lunes, 18 de marzo de 2013

Capítulo 80: Desengaños

Llevaban casi cinco semanas en la India y las cosas parecían haberse estancado muchísimo en todo el tema de la meditación, al menos, para él. Al contrario de lo que había llegado a pensar en un primer momento, a John no se le había revelado ninguna verdad absoluta y seguía exactamente igual que cuando habían llegado: meditando, escuchando generalidades vagas por parte del Maharishi y sin nada más que hacer. Aquello suponía un serio problema para alguien acostumbrado a un ritmo de vida trepidante, más aún cuando estaba empezando a hartarse de todo aquel cuento que le estaba aportando mucho menos de lo que se había esperado. Además, parecía que hasta los ultraconvencidos por el Maharishi George y Gwen también habían empezado a mostrar signos de cansancio, hasta tal punto que George ya había hablado de organizar un viajecito por el sur de la India para "descansar" de la estancia en Rishikesh.

Pero no todo era mero cansancio de no aprender nada nuevo o aburrimiento, no. Había algo más, algo que era lo que realmente estaba hartando a John y le había puesto sobreaviso. Y es que el Maharishi parecía no sólo preocupado por los asuntos espirituales y místicos, sino también muy interesado, demasiado incluso, por los temas de finanzas, de dinero y también de fama. Ya Neil Aspinall, antes de irse con Paul semanas antes, les había comentado con sorpresa que aquel santurrón era realmente hábil con los negocios. Para colmo, un par de días antes, Mal Evans le había dicho a John con preocupación que le había llegado a oídos la intención del Maharishi de que The Beatles depositaran alrededor de un cuarto de sus ganancias del nuevo disco que grabaran en sus cuentas en Suiza a modo de donación a la causa. Aquello había enfurecido a John, que se había limitado a contestar con un cortante "por encima de mi cadáver" y zanjar así el tema. Y es que, por mucha fe que hubieran depositado en aquel Maharishi, ellos no eran ningunos estúpidos.

Era por todo aquello por lo que John había empezado a asquearse de Rishikesh en general y del Maharishi en particular. En realidad. ansiaba volver a Londres cuanto antes y envidiaba secretamente a Paul por haberse largado de allí a tiempo. No obstante, aún tenía cierto reparo a abandonarlo todo e irse así sin más. ¿Y si estaba más cerca de lo que creía de conocer esa verdad que había estado buscando toda su vida? ¿Y si irse era una decisión equivocada de la que se arrepentía toda su vida?

Pensando en todas esas cosas, John rasgó distraído las cuerdas de su guitarra. Después, la miró durante unos segundos, debatiéndose para sus adentros en si debía tocar más o no y, finalmente la dejó a un lado y se levantó del suelo donde había estado sentado. Necesitaba dar un paseo y estirar las piernas y así iba a hacerlo, pese a que se suponía que aquellas horas debería estar meditando. Meditando... ¿para qué sien aquellos momentos veía imposible concentrarse en nada?

Caminó sin rumbo fijo por aquel poblado que parecía sacado de un cuento, ensimismado y dejando que su mente vagara de un pensamiento a otro de manera anárquica. Estaba realmente confuso con todo, como nunca antes lo había estado en toda su vida. Era paradójico que en un sitio donde se suponía que había ido a encontrar su camino, se sintiera así.

-¡John!

Sobresaltado por aquel grito que no se esperaba para nada, John se giró y miró en la dirección desde la cual provenía la voz. Frunció el ceño al ver a su amigo Alex acercándose hacia él. Estaba mortalmente serio lo cual todavía le llamó más la atención.

-¿A qué viene esa cara?-preguntó extrañado cuando su amigo se paró delante de él.-¿No se supone que deberías estar trabajando o meditando o algo?

Magic Alex se quedó mirándolo durante unos segundos antes de contestar.

-Se supone.-contestó finalmente sombrío.-Pero sinceramente, paso de hacer ninguna de esas cosas después de lo que me he enterado.

-¿Cómo? ¿De qué te has enterado?

-De eso precisamente quería hablarte...-masculló Alexis con misterio.-¿Te acuerdas de Rosalyn? La americana esa que vino hace unos meses y...

-Claro, claro que me acuerdo. Es una de las favoritas del Maharishi...-contestó John remarcando especialmente la palabra favoritas con toda la intención del mundo.

-Pues...-masculló Alex con un deje de nerviosismo en su voz.-Acabo de hablar con ella y... Joder, John, debes saberlo.

-¿El qué debo saber?-preguntó él empezando a impacientarse de verdad ante tanto misterio.

-Me ha contado cosas sobre el Maharishi...-contestó su amigo.-Ese tipo no es quien pinta, John. Dice que... Bueno, que come carne en sus reuniones privadas, que lo ha visto ella.

-Muy ejemplar.-casi silbó John.

-Y eso no es todo.-continuó Alexis.-Rosalyn asegura también que... el Maharishi le ha hecho ciertas insinuaciones que dejan en evidencia que no es digamos un hombre casto del todo.

-¡¿Qué?!-gritó John. Aquello era lo que le faltaba por oír. Desde antes ya había empezado a aborrecer al Maharishi, pero aquello era la gota que colmaba el vaso.-Me estás jodiendo, Alex.

-No, no te jodo. Es cierto.-le contestó.-Si quieres podemos ir a hablar con ella, está en su cabaña, así oyes tú la historia por ti mismo...

-Joder...-masculló John pasándose la mano por el pelo, confuso.-Está bien. Vayamos a hablar con esa Rosalyn, a ver qué dice.

Alex asintió con la cabeza y le indicó que le acompañara. John le siguió hecho un manojo de nervios. Si aquello era cierto, una cosa tenía por seguro: iba a largarse de allí en cuanto antes mejor.

********************************

-No puede ser verdad...

George le dedicó una mirada de reojo a Gwen. La verdad era que él tampoco era capaz de creérselo. Lo que les estaba contando John era demasiado fuerte como para tomárselo a la ligera. Ellos, que habían depositado tantas esperanzas y tanta fe en el Maharishi, ahora tenían que abrir los ojos de repente para ver que aquel hombre al que consideraban por encima del bien y del mal, no era más que un maldito hipócrita con buenas palabras y nada más. Y es que, si lo que John afirmaba, y parecía estar muy convencido de ello, era verdad, los hechos del Maharishi se alejaban mucho de lo que predicaba. La verdad era que si aquello mismo se lo hubieran dicho a George un par de semanas atrás, no se lo habría creído nunca, por muy decidido que estuviera su amigo, pero en esos momentos, las cosas habían cambiado. Estaba ya un poco asqueado del Maharishi y todos, incluso la propia Gwen, había visto claramente que aquel hombre estaba demasiado interesado en su fama y en su dinero.

-Sí que lo es.-afirmó John de manera contundente.-Alex y yo en persona hemos hablado con Rosalyn y jura y perjura que todo lo que os he dicho es verdad. Podéis ir a hablar con ella si queréis. Nada más verla comprenderéis que no puede estar mintiendo. Eso se nota.

George lanzó un sonoro suspiro. Le dolía hasta la cabeza por todo aquel jaleo.

-No sé por qué, pero no me extraña...-dijo al fin casi en un susurro.-Desde hace unas semanas, había algo que no acababa de encajar del todo. Demasiadas fotos con nosotros, demasiada propaganda...

-Demasiados intereses.-terminó John por él.-Yo no sé vosotros lo que pensáis hacer, pero yo lo tengo muy claro...

No hacía falta ser demasiado listo para saber cuáles eran las intenciones de John. No obstante, George quería oírselo decir en voz alta, así que se lo preguntó directamente.

-Vas a irte de aquí, ¿verdad?

Con el semblante serio, John lo miró y asintió con la cabeza.

-Ya hace muchos días que no estoy a gusto aquí. Necesito volver a Londres, retomar todo lo que allí he dejado y seguir con mi vida.-contestó al cabo de unos instantes.-Y bueno... Ahora después de saber todo esto lo único que siento es asco de estar en este sitio. La única razón por la cual no me había largado aún era porque tenía la esperanza de aprender algo del Maharishi, de aprender aquello que nos prometió, esa maldita verdad. Pero ahora, es obvio que ese charlatán de feria es incapaz de descubrirnos nada nuevo. ¿Qué vais a hacer vosotros?

George se quedó en silencio durante unos segundos. La verdad era que no sabía qué responder y mucho menos sin saber qué opinaba Gwen al respecto. De este modo, George se volvió hacia su novia y se quedó mirándola directamente, interrogándola con la mirada. La chica pareció captar enseguida qué era lo que quería y lanzó un suspiro.

-En mi vida me había sentido tan tonta y tan engañada...-dijo la chica con un hilillo de voz, aunque con dureza.-Me siento tan mal que...

-Oh, venga, Gwen...-susurró George pasándole la mano por el pelo en un gesto delicado.-No te pongas así, preciosa.

-¿Y cómo quieres que me ponga?-preguntó ella. Parecía que estaba incluso a punto de ponerse a llorar.-Estaba muy convencida con que era un  gran hombre y... ¿qué ha pasado? Ha resultado ser el mayor hipócrita jamás visto. Y yo me lo he creído todo, absolutamente todo.

-No sólo tú te lo habías creído, cariño.-susurró George.-Yo también había caído y todos los demás también.

-Pero yo estaba tan cegada...-suspiró ella.

-Bueno...-dijo George.-Creo que lo mejor será que también nosotros volvamos a Londres, olvidemos todo esto y sigamos con nuestras vidas, ¿te parece?

Gwen asintió en silencio, pero no dijo nada. Al parecer, la pobre ni siquiera tenía fuerzas ni para articular palabra.

-Yo me pienso largar de aquí lo más rápido posible.-dijo John mirando a su amigo.-Supongo que vosotros también...

-No tiene ningún sentido quedarse más tiempo aquí...-le contestó George sosteniéndole la mirada.

-Está bien.-dijo John.-Si es así, deberemos decirle a ese Maharishi que nos vamos.

-¿Y quién se lo va a decir?-preguntó Gwen mirándolos a los dos.

-Pues... Iré yo mismo.-respondió John poniéndose en pie de su asiento.-Mañana mismo iré y se lo diré. A mí no me asusta ya lo que pueda contestarme un charlatán como ése. Y ahora, chicos... Buenas noches. Nos veremos mañana.

**********************************

Pasaban de las diez de la noche cuando Christine y Jordan pusieron los pies en la calle. Acababan de salir de la redacción después de un agotador día de trabajo, pero por lo menos habían podido meter todavía en la edición del día siguiente una noticia de última hora, con fotos incluidas, que sabían que muy pocos iban a dar en los diarios de la mañana por falta de tiempo. Aquello, para qué negarlo, llenaba Chris de orgullo. Y es que cosas como aquella le servían para demostrar ante sus compañeros que no sólo estaba allí por ser quien era sino que en realidad era una persona tan válida como cualquier otra para trabajar en el diario.

-Jamás se nos había hecho tan tarde, ¿verdad?-preguntó de pronto Jordan mientras caminaban por la acera.

-Nunca.-sonrió ella.-Pero bueno, lo hemos conseguido. Hemos metido todavía la noticia.

-Deberían darnos un aumento de sueldo sólo por eso.-bromeó el chico.-Menudo maratón que me he pegado revelando las fotos...

-Pues anda que yo escribiendo a toda pastilla...-añadió Chris.-Vamos, que sí, que nos deberían de dar ese aumento.

Jordan lanzó una risita y se detuvo de repente. Christine se quedó mirándolo extrañada, con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa?

-Se me ha ocurrido algo.-contestó Jordan esbozando una sonrisa.-Es muy tarde, demasiado. Y no sé tú, pero a mí ahora me da una pereza inmensa hacerme la cena.

Pese a que ya sabía de qué iba la cosa, Chris se mantuvo en silencio, esperando a que el chico terminara de hablar.

-¿Te parece que vayamos a cenar a algún sitio?-preguntó al fin Jordan.

La chica dudó durante unos instantes. Lo cierto era que no le apetecía demasiado. Quería llegar a casa, como mucho picar algo e irse a dormir sin más, pero, por otra parte, le sabía mal dejar a su amigo plantado de aquella manera.

-No sé...-masculló intentando evadir la pregunta.-Es muy tarde, ya habrán cerrado la cocina en la mayoría de sitios y...

-¡Vamos, Chris! Esto es Londres, siempre hay sitios donde puedes cenar a todas horas...-le cortó el chico risueño.-Pero vamos, que si no te apetece, tampoco pasa nada.

Jordan acompañó aquella última frase con una mueca de disgusto. Chris lo miró y lanzó un suspiro, resignada.

-Está bien...-claudicó al fin.-Vayamos a buscar algún sitio donde comer algo. Pero lo hacemos corto, que estoy cansadísima.

-¡Genial!-exclamó Jordan.-Bueno, vayamos a por mi coche. Conozco un sitio en el centro que seguro que está abierto y donde se come genial.

Chris simplemente se limitó a sonreirle mientras se encaminaban hacia el coche. Sólo le quedaba esperar que aquella cena fuera corta y que la cosa no se alargara más de la cuenta.

**********************************

La verdad era que la cena con Jordan se le había pasado mucho más rápida de lo que se había esperado en un primer momento. Había sido llegar al sitio, sentarse, empezar a charlar de aquello y de lo otro y a Chris pasársele gran parte del cansancio. En realidad, más que dormir, lo que la chica necesitaba cuando habían salido de la redacción era despejarse un poco y relajarse. Había sido una velada agradable, una velada de charla con un amigo al que estaba empezando a apreciar de verdad. Además, fiel a su promesa de no hacerlo largo, el chico había accedido a llevarla enseguida a casa nada más habían acabado de cenar. Era por eso por lo que Chris ya no se arrepentía para nada de haber accedido a salir con él a cenar.

-Es esta calle, ¿verdad?-preguntó Jordan sin despegar la vista del volante.

-Sí.-confirmó Chris.-Giras por esta bocacalle y la segunda finca de pisos.

-Perfecto.-sonrió el chico antes de girar.-Es una buena zona para vivir.

-Sí, está bien.-contestó ella a la vez que Jordan paraba el coche justo ante la puerta de su finca.-Bueno, Jordan, gracias por todo. Ha sido una cena muy agradable.

-Aunque no me hayas dejado invitarte, ha estado bien, sí.-rió él.-La verdad es que yo también he estado muy a gusto...

Chris se quedó mirándolo durante unos segundos, el tono con el que le acababa de decir eso la había descolocado por completo. Y es que Jordan jamás le había hablado de aquella manera. El chico permaneció en silencio algunos segundos más, mirándola. Justo en ese momento, Chris lo entendió todo: entendió qué era lo que estaba a punto de hacer Jordan y el por qué de tanta preocupación hacia ella aquellas últimas semanas. Sintió como la sangre se le helaba en las venas. Ella no quería eso, para nada, pero, justo antes de que a ella le diera tiempo a reaccionar y a salir del coche pitando, Jordan posó sus labios sobre los suyos.

Chris lo alejó de ella con un empujón en el pecho, como si le hubieran dado una tremenda bofetada.

-Pero...¿qué haces?-preguntó alterada mirándolo con los ojos muy abiertos.

El chico le dedicó una mirada estupefacto ante su reacción.

-Tampoco es para que te pongas así.-le respondió a la defensiva.-Ha sido sólo un beso.

Aquella contestación pilló a Chris por sorpresa. No se esperaba para nada que se pusiera a la defensiva. Al contrario, había supuesto que se apresuraría a articular una disculpa y a despedirse de ella sin más. Al parecer, no conocía tan bien a Jordan como se había imaginado. No obstante, ella no iba a amilanarse ni muchísimo menos.

-Ya sé lo que ha sido.-le respondió con frialdad.-Pero... creo que te estás equivocando conmigo.

Jordan lanzó un bufido molesto.

-¿Es por ese imbécil, verdad?

-¿Qué?-preguntó Chris contrariada.

-Que si es por ese idiota.-repitió Jordan mirándola severo.-Me parece mentira que después de lo que te hizo aún estés...

-Espera un momento, para.-le cortó ella empezando a perder los estribos. Aquello era el colmo. Primero, el beso; después, esas insinuaciones que no tenía ningún derecho a hacer. No iba a permitir que nadie metiera las narices en su vida, ni mucho menos él.-Tú no tienes ni idea de nada de lo que pasó. NI IDEA. Así que ni se te ocurra ponerte a hacer juicios sobre ello, ¿de acuerdo?

-Y encima te enfadas...-bufó Jordan.

-¡¿Pero...?!

-Antes de que te pongas a gritarme, déjame decirte una cosa.-le interrumpió él de nuevo.-Abre los ojos de una vez. Ese tío es un idiota.

-No hables así de él.-silbó Chris. Si el beso ya la había puesto de los nervios, aquello era el colmo. Aún no soportaba, ni creía que soportaría nunca, que nadie hablara mal de John sin ni siquiera saber qué había pasado ni cómo era él en realidad.-Y no me hagas decirte quien de aquí es el idiota, Jordan.

Sin esperarse ni siquiera a que el chico le contestara, Chris salió del coche dando un fuerte portazo. Después, se metió en la finca apresuradamente y cerró la puerta tras de sí. Espero a escuchar como Jordan arrancaba de nuevo y, entonces, se apoyó sobre la pared y empezó a llorar sin un motivo definido. Lloraba por todo: porque se había equivocado con Jordan, porque ella, como siempre, había estado ciega completamente y, sobre todo, lloraba por ella y... por John.

**************************************

John no había pegado ojo en toda la noche. Pese a que estaba convencido de que irse de allí era lo mejor y de que lo que iba a hacer era lo correcto, le incomodaba el hecho de tener que ser él el que diera la cara y le dijera al Maharishi que se iban de Rishikesh. Y es que, aunque jamás iba a ser capaz de reconocerlo en voz alta jamás, estaba aterrorizado. ¿Qué se suponía que le iba a decir? En teoría, él era el bocazas del grupo y el que no tenía nunca ningún problema en decir lo que pensaba; pero, como casi siempre ocurre, de la teoría a la práctica hay un trecho bastante grande.

Se vistió con parsimonia, intentando pensar en cualquier cosa que no fuera su inminente encuentro con el Maharishi. Porque claro, ésa era otra: debería ir a hablar con él cuanto antes mejor ya que por las mañanas era cuando había más posibilidades de abordarlo. Además, Magic Alex ya se habría encargado seguramente de pedir un par de taxis para ese mismo mediodía, tal y como habían acordado el día antes, con lo cual, no tenía más remedio que solucionar aquello cuanto antes.

Una vez acabó de vestirse y picoteó algo de fruta que tenía por allí, John salió de su cabaña y, con paso decidido, emprendió el camino hacia el centro de Rishikesh, donde seguramente estaría el Maharishi con algunos de sus más allegados en su cabaña.

Entró en la cabaña del Maharishi sin llamar. Inmediatamente, Satnam, uno de sus hombres de confianza, le abordó.

-Buenos días.-le saludó a la vez que le cortaba el paso para que no pudiera entrar adonde estaba el Maharishi sin más.-¿Puedo ayudarte en algo?

John le dedicó una mirada glacial. No le gustaba que le impidieran ir adonde él quería. Estaba demasiado acostumbrado a hacer lo que le daba la gana y aquello le ponía de los nervios.

-¿Qué pasa? ¿No puedo pasar? ¿Es que está reunido con alguna de sus fieles seguidoras?-le replicó él remarcando con dureza la palabra alguna.

Satnam le dedicó una mirada contrariado, sin entender a qué se estaba refiriendo John.

-¿Quieres hablar con él?-preguntó al fin evidentemente sin saber qué más decir al respecto.

-Por supuesto que sí. Para algo he venido, ¿no?-respondió John intentando cargar sus palabras de toda la malicia que le fue posible.-Quiero decirle una cosa.

-Espérame un momento.-le dijo Satnam.-Le diré que estás aquí.

John vio como Satnam entraba en el salón y cerraba deliberadamente la puerta tras él. Aquel gesto le hizo soltar un bufido de fastidio y lo hizo envalentonarse más sobre lo que iba a hacer. Ahora ya no sentía reparo en decírselo, sino que sentía una profunda rabia dentro de él. Rabia hacia toda esa parafernalia que rodeaba al Maharishi, que necesitaba que le anunciaran a la gente como si fuera un miembro de la realeza, y rabia por haber perdido tanto el tiempo con un hipócrita como ése.

Casi antes de que se diera cuenta, Satnam volvió a aparecer delante de él. Sonreía, solícito, aunque lo miraba con dureza.

-El Maharishi te espera, John.-le dijo en un tono tan correcto como distante.-Puedes pasar cuando quieras.

-Muchas gracias.-contestó él con sorna. Y entró sin más dentro del comedor con una naturalidad propia de quien entra en su propia casa.

-Buenos días, John. Me alegro de verte.-le dijo el Maharishi nada más lo vio aparecer por allí con su voz aflautada.

John le dedicó una mirada de desprecio. La verdad era que había pasado de causarle hasta cierta gracia a pillarle una manía inmensa.

-Buenos días.-respondió él.-Venía aquí para decirle que George, Gwen, Alexis y yo nos vamos.

Lo dijo así, sin más. No tenía ninguna gana de andarse con rodeos: cuanto antes acabara con eso, muchísimo mejor.

-¿Os vais?-preguntó sin poder ocultar que se sentía profundamente contrariado.-Me pareció escuchar que George pretendía hacer un viaje por el sur de la India... Es eso, ¿verdad? ¿Cuándo vais a volver?

-No lo entiende.-contestó John con frialdad.-No vamos a volver. Volvemos a Londres- Nos largamos.

La expresión afable del Maharishi se transfiguró enseguida. Primero, puso cara de asombro y de incredulidad; después, cuando vio que John se mantenía firme, mirándolo de manera desafiante, su expresión se tornó muchísimo más sombría.

-¿Y por qué os vais?-quiso saber al cabo de unos segundos.

John le dedicó una mirada furibunda. ¿Cómo podía tener la cara tan dura de preguntar eso después de todo lo que sabían de él? ¿Cómo podía preguntarlo después de haber estado aprovechándose de ellos y de su imagen durante tanto tiempo delante de sus propias narices? En aquellos momentos, John tenía ganas de gritarle de todo, de sacar su rabia, pero, no obstante, se contuvo. Si sacaba su lado oscuro, lo único que haría sería empeorar las cosas.

-Bueno...-se limitó a decir pues a la vez que se encogía de hombros.-Usted que es tan místico debería saberlo.

Pese a que al Maharishi no se le movió ni un pelo, era evidente que aquella contestación le había sentado fatal.

-Yo no sé por qué.-respondió.-Tú debes decírmelo.

-¿No afirman los suyos que hasta es capaz de hacer milagros?-preguntó John consciente de que aquello era un golpe bajo.-Debería saberlo entonces.

Cuando dijo aquello, el Maharishi le lanzó una mirada asesina. John jamás lo había visto así y, por un momento, hasta llegó a vacilar. No obstante, pronto reaccionó y, sin más, se dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta.

-Por cierto.-dijo de repente girándose de nuevo hacia el Maharishi.-Nos vamos este mediodía, por si le interesa saberlo.

Y sin esperarse ni siquiera a que contestara, John salió de allí, satisfecho y contento. Por fin podría largarse de Rishikesh.

********************************

-Será mejor que carguemos los trastos cuanto antes...-masculló George mirando de reojo hacia la pérgola donde estaba sentado el Maharishi.

Nada más habían llegado los taxis con los que se iban a marchar, el Maharishi había aparecido allí ante ellos y se había sentado en una de las pérgolas cercanas, solo y taciturno, observándoles atentamente y sin perder detalle de lo que hacían mientras cargaban sus pertenencias en los maleteros de los coches.

-No tengo ni idea de a qué ha venido aquí...-masculló Alexis molesto.-Seguro que quiere algo.

-Me importa una mierda lo que quiera.-contestó John agarrando la última de las bolsas que quedaba en el suelo y pasándosela al taxista para que la metiera en el maletero.-A mí ya no me pesca, lo único que quiero es volver a casa lo más pronto posible.

Como si hubiera estado escuchando la conversación, cosa que era prácticamente imposible puesto que estaban a una distancia considerable, el Maharishi se levantó de repente y los llamó.

-¡John! ¡George!-exclamó con su voz aguda.-¿Puedo hablar con vosotros un momento?

Todos los que estaban allí se quedaron petrificados al escuchar aquello. Gwen fue la única que se volvió hacia el Maharishi y lo miró sin vacilar durante unos segundos.

-Parece... triste.-dijo la chica volviéndose de nuevo hacia los demás.-Quizá...

-No.-le cortó George antes de que Gwen incluso pudiera acabar de decir la frase.-No creo que tengamos nada más que hablar con él. John ya le ha dicho todo lo que le tenía que decir esta mañana, así que...

-Nos vamos.-terminó John por él.-No me fío de ése. Lo mejor será que nos larguemos cuanto antes.

-Opino lo mismo.-dijo Magic Alex.-¿Lo tenéis todo ya?

Los otros tres asintieron con la cabeza después de comprobar con un vistazo rápido a su alrededor que no se habían dejado nada.

-Pues entonces... Vayámonos.

Los cuatro subieron a los taxis no sin antes lanzarle una mirada de soslayo al Maharishi, que se había quedado allí, plantado en la pérgola, mirándolos. La verdad era que Gwen tenía razón cuando había dicho que se le veía triste, pero eso, a John no le importaba lo más mínimo.

Los coches arrancaron casi en el acto y pronto dejaron atrás Rishikesh y con él, otra de sus modas beatles. John miró por la ventanilla. Desde la carretera aún se podía ver el poblado, con el Himalaya nevado al fondo. Se acababan de llevar otro chasco y, pese a que se sentía aliviado por haberse ido de allí, no podía evitar sentirse profundamente furioso contra aquel hombre que, a sus ojos, les había engañado y se había aprovechado de ellos. El Maharishi había roto las normas y todo el mundo debía saber quien era en realidad. Y John sólo podía desenmascararlo ante el mundo con lo que mejor se le daba hacer: una canción.

*************************************

Aquella mañana Christine había llegado a la redacción temerosa por encontrarse a Jordan después de lo que había pasado entre ellos la noche anterior. Él se había ido enfadado a su casa y ella, por supuesto, seguía muy dolida con él. Era curioso como de la amistad al casi odio se podía pasar tan rápidamente por una cosa así.

No obstante, la chica se había llevado una inmensa alegría al comprobar que Jordan ese día había faltado al trabajo. Las primeras horas de la mañana, las pasó en tensión, pensando en que el chico quizá se había dormido y esperando verle aparecer de un momento a otro. Pero conforme avanzaba la mañana y Jordan no aparecía, Chris fue relajándose hasta que, definitivamente, su jefe le confirmó que su compañero había llamado esa misma mañana diciendo que no iría a trabajar porque se encontraba mal. "Apáñatelas sin fotógrafo", le había dicho. Y tanto que lo haría. De hecho, estaba segura de que se las apañaría mejor sin fotógrafo que con él. No sabía si lo que decía Jordan de que no se encontraba bien era cierto o simplemente una burda excusa para no cruzarse con ella ese día, pero fuera como fuera, Chris se sentía tremendamente aliviada de no tenerlo por delante. Estaba todo demasiado reciente como para actuar con normalidad y aquello, sin dudas, podría acabar repercutiendo en su trabajo.

Estaba a punto de acabar de redactar una noticia y de tomarse su descanso para desayunar cuando se acercó a su mesa Rachel, una compañera suya.

-Buenas, Chris.-la saludó la mujer.-¿Ajetreada?

-A punto de acabar de redactar esto y a almorzar.-respondió dedicándole una sonrisa. Aquella mujer le caía bastante bien. Era una de las pocas que no la habían prejuzgado cuando había entrado allí a trabajar como redactora fija.-¿Tú qué tal?

-Yo afortunadamente ya he acabado con lo mío.-contestó dando un suspiro.-Por lo menos hoy los sucesos han estado tranquilos y no he tenido demasiado trabajo. Para esta tarde sólo me quedan un par de notas más y para casa.

-Qué suerte tienen algunas...-bromeó ella.

-No te creas, como han visto que acababa pronto, me han asignado otro trabajo.-le respondió la mujer risueña blandiendo delante de ella un fajo de sobres.-Ahora resulta que me han hecho cartero, ¿qué te parece?

Christine soltó una carcajada cuando vio aquello. Hasta ese momento no se había dado cuenta de que Rachel llevaba consigo el correo. Cada día les llegaban a todos los que trabajaban allí un montón de cartas. La mayoría contenían información sobre horarios de ruedas de prensa y cosas así aunque a veces también recibía alguna carta de lectores enfurecidos o agradecidos. Y claro, ese correo debía de repartirse, con lo cual, siempre le tocaba hacer aquella tediosa tarea de pasarse de mesa en mesa a quien antes terminaba con lo suyo. Aquel día, le había tocado a la buena de Rachel.

-Pues no te queda mal el oficio, no te creas.-bromeó la chica.-¿Hay algo para mí?

-Uy, sí.-contestó la mujer dejando sobre su mesa un montoncito de sobres.-Chris, hija, o tienes un montón de trabajo, o tienes un montón de admiradores.

-O detractores.-añadió ella guiñándole un ojo.

-Ni pensarlo.-rió Rachel.-Nosotras, las mujeres del periódico, nada más que podemos tener admiradores. Los detractores resérvaselos a los viejos carcamales varones que trabajan con nosotras...

Chris no pudo contenerse soltar una carcajada.

-Si te oyen, verás...

-Aunque me oigan da igual. Se lo he dicho montones de veces a la cara, a todos.-le respondió Rachel.-Bueno, hija, te dejo terminar lo tuyo. Yo voy a  terminar de repartir esto o creo yo que no almuerzo.

-Nos vemos en la cafetería de enfrente como siempre dentro de un rato, ¿no?

-Por supuesto.-le contestó.-Hasta luego.

-Hasta luego.

Cuando Rachel se alejó de allí, Chris agarró el fajo de cartas que le había dejado sobre la mesa y lo miró con detenimiento. En principio allí sólo parecía haber cartas informativas sobre actos y fechas de conferencias de ruedas de prensa, a saber, nada que no pudiera esperar a ser visto a después de almorzar. Casi instintivamente, empezó a pasar los sobres uno delante de otro para ver si había algo más que cartas oficiales y entonces, de repente, vio un sobre normal ante sus narices. Curiosa, sin pararse a mirar lo que había escrito en el sobre, lo abrió y sacó la carta que había dentro. A saber. Lo más seguro es que fuera alguien poniéndola verde sobre cualquier cosa que había escrito... Siempre había quejicas de esos. No obstante, cuando desplegó el papel y miró el "Hola Jordan" del encabezamiento, vio que se había equivocado de plano. La chica lanzó un bufido de fastidio y miró el sobre, donde, efectivamente, rezaba el nombre de Jordan y no el de ella. Al parecer a Rachel se le había colado una carta que no era para ella. Perfecto. Ahora no sólo estaba enfadado con ella sino que, además, tenía motivos más que suficientes para acusarla de hurgar en su correo. Un correo que, encima, parecía bastante personal a juzgar por la familiaridad con la que estaba escrito el saludo inicial.

Iba a dejar la carta de nuevo dentro del sobre con la intención de dejarla sobre el escritorio de su compañero, cuando, de repente, mientras la doblaba, algo le llamó la atención. La chica abrió más los ojos y movió la cabeza lentamente. O estaba alucinando o allí, en esa carta, había visto escrita la palabra Lennon.

Olvidándose de repente de que estaba husmeando en correo ajeno, Chris abrió de nuevo la carta y empezó a leer lo que allí había escrito.

"Hola Jordan,

Supongo que no hace falta que te diga quién soy, ¿verdad? Últimamente hemos estado tanto en contacto que creo que hablo más contigo que con mi propia familia. Bueno, mejor será que vayamos al grano porque ni a ti ni a mí nos gustan los formalismos... 

Como seguro que sabes en el entorno se está especulando mucho sobre por qué Paul ha vuelto de la India sin los otros. Algunos afirman que es porque los miembros del grupo se han peleado, otros que la discusión fue con ese gurú espiritual que tienen. El caso es que nadie sabe nada a ciencia cierta y ya sabes que a me gustaría contar con información veraz para publicar los verdaderos motivos. Puesto que tú tienes la confianza de la hermana, seguro que no te es difícil sonsacarle la verdad, tal y como hiciste cuando rompió con Lennon. Por cierto, hablando del tema, me parece que tienes la cara muy dura. ¿Cómo te atreves a decirme que te debo una cena con la cantidad de dinero que te solté por la información? Está bien, sé que gracias a ti la revista batió récords de venta cuando salió la noticia, pero para que encima te invite a cenar tendrás que trabajártelo un poco más y darme también la información que te pido ahora.

Espero noticias tuyas pronto.

P."

Cuando Chris acabó de leer aquello le temblaban las manos literalmente hablando de pura rabia e indignación. Así que el corderito de Jordan había sido el que había dado el soplo a los medios de comunicación bajo previo pago de su ruptura con John. ¿Cómo podía ser tan cerdo? Y lo que aún era peor... ¿cómo ella no se había dado cuenta hasta ese momento?

Pero ahora que se había enterado de toda la verdad, Chris estaba segura de una cosa: ese maldito hijo de puta iba a enterarse de quién era ella en realidad. Y tanto que iba a enterarse.





Holaaaaaaaaaaaa!

Qué tal? Pues bueno, aquí estoy yo de nuevo con este capi. Ya. Se acabó la India. Qué emoción que me ha dado esto. Es que el tema como que no... Bueno, ¿y a quién le importa esto? Jajajaja.

Bueno, bueno, antes de nada, dejad que me ponga el vestido largo, salga al escenario cual actriz que va a recoger el Oscar, me ponga delante del micro y dé las gracias. Gracias a los que leéis en primer lugar y gracias a mis comentaristas particulares:

- Mi María de mi alma: a ver, corazón, me declaro fan de tus postdatas (ya sabes que llevo una semanita en la cual me estoy haciendo fan de todo, jajajaja). Por supuesto que tu hijo se tenía que reír pronto. A ver: es hijo de Ringo. Las piedras son los únicos seres del planeta Tierra que no se divierten con él. Y por parte de madre, más de lo mismo, así que... Habemus Vladis reidor! XDDD

- Ingrid, que pese a anónima, sé tu nombre, jaja. Espero que te pusieras el White Album a todo trapo (yo lo hice mientras escribía el capi anterior y casi me quedó sorda -soy de las que se pone los auriculares al máximo de volumen, ya ves, me gusta mimar a mis tímpanos, jajaja-, pero lo disfruté mucho) y que por fin hayas visto el Anthology, jejeje.

-And my other anonymous anglophone friend. How are you? Sorry for my rare words in the last chapter. Fortunately  you've got a colombian cousin who could help you with that... Ok, I can't tell you what said John's letter but you can imagine it, don't you? You know... reading letters of other people is a crime. Chris doesn't know it, but it's true, hahahahaha. Thanks for your comment!

Y bueno, deciros, porque la semana pasada os dejé con lo de la recta final un poco "mataos", que sí, que esto ya va acabándose, aunque todavía han de pasar un montón de cosas. Quedan exactamente 9 capítulos para que cuelgue el cartelito de "FIN", pero bueno, ya sabéis que con el ritmo que llevo yo de actualizaciones, para eso aún queda bastante ;)

Y por mí nada más. Espero que hayáis disfrutado esto y... hasta la próxima! Muaaaaaak!


3 comentarios:

  1. qué cómo que ya se va a acabar????? nooo qué trsiteee!!! creo que por primera vez te voy a decir que te tardes más en subir los siguientes capítulos :( me acuerdo mucho que cuando subiste el primer capítulo yo estaba en mi primer semana de prepa!! (no sé cómoí le digan en España, prepa es preparatoria, ya sabes, los tres últimos años antes de entrar a la universidad, aunque hay prepas de dos años peeero por mi parte yo estoy en una de tres) así que digamos que tu fic me ha estado acompañando durante lo que llevo de prepa :')!!! Y bueno haciendo mis comentarios usuales de repaso del capítulo..... Yo también estaba esperando el día en que se fueran!! No sé, me gusta mucho la Indiay me pareció muy interesante su visita ahí pero el Maharishi desde siempre me cayó mal.... Maharishi, what have you done? You made a fool of everyone.... así era la letra original cierto? Yo digo que a hubieran dejado así!! Y ese maldito Jordan ashjdgkag y P quién será?? No me hagas caso pero se me vino a la mente Penny, pero pues ella ha de estar ahorita ahorrando para irse de vacaciones o quién sabe si le habrá pedido perdón a sus papás, y luego pensé en la chava que andaba de arrastrada con Ringo pero no me acuerdo de su nombre!! Bueno te mando un saludo desde México, me gustó mucho este capítulo aunque lo leí a velocidad relámpago !

    ResponderEliminar
  2. Ay, ella cambió las fotis de su blog....jajajaja
    Hoooolaaaaa acá toy yo! Come va bella donna? XD
    Bué, al fin estoy acá, comentandote antes de que se venga flor de tormenta y me corte todo.
    Hacete fan de todo, armá los clubes y si queres te nombro presidenta del club del Maharishi, de mi madre, de las postdatas....Ey, me reí de imaginarte cual actriz de Holliwood agradeciendo...Eso está mal XD
    Buuuueno....paso a hablar en serio, cosa prácticamente imposible porque tengo un Vladis reidor. Yo dije! Yo dije dije y dije, pero claro, yo soy la loca :feellikemimamá: jajajajajaj Enserio, yo avisé pero nadie me dio bola, ahora se joden! Se joden porque el voz de flauta, o mejor, el voz de pito los cagó! Ahi tienen al semidios oso Yogi, morfando carne y curtiendose a las minas. Ahora, a llorar a la Iglesia! (me da inmensa satisfacción cada vez que digo eso jeje)
    Bueno, con respecto a lo que yo habia tirado sobre lo de Jordan...no lo dije de vidente ni nada, lo dije asi, por decir....Eso es pegarla, meter un gol de casualidad. Un momento, mi madre me dice que por mi culpa le van a cortar la linea de su celular. Ok.....


    Bien, despues de esta interrupción tan desagradable por parte de la empresa de telefonía, continúo. Jordan sos un puto. Te lo digo así. Primero, andar queriendo aprovecharte de la pobre Chris. Segundo, vendiendo chismes por ahi. Tercero, decirle a una mujer que te invite a cenar? Era lo que faltaba para ponerte el moño de canalla total.
    A ver, John....ya no sé qué mas hacer con vos. Ahora está todo así, desengañado, ya veo que se mete cualquier cosa adentro. Y lo peor, es que vuelve a Londres, y seguro va a empezar una persecución a Chris (o no?) Bueno, como sea, quieto no se va a quedar. Ahí el único vivo, es Paul (ohhh que me pasa que estoy diciendo esto?????) él rajó antes y listo, se salvó de todo. Y bueno, George, es bueno que vuelvas para cumplir con tus tareas de padrino, compadreeeeeeee
    Y nada, me voy yendo, que me estan echando ¬¬ El mundo no comprende mi necesidad de comentarte.
    Adiosín!




    P/D1: *Espacio publicitario* Asociate ya al C.F.P.D.G (Club de fans de Post Datas de Gallo) Presidenta: Cloquell.

    P/D2: El Maharishi, el unico respetable, no va a atenderte porque dijo que demasiado con que lo viste ayer. Asi que prefirió seguir roncando. Igual, hoy me conmovió....Yo andaba toda llorosa por lo del papa (ya sabés que soy llorona) y él se apareció, y me miraba y me miraba, y se subió arriba mio y empezó a hacerme caricias con la cabecita....Un amor, para mi que me vio llorando y pensó que estaba triste, no sé....

    P/D3: Me echan.

    P/D4: Me echan.

    P/D5: Me echaaaaan

    P/D6: Antes de que me echen, debo decirte que me encantó el capitulo, porque te salió re bueno,. seguro que eso pasó. Ojo, yo lo que leo me lo creo, y ya di por sentado que eso pasó. No separo la realidad de la ficción jajaja Pero es que enserio, escribís tan creíble que...me lo creo XD Eso pasa por ser lo genia que sos.


    P/D7: Chau crack!!!! (ay, siempre quise decir eso)

    ResponderEliminar
  3. Hullo Jordan...You're a foolish!!! I needed say that!

    Well. I don't like The Maharishi. SO. I'm glad that boys left him!!!! John came back to London...and perhaps He will search Chris... I'll like see that XD.
    What more? Uh... Well. I'll hope that Chris does something with Jordan, That boy needs a warning!!!!

    P.D: Nine chapters? Oi! I'm pretty sadly for that.

    Thanks so much for the chapter Luv!!!! See ya.

    ResponderEliminar