pillarme siempre?

-Conozco los entresijos de esa cabecita loca que tienes ahí.-contestó la chica revolviéndole el pelo divertida. Después, con más calma, añadió:-Sabes que me lo puedes decir todo sin ningún problema, no me voy a enfadar.

-¿Seguro que no te enfadarás?-preguntó él.-¿Seguro que no me acusarás de meterme en tu vida ni todas esas cosas?

Christine le dedicó una mirada de sorpresa antes de responder.

-¿Se puede saber qué es lo que has hecho para que yo te acuse de eso?-preguntó con bastante seriedad.

-Bueno…-dudó él.-He leído tu carta, ésa que escribiste para el periódico esta mañana.

-Pero tonto…-rió ella.-¿Por eso? No quería que la leyeras mientras la escribía porque me daba vergüenza, la verdad, pero cuando me di cuenta de que me la había dejado en tu casa supe enseguida que acabarías leyéndola… Tranquilo.

-¿Y por qué tenías vergüenza de que la leyera? Es genial, te lo juro. Nadie en toda mi vida me había defendido así antes…-contestó él a la vez que le pasaba una mano sobre la mejilla derecha.-Gracias por eso, guapa. Pero… no es sólo eso…

-¿Entonces?-se extrañó ella.

El chico lanzó un suspiro.

-Le enseñé la carta a Brian.-respondió.-También se quedó sorprendido al leerla y…

-¡John!

-Espera un segundo, déjame acabar.-le interrumpió él.-Mira… Desde hace meses que busca a alguien que se encargue de la prensa durante la gira. Ya sabes: redactar notas para los diarios y las revistas, emitir comunicados, encargarse de atender a los medios… Y después de leer eso tanto él como yo creemos que tú eres la persona ideal para ese trabajo.

Christine enmudeció. Si en aquellos momentos alguien la hubiera pinchado, seguro que no le hubiera sacado ni una sola gota de sangre. ¿Le estaba proponiendo que fuera la jefa de prensa de The Beatles durante la gira? Aquello era, simplemente, imposible.

-No.-contestó finalmente ella, decidida.

-¿Qué?

-Que no, John.-dijo.-No puedo hacer eso. No soy capaz. No tengo ni puta idea de cómo se hace. Jamás he pisado una redacción, jamás he escrito una mísera nota de prensa ni para la revista del instituto, jamás he cargado con una responsabilidad tan grande… No puedo…

-¡Claro que puedes!-exclamó John. Chris lo miró. Parecía algo enfadado, aunque no mucho. Más bien estaba exasperado.-Mira… Brian se encarga de casi todo y todos te echaremos una mano, te lo juro.

-John, yo no…

-Necesitas un trabajo, ¿no?-le interrumpió él mirándola a los ojos.-Pues aquí lo tienes y además te pagarán bien.

-Cuando hablaba de un trabajo me refería a algo que estuviera dentro de mis capacidades.

-Venga, Chris… Sabes mejor que yo que eres completamente capaz.-replicó John.-Y además, hay otra cosa… Si lo aceptas tendremos la oportunidad de algo que los dos deseamos: pasar esta jodida gira juntos sin ningún problema.

La chica bajó la mirada. John tenía razón. Era una oportunidad perfecta. Si ella iba con ellos por trabajo nadie sospecharía nada, nadie la relacionaría con John. Como mucho, pasaría por ser la hermana enchufada de Paul McCartney, pero nada más. Y a decir verdad, también tenía razón al decir que Brian se encargaba de casi todo… Eso lo sabía bien. Aún así tenía la sensación de que todo aquello le quedaba grande. Demasiado grande.

-No sé, yo…

-Aunque sólo sea porque no estemos separados este verano, pequeña, acepta.-le dijo John en tono suplicante.-Hazlo por mí, por nosotros.

Sabía que John estaba otra vez usando su chantaje emocional con ella, pero no le importaba. Era consciente de que John tenía parte de razón.

-Sólo acompáñame mañana a ver a Brian.-continuó el chico al ver que ella no contestaba.-Sólo eso.

Chris le miró nuevamente y entonces no pudo más. Deseaba con todas sus fuerzas estar con él también durante esa maldita gira y si aquella era su única oportunidad, pues la aprovecharía.

-Está bien, iré contigo.-contestó ella finalmente esbozando una media sonrisa.

John no pudo reprimir una risita y se abalanzó para besarla dulcemente.

-Johnny…-dijo Chris cuando se separaron.-¿Y Brian sabiendo todo lo que sabe sobre nosotros está conforme en que yo sea la jefa de prensa?

El chico sonrió con picardía antes de contestar.

-Es que no sabe que eres tú…-contestó.-Sólo dijo que el autor de esa carta sabía lo que se hacía y quiere contratarlo. Mañana sabrá quién es la autora de la cartita…

Lejos de molestarse, Christine soltó una risita antes de apoyarse de nuevo sobre su pecho.

-Eres un liante, Lennon.-dijo.-Un jodido liante… Pero te quiero.

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Penny y él salieron al jardín, agarrados de la mano. Se sentía feliz, como pocas veces en su vida lo había estado y aquello le sorprendía gratamente. El saber que ella también estaba dispuesta a intentar algo más a su lado le daba una sensación muy parecida al vértigo, aunque aquello no le molestaba para nada.

-¿Quieres que te acerque a casa antes de irme al estudio?-le preguntó Paul a Penny cuando estuvieron cerca del portón de entrada.

-No, iré dando un paseo.-respondió ella.-Hace una tarde preciosa y hay que aprovecharla.

-Ya…-sonrió Paul.-¿Y cuándo nos volveremos a ver? ¿Esta noche?

-¿No vas un poco rápido tú?-preguntó ella, aunque no parecía para nada a la defensiva. Simplemente, estaba bromeando y Paul lo supo en el acto.

-Voy todo lo rápido que quiero, muñeca.-rió él antes de darle un beso apasionado.

Estaban los dos tan absortos, perdidos en aquel interminable beso, que no escucharon para nada el ruido de la puerta de casa al abrirse ni los pasos que se acercaban hacia allí.

-¡Pero…!

Penny se separó instintivamente de él y Paul se giró con cara de pocos amigos hacia su hermana, que los había interrumpido en el mejor momento. Su sorpresa fue que allí no sólo estaba su hermana, sino que también estaba John, que lo miraba con una extraña mezcla entre sorpresa y diversión.

-Oh, no…-masculló él.-Tú deberías estar en el estudio y tú tampoco deberías estar aquí.

John y Chris soltaron una inmensa carcajada cuando escucharon aquello.

-Vivo aquí Paul, por si no te acuerdas.-rió su hermana divertida.-No creo que sea tan raro que me veas por aquí.

Paul los observó a todos detenidamente. Primero a su hermana y a John, que parecían estar de lo más divertidos con la situación, después a Penny, que se había puesto roja completamente.

-Bueno…-empezó a decir.-Creo que tengo que aclarar las cosas…

-Crees bien.-dijo John con una sonrisilla burlona.

-Penny y yo estamos juntos.

La naturalidad con la que Paul dijo aquellas palabras le sorprendió hasta a él mismo. Volvió a mirarlos a todos: Penny aún estaba más roja y Chris y John habían cambiado sus sonrisillas por una expresión de sorpresa tremenda.

-¿En serio?-preguntó Chris incrédula rompiendo el silencio.-¿En serio que estáis juntos? ¿Pero juntos lo que se dice juntos?

-Juntos, enana, juntos…-contestó Paul en tono cansado.

-¡Eso es fantástico!-exclamó ella dibujando una sonrisa de oreja a oreja en su cara.-¿A qué sí, John?

-Sí…-contestó él de mala gana.-Fantástico del todo…

Christine soltó una carcajada cuando vio la reacción de John y después de decirle un “tonto” en voz baja, se volvió de nuevo hacia ellos.

-Nos alegramos mucho, de verdad.-dijo la chica.

-Lo sé.-sonrió Paul.-Por supuesto que lo sé.

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-Hola chicos.-saludaron casi al unísono Paul y John cuando entraron en el estudio de grabación.

Ringo y George levantaron la cabeza cuando los oyeron.

-Hola.-saludó Ringo.

-Llegáis una hora tarde.-se limitó a decir George mirándolos con mala cara.

Y es que no podía evitar sentirse bastante mal con todo aquello. Primero había sido John, que no había acudido ni siquiera para ver la grabación de su canción, Love you to, unas semanas antes. Vale, no tenía que tocar en la canción, pero le hubiera gustado verlo por allí por lo menos. Y ahora aquello, más de una hora de retraso cuando habían sido ellos dos precisamente los que habían insistido en quedar pronto para ese día.

-Bah, no te pongas así, Hari.-respondió John encogiéndose de hombros.-Uno y otro tenemos motivos para el retraso.

-¿Ah, sí? Sorpréndeme.-dijo George cruzándose de brazos.

-Primero, lo mío, que impresiona menos.-sonrió John.-Tenemos jefa de prensa para la gira.

Los otros tres lo miraron extrañados.

-¿Y?-insistió George. Aquello no era para nada una noticia relevante para ellos. Brian siempre encontraba a alguien y eso a ellos les daba bastante igual.

-Pues que esa jefa de prensa es Chris y he ido a hablar con ella para decírselo.

-¡¿Mi hermana?!-gritó Paul abriendo los ojos como platos.-Pero…

-Ya os lo explicaré otro rato, es una larga historia…-contestó John quitándole importancia al asunto.-Y ahora lo de Paul… Ha llegado tarde porque estaba con su novia.

Tanto Ringo como él se quedaron mirando a John perplejos, como si no hubieran entendido bien lo que acababa de decir. No obstante, la mirada de odio que le dedicó Paul a éste sirvió para despejar enseguida sus dudas. Era evidente: John no mentía.

-¿Qué?-preguntó Ringo mirándolos a uno y a otro con los ojos muy abiertos.-¿Novia? ¿Qué novia?

Paul soltó un largo suspiro antes de contestar.

-Mi novia.-contestó al fin.-Estoy saliendo con Penny.

George se quedó pensando. ¿Penny? ¿Qué Penny? No le sonaba aquel nombre para nada y, sin embargo, Paul había dicho su nombre con tanta naturalidad que parecía que diera por sentado el hecho de que la conocieran. No obstante, y pese a riesgo de quedar en evidencia frente a los demás, George decidió aclarar sus dudas.

-Perdona, pero no creo que conozca a ninguna Penny, así que explícate mejor.

-Espera un segundo…-interrumpió Ringo.-Penny… ¿No será esa chica que vino con Chris el otro día mientras estábamos en tu casa?

-La misma.-confirmó John sin poder disimular una mueca de fastidio.

-¡¿Esa?!-exclamó George sorprendido cuando cayó en quién era la misteriosa chica.-Pero…

-¿Pero qué?-le cortó Paul a la defensiva.-Es una chica como otra cualquiera y estamos juntos, ¿algún problema?

George se quedó aún más perplejo por la reacción de Paul. No lo había querido decir con ninguna mala intención, pero era evidente que Paul así lo creía.

-Tranquilo, tranquilo…-se disculpó levantando las manos.-Yo no quería decir nada malo… Tampoco hace falta que te pongas así.

-Me pongo como quiero porque ya me estáis hartando entre todos.-masculló Paul enfadado.-Primero John que no ha parado en todo el viaje que si Penny esto, Penny aquello… Y ahora me vienes tú… ¡Iros a la mierda!

-Ey, tío.-intervino John de repente, enfadado.-George tiene razón, tampoco es como para que te pongas así. Tranquilízate, joder.

Paul los miró detenidamente durante unos segundos. Por un instante, a todos les pareció que iba a contestar algo, pero en el último momento apretó la mandíbula fuertemente, se levantó y se dirigió hacia donde estaba su bajo.

-Iba a invitaros a cenar mañana a mi casa para que la conocierais un poco mejor, pero en vista del éxito…-masculló agarrando el instrumento.

-Macca, no seas idiota…-protestó Ringo.-Nadie te ha dicho nada de Penny, no te montes películas.

-Yo sí le he dicho.-intervino John esbozando una sonrisilla maliciosa.

-Lennon…-dijo Ringo mirándolo con una mirada de desaprobación.-Paul, mira, si quieres que vayamos a esa cena, iremos. A mí sí que me apetece conocerla.

-Y a mí.-se apresuró a decir George. Tampoco le gustaba ver a Paul así.

Paul lanzó un suspiro y miró a John.

-¿John?-preguntó.

-Yo ya la conozco.-se limitó a decir este mientras agarraba su guitarra.

Su amigo le dedicó otra mirada asesina y John soltó una sonora carcajada.

-Está bien, está bien…-contestó.-Iré a esa maldita cena si eso es lo que quieres… Pero que conste que lo hago más que nada para que después tu hermana no me ponga caras raras, ¿eh?

-No tienes remedio, John…-dijo Ringo.

-¿Y desde cuándo estoy obligado a mentir para quedar bien?-preguntó él encogiéndose de hombros.-Venga, ¿empezamos a trabajar ya o qué?

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Christine encendió la luz y miró el despertador de la mesita de noche. Las seis y cuarto. Suspiró, molesta. Era demasiado temprano todavía para levantarse, aunque sabía que ya no sería capaz de volver a conciliar el sueño para nada. Para colmo, se había dormido demasiado tarde, de madrugada ya. Y es como mucho habría dormido un par de horas. Una vez más, como siempre le sucedía a la más mínima, los nervios no le habían dejado pegar ojo.

-A la mierda, me levanto.-susurró para sí misma destapándose bruscamente y sentándose con cara de pocos amigos en el borde de la cama.

Se revolvió el pelo aún más de lo que estaba y se puso las zapatillas de andar por casa. Casi como una autómata bajó las escaleras de casa todavía con el pijama puesto, con bastante cuidado en no hacer ruido y no despertar a Paul. Paul... Esa era otra. Ya sabía ella que entre Penny y él había algo raro, pero jamás se hubiera esperado que las cosas iban a suceder así, tan rápido.

Entró en la cocina y puso la tetera en el fuego. Quizás un té bien caliente le vendría bien para ponerla en marcha de verdad. Aunque claro, con la hora que era, le daba tiempo a tomarse diez tazas de té si quería antes de que John pasara a recogerla hacia las nueve de la mañana para llevarla a ver a Brian.

Se preparó el té sumida en sus propios pensamientos, preocupada, y se sentó con la mirada perdida en el fondo de su taza de té. A saber cómo iba a reaccionar Brian… Una cosa tenía clara: bien seguro que no lo iba a hacer. Y aquello, al fin y al cabo era normal. John lo había medio engañado para convencerle y cuando él se diera cuenta de que todo aquello no era más que una treta para llevarla con él de gira, se enfadaría seguro. No obstante, John parecía muy convencido de que todo iba a salir bien. Demasiado convencido, quizás. Aquello, para qué negarlo, la asustaba un poco. Si no todo salía como John esperaba, el cabreo que él se pillaría sería monumental, al más puro estilo Lennon, y no le apetecía para nada verlo así ya de buena mañana y mucho menos con Brian… Si las cosas llegaban a más, no soportaría la idea de sentirse culpable por ser la causa principal de esa pelea…

-¿Qué haces levantada tan pronto?

La voz de Paul la pilló completamente por sorpresa.

-No podía dormir.-contestó sin más.-¿Y tú qué haces por aquí ya?

-Vengo a por un vaso de agua, pienso volverme a acostar un rato más.-respondió el chico.-Supongo que tú no puedes dormir por lo de la entrevista con Brian, ¿me equivoco?

Chris lo miró extrañada. No le había contado absolutamente nada de aquello a su hermano, no por nada, sino porque simplemente quería saber a ciencia cierta si tenía aquel trabajo antes de decir nada a nadie.

-¿Cómo…?-empezó a preguntar, aunque, rápidamente, añadió:-John…

-Sí, John.-sonrió Paul sirviéndose un vaso de agua.-Nos lo contó ayer.

-¿Sabes? Tenías razón cuando decías eso de que es un bocazas…-dijo ella devolviéndole la sonrisa.

-¿Nerviosa?-quiso saber Paul sentándose en la silla que quedaba libre a su lado.

-Un poco. Bueno, bastante…-contestó ella después de darle un sorbo a su té.-En realidad estoy que me subo por las paredes.

Paul soltó una risita entre dientes.

-Tranquilízate.-dijo.-Brian no es mal tipo y seguro que todo sale bien. Además, ya lo conoces, así que juegas con ventaja.

-¿Tú crees?-preguntó ella con escepticismo.

-Claro que sí.-sonrió Paul.-Además, no creo que se atreva a hacerte ningún desplante cuando está invitado esta noche a cenar aquí a casa.

-¿Qué?-casi gritó ella.

Su hermano volvió a soltar una risita, divertido.

-Quiero que esta noche los del círculo íntimo conozcan a Penny bien. Los chicos, Neil, Mal... Y también Brian.

La chica se quedó estupefacta. Hacía poquísimo que Paul y Penny estaban juntos y ya la quería presentar a todos. Se lo había tomado muy fuerte, sin duda.

-Pero… ¿no vas tú muy rápido?-preguntó al fin.

-Eso mismo dice ella…-contestó él encogiéndose de hombros.-¿Te puedo pedir una cosa, enana?

-Claro…

-Si la ves…-murmuró Paul.-No le comentes nada de la cena.

-No le has dicho nada, ¿verdad?-preguntó ella.

-No. Será una sorpresa.

-¿Y crees que será una sorpresa bien recibida?

Paul la miró detenidamente durante unos segundos antes de contestar.

-Quizás al principio no.-dijo al fin con sinceridad.-Pero… Espero que todo vaya bien.

-Lo irá.-sonrió Chris.

-Como lo tuyo con Brian.-le contestó Paul poniéndose en pie y dirigiéndose hacia la puerta de la cocina.-Vuelvo a la cama, ¿vale?

-Vale. Descansa.

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Brian entró apresurado en el edificio. Era una cosa bastante rara en él, pero ese día se le había hecho tarde. Se había levantado con más de una hora de retraso, quizás una consecuencia inevitable tras pasar una noche bastante loca de la que le quedaban como recuerdo unas cuantas contusiones en las costillas. Afortunadamente, esa vez no había sido en la cara ni en ningún sitio visible y lo podía disimular bastante bien.

-Buenos días, Brian.-le saludó su secretaria nada más apareció por la puerta.

-Buenos días.-masculló él todavía con la voz pastosa.-¿Alguna novedad?

-Sí.-contestó la chica.-Ya tienes a John y a la chica en tu despacho, esperándote.

Brian se llevó un sobresalto. Lo había olvidado por completo y sabía como le sentaba de mal que lo hicieran esperar.

-¿Lleva ahí mucho rato?-quiso saber mientras intentaba autotranquilizarse.

-No mucho, unos diez minutos.

-Gracias. Que no me interrumpan.-dijo él dirigiéndose hacia su despacho.

Justo antes de abrir la puerta, cayó en las palabras que su secretaria acababa de pronunciar hacía unos instantes y se detuvo en seco. Se giró y la miró detenidamente, aún asimilando lo que acababa de escuchar.

-¿Has dicho que está con una chica?-preguntó al fin, serio.

-Sí.-contestó ella y, después, bajando el tono de voz hasta hacerla casi un mumullo imperceptible, añadió:-Y creo que John y esa chica…

Brian asintió con la cabeza dando por zanjada la conversación y abrió la puerta de su despacho, dispuesto a encontrarse allí cualquier cosa.

-¡Vaya! ¡Por fin!-exclamó John cuando entró en el despacho.-¡Pensé que te habías muerto!

Brian iba a devolverle la contestación, pero se quedó completamente paralizado cunado vio quién estaba allí con él, sentada a su lado y esbozando una sonrisilla inocente.

-Hola Christine.-saludó Brian intentando parecer amable, aunque en aquellos momentos no sabía qué pensar.-¿Qué te trae por aquí?

-Te presento a la nueva jefa de prensa, Eppie.-se apresuró a contestar John antes de que la chica pudiera hacerlo.-Christie es la autora de la carta que te enseñé ayer.

Brian sintió como la sangre se le helaba en las venas y les dirigió una mirada de odio a los dos mientras se sentaba frente a ellos en la silla de su escritorio.

-¿A qué estáis jugando, John?-preguntó enfadado.

-A nada.-contestó él esbozando una sonrisilla burlona.-Te dije que te traería al autor de la carta, en este caso, autora, y aquí la tienes. Sólo falta que firme ese maldito contrato y acabemos cuanto antes.

Brian ignoró a John y miró a la chica firmemente. Ella, lejos de amilanarse, le sostuvo la mirada aunque pudo adivinar en ella que en realidad estaba aterrada.

-¿Sabes dónde te estás metiendo, Christine?

-Lo sé.-contestó ella sin dudarlo ni un instante.-Al principio yo también pensaba que no sería capaz, pero lo he pensado mucho y creo que sí que puedo hacerlo.

-Esto no es ningún juego: es un trabajo duro, no es sólo la excusa para irte de gira con John.-continuó él con la firme intención de hacerla dudar. Posiblemente ella era más fácil de convencer que él.

-Pero…-empezó a protestar John.

-Sé que no es ningún juego.-le interrumpió la chica mirándolo a los ojos.-Necesito ese trabajo y sé que es duro, pero no te decepcionaré si me lo das.

Brian se recostó contra el sillón y miró a la pareja, analizándolos. John le sostenía le mano a ella de manera protectora. Jamás lo había visto así con nadie y aquello no le gustó en absoluto. La chica, por su parte, parecía aferrarse a esa mano como si le fuera la vida en ello. Los dos lo miraban, esperando una respuesta.

-No.-contestó al fin él negando con la cabeza.-No puedo hacer eso, lo siento. Tu carta era genial y todo eso, pero no creo que estés capacitada y además creo que lo que te lleva a todo esto no es el trabajo en sí sino el estar con John.

-¡¿Qué?!-exclamó John a la vez que daba un fuerte golpe sobre la mesa.-¡No me jodas, maldito marica de mierda!

-John…-mumuró la chica intentando tranquilizarlo.-Déjalo, no pasa nada, de verdad.

-¡¿Cómo que no pasa nada?!-gritó él.-¡Me prometió que te contrataría!

-Si hubiera sabido que era ella no te lo habría prometido.-contestó Brian intentando mantenerse firme.

John entrecerró los ojos por detrás de sus gafas y le dedicó una mirada de profundo desprecio.

-Has contratado a toda la mierda que has querido para ese puesto desde que te peleaste con Derek.-dijo al fin casi escupiendo las palabras.-Gentuza que ni se aclaraba escribiendo un par de frases y con la que tú debías hacer todo el maldito trabajo. Y ahora tienes aquí delante a una persona capaz y no quieres contratarla sólo porque está conmigo. Eres un maldito maricón celoso, ¿lo sabes? Pero te voy a decir una cosa, Eppie… Si lo haces porque no estemos juntos, vas a joderte, porque ella se va a venir conmigo a esa gira, lo quieras o no. Y si hace falta salir ahora mismo a la calle y gritar a los cuatro vientos que estoy con ella, lo haré, no te preocupes.

-No puedes hacer eso, Lennon.-contestó él intentando parecer tranquilo.-Y lo siento mucho, pero Chris no puede ir contigo a esa gira porque no estarías en lo que deberías estar, te distraería demasiado.

-¡Joder!-gritó John.-¡Eres peor de lo que creía! ¿Y por qué Mary y Gwen sí, eh? ¿Acaso ellas no van a distraer a Ringo y a George? ¿Por qué sí que pudo venirse Cynthia? Mira: o viene Chris o yo no voy a esa gira. Y ahora, haz lo que te dé la gana.

Brian empalideció de repente. A juzgar por cómo John acababa de decir todo aquello, estaba hablando completamente en serio

-John, por favor, no te lo tomes así.-le dijo ella intentando tranquilizarle a la vez que le pasaba la mano por el pelo.-Vayámonos y te serenas un poco, ¿vale?

-No, pequeña.-le contestó él sin apartar la vista de su manager.-No me voy a mover de aquí hasta que éste me diga qué coño va a hacer.

-No puedes fallar a esa gira, sería tu ruina.-dijo Brian a la desesperada. Sabía que si había alguna posibilidad de convencer a John sería usando el argumento del dinero.

-Me importa una mierda.-contestó él con determinación.-¿Qué vas a hacer?

Brian se inclinó hacia delante y suspiró. Durante un par de segundos, un montón de cosas le pasaron por la mente, analizando los pros y los contras de todo. John hablaba en serio y, por tanto, debería aceptar que Christine fuera a esa gira aunque detestara la idea. Ahora bien, ¿debería ir como la nueva novia oficial de John Lennon? No, aún no era conveniente. Hacía muy poco del divorcio con Cynthia y si John se la llevaba ya con él a una gira, sólo podía darse a entender una cosa: que ya iban muy en serio y que llevaban juntos bastante tiempo. Era la verdad, pero aquello no convenía para la imagen del grupo, muchísimo menos yendo a actuar a sitios demasiado conservadores como a los que tenían que ir ese verano. La segunda opción que tenía era contratarla. No le hacía mucha gracia, pero debía reconocer que la chica tenía talento y que peor que lo habían hecho los que la habían precedido excepto Derek, no lo haría. Además, si tenía el mismo sentido del trabajo que su hermano, quizás hasta llegaría a ser buena en eso.

-De acuerdo.-contestó al fin mirándolos, primero a John y después a Christine.-Está bien. Ven mañana a esta hora a firmar el contrato. Pero no hagas que me arrepienta de esto… Ni tú tampoco, John.

-No te arrepentirás.-contestó ella esbozando una sonrisa.-Gracias Brian.

Los dos se levantaron de sus sillas, ella agradecida, John aún enfadado, y se dirigieron a la puerta de su despacho.

-Adiós.-contestó la chica amablemente abriendo la puerta del despacho.

-Adiós.-le respondió a su vez Brian.

Los dos salieron del despacho y, justo en el momento en que parecía que John iba a cerrar la puerta de nuevo tras de sí, de volvió hacia él, esbozando una sonrilla malévola.

-Eppie…-dijo.-No creas que no me he dado cuenta de que cojeas. Cuídate de esos marineros rudos con los que te juntas por las noches, ¿quieres? Tampoco me quiero quedar sin manager tan pronto… Adiós.

Y dicho esto, sin que a él le diera ni siquiera tiempo a abrir la boca para replicarle, John cerró la puerta y se fue de allí.

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-¿Por qué tenemos que ir a tu casa a cenar precisamente hoy?-preguntó Penny mientras Paul entraba con su Aston Martin en su casa.

El chico le dedicó una dulce sonrisa.

-Porque sí, quiero invitarte.-respondió.-He encargado la cena del mejor restaurante de la ciudad, te gustará.

-Eres un cabezota, ¿lo sabes?-dijo la chica a la vez que Paul paraba el motor del coche.

-Claro que lo sé.-repuso él divertido.

Los dos bajaron del coche y se dirigieron hacia la casa. Lo primero que a Penny le extrañó cuando Paul abrió la puerta fueron las voces que oyó en el interior. No estaban solos. Al principio, supuso que se tratarían de Chris y John, quizás alguna otra amistad, pero nada más. No obstante, cuando entraron en el comedor y vio allí a un montón de gente conocida y no tan conocida, Penny lo entendió todo: Paul y ella no iban a cenar solos.

-Pero…-masculló la chica volviéndose hacia Paul contrariada.-¿Qué es todo esto, Paul?


¡Hola! ¿Qué tal? Bueno, antes que nada, perdón por el retraso, pero es que he estado pasando por una medio crisis en lo personal y a mí, que me entra la paranoia muy fácilmente, pues os lo podéis imaginar: ni ganas de escribir ni nada que tenía. Afortunadamente, no hay nada que no cure una sesión intensiva de charla con amigos de verdad, un partidillo de fútbol y unas risas con mis sobrinos, una dosis extra de canciones de los  Beatles y  de John Lennon y ser de un equipo  que te da bastantes alegrías. Así que puedo afirmar que sí, que ya estoy medio superando mis nervios, mi stress y mis paranoias y que creo que estoy en el buen camino para volver a estar de nuevo en buena forma.
 Gracias por leer, por comentar y por estar ahí, ahora más que nunca.
¡Saludos! 





3 comentarios:

  1. ayyy cada vez me gusta mas!! escribes muy bien de veras!! ay y que le cuesta a Brian contratar a Chris??? lo bueno fue que ya la contrato!
    Aqui espero el sig capitulo!!

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  2. Hooolaaaa señoraaaa! que bueno que se le hayan pasado las locuras, si dejabas de escribir, me tomaba un vuelo y te cagaba a palos con la valija (apaaaa re violenta yo) No se como iba a ir si no se puede salir de este pais, estamos encarcelados, NO HAY LIBERTAD!!!!! veni en mi ayuda o no me quedara mas remedio que llamar al Chapulin Colorado XD
    Bueno, ya esta, basta de pelotudeses. Tengo que decir que John y Paul se llevaban bien, y despues se pelearon, y se volvieron a llevar bien y todo eso, porque son LO MAS TERCO QUE VI EN MI VIDA. Uno, ahi, haciendo chantaje de todo tipo a la novia...eso no se haceeeeee! despues al manager (comentario aparte: Brian te odio) Lo bueno que despues "le cantó las 40", como decimos aca, diciendole lo de marica y lo de los marineros rudos.....como me rei con eso! Y despues, el Paul. Esas sorpresas no son agradables, no no, Paul. Asi vas mal XD Encima se da el gusto de andar peleandose con los otros, este pibe está pasado de rosca, está paranoico, nadie le dice nada y le parece que si, que se compre un perro! Ah cierto, ya tiene. XD
    Bueno, como yo siempre defiendo a las mujeres, voy a decir que Chris y Penny son unas grosas,por aguantarse a estos dos bichitos!
    Bueno muñeca linda, para cualquier cosa, yo estoy ahí, ya sabes donde encontrarme. Mucho quizas no pueda hacer porque estamos a 500 mil kilometros de distancia (bueno, tampoco tanto jaja) pero aunque sea para que te haga reir o algo asi, ya sabes ;)
    te quiero!

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  3. E ibas a terminar esta genialidad ??? estas LOCA , hubieras hecho eso y acompaño a Luxan a España para matarte tambien aunque a la vez te entiendo porque yo paso por eso mismo muchas veces y es horrible :( sobre todo cuando no hay nadie alrededor que te anime como en mi caso , por eso soy tan bipolar XD .

    Ahora ya comentandote el capitulo , quiero decirte que me gusto bastante tanto que lo e leido ya como 4 veces , el comienzo estuvo genial , como John tan tranquilo le digo a Chris sobre el trabajo jajajajajaja vale que al final ella acepto y ahora ira a la gira , aunque cuando Brian la vio y se dio cuenta que era ella pues no le hizo mucha gracia por celoso y marica XD pero quien gano al final ?? pues John que es super directo igual que yo , vivan los no hipocritas jajajajajajajaja , me gusto tambien la naturalidad con que les dio la noticia Paul sobre el noviasgo con Penny y bueno parece ser que a John no le ha gustado mucho esa gran noticia pero que se la va a hacer ?? , parece que por lo menis Chris se puso muy feliz y George se olvido de quien es Penny ??? ese Harrison tiene peor memoria que mi papá jajajajajajaja aunque igual pues cuando la conocio ella despues se la paso ahi callada y no hablo con el creo asi que es algo natural que se haya olvidado de quien es ella , sin embargo Ringaso si recordo y ahora sabe e iran a la cena , hablando de la cena , pues una sorpresa ?? la pobre creia que iban a estar solitos y se encuentra a medio Londres ahi jajajajajajajajajajaja me dejaste re intrigada con eso porque me imagino un poco lo que va a pasar pero no estoy muy segura , si acepta quedarse espero que hable mas con George para que a el no se le olvide mas quien es de hecho lo que mas quiero ver en esa parte es la reaccion de Esptein cuando el diga que es la novia XD ...... ya espero el proximo con muchas ansias , espero que no te de mas bajon porque en serio me has dejado muy intrigada y con ganas de leer mas de tu fic sobre todo porque recuerda que soy tu fan numero 1 :D .

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