miércoles, 2 de mayo de 2012

Capítulo 40: Sospechas y propuestas



Desde que habían llegado a casa, Chris no había parado de observar a Penny. Al principio lo hacía para ver cómo estaba encajando o no en el grupo, pero pronto se dio cuenta de que algo raro pasaba. Penny estaba sumamente incómoda y aunque sólo fuera por esa vez el culpable no era John, que sólo se había limitado a saludarla cuando había entrado en el salón y no había ni comentado ni hecho nada que pudiera molestarla. No, aquella vez parecía que era otra cosa u otra persona la que la incomodaba, pero… ¿qué o quién?

-Chris, Chris… ¡Christie, que no te enteras!

La chica salió de sus pensamientos casi en el acto y se volvió hacia John con cara de pocos amigos. No obstante, la sonrisilla que le estaba dedicando el chico hizo que pronto se olvidara de su momentáneo enfado.

-Me preocupas, cariño, a veces creo que te estás quedando sorda.

-Y yo a veces creo que tú te estás quedando atontado del todo.-rió ella dándole un golpe cariñoso en el pecho.-¿Qué quieres?

-Estábamos hablando de los vídeos…

-¿Qué vídeos?-preguntó ella perdida del todo. No tenía ni idea de lo que John le estaba diciendo.

-¿Ves como no te enteras?-dijo él borrando la sonrisa de su cara de repente, nervioso.

-Y si no me contestas aún me voy a enterar menos.-le contestó ella en tono cortante empezando a molestarse.

-¿Qué vídeos van a ser?-preguntó John alargando su respuesta deliberadamente, cosa que hizo que la chica empezara a impacientarse de verdad.

-¿Y yo qué sé?

-Los vídeos de “Paperback Writer” y “Rain”-había sido Ringo el que había contestado.

Chris lo miró y asintió. Al parecer aquel amago de discusión entre John y ella los había incomodado a todos. La chica esbozó una sonrisa. Aquello no era nada si lo comparaban con las tormentas que solían tener los dos y si sus amigos ya empezaban a incomodarse con todo aquello… Pobres.

-Ah, los vídeos.-dijo al fin.-En nada comenzáis a grabarlos, ¿no?

-Dentro de pocos días.-confirmó el propio Ringo, que se adelantó a John en su respuesta.

-Chris, pequeña, acompáñame un segundo a la cocina.

La chica se quedó mirando a John cuando escuchó aquella interrupción.

-Por favor.-dijo él en tono amable.-Tengo un hambre atroz.

-Vale.

Los dos se levantaron del sofá y salieron del salón. A Chris aún le dio tiempo a echar una mirada disimulada a Penny, que continuaba casi sin soltar palabra, abstraída en sus cosas, como si estuviera sola en aquel lugar repleto de gente.

-¿Qué te pasa?-preguntó John nada más entraron en la cocina mientras cerraba la puerta detrás de él.

-Nada.-se apresuró a responder ella.

-Y una mierda. Estás en otro mundo y eso no es normal en ti. Creo que empiezo a conocerte lo suficientemente bien como para…

-John, por favor, no te emparanoies…-le interrumpió ella evitando mirarle a los ojos.

-¿Es por lo del lunes?-quiso saber él acercándose a ella.

Christine levantó la mirada y lo miró a los ojos. Aún recordaba la monumental discusión que había tenido con él dos días antes. Todo por una fan con aires de groupie que se le había abalanzado encima a John mientras estaban ella, Paul y él en Hyde Park.

-No.-contestó ella al fin negando con la cabeza.-Aquello ya está solucionado.

-No me lo creo. Sé que te sentó mal lo de la conversación y la foto, pero… ¿qué querías que hiciera? No me la podía quitar de encima de malas maneras y…

-Te he dicho que no es por eso, joder. Aquello ya lo discutimos en su momento.

-Y tanto que lo discutimos…-dijo John soltando una risita un tanto amarga.

Chris soltó un bufido de fastidio. Odiaba cuando John insistía en crearse sus propias teorías y no escuchaba a nadie.

-Eres un maldito cabezota, Lennon.-le dijo al fin.-NO ES POR ESO. Reflexioné, te di la razón al final y tan contentos, ¿por qué iba a estar ahora otra vez dándole vueltas a lo mismo?

-Y yo qué sé… Las tías siempre retomáis cosas que parecen solucionadas.

-Habló el experto en psicología femenina.

John ignoró el sarcasmo que Chris acababa de utilizar en sus palabras y se acercó más a ella.

-¿Entonces?

-No es por ti.

-Creía que entre tú y yo no había secretos…-bufó él poniendo cara de pena.

Christine lo miró y no pudo reprimir una risita. Igual que le resultaba odioso cuando se ponía en plan cabezota sin escuchar a nadie, le resultaba adorable cuando parecía suplicarle.

-Es por Penny.-contestó al fin la chica.

-¡¿Qué?!-casi gritó John.-¿Por ella? ¡Y yo calentándome la cabeza pensando que te pasaba algo conmigo!

-Es que tú eres un pelín egocéntrico… Te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir: no todo gira a tu alrededor.

-.No es eso, tonta. Es que me extraña que estés preocupada por… ésa. ¿Qué le pasa?

-Ésa tiene un nombre, no creo que te mueras si lo pronuncias. Y estaba así porque estaba observándola… No parece cómoda aquí.

-Claro que no parece cómoda: yo estoy en la misma habitación que ella. Sabes que me odia.

-No creo que seas tú esta vez. Hoy estás civilizado…

-¡Oye!

-¡Es verdad!-rió ella.-Hoy no has hecho nada para que se enfade.

-Ni las otras veces tampoco.

-Johnny, no seas mentiroso.

John soltó una carcajada.

-Vale, igual sí que la he fastidiado un poco.-reconoció al fin.-¿Y qué le pasa hoy? No me digas que tampoco aguanta al resto…

-No lo sé…

-Es que perdona que te diga, pequeña, pero meter a una antibeatle aquí entre nosotros…

-Tonto…

-Tonto no, es verdad. Sabes que nos odia a todos, la única que le cae bien aquí eres tú. Ni siquiera tu hermano que le cae bien a todo el mundo se libra de su mala leche.

Chris se lo quedó mirando fijamente. Aquella última frase la había hecho caer en algo. No sabía aún por qué, pero tenía la sensación de que había empezado a encajar las piezas de aquel puzzle.

-Creo que está así por culpa de Paul.-sentenció la chica al fin con convicción.

-¿Por Paul? ¿Y qué se supone qué ha hecho Paul para que esté así?

-No lo sé, pero me enteraré pronto.

-Pequeña, por favor… No te pongas a jugar  a Sherlock Holmes ahora…

-Juego a lo que quiero, mandón.-sonrió ella acercándose para darle un beso en los labios.-¿Volvemos con los demás?

-Ni lo sueñes…-dijo John con una sonrisilla pícara cuando ella se separó de él.-Te dije que tenía hambre y… es verdad.

Chris lo miró. Sabía a qué se refería, aunque no pensaba seguirle el juego con todos los demás por allí pudiendo pillarles si entraban en la cocina en cualquier momento.

-Si tienes hambre, Johnny, abre la nevera y sírvete.-dijo al final resuelta alejándose de él y guiñándole un ojo.

***********************************

Hacía ya un buen rato que todos se habían marchado de allí. Sólo quedaban Paul y John, que estaba esperando a Christine para marcharse a casa. No le hacía demasiada gracia estar allí esperándola, pero no le quedaba otro remedio: la chica se había ido a acompañar a Penny a su casa y él quería convencerla al llegar de que se fueran a pasar la noche juntos a su apartamento. No obstante, estar allí con Paul a solas también le estaba viniendo bien. Compartir un porro y hablar de canciones hechas y por hacer era una cosa que siempre le reconfortaba.

-No creo que debamos incluir demasiados temas nuevos en los directos que hagamos este verano durante la gira…-dijo Paul con aire reflexivo.

Nada más escuchar la palabra “gira” John cambió su expresión de repente.

-No creo…-masculló de mala gana mientras le daba una profunda calada al porro que le acababa de pasar Paul.

-¿Qué pasa, John?-preguntó su amigo mirándole. Al parecer, se había dado cuenta de su repentino cambio de actitud.-Te has puesto serio.

John suspiró a la vez que exhalaba el humo del porro.

-Pasa que estoy hasta los cojones de esa puta gira.-contestó al fin con vehemencia.-Y eso que aún no la hemos empezado.

-Pero si tú adoras los directos…

-No, Paul, te equivocas. Hace tiempo que los directos me dan asco.-contestó sinceramente pasándole el porro.-No se nos oye. Sólo hay gritos y ataques de histeria. Da igual que toquemos mal o bien, incluso daría igual que nos pusiéramos a tocar las canciones de otros. De hecho, creo que si enviáramos a nuestras estatuas de cera a los conciertos y las plantáramos en medio del escenario, causarían el mismo efecto.

-No seas gilipollas.-le cortó Paul.-Tocar en directo es lo mejor de nuestra profesión. El contacto directo con el público lo es todo.

-El contacto directo con una panda de locas, querrás decir.

-John…

-No, Paul, piénsalo y verás como tengo razón. Ringo y George también están hartos.-le interrumpió él.-Además, también está lo otro.

-¿A qué te refieres?

John lo miró antes de contestar.

-A que las giras siempre son demasiado largas.-contestó finalmente.

-¿Y desde cuándo te molesta la duración de una gira?-preguntó Paul sorprendido.-Siempre te ha encantado pasar tiempo fuera de casa y…

-Ahora las cosas no son como antes.-le respondió- Al menos, no para mí.

Paul soltó una risita amarga cuando escuchó aquello.

-¡Mierda, Lennon! ¿Es por mi hermana?-preguntó con sorna.

-¿De qué te extrañas?-preguntó John molesto por el tono que había empleado su amigo.-Me he acostumbrado a tenerla cerca de mí casi todos los días, por no decir todos, y me jode el hecho de tener que estar meses sin verla. Y sabes que no soy el único en esa situación…

-Oh, gracias por restregarme por la cara que soy el único aquí sin pareja, gran amigo.-le corto Paul enfadado.-Si tanto las queréis os las lleváis a la gira y punto, a mí no me vengáis con historias.

John se quedó mirándolo durante unos instantes. Jamás se había planteado aquello. ¿Llevarse a las chicas con ellos? ¿Y por qué no? George y Ringo no tenían problema ninguno: de hecho, ya todo el mundo sabía que tenían novia y a nadie la extrañaría que fueran con ellos. El problema, quizás, radicaba en Chris y en él, que continuaban manteniendo lo suyo en secreto para evitar escándalos. Según Brian, no era conveniente que nada más resolverse lo del divorcio los dos dieran a conocer su relación. Aquello sólo levantaría rumores sobre si ya estaban juntos mientras aún estaba casado con Cynthia y, debía reconocerlo, tenía razón. A él las habladurías le daban lo mismo, pero no quería perjudicar a Christine ni hacerla quedar mal delante de la opinión pública. Entonces… ¿cómo llevarse a su novia a la gira sin levantar sospechas? No tenía ni idea, pero de una cosa estaba seguro: lo haría. Al fin y al cabo, el hecho de que Chris fuera hermana de Paul debería jugar a su favor, ¿no?

-Eres un jodido genio, Macca.-le respondió finalmente, sonriente.

-Oh, no…-masculló Paul mirándole sorprendido.-Hablaba con ironía, Lennon. IRONÍA. ¿Sabes lo qué es eso?

-Olvida tu jodida ironía y ve haciéndote a la idea: ellas se vienen con nosotros.

-Perfecto… Ahora me voy de gira con las tres parejitas felices. Disculpa que no dé saltos de la alegría…

John no pudo evitar soltar una pequeña risita por lo bajo mientras le arrebataba el porro de las manos de su amigo y le daba otra profunda calada.

-¿Por qué te molesta tanto eso?

-¿Hace falta que te lo explique?-le replicó Paul de mal humor.

-Sí.-contestó él plenamente consciente de que estaba metiendo el dedo en la llaga.-Creí que lo habías superado.

Paul soltó un bufido resignado.

-No sé si está superado, pero al menos si que tengo asumido que Alice…-contestó finalmente sin ser capaz de acabar de pronunciar la frase.

-Yo creo que sí que lo tienes superado.-afirmó John convencido.-Paul, ya nos vamos conociendo demasiado y creo que incluso…

-¿Qué?

John agarró aire antes de decir lo que iba a decir.

-Que incluso hay alguien más.

-No me jodas, Lennon.

-Sabes que tengo razón.

Un incómodo silencio se adueñó de la estancia mientras Paul le apartaba la mirada a John.

-No sé si hay alguien o no.-dijo casi en un susurro al cabo de unos segundos.-Bueno, puede haberlo…

-¿Ves cómo tenía razón?-rió John.-¿La conozco? ¿Alguna actriz? ¿Alguna modelo de las de la fiesta de hace unas semanas? ¿Una periodista?

-Agobias con tanta pregunta, joder.-sonrió Paul.-Sí, la conoces. Pero apuesto a que no serás capaz de adivinarlo en tu vida. Y no seré yo quien te lo diga.

John entrecerró los ojos y se quedó mirando a su amigo fijamente. Le extrañaba que no se lo quisiera decir… De repente, algo en su cerebro pareció encajar. La conversación con Chris en la cocina de esa misma tarde, su convicción de que Penny estaba rara por Paul y… lo callado que había estado su amigo, cosa rara en él, que siempre quería ser el protagonista.

-Oh…-dijo al fin.-Paul, no me jodas… ¿Es Penny?

Su amigo abrió los ojos como platos y se lo quedó mirando casi con la boca abierta. No obstante, reaccionó pronto y recobró su expresión de hacía unos segundos, aunque aquello a John ya no le servía de nada.

-¿Penny? Vete a la mierda, Lennon.-contestó enfadado.

John lo miró de nuevo pero no dijo nada. No podía salir de su asombro. Y por mucho que Paul intentara disimular, él ya sabía la verdad. Sí, había otra persona y aquella persona era, nada más y nada menos, que Penny.

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Brian colgó el teléfono enfadado. No podía creer lo que estaba pasando. La gira comenzaría en mes y medio y aún no había podido encontrar a alguien competente para desempeñar aquel trabajo. Y es que desde que había tenido aquel monumental altercado con Derek Taylor en el 64 no había atinado a encontrar a nadie capaz de hacer comunicados de prensa decentes sobre The Beatles. Ahora se arrepentía profundamente de haberlo dejado escapar, pero ya no había vuelta atrás. Las cosas habían sido así y los chicos no podrían recuperar al que seguramente había sido el mejor en aquello. Al menos, no mientras él continuara siendo su manager.

Con un suspiro, Brian se recostó sobre el sillón de su despacho y entrecerró los ojos. Si no encontraba a nadie capaz y neutral que redactara las notas de prensa, no le quedaría otra que encargarse él mismo de aquello, cosa que no le hacía demasiada gracia. Ser el manager de un grupo como The Beatles en plena gira ya conllevaba bastante trabajo de por sí como para encima tener que hacer trabajos que no le correspondían, pero debería hacerlo. A lo mejor aquel era su pequeño castigo por haberse deshecho de Derek años antes…

**************************************

Mary miró sorprendida a John, que estaba repantigado en el sofá de casa de Ringo sin el menor reparo mientras saboreaba el whisky con hielo que su amigo le acaba de servir. Chris, a su lado, miraba a su novio escéptica, sin decir ni una sola palabra.

-Repite eso, John, que no me ha quedado muy claro…-murmuró Mary finalmente.

-No hace falta que repita nada, princesa.-dijo Ringo risueño.-¡Es la mejor idea que he oído en toda mi vida!

-Pero…

-Pero nada.-le cortó John.-No veo qué hay de raro en que nos llevemos a nuestras novias a una gira de meses.

-Tendremos clases.

-No a finales de junio cuando empecemos.

-No sé…

-¿Ya estás igual que ésta de aquí?-preguntó John señalando a Chris con el dedo con una sonrisa burlona. La chica le dio un golpe en la mano con cara de enfado, cosa que hizo que John estallara en una inmensa carcajada-¿Qué pasa? ¿Teníais ya planes para pasar un verano loco sin nosotros?

-No es eso…-masculló Mary, que paró en seco cuando vio que John no paraba de reírse como un niño pequeño.-Oye, Lennon, ¿qué te pasa?

-Que está borracho y colocado, eso es lo que le pasa.-contestó Chris soltando un suspiro.-Ni caso. Cuando le pase el ataque de risa ya escuchará.

-Hijos de puta… ¿Os habéis esperado a que nos largáramos para fumaros los porros o qué?-preguntó Ringo divertido mirando a su amigo, que aún no había podido parar de reír.

-Por supuesto que sí, cabronazo, porque si los sacamos mientras estás tú allí, te los fumas todos y no nos dejas nada para los demás.-contestó John cuando pudo recobrar la respiración antes de darle un nuevo sorbo a su whisky. Después, dirigiéndose a las chicas, añadió:-Pues eso que os estaba diciendo, preciosidades, que no vayáis buscando excusas baratas porque os venís con nosotros a ver mundo. Encima gratis, no os quejaréis.

-John, venimos hablando de eso todo el maldito viaje hasta aquí.-le replicó Chris mirándolo seriamente.-Mary y Gwen perfecto, pero yo no pinto nada en la gira, al menos no oficialmente.

-Eres hermana de Paul, con eso basta.-contestó él encogiéndose de hombros.-Podemos decir que estás pasando por una mala época y que Paul quiere que vengas con nosotros para despejarte y…

-Sí, claro.-le interrumpió la chica.-Ahora resulta que voy a ser como el abuelito de Paul en A Hard Day’s Night

La respuesta de la chica hizo que Mary y Ringo lanzaran una carcajada al unísono.

-La hermanita de Paul… Suena bien.-rió Ringo.

-Sí, precioso…

-Acabaré convenciéndola, Rich, ya lo verás…-dijo John con descaro mientras esbozaba una sonrisa.-Ahora te toca a ti trabajarte a tu Mary.

-A mi chica ya me la trabajo de muchas maneras…

-¡Ritchie!-exclamó Mary dándole una colleja medio en serio medio en broma.

-¡Eso ha dolido!-rió Ringo antes de abrazarla y darle un tierno beso en los labios.-¿Qué? ¿A que te vienes conmigo a esa maldita gira?

La chica lo miró a los ojos. La verdad era que tenía razón. A ella tampoco le apetecía estar todo el verano sin verle y, para qué negarlo, se quedaría más tranquila si iba con ellos. No era que desconfiara de él, pero aun así, ella se sentiría mejor y sabía que Ringo también.

-De acuerdo.-dijo al fin sonriendo.-Te acompañaré a esa gira.

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Aún no sabía cómo había llegado hasta allí, pero de repente Paul se vio aparcando delante de casa de Penny. De hecho, cuando Chris y John se fueron de casa y lo dejaron allí solo, a Paul le había faltado tiempo para subir al coche y empezar a conducir hacia casa de aquella chica que lo obsesionaba y lo desconcertaba a la vez como nunca nadie lo había hecho. Quería hablar con ella y eso iba a hacer.

Sin pensárselo dos veces, Paul bajó del coche y entró en la finca evitando ser visto por nadie. Saludó al portero con una sonrisa, subió al ascensor y, en pocos segundos, se plantó delante de la puerta de la chica y llamó al timbre.

-Hola, Penny.-saludó con una de sus mejores sonrisas cuando la chica le abrió la puerta.

Penny se quedó mirándole de arriba a abajo, seria y sin mediar palabra. Al parecer, no esperaba para nada aquella visita.

-¿Puedo pasar?-preguntó él con suavidad.-Necesito hablar contigo.

-No creo que…-empezó a decir la chica.

-Vengo en son de paz.-le interrumpió Paul.-Y te prometo que sólo hablar.

La chica pareció dudar durante unos momentos, pero al final se lo pensó mejor y se hizo a un lado.

-Pasa.

Paul no pudo reprimir una sonrisilla de satisfacción y la siguió hacia el interior de la casa, hasta el comedor. Jamás había estado allí; la última vez que había ido a ese piso sólo había visto el recibidor y el dormitorio de la chica.

-¿De qué quieres hablar?-preguntó Penny evidentemente nerviosa cuando los dos se sentaron en el sofá.

-¿De qué va a ser? De lo nuestro.

-Paul, tú y yo no tenemos nada.-contestó ella con dureza.-Sólo nos acostamos juntos hace unos días, nada más.

-¿Entonces no tenemos nada?-preguntó Paul algo desconcertado ante aquella respuesta. Era la primera vez que una chica le decía algo así.

-Por supuesto que no.-le respondió ella.-¿O es que pides en matrimonio a cada una que acaba contigo en la cama?

-No, claro que no.-se apresuró a decir Paul.-Pero lo pasamos bien juntos el otro día, no me lo negarás.

Penny le dedicó una mirada glacial antes de contestar.

-A juzgar por cómo te fuiste de aquí después de lo que pasó, hubiera dicho que te arrepentías de aquello…

Paul soltó una risita aliviado. Así que era por eso por lo que Penny estaba tan rara con él…

-Oh, venga…-dijo al fin.-Me largué de aquí porque pensé que la que te arrepentías eras tú.

-Yo no me arrepiento nunca de nada. Uno debe de ser consecuente con lo que hace.-le cortó ella secamente.

-¿Y por qué nada más acabamos soltaste un “oh, mierda” que se escuchó hasta en la China?-preguntó Paul.

-Porque me había acabado de acostar con un tío al que odio.

-O sea, que me odias y te arrepientes.

-Ya te he dicho que no me arrepiento de nada; la vida es demasiado corta como para andarse con esas tonterías. Pero pese a lo que pasó continúas cayéndome tremendamente mal.

Paul esbozó una sonrisilla. Pese a que Penny estaba tratando de herirle, le estaba provocando justamente el efecto contrario.

-Quizás tú a mí ya no me caes tan mal...

-Hazme un favor, McCartney, vete a casa.

-¿No cabe ninguna posibilidad de que se vuelva a repetir lo de la otra vez sin huidas por mi parte cuando acabemos?-preguntó él con descaro, envalentonado ante la arrogancia de la chica.

-Te he dicho que te largues.

Paul soltó una risita y se levantó del sofá. Era consciente de que era mejor no forzar más la situación, aunque le apetecía muchísimo volverlo a hacer de nuevo. Justo en el momento en el que estaba a punto de irse de allí, algo le llamó la atención. Bonnie, la perra de Penny, estaba en un rincón del salón tumbada sobre una manta vieja mientras respiraba agitadamente. Parecía enferma.

-¿Qué le pasa a la perra?-preguntó el chico agachándose para acariciarla.

Penny se acercó hasta allí y se agachó también, junto a él.

-Nada importante. Sólo es que está a punto de dar a luz…-contestó.

Paul miró bien al animal. Era curioso, pero no se había dado cuenta las veces anteriores de que la perra de Penny estaba embarazada. Y es que había tenido otras cosas más importantes en las que fijarse, sobre todo, la última vez que estuvo en aquella casa…

-Pobre…-masculló el chico.-Parece que no tardará mucho.

-Cuestión de horas, creo.

-Seguro que nacen unos cachorritos tan bonitos como la madre…-dijo volviéndose hacia ella y dándose cuenta de que sus caras solo estaban a escasos milímetros.-Y como la dueña.

-¿Me estás comparando con un perro, McCartney?-preguntó la chica sin poder evitar esbozar una sonrisa divertida.

-Hay que ver lo sensibles que sois las tías…-susurró él acercándose un poco más hacia sus labios. Ahora ya casi podían rozarse.

-Y lo imbéciles que sois algunos tíos…-le respondió ella también entre susurros pero sin apartarse ni un milímetro de su boca.

Paul no pudo evitar lo inevitable. Sólo fue cuestión de entreabrir un poco la boca y hacer que sus labios entraran en contacto. Penny, tal y como había creído, le respondió haciendo que aquel beso cobrara en intensidad.

-¿No habías dicho que tú y yo no teníamos nada?-preguntó Paul con una sonrisilla pícara cuando los dos pararon para agarrar aire.

-Y no lo tenemos.-le respondió Penny devolviéndole la sonrisa.-Pero tal y como has dicho antes, lo pasamos bien juntos, ¿no?

Paul volvió a abalanzarse sobre ella, aquella vez mucho más decidido que antes, satisfecho. Por fin encontraba a una chica que parecía pensar como él. Por fin.



Hola de nuevo! En primer lugar, disculparme porque tengo la cabeza de adorno, chicas. Y es que, a las comentaristas se me olvidó contestarles en el capi anterior. De todas maneras, ya sabéis que os amo, que os adoro y que os quiero mucho como la trucha al trucho, jajajajaja. Bien, en serio, que no volverá a pasar y si pasa, tenéis mi permiso para torturarme y demás cosas que se os ocurran :P 
Bueno, aquí está el nuevo capi. Espero que os haya gustado, como siempre, aunque sé que tampoco es que sea la gran cosa. En fin, menos da una piedra, ¿no? jajaja.
Como siempre, un beso muy grandeeeeee y gracias por estar ahí, lectores, comentaristas y visitantes varios :P
Muaks! 

3 comentarios:

  1. uffffffffffffff porque tu fan fic sera tan extremadamente perfecta y buena ??? , me vuelves loca jajajajajajaja estuvo todo tan genial , que bueno que ya estan empezando a hablar de la gira y de que quieren que ellas los acompañen aunque pues se esten resistiendo un poco cosa que veo normal porque andar en avion meses de meses pues es cansado y tras de eso ahorita llega el enrredo aquel pffff PEOR , la ultima parte...... a ver , me desconcerto , no me la esperaba se nota que Paul no puede vivir sin ella , soy yo o Paul estara presente en el parto de Bonnie ??? porque si es asi pues me parece algo muyyyy romantico :') , espero que publiques dentro de mucho tiempo y que te salga re fea la parte aquella jajajajajajajajjaja besos

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  2. lkslaksfdhakle QUE!????????? PAUL Y PENNY!!!! me gusta la parejita que hacen... tienes razon... alice era... demasiado buena para el. el es diferente.... wow me encanta tu fic va de genial a mejor (?) me muero de ganas por ver que pasara en la gira... ire a la gira!! jajaja me dio risa lo que dice john de "poner sus estatuas de cera y causar la misma reaccion" supongo que asi era en realidad por que los conciertos que he llegado a ver... en realidad no se escucha NADA. paul y penny... me encanta la idea... bueno, debes subir mas seguido por que me pongo mal sin leer la fic XDD suerte! cuidate!

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  3. Gira LOCA LOCA LOCA! (léase a lo Shakira) Wow este capitulo me dejo re WTF? por lo de Penny y Paul....vamos que se tienen unas ganas barbaras estos, mucho odio, mucho odio, pero a la hora de los bifes se dejan llevar, eh!
    Y Chris debe ser media vidente para darse cuenta, bueno, John también, o si no, los dos son expertos en leer el lenguaje corporal, me encantó como John "enganchó" a Paul, aunque éste trató de disimular.
    Y bueno, la Mary esta se hace la dificil pero con tal de irse de joda afloja enseguida jajaj y me parece MUY BIEN.
    Bueno, te sigo exigiendo que subas, qué tanto.

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