Era paradójico. Llevaba semanas
enteras planeando lo de aquella maldita rueda de prensa en la que sólo había
creído él y, en aquellos momentos, mientras los periodistas les acribillaban a
preguntas, le estaba dejando llevar las riendas de las respuestas a John, quien
de cuando en cuando soltaba algún que otro comentario irónico muy en su línea
que dejaba completamente descolocado al pobre periodista que había formulado la
pregunta. Lo cierto era que no sabía si estaba haciendo bien o mal, pero en
aquellos momentos le daba bastante igual si su amigo hablaba más de la cuenta o
no; él sólo se limitaba de cuando en cuando a contestar a alguna pregunta y a
hacer algún que otro comentario banal sobre el asunto de Apple, nada más. Y es
que en aquellos momentos Paul estaba más pendiente de otra cosa que de la rueda
de prensa en la que tanto había insistido.
Había visto a Linda nada más
había hecho su aparición con John en la sala, antes incluso de tomar asiento,
allí, con su cámara en la mano, a pocos metros de él, preciosa y sonriente.
Pese a que sabía que la chica era americana, Paul no esperaba para nada verla
allí en la rueda de prensa. Y, pese a que hacían un año que no se habían visto
y que apenas se acordaba de ella, Paul sintió como el corazón le daba un vuelco
cuando sus ojos se encontraron. Fue una sensación brutal, que le sacudió por
dentro, fuerte, muy fuerte e incontrolable, una sensación que nunca había
tenido antes pese a que hubiera tenido montones de relaciones antes.
Así pues, Paul estaba más pendiente
de Linda que de las preguntas que lanzaban los periodistas, más pendiente de
pensar cómo iba a ingeniárselas para hablar con ella a solas después de aquello
que de la propia rueda de prensa. Por eso, cuando se puso punto final a todo
aquel circo, Paul se puso en pie casi de un salto, contento pero a la vez
temeroso por si sus planes fracasaban y la no volvía a ver.
Pasaron entre una marabunta de
periodistas que insistían preguntándoles cosas aunque ya no tuvieran turno de
palabra. Paul lanzó una mirada furtiva hacia el sitio en donde ella había
estado sentada hasta esos momentos y sintió como la decepción lo invadía cuando
no la vio allí. A saber dónde estaría…
-¡Paul!
Pese a que en aquellos momentos
quizá había decenas de personas llamándole, Paul reconoció aquella voz
enseguida: era ella, de eso no le cabía ninguna duda. Se volvió hacia donde
provenía aquella voz y no pudo evitar esbozar una sonrisa de oreja a oreja
cuando vio a Linda intentando abrirse paso entre los periodistas que se
interponían entre los dos.
-¡Toma!-gritó ella alargando su
brazo hacia él.
Paul miró su mano. En ella tenía
un papelito escrupulosamente doblado. Volvió a mirar a Linda, perplejo, dudando
en si debía agarrar aquello o no. Ella, simplemente, se limitó a asentir con la
cabeza a la vez que esbozaba una inmensa sonrisa. Y entonces, sin pensárselo
dos veces, Paul le agarró el papelito justo en el momento en el que otro
fotógrafo se ponía delante de la chica sin ningún miramiento y la hacía
retroceder de nuevo.
-Salgamos de aquí cuanto antes,
Macca.-le dijo John detrás de él en voz baja para que sólo le pudiera escuchar
él a la vez que le daba un leve empujoncito para animarlo a caminar.
Paul miró una vez más hacia la
multitud intentando ver de nuevo a Linda en vano. Bufó molesto, se volvió hacia
John y asintió con la cabeza. Sí. Sería mucho mejor irse cuanto antes. Allí ya no tenían absolutamente nada qué
hacer.
*******************************
John no pudo evitar soltar una
carcajada cuando vio por encima del hombro de su amigo el contenido del
papelito que le había dado esa fotógrafa.
-¿Y tú de qué mierdas te
ríes?-preguntó Paul molesto escondiendo repentinamente el papelito cuando se
dio cuenta de que John lo estaba espiando.
-Veo que continúas desatando
pasiones entre las nenas, Paulie, siguen dándote sus números de teléfono para
que las llames y les hagas hijos.-rió él.-Y tranquilo, hombre, no hace falta
que te escondas el papel, no te la voy a levantar, si es eso lo que te
preocupa.
-Vete a tomar por culo, Lennon.-le
espetó Paul.-¿Es que siempre tienes que meterte en todo?
John se limitó a encogerse de
hombros a la vez que se sacaba una bolsita con un par de porros ya liados del
bolsillo de su pantalón.
-Me divierte meterme contigo, ya
lo sabes.-bromeó.-Anda, fúmate uno de estos y verás como te tranquilizas un
poco.
Paul esbozó una sonrisa por la
broma mientras agarraba el porro que le tendía John. Hubo unos segundos de
silencio mientras John sacaba su encendedor y le prendía fuego a su porro.
-Por cierto…-murmuró con el porro
en la boca a la vez que le daba fuego a Paul.-Esa chica, la que te ha dado el
papelito…
-Joder, tío, ¿te has dado cuenta
de eso?
John soltó una risita divertido.
-Digamos que muy disimulado no lo
ha hecho.-contestó antes de darle una profunda calada a su porro.-Sea como sea,
el caso es que la chica esa me suena mucho…
Paul se quedó mirando a John
durante unos instantes. Aprovechó aquellos momentos para fumar también,
distendido.
-Debería sonarte.-dijo al fin
antes de exhalar el humo de su porro.-Es Linda Eastman, la fotógrafa. Vino a la
presentación del disco y estuve hablando con ella un rato.
-¿A la presentación?-preguntó
John levantando una ceja extrañado.-De eso hace ya un año justo…
-Sí, exactamente un año. Pero…
Supongo que eso da igual en estos momentos.
John soltó una sonora carcajada
cuando escuchó las palabras de Paul.
-O sea que, traduciendo, esa
chica te gusta, ¿verdad?-concluyó John cuando acabó de reír.
Paul sólo pudo esbozar una
sonrisilla soñadora a la vez que asentía con la cabeza. En aquellos momentos le
parecía una estupidez negarle a John lo que era más que evidente.
-Pues… ¿sabes una cosa?-continuó
John.-Yo creo que también le gustas, así que… Casi que mejor que me acabo este
porro yo solito en mi habitación y te dejo tranquilito para que hagas una
llamada importante.
Y, sin decir nada más, John le
dedicó un guiño y salió de su habitación mientras silbaba una melodía
improvisada.
*********************************
-¡Georgie!
A George apenas le dio tiempo a ver
nada más antes de que Gwen se abalanzara sobre él y se colgara de su cuello
para, a continuación, darle un intenso beso en los labios, dulce y alegre, como
ella.
-Ey, hola, bonita. ¿A qué viene
esta efusividad?-rió el chico cuando ella separó sus labios de los suyos.
-Adivina.-dijo ella juguetona.
George apoyó su dedo en la
barbilla, fingiendo ponerse pensativo.
-Mmmmm… Déjame adivinar… ¿Te han
propuesto hacer alguna exposición?
-No, no.-contestó Gwen
divertida.-Nada más lejos de la realidad. Prueba otra vez.
-Soy muy malo con las
adivinanzas, Gwen…
-Venga, bobo, prueba de
nuevo.-insistió ella risueña.
-No sé… Veamos…-murmuró George
haciéndose un poco el remolón.-¿Una súper nota en un examen de la universidad?
-¡No he hecho exámenes aún,
bobo!-rió Gwen.
George soltó un bufido
exasperado. Cuando le había dicho que odiaba aquellos jueguecitos lo había
dicho completamente en serio.
-Ni idea.-dijo finalmente
mientras se obligaba a sí mismo a forzar una sonrisa.-Dímelo tú.
-Hay que ver lo poco que te gusta
pensar, ¿eh?-bromeó la chica.-Vale, va, te lo diré… Hemos recibido una carta
digamos que bastante especial.
George frunció el ceño y la miró
sin comprender a qué se estaba refiriendo su novia.
-¿Cómo que una carta? ¿De quién?
La risita que soltó la chica lo
dejó aún más descolocado. Le intrigaba el hecho de que Gwen estuviera actuando
como si debiera conocer la respuesta sí o sí y él, por su parte, no tuviera ni
idea de lo que le estaba hablando.
-¡Pues de quién va a ser!-le
respondió Gwen finalmente.-A ver, George, ¿de quién estábamos esperando una
respuesta?
No hizo falta que Gwen le dijera
nada más pues, inmediatamente, una lucecita se encendió en su mente. No pudo
evitar soltar una sonora risotada al darse cuenta de lo obvia que era la respuesta
y lo que le había costado adivinarla. Aquella carta debía de ser del Maharishi,
sin duda alguna. Era, de hecho, el único correo importante que estaban
esperando Gwen y ella.
-¿Es suya?
No hizo falta ni siquiera que
aclarara nada más pues la chica asintió con la cabeza un par de veces, efusiva.
-¿Y qué…?-empezó a preguntar él.
Gwen volvió a sonreír de oreja a
oreja. No hacía falta ser muy listo para saber que a respuesta había sido
positiva.
-Sin rencores.-contestó
ella.-Entiende que nos desilusionáramos al principio y se alegra mucho de que
sigamos fieles a los principios de la meditación.
-¿De veras?
-¡Sí! ¿A que es fantástico?
Por toda respuesta, George se
dejó llevar y le dio un beso a la chica. Aquella era una buena noticia, de las
mejores. Y es que, pese a que quizás jamás volvieran a ser los discípulos del
Maharishi que habían sido antes, por lo menos se sentía con muchos menos
remordimientos por haberse ido de la India como se habían ido. Se sentía, por
así decirlo, mucho más liberado y aquello le hacía sentirse mucho más feliz.
*********************************
¿Por qué no decirlo? Estaba
realmente nervioso, caminando de un lado a otro de la habitación, como un gato
encerrado. Lo peor de todo era que no podía hacer nada por evitarlo. Desde que
la había llamado nada más John se había ido de allí y, lo que era más
importante, desde que ella había accedido a ir a verle, Paul se había puesto
hecho un manojo de nervios. Quizás el hecho de saber lo que iba a pasar entre
los dos casi con total seguridad hacía que esa ansiedad que sentía dentro aún
fuera mayor.
Por eso, cuando el teléfono de la
habitación sonó Paul casi dio un salto de pura sorpresa. Casi corriendo, pues se
encontraba en la otra punta de la habitación, se dirigió hacia el teléfono y
descolgó.
-¿Sí?-contestó.
-Buenas tardes, señor, le llamo
de la recepción del hotel.-le respondió al otro lado un hombre con voz grave. A
Paul no se le escapó el detalle de que hubiera evitado decir su apellido en voz
alta.-Disculpe las molestias, pero aquí hay una señorita que quiere subir a
verle. Asegura que tiene usted sabe de quién se trata. Se llama Linda Eastman,
señor.
Sólo el hecho de oír su nombre,
hizo que a Paul le diera un vuelco el corazón.
-Sí, por supuesto que sé de quién
se trata.-dijo Paul en tono cortante.-Dígale que suba, por favor.
Ni siquiera esperó a que el
recepcionista le contestara, simplemente colgó sin más. Después, corrió al
espejo más cercano casi en un acto instintivo y soltó una sonora carcajada cuando
se sorprendió a sí mismo colocándose bien uno de los mechones de su pelo.
Parecía un adolescente hormonado a punto de recibir la visita de la chica que
le gustaba. Sonrió. En realidad, la única diferencia que tenía con un
adolescente hormonado en aquellos momentos era la edad.
Apenas le dio tiempo a hacer nada
más antes de que sonaran unos leves golpecitos en la puerta. Miró hacia allí a
la vez que sentía como el corazón se le aceleraba por momentos. Parecía
mentira, pero ni ante el más multitudinario de los conciertos que había hecho
hasta entonces se había encontrado así.
Otros dos golpecitos insistentes lo sacaron de su ensoñación. Entonces,
tragó saliva, dibujó en su cara una de sus mejores sonrisas y abrió la puerta.
Allí estaba ella, bonita como
nadie, sonriente y mirándolo de manera penetrante, tanto que Paul tuvo la
sensación de que era capaz de ver incluso dentro de él. Él le devolvió la
sonrisa, sincero.
-Me alegro de que hayas
venido.-dijo con voz suave.-Pasa.
Paul se hizo a un lado para que
Linda pasara y, a continuación, cerró la puerta detrás de ellos.
-Yo también me alegro de que me
hayas invitado.-le contestó ella volviéndose hacia él, casi en un susurro.
-Llevo un año queriendo hacerlo.
Los dos quedaron cara a cara,
mirándose, escrutándose el uno al otro. Era perfecta. Había pensado eso mismo
antes de muchas otras mujeres pero ahora era consciente por primera vez en su
vida de lo equivocado que había estado. Podría parecer precipitado, loco, pero
Paul quería a esa chica. La quería a su lado y la quería ya. Por eso, casi sin
darse cuenta de lo que estaba haciendo y sin decirse nada más, Paul se lanzó a
besarla, apasionadamente, con ganas, como si jamás en su vida hubiera besado a
nadie antes. Ella le respondió con la misma intensidad y rodeó sus brazos
alrededor de su cuello.
-Y llevo toda una vida queriendo
hacer esto…-susurró Paul cuando sus bocas se separaron apenas unos milímetros.
Por toda respuesta, Linda a
dedicarle una amplia sonrisa y a hundirle la mano en el pelo antes de volver a
pegar sus labios contra los suyos. Sin pararse de besar ni un solo instante,
los dos se dirigieron a tientas hacia la cama y se dejaron caer sobre ella,
acariciándose y sintiéndose el uno al otro.
-Creo que te quiero, Paul
McCartney.-murmuró Linda de repente, nada más se dejaron caer sobre la cama.-Y
creo que te quiero mucho.
-Yo no sólo lo creo, Linda
Eastman.-le contestó él con una sonrisa juguetona.-Yo simplemente te quiero.
Y nada más decir esto, Paul
volvió a pegar sus labios a los de la chica y empezó, ahora sí, a desabrocharle
los botones de su blusa a tientas, con delicadeza. Sonrió para sus adentros al
pensar en lo caprichoso que era el destino habiéndolos unido de nuevo a los
dos.
Sí, definitivamente, ir a Nueva
York había sido la mejor idea que había tenido en toda su vida.
***********************************
-¡Martha, loca, no me saltes así
encima o me vas a matar, que eres más grande que yo!-exclamó Chris entre risas
intentando quitarse de encima a la perra, que saltaba a su alrededor contenta
por verla.
A duras penas consiguió entrar en
casa de su hermano y cerrar la puerta tras ellas mientras Martha aún saltaba y
lanzaba pequeños ladridos emocionada.
-¿Qué te pasa, bonita?-le
preguntó Chris mientras le acariciaba la cabeza.-¿Te has cansado de estar sin
tu dueño todo el finde?
La respuesta de Martha fue un
enorme lametazo en toda la cara que hizo reír a la chica a carcajada limpia.
Después, le dio otra caricia en la cabeza y se puso de pie nuevamente para
dirigirse a la cocina. Paul no tardaría en llegar de Estados Unidos y ella
había quedado en verse con él allí, en su casa, por petición de su propio
hermano. La verdad era que en un principio le había sorprendido aquella
propuesta. Paul jamás había tenido prisa por aquellos reencuentros y muchísimo
menos si sus estancias fuera habían sido tan sólo de un par de días. No
obstante, después de pensarlo bastante, Chris llegó a la conclusión de que
seguramente Paul quería verla por algún motivo. No tenía ni idea de qué era,
pero estaba segura de que, o bien quería mostrarle algo, o bien quería decirle
algo importante.
Después de comprobar que el ama
de llaves de Paul había dejado ya una cena para dos hecha y de ver que ya no
tenía nada que hacer excepto esperar a su hermano, entró en el comedor y encendió
la tele casi de manera autómata antes de dejarse caer en el sofá. Miró con
apatía los anuncios que estaban pasando en aquellos momentos mientras
acariciaba a Martha, que se había acostado a su lado en el sofá. Ya estaba a
punto de ponerse en pie de nuevo y apagar el televisor cuando, de repente, empezó uno de los avances informativos que
daban de cuando en cuando noticias de última hora. Inmediatamente, nada más oír
la sintonía, fijó toda su atención en el televisor: si era una noticia de
última hora que ella debía de tratar a la mañana siguiente, más le valía estar
todo lo mejor informada posible. Pero, no, se equivocó por completo. Aquella
noticia no la debería tratar al día siguiente porque no correspondía a su
sección, aunque a decir verdad, le interesaba tanto o más que las otras. Y es
que el presentador estaba anunciando a bombo y platillo la llegada a Londres de
John Lennon y Paul McCartney después de su exitosa rueda de prensa en Nueva York
para anunciar su nuevo proyecto. Pasaron unas imágenes recién grabadas de su
hermano y John. Inconscientemente sonrió cuando vio a este último y, después,
borrando la sonrisa de su cara lanzó un fuerte suspiro. Cerró los ojos y apoyó
la cabeza en el respaldo del sofá, pensativa. Allí, precisamente allí donde
estaba sentada en esos momentos, había vivido también un montón de momentos
felices con él…
Apenas fue consciente de que se
había dormido hasta que no sintió como alguien la zarandeaba levemente. La
chica abrió los ojos sobresaltada y se encontró con un sonriente Paul que la
miraba divertido.
-Enana, enana…-dijo.-Quedo
contigo con la intención de que me des un recibimiento como es debido y te
encuentro durmiendo en el sofá como una marmota.
-¡Paul!-exclamó la chica
sonriendo también.-¡Ya has llegado!
-Ahora mismo he entrado en
casa.-le contestó él.-¿Cómo estás?
-Yo genial después de esta
minisiesta que me he pegado.-bromeó ella.-¿Y tú? ¿Cómo te ha ido por Nueva
York?
Paul esbozó una inmensa sonrisa
pícara que hizo que Chris lo mirara extrañada. Lo conocía demasiado y sabía que
algo ocultaba, aunque tenía la sensación de que no iba a guardar el secreto por
mucho tiempo.
-¿Qué?-insistió ella un tanto
mosqueada.-¿Y esa sonrisa? ¿Has encontrado oro o algo así?
-Pues… Quizás haya encontrado
algo mucho mejor que el oro, hermanita.-contestó él sentándose a su lado.
La chica levantó las cejas y se
quedó mirándolo, interrogativa.
-No me jodas que hay una…-empezó
a decir ella escéptica.-¿Chica?
-A veces me asustas.-rió
Paul.-¿Acaso has enviado a un espía detrás de mí?
Chris soltó una carcajada ante la
repentina revelación de su hermano.
-Vaya, o sea, que hay una chica.-dijo
con una sonrisilla burlona.-Paul McCartney, el tío más enamoradizo del mundo mundial,
vuelve a hacer de las suyas.
-Te aseguro que esto no es sólo
un capricho de tío enamoradizo.-contestó Paul guiñándole un ojo.
-Deberías pagarme cada vez que te
oigo decir eso, Paulie.-rió ella revolviéndole el pelo, divertida.-Creo que a
estas alturas ya sería más rica que tú.
-Cállate, boba.-le replicó Paul
molesto.-Esta vez hablo en serio, te lo juro.
-Vale, vale, no te enfades
ahora.-le respondió ella.-Venga, va, cuéntame cosas… ¿Quién? ¿Qué? ¿Cómo?
¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?
Esa vez fue Paul el que soltó una
risotada ante la avalancha de preguntas de su hermana.
-No te voy a responder ni a la
mitad de las preguntas, enana.-le replicó.-Sólo te voy a decir que tú la conoces,
que esto va mucho más allá a un simple “me
gusta” y que creo que va para largo.
-Un momento, un momento…-le interrumpió
ella contrariada.-¿Has dicho que yo la
conozco?
-Bueno…-masculló Paul.-Conocer,
conocer, no la conoces, pero sabes quién es.
-Que me ahorquen ahora mismo si
me he enterado de algo…
-Quiero decir que jamás has
hablado con ella, creo, pero que sí que la has visto…-aclaró Paul.-Es… A ver,
¿te acuerdas de esa fotógrafa que estaba hablando conmigo en la presentación
del Sgt. Pepper hace un año?
-Como para acordarme…-dijo la
chica contrariada.-Te aseguro que el año pasado ocurrieron demasiadas cosas en
mi vida para que mi mente retenga ese tipo de detalles, Paul.
Paul le dedicó una sonrisa
amarga.
-Bueno, de todos modos estoy
seguro de que sabrás bien quien es cuando la veas de nuevo…-le aclaró.-Se llama
Linda, Linda Eastman. Y creo, hermanita, que me he enamorado como un tonto de
ella.
******************************************
-Decidme una buena razón por la que
me hayáis hecho levantarme antes del mediodía.-dijo Ringo mirándolos a
todos.-Vladis nos ha dado una nochecita genial
y como no se os ocurra un buen motivo por el que yo deba estar aquí y no
durmiendo como un tronco, os juro que cometo un triple asesinato.
Paul, John y George soltaron una
sonora carcajada cuando escucharon aquello. No obstante, Ringo se mantuvo
imperturbable.
-¿Acaso no quieres saber cómo nos
fue la rueda de prensa de Nueva York?-preguntó Paul divertido.
-Me lo contasteis por teléfono.
-Pero no te contamos los detalles…
-He vivido sin los detalles un
par de días, supongo que hubiera sido capaz de aguantar hasta la
tarde.-masculló Ringo ante la mirada burlona de los demás.
-¿Ni siquiera los detalles de
cómo Paul aprovechó el viaje?
La pregunta de John pilló a todos
por sorpresa. Tal vez Ringo no le hubiera prestado más atención a aquello a no
ser por la mirada asesina que le lanzó Paul a John. Aquello, inmediatamente,
hizo que su enfado por aquella repentina reunión con los chicos para hablar de
la rueda de prensa y del disco que iban a empezar en unos días, se transformara
enseguida en mera curiosidad.
-Lennon, como jamás me cansaré de
decirte, eres un bocazas.-casi le espetó Paul antes de volverse hacia los demás
y añadir:-Vale, sí, ha habido alguien en este viaje... Ya os la presentaré,
cuadrilla de cotillas.
-Pero si nosotros no hemos dicho
nada aún…-dijo George divertido.
-Pero lo estáis pensando.-le
cortó Paul.-Pero no nos hemos juntado para hablar de mi nueva chica, sino para…
-Ah, que ya es su chica…-rió George lanzándole una
mirada significativa a Ringo antes de que los dos estallaran en una carcajada a
la que pronto se les unió John.
-Vale, ya.-trató de pararlos
Paul.-¿Vamos a hablar del disco o qué?
Sus tres amigos hicieron un
esfuerzo colosal para parar de reír a carcajada limpia y, por fin, asintieron
con la cabeza.
-Vale, va… -cedió George por
fin.-Pero que conste que queremos saber quién es esa chica tuya.
-Hay que ver cómo sois…-refunfuñó
Paul.-En fin, empecemos… ¿Ya habéis pensado en los temas que podríamos incluir
en el disco?
-Los míos ya los sabéis.-dijo
John distraído a la vez que miraba por la ventana.
Ringo tragó saliva antes de
hablar. Aquel era el momento y la verdad es que temía un poco a un nuevo
desplante por parte de Paul y John.
-A mí me gustaría que grabáramos Don’t Pass Me By y la
incluyéramos.-soltó de repente.
Miró a los demás. George, a su
lado, le sonreía cómplice, mientras que John y Paul lo miraban estupefactos.
Era evidente que no se esperaban una cosa así.
-¿Esa no es la que nos
presentaste hace ya unos años?-preguntó John.
-Sí, esa misma.-le contestó
Ringo.-La misma canción que me rechazasteis sin ni siquiera acabarla de
escuchar.
Lejos de enfadarse, John soltó
una risotada ante aquella contestación.
-Por mí, perfecto,
incluyámosla.-dijo cuando hubo recuperado el aliento.-Me acuerdo aún de ella y
tiene potencial.
-¿Y tú Paul? ¿Qué crees?-preguntó
Ringo aliviado por haber pasado el obstáculo de John. No obstante, era
consciente de que lo peor estaba por llegar: Paul.
-No sé…-masculló Paul son saber
qué decir.-No me acuerdo muy bien, y creo que si entonces ya lo rechazamos es
porque…
-Vamos, Paul… -le cortó George de
repente.-Hacemos música muy distinta a cuando rechazamos ese tema. Creo que
ahora, haciéndole las adaptaciones que le hagan falta, podría caber perfectamente
en el disco que queremos hacer.
-Y además, nuestro pequeño Ringo
quiere perder la virginidad en esto de presentar canciones compuestas por
él.-bromeó John irónico.
Paul se quedó mirándolos a todos
durante unos segundos, pensando la respuesta. Por último, fijó su mirada en
Ringo, quien se la mantuvo podría decirse que incluso desafiante. Sabía que a
Paul le faltaba nada para decir que no, pero no iba a dejarse convencer tan
fácilmente esta vez.
-Está bien.-dijo al fin Paul
suspirando.-Incluiremos esa canción en el disco.
Ringo le dedicó una mirada
incrédula y, después, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. Lo había
conseguido. Por primera vez iba a incluir uno de sus temas en un disco, encima
en uno de los más ambiciosos de su carrera. Quizá aquello fuera el primer paso
para que se le valorara un poco más dentro del grupo y aquello le ponía muy,
muy feliz.
**********************************
Pese a que aún arrastraba el
cansancio del viaje, John estaba convencido de que aquel iba a ser uno de los
días más felices de su vida. La reunión con los chicos había sido genial, tenía
de nuevo una ilusión bárbara por iniciar un nuevo proyecto y, lo que era más
importante, se había decidido aquella misma tarde a dar un paso muy importante.
Por eso estaba allí en esos momentos, aparcado justo ante la puerta de la
redacción del periódico en el que Christine trabajaba, esperando dentro de su
coche a que la chica saliera de trabajar.
El encuentro que habían tenido
antes de que él se marchara a Nueva York unos días antes le había dejado muchas
esperanzas al respecto. Ella le había dejado entrever que tenía de nuevo las
puertas abiertas y él no iba a desaprovechar aquella oportunidad. Aquellos meses que habían pasado separados lo
único que habían hecho eran convencerle aún más de que la amaba con todas sus
fuerzas y de que lo único que deseaba en este mundo era volver a estar a su
lado.
Estaba sumido en esos
pensamientos cuando, de repente, la puerta del edificio se abrió y apareció
ella. John se quedó mirándola, ensimismado, sintiendo como por unos instantes,
el mundo se detenía a su alrededor.
Chris, por su parte, no tardó en
ver el coche y paró de caminar en seco, visiblemente sorprendida. Por unos
segundos, John temió que se fuera de allí y se escapara de nuevo pero,
entonces, la chica le dedicó una cálida sonrisa y se dirigió hacia el vehículo,
contenta.
John sonrió. Posiblemente tuviera
razón y aquel se convirtiera en uno de los días más felices de su vida.
Hola gente!!!! Qué hay?? Pues yo aquí vengo de nuevo, a dejar este capi
que bueno… Prometo que el siguiente será mejor, o por lo menos, eso intentaré,
jajaja.
Bueno, como siempre muchas gracias a todos por estar ahí leyendo y comentando. Gracias a mi María, a Zíngara y a mis anónimos (anónimos que hablan inglés o español, me da igual porque todos sois geniales y merecéis que os quiera muuuuchoooooo). Siento no tener mucho tiempo para pararme comentario por comentario, pero sólo aclarar que sí, que respecto a lo que alguien me preguntaba sobre la foto del final, que sí, que es Strawberry Field en el Liverpool de mis amores. Lo que pone está escrito en catalán, mi lengua materna, y es un “Gràcies per la vostra música” (o sea, un Gracias por vuestra música aunque no haga falta mucha traducción). En Abbey Road también he estado y he estampado mis firmas por aquel muro repleto de escritos aunque aquí en el blog no está la foto, jejeje.
Y en fin… Muchas thanks a todos y a todas y buenas noches, que aquí es
muyyyy tarde y me voy a dormir ya! Besotes!
No tenés perdón de Dios, Cloquell! Me dejaste tirándome de los pelos, mordiéndome las uñas, rechinando los dientes y apretando las mandíbulas, nerviosa por lo que pasaría, y me clavás un "Hola gente!!!" NO, NO ME DIGAS HOLA, YA TE SALUDÉ HOY, DECIME QUÉ PASA. Si hay algo que odio, es que me dejen con la intriga! Esto me lo cobro, eh! Me lo cobro!
ResponderEliminarBueno, después de todas estas amenazas que seguro te asustaron (te asustaron, no?) Te digo, ya calmada ( momento, me voy a tomar uno de esos tranqulizantes con los que te drogás) Ah si, gente, Cris se falopea con Su....Sumial, Susial, Sucundún, no me acuerdo como era el nombre.
Bueno, ahora ya estoy tranquilizada (?) y te voy a comentar como es debido, seriedad ante todJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAA dijo "George frunció el ceño" JAJAJAJAJAJAJAA Frunció el ceño ---> Chupito!!! (Puta madre, no hay ni agua en esta casa!)
Ya, ya, basta de risa, pero es que no puedo, entre eso y el genial e infinitamente superior "All My Loving" de Los Manolos, no puedo parar de reirme!
Bué, ahora sí, basta de reirme, basta de violencia, ah no, violencia sí, porque la profesora me dio todo los requisitos para el baile, y me piden dos millones 600 mil elementos, todos mas caros que la mierda....Así nunca tendré un Ferrari, si me tengo que gastar todo en calzas, pollerines, zapatillitas, castañuelas, zapatos, etc, etc, ETCÉTERA (ese último etcétera fue muy enojado, que se note bien). Todo esto no viene a cuento, pero te comento mi estado de ánimo al momento de leer el capitulo XDD
Basta de giladas y voy a lo importante de esto, que es un capi buenisimo, como todos los tuyos!
Hay que ver lo enamorado que está el Pablo, Cupido se ensañó con él XD Está como loco, Linda le enredó la toca (?) Pero bueno, mejor, asi se deja de joder con pelotudeses y se dedica a su novia, porque estaba bastante inaguantable. Paul, te recomiendo que a Linda le dediques una canción muy muy bella, acá está: http://www.youtube.com/watch?v=PkbhYvZnQyU
Es re linda y para Linda, viste? Soy re buena para dedicar canciones XDDD
Che, nunca en ningún capitulo me libro de usar la escoba, siempre hay alguien para pegarle...Y siguen siendo ALGUIENES. Gwen y George, me parece que les expliqué bien, pero no hay caso, son reincidentes! Castigo doble! Qué tienen que no entienden que el Maharishi es un chanta? Que el único Maharishi es Andry y no le dan bola y está esperando una nota de disculpa de ustedes?
Y volvemos a Paul. Che Paul no te alcanzó con la canción que te dije que dedicaras? Hay que ver lo pesado que sos....jajajjajajajaja
Largué la carcajada con el "Ringo quiere perder la virginidad en esto de presentar canciones compuestas por él." Qué hijo de re mil que es este John, jajjajajajajajajajjaa También me morí de risa con todo lo anterior, estos tipos son peores que yo, tratando de averigüar todo! Que cuente! Que cuente!
Y bueno, caigo otra vez en el final...Hacés que desee el próximo capitulo, lo cual hace que me contradiga a mí misma, que no quiero porque solo faltarían 5!!! O sea, como que hay dos personas, una Gallo que quiere ya mismo la continuación de esto, y otra Gallo, quizás mas conservadora (?) que no quiere porque falta poco. Hacele caso a la Gallo que mas te convenga.
Me voy a ir despidiendo, y ojo, nada de dar a entender que el capitulo no estuvo bueno, eh! Que está genial, como siempre lo hacés!
"A partir de este momento, las emisoras de radio y televisión, conjuntamente con RAE, Radiodifusión Argentina al Exterior, celebrando el Día del Pirincho, transmiten un mensaje. *se escucha el Himno Nacional* A continuación, escucharemos las palabras llenas de sabiduría y paz de nuestro líder, el Maharishi Andry, que interrumpirá su siesta en beneficio de todos.
ResponderEliminarhh hh hbjvjhnbvjcjnchjhucjucjjic
Las emisoras continúan con su programación habitual."
Bueno, después de tan conmovedor mensaje, (ojo que lo que puse antes es tal cual lo dicen antes de que tu tocaya hable jajaj) doy paso a las postdatas.
P/D1: El Maharishi, después de casi borrar todo este mensaje, se fue. Ah no, acá vuelve, dijo "Miau" y lo interpreto como un "Venceremos!"
P/D2: Por TU culpa, estoy escuchando otra vez a los dichosos Manolos. Esta noche sueño con ellos jajajjaa
P/D3: Me parece que algo me tomé, porque hoy estoy mas flashera que antes, debe ser porque tengo sueño, el sueño me pone ilota jajajjaja idiota y escribo idioteces.
P/D4: Esto no es una postdata, es un mensaje secreto que será destruído.
P/D5: Ya me voy, te dejo esta sarta de pavadas acá escritas y ocupando lugar. Mientras te escribo estoy escuchando (ya no a Los Manolos XDD) un programa de Dolina, de ya hace unos días, pero está re bueno, escuchalo porque es super chistoso! Acá tá http://venganzasdelpasado.com.ar/posts/la-venganza-sera-terrible-del-28-03-2013
Te quiero hacer dolineana jajajjajaja (Ya que me enchufaste a Los Manolos, yo te encajo a Dolina ajaaj)
Chau Chauuuu!!!!!!!
ayyyyy Linda <3 !!! pues a mi sí me gustó mucho este capítulo, no sé si estaba muy corto o lo leí muy rápido! No voy a poner un comentario tan largo porque tengo un poquito de prisa, pero aún así leí el capítulo eh!! Y qué padre que fuiste a Strawberry Fields y a Abbey Road, son mis lugares soñados!!!
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