miércoles, 1 de mayo de 2013

Capítulo 86: Sí, quiero


Apenas podía creérselo. Faltaba tan sólo un día y Chris estaba tan nerviosa que apenas era consciente de lo que hacía. Era paradójico: a simple vista, el hecho de casarse por fin con John no cambiaba absolutamente nada de su situación. Ya vivían juntos desde hacía mucho, se conocían a la perfección y aparentemente nada iba a ser diferente para ellos dos a partir del día siguiente, salvo el hecho de que su apellido iba a cambiar. Además, ni siquiera iban a celebrar una boda al uso, con lo cual Christine aún tenía menos motivos para sentirse como se sentía. Habían planeado una boda extremadamente íntima, como ellos dos querían, lejos de los medios y lejos de las multitudes. De hecho, para evitar que todo el mundo acabara enterándose, ni siquiera iban a celebrarla en Londres. No, no iban a hacerlo allí pese a que en un primer momento se lo habían planteado. Finalmente, la boda se celebraría en Sandbanks, donde vivía Mimi, donde ya se habían encargado de pedir cita en el registro civil para celebrar una escueta ceremonia sin apenas invitados, sólo los más allegados a los dos. Después de eso, simplemente se irían a celebrarlo con una comida que habían encargado en casa de Mimi y saldrían de allí para pasar una luna de miel solos ellos dos en aquella isla irlandesa a la que no habían vuelto desde que John la había comprado.

Aparentemente, los planes eran sencillos y la prensa no tendría por qué pillarles hasta que no hubiera pasado todo. A aquellas alturas, Chris ya conocía como funcionaba aquel mundillo y se había encargado de dejarlo todo bien atado para que nadie soltara el chivatazo. El único que sabía de aquello era su jefe, Anthony, al cual no había tenido más remedio que decírselo cuando había ido a pedirse unas vacaciones para su luna de miel. “Tienes carta blanca para publicar la exclusiva el día 11”, le había dicho la chica. El hombre se había puesto loco de contento cuando Christine le había dicho eso. Y es que, si todo salía bien, el contar con una noticia explosiva como aquella iba a hacer aumentar las ventas del periódico de una manera alucinante.

John y ella habían hablado mucho sobre el tema y al final había decidido hacer público lo suyo de ese modo. Se iban a casar el día 10 de mayo y ya esperaban pasar esa misma noche en Dorinish, con lo cual, cuando el periódico publicara la noticia, ellos ya estarían aislados del mundo durante algún tiempo. Vale, deberían responder a un aluvión de preguntas cuando volvieran a Londres de nuevo, pero, por lo menos, habrían podido pasar unos días tranquilos, disfrutando el uno del otro sin agobios y en paradero desconocido.

Y pese a tenerlo todo planeado, pese a que no iba a haber cambios sustanciales en su vida, allí estaba Chris, revisando por cuarta vez la maleta ansiosa, a la vez que John la observaba divertido sentado en la cama.

-Para de mirarme así y acábate de hacer la maleta, Johnny.-le ordenó ella cuando se cansó de aquella situación. Tenía la sensación de que John iba a estallar en carcajadas allí mismo de un momento a otro y a ella, en aquellos momentos de nerviosismo, aquello era lo último que le apetecía.

-Ya lo tengo todo a punto, pequeña.-respondió él pacientemente sin perder aquella sonrisilla burlona que tenía pintada en la cara.-Yo no tardo tanto como tú, ya lo sabes…

-Claro, no tardas tanto, metes dos cosas y después me toca a mí revisarte lo que te has puesto y meterte más, con lo cual acabo siempre haciendo mi maleta y la tuya. Además…

-Además… Estás muy guapa así enfadada.-le cortó él poniéndose en pie y acercándose a ella con cara de pícaro.

-John, venga... No te pongas…-dijo ella cuando John la agarró por la espalda haciendo un intento fallido por zafarse de él.

-No seas boba, anda… Dime, peque… ¿Por qué estás tan nerviosa?

Chris se volvió hacia él y lo miró a los ojos. Lucía una expresión tan tierna que a ella se le olvidaron de repente todos los nervios y todas las prisas.

-¿Y qué te hace pensar que estoy nerviosa?-sonrió ella.

Nada más oír aquello, John soltó una sonora carcajada a la que se unió Chris enseguida. Su estado al borde de un ataque de nervios había sido tan evidente durante todo el día que aquella pregunta había sonado más como un chiste que como otra cosa.

-No sé…-fingió ponerse pensativo John cuando recuperó el aliento.-¿Quizá porque andas a los gritos todo el día y no has parado quieta ni cinco minutos seguidos?

-¿Eso he hecho?-preguntó ella divertida. Sabía que aquello era más que cierto y visto desde aquella perspectiva incluso resultaba gracioso.

-Un poco sí.-contestó John sonriendo dulcemente a la vez que le pasaba la mano por la cara.-Ahora en serio, pequeña, yo también estoy bastante nervioso con todo esto… Pero sé que todo saldrá bien, te lo prometo.

-Lo sé, Johnny, lo sé.-le contestó ella apoyando la cabeza en su pecho. John simplemente se limitó a abrazarla pegándola a él fuertemente.-¿Sabes? Pese a todo tengo muchas ganas de que sea mañana…

-Yo también me muero de ganas, Christie.

Perdiéndose en la sonrisa que él le acababa de dedicar, Chris se puso de puntillas y le dio un suave beso en los labios a John, un beso al que él respondió al principio con suavidad y dulzura y que poco a poco fue tomando intensidad. Pero, de repente, el ruido insistente del timbre de casa interrumpió aquel momento casi mágico.

-¿Quién será ahora?-preguntó John poniendo cara de fastidio.

La chica se encogió de hombros. Ella tampoco tenía ni idea de quién podía ser. Soltando un pequeño bufido aún molesto por la interrupción, John salió de la habitación para ir a abrir la puerta. Chris lo siguió, curiosa.

-¿Quién es?-preguntó John antes de abrir la puerta. Su pregunta había sonado arisca y defensiva y Christine rió para sus adentros con aquella reacción. A John le sentaban fatal aquellas interrupciones y ni siquiera se molestaba nunca en ocultarlo.

-¿Es que ni siquiera vas a abrirle la puerta a un par de amigos, Lennon?

A Christine no le costó mucho reconocer aquella voz y, al parecer, a John tampoco. John le dedicó una mirada interrogante y ella, simplemente, se limitó a sonreír. Después, abrió la puerta.

-¿Pero qué hacéis aquí?-preguntó John contrariado cuando vio a Ringo y a Mary plantados ante la puerta de su casa.

-Lo que yo te diga, princesa…-contestó Ringo con ironía dirigiéndose hacia Mary.-Este Lennon de cada día tiene menos modales… ¿Ni siquiera nos vas a decir hola, John?

-Hola.-masculló John de mala gana haciéndose a un lado para dejarlos entrar en casa

-No le hagáis caso a éste.-intervino Chris riendo a la vez que se acercaba hacia sus dos amigos.-En realidad se alegra de que hayáis venido… ¿Qué tal?

-Nosotros bien.-contestó una risueña Mary.-¿Y los que están a punto de casarse qué se cuentan? ¿Nerviosos?

-No, qué va…-contestó John con ironía esbozando una sonrisita burlona.-Chris está muy tranquila. Demasiado, incluso.

-Eres un tonto, Johnny.-le espetó Chris divertida dándole un sonoro manotazo en el brazo.

-Estáis de testigos: desde antes de casarnos ya empieza a maltratarme…-rió John.

-Más fuerte que te tendría que dar, Lennon.-bromeó Ringo.

Los cuatro amigos pasaron entre risas al comedor. John no tardó ni dos segundos en sacarles unas cuantas cervezas. Al parecer, se le había pasado pronto el enfado por la interrupción de hacía tan sólo unos minutos. Tenía a sus amigos allí y era suficiente.

-¿Y qué?-preguntó Ringo cuando los cuatro estuvieron sentados ya por fin.-¿Ya lo tenéis todo a punto?

-Todo a punto.-contestó John.-Aunque quizá Christie quiera volver a abrir las maletas y revisarlo todo por enésima vez…

-Johnny, Johnny, no te pases de gracioso…-masculló Chris fingiendo ponerse seria, aunque en realidad se lo estaba pasando en grande con aquellas bromas.

-Uy…-rió Mary mirándolos a los dos.-Con la cara que te acaba de poner, John, no te pases mucho que ésta es capaz de que mañana no firme…

-¿Ves, monstruo? Mary conoce muy bien los riesgos de ser un graciosillo.

-Ey, eso no lo digas ni en broma.-le contestó John dedicándole una mueca graciosa.-Y tú, Mary, no le vayas dando ideas…

Todos los que estaban allí soltaron una carcajada con aquella escena, Mary y John incluidos.

-Pensábamos irnos dentro de un par de horas…-añadió Chris de repente, cuando acabaron de reír y bebieron un poco de sus cervezas.

-¿Tan pronto?-se extrañó Ringo.-Si a Poole llegáis en unas tres horas y aún no es ni mediodía…

-Bueno, tenemos que pasar a recoger antes a Julian y queremos llegar pronto a Sandbanks para descansar un poco y todo eso.-contestó John.

-Entonces, princesa…-terció Ringo mirando a Mary con una sonrisilla pícara.-Creo que hemos hecho bien de no esperarse hasta esta tarde para venir aquí…

-Tienes razón.-sonrió la chica.-Si no, no los hubiéramos pillado en casa.

John y Chris se los quedaron mirando extrañados ante aquellos comentarios y aquellos cruces de mirada cómplices.

-¿Qué pasa?-preguntó Chris con curiosidad al cabo de unos segundos.-¿Tanta gana teníais de vernos antes de la boda?

-Bueno, un poco sí.-rió Mary.-Pero en realidad veníamos por otra cosa…

-¿Otra cosa?-repitió John confuso.

-Sí, John.-sonrió Ringo.-Como dice Mary, no hemos venido sólo para veros…

-¿Y para qué…?

-Veníamos a… raptar a la novia.

Si en aquellos momentos alguien hubiera pinchado a Chris y a John, seguro que no les hubieran sacado ni una gota de sangre. Y es que, tanto el uno como el otro, se habían quedado mirando a sus amigos estupefactos, sin saber qué decir ni qué hacer. Mary y Ringo, por su parte, soltaron una sonora carcajada cuando los vieron así.

-No nos miréis así.-rió Mary.-Vamos a ver… ¿Es que acaso no os habéis enterado de que trae mala suerte que el novio vea a la novia antes de la boda?

-Paparruchas.-dijo Chris.-Eso sólo son tonterías que…

-Tonterías o no, Christine, la tradición manda.-le cortó Ringo divertido.

-¿Y desde cuándo hacemos nosotros caso a las tradiciones?-preguntó John con un deje divertido en su voz.

-Va, venga, no seáis así…-intervino Mary.-Sois un par de sosos. Los dos.

-Además, no os vendría mal pasar una noche separados.-añadió Ringo.-Así por lo menos dejáis algo para la noche de bodas, malditos degenerados.

Aquel comentario de Ringo hizo que Chris y John soltaran una carcajada casi al unísono. Era gracioso tenerlos allí a aquellos dos en pos de la tradición, con lo poco tradicionales que eran todos. Aún así, la idea no dejaba de tener su punto de diversión incluso.

-¿Y a dónde se supone que me llevaríais, raptores?

-¿Dónde te vamos a llevar? ¡A nuestra casa!

-Ya, perfecto…-rió Chris.-¿Y acaso sabéis que mañana a las doce en punto he de estar en el registro civil de Poole para casarme con este chico de la barba?

-Claro que lo sabemos, soy el padrino.-contestó Ringo con fingida solemnidad.-Y tranquila, llegaremos a hora. Sólo hemos de salir temprano de casa y estarás en Poole a tiempo para arreglarte y convertirte en la señora Lennon. Además, si te lo repiensas a última hora siempre podemos darnos media vuelta y volvernos a Londres… Ya ves que todo son ventajas.

-Ja, ja, ja.-fingió reírse John.-Eres muy gracioso, Starkey.

-No tanto como tú, Lennon. ¿O acaso he de recordarte lo de la notita aquella que decía que Mary no se iba a casar conmigo el día de mi boda?

-Joder, no me acordaba…-rió John.-Ésa estuvo buena, lo que me reí con la cara que se te quedó…

-Pues yo no me reí tanto, cabronazo.-le cortó Ringo divertido.

-Y bueno, ¿qué? ¿Al final podemos raptar a la novia o qué?-preguntó de repente Mary.

Chris se los quedó mirando a todos, sin saber qué contestar, primero a sus amigos y después a John. Éste, por toda respuesta, se limitó a encogerse de hombros y a dedicarle una cálida sonrisa. Era evidente que le daba igual lo que decidiera y que incluso la idea le parecía hasta divertida por surrealista que pareciera.

-Vamos, Christine… Decídete ya o a este paso llegará la hora de la boda y aún estaremos aquí.-rió Mary.

La chica soltó una risita divertida. Entonces, se volvió hacia John y devolviéndole la sonrisa, dijo divertida:

-Nada de locas despedidas de soltero con sexo, droga y rock and roll esta noche, Johnny.

-Oh, mierda... Con el fiestón que pensaba pegarme yo esta noche con mi tía Mimi y Julian y tú ahora vas y me cortas el rollo…

Chris soltó una risita divertida antes de darle un beso en la mejilla.

-Intenta sobrevivir sin mí esta noche, pequeña.-le dijo John sonriendo y, después, volviéndose hacia Mary y Ringo, añadió:-Y a vosotros dos, más os vale cuidármela y traérmela mañana extremadamente puntuales o dejaréis huérfano al bueno de Vladis demasiado pronto.

-Tranquilo, John.-sonrió su amigo complacido porque habían conseguido lo que querían.-Mañana la tendrás en Sandbanks sana y salva.

********************************************

Después de un buen rato haciendo esfuerzos sobrehumanos por dormirlo, Mary por fin salió de la habitación de Vladis y entornó la puerta con cuidado. A continuación, procurando hacer el menor ruido posible, se encaminó hacia la habitación de invitados, donde estaba Christine. Tenía ganas de hablar un rato con ella antes de acostarse. Y es que, pese a que John y ella no fueran a tener una boda como la suya, entendía perfectamente cómo debía estar de atacada la chica en aquellos instantes. Pese a todo, iba a casarse a la mañana siguiente y sabiendo lo nerviosa que era, suponía que a Chris le haría bien un poco de compañía.

Cuando llegó ante la habitación, dio unos suaves golpecitos en la puerta.

-Adelante.

Mary abrió lentamente y asomó la cabeza en el interior de la habitación. Chris estaba tendida sobre la cama, leyendo una revista que parecía tener bastante tiempo a juzgar por lo doblada y desvencijada que estaba.

-¿Se puede?

-Ésta es tu casa, así que por supuesto que se puede.-sonrió Chris dejando la revista a un lado.-¿Ya se ha dormido el terremoto?

-Ha costado, pero sí.-contestó Mary dirigiéndose hacia ella y sentándose en el borde de la cama.

-Sólo que tenía ganas de jugar. Y de dormir, nada.-sonrió Chris.

-Este hijo mío tiene ganas de juerga siempre. Miedo tengo a cuando sea adolescente…-suspiró Mary divertida.-¿Y tú qué? ¿Cómo estás?

-¿Te digo la respuesta que debería darte o la sincera?

-Como de todas maneras no me creería la respuesta que deberías darme, mejor dime la sincera.

-Vale.-sonrió Chris.-Creo que de un momento a otro me va a dar un colapso nervioso y voy a morir aquí mismo.

-Oye, Christine, en mi casa no te mueras o John nos mata a nosotros después.-rió Mary quien, después, adoptando una cálida sonrisa tranquilizadora, añadió:-Sé cómo te sientes. Yo pasé por lo mismo y es horroroso, pero piensa que mañana ya todo habrá pasado y habrá salido perfecto.

-Lo curioso es que yo ni siquiera tengo motivos para sentirme así.-contestó Christine mirándola.-Verás, tú tuviste una boda normal, con tus invitados, tu vestido, tu ceremonia y todo eso… Yo mañana lo único que he de hacer es vestirme un poco mejor que lo habitual, ir a ese registro para firmar y después comer en casa de lo más parecido que tengo a una suegra con poco más de diez personas.

-Visto así suena un poco raro.-contestó Mary divertida.-Pero bueno, de todos modos, lo hagáis como lo hagáis, mañana va a ser un día muy importante para vosotros. Así que es normal que estés así.

-La verdad es que sí…-sonrió Chris.-Es curioso. Pese a todos los problemas, por fin vamos a hacerlo, por fin vamos a dar ese paso.

-Lo importante ahora es que los habéis superado y estáis bien juntos, ¿no?

-Estoy mucho mejor que bien con él, créeme.-contestó Chris. No obstante, a Mary no se le escapó que de repente la expresión se le había ensombrecido. Ni siquiera le dio tiempo a preguntarle nada antes de que Chris añadiera con amargura:-Lo que más rabia me da es que haya gente que no sea capaz de aceptar que soy feliz con él, que lo amo.

A Mary no le hizo falta que Christine dijera nombres para saber que se estaba refiriendo a su familia.

-¿Al final no irá nadie mañana?-preguntó Mary al cabo de unos segundos de incómodo silencio entre las dos.

Chris se encogió de hombros mientras apretaba la mandíbula fuertemente y se agarraba las rodillas. A Mary le dio la sensación de que estaba a punto de echarse a llorar allí mismo.

-No creo. A mi padre ni siquiera se lo he dicho, aunque supongo que lo sabrá. Paul también lo sabe, pero ya sabes cómo están las cosas entre nosotros, así que no va a venir. Los únicos que a lo mejor vienen son Mike y Angie, su mujer, pero también lo dudo.-contestó con un hilillo de voz.-Me prometió que “intentaría venir”, pero ese “lo intentaré”  me sonó a “no voy a ir”. Tampoco le culpo: si mi padre se entera de que viene, podría tener problemas con él.

-No creo que tu padre le…

-Mary, tú no tienes ni idea de cómo es mi padre.-le cortó Chris.-Es un cabezota tradicionalista y para él nunca dejaré de ser una… puta que se acostaba con un hombre casado.-la chica lanzó un suspiro amargo cuando pronunció aquellas últimas palabras.-Además, jamás soportó a John. Jamás.

-Bueno, Christie…-le susurró ella en tono tranquilizador.-No pienses en esas cosas ahora. Nos tienes a nosotros, ¿vale? Y tienes a John. Sólo piensa en que mañana será un gran día en el que por fin harás algo que quieres de verdad.

-Eso haré, Mary.-sonrió la chica.-No voy a dejar que nada ni nadie estropeen un momento tan bonito.

-Ésa es la actitud.-contestó ella.-Y ahora, intenta descansar mucho. Mañana de buena mañana salimos para Poole: hay que casar a la niña.

-Eso de descansar mucho ya lo veremos.-dijo Chris a la vez que soltaba una risita entre dientes.-Mary, gracias por escucharme y por todo lo que estáis haciendo por mí.

-No hay de qué, boba.-sonrió Mary a la vez que se ponía en pie.-Para algo estamos los amigos, ¿no? Buenas noches, Chris.

-Buenas noches, Mary.

*******************************************

El viaje hasta Sandbanks había transcurrido con relativa tranquilidad pese a que al pobre Julian se le había hecho bastante pesado. Afortunadamente, John se las había ingeniado aún no sabía cómo para mantenerlo entretenido en la parte trasera del Rolls la mayor parte del tiempo y, pese a que el niño había llegado a Poole sólo con ganas de dormir, no se había quejado demasiado.

Reencontrarse con Mimi había sido toda una experiencia. Era evidente que la idea de tenerlo allí de nuevo, a punto de sentar la cabeza de una vez por todas esta vez con un matrimonio deseado, la emocionaba bastante; pero, no obstante, como siempre, no paraba de encontrarle pegas a todo. Tal vez, si aquello hubiera pasado unos cuantos años antes, John se lo hubiera tomado a mal, pero, a aquellas alturas de la vida, la fingida seriedad de Mimi le causaba incluso cierta gracia. Sabía que su tía se alegraba por él y que estaba contenta con todo aquello  aunque se empeñara en ocultarlo y a John le bastaba con eso.

-No voy ni siquiera a preguntarte si piensas afeitarte esa horrorosa barba y cortarte el pelo antes de la ceremonia.-dijo Mimi de repente mientras le daba una calada a su cigarrillo.

John levantó la vista, miró a su tía y sonrió. Hacía un rato que habían acabado de cenar y ahora estaban sentados en los sillones que Mimi tenía en el salón, mientras fumaban tranquilamente y fingían que prestaban atención a una película que estaban pasando por televisión. Julian, por supuesto, dormía desde hacía horas en su habitación.

-Tienes razón, Mimi. No vale la pena que lo preguntes.-se limitó a contestar esbozando una sonrisilla burlona.

Mimi soltó un bufido exasperada.

-Johnny…-dijo la mujer con un tono más propio de alguien que está hablando con un niño de seis años que con un adulto.-Aunque no vayáis a celebrarlo como mucha gente hace, es el día de tu boda. Deberías ir un poco más arreglado.

-Me arreglaré un poco, pero la barba y la melena se quedan. Además, no eres tú la que se tiene que casar conmigo.

-Y ten por seguro que JAMÁS me casaría con alguien que tiene tu aspecto.-le cortó Mimi con severidad.

-Vamos, Mimi… A Christie le gusta.-rió John.

-Christine siempre me ha parecido una chica muy rara.

-Yo también soy un chico raro.-bromeó él. Mimi entornó los ojos y desvió la mirada de su sobrino, exasperada al ver que no tenía nada qué hacer con él. Aquello hizo que John soltara de nuevo una risotada, divertido por ver a su tía así.-Vamos, Mimi…-le dijo poniéndose en pie y acercándose hacia su sillón.-Sé que Christie te gusta, no me lo niegues. Y también sé que te alegras de que me case con ella, aunque no pares de refunfuñar.

-Por lo visto ahora sabes muchas cosas, John Lennon.-masculló la mujer de mala gana.

-Te encanta tu papel de gruñona, ¿eh, Mimi?-rió él inclinándose hacia ella y dándole un beso.

-Vamos, John, no te pongas así, ya no eres ningún niño.-dijo la mujer separándolo de ella.

John volvió a soltar una risotada mientras se apartaba de ella y se ponía en cuclillas al lado de su sillón. Miró a su tía y le dedicó una mueca graciosa: sabía que la mejor manera de ganarse a Mimi era aquélla. La mujer lo miró e inmediatamente cambió su falsa expresión de seriedad por una sonrisa sincera. John supo enseguida que aquello era lo que había deseado estando hacer todo el tiempo. Hubo un momento de silencio entre los dos.

-Aún me acuerdo de una noche como ésta que pasamos hace unos años.-dijo de repente Mimi sin dejar de sonreír.-Pero entonces aún estábamos en Liverpool y tú no estabas tan contento como ahora.

Sólo cuando dijo aquella última frase, John entendió que Mimi se estaba refiriendo a la noche anterior a su boda, aquella vez, con Cynthia.

-Me puse a llorar en la cocina.-recordó John. Después, esbozando una media sonrisa, añadió:-Entonces sí que me comporté como un crío.

-Es que lo eras, Johnny.-sonrió Mimi.-No eras más que un niño grande asustado.

-¿Y ahora qué es lo que soy, Mimi?-preguntó él.

-¿Ahora? Un hombre convencido y contento por lo que va hacer.-John no pudo evitar esbozar una sonrisa tierna cuando escuchó aquello. Mimi lo miró durante unos segundos y, después, dedicándole una expresión irónica, añadió:-Eso sí, un hombre desaliñado y hecho un desastre.

John soltó una sonora carcajada a la vez que se ponía en pie de nuevo.

-Desaliñado y hecho un desastre, vale. Pero feliz, y mucho.-respondió al fin.-Y eso es lo que cuenta de verdad, ¿no crees?

-Puede que sí.-sonrió Mimi.-Pero, John, hijo… Aféitate por lo menos, ¿no crees?

-Tú nunca desistirás en tu empeño. Pero déjame informarte de que a estas alturas dudo mucho que lo consigas…

-Jamás he conseguido nada contigo, John.-masculló Mimi de mala gana, aunque no había ni pizca de enfado en su tono de voz.-Siempre has hecho lo que te ha dado la gana.

-Y no me ha ido mal del todo así.-le guiñó un ojo John.-Bueno, Mimi, me voy a dormir un poco. Creo que mañana debo de ir a una boda.

-Harás bien. Ya es tarde.-contestó Mimi.-Buenas noches, Johnny.

-Buenas noches, Mimi.-se despidió John ya saliendo por la puerta.-¿Me despertarás mañana si me duermo?

-No tienes remedio, John.-le rió la broma su tía.-Anda, vete a dormir ya, caradura.

-Gracias, gruñona. Hasta mañana.

-Hasta mañana.

John salió del comedor sin más y se encaminó escaleras arriba, feliz aunque consciente de que a lo mejor no sería capaz de pegar ojo en toda la noche. Pero eso, en aquellos momentos, no le importaba para nada. Iba a casarse con Christine y aquello era lo único en lo que podía pensar.

**********************************************
-Esto es increíble.-susurró Chris mirándose en el espejo.-Me voy a casar, joder. Me voy a casar…

Mary, que estaba sentada sobre la cama de la habitación mientras Christine se acababa de arreglar, soltó una risita divertida. Hacía poco más de una hora que acababan de llegar a Sandbanks y, después de hacer esfuerzos sobrehumanos para que John no la viera, habían conseguido llegar a la habitación donde Mimi les había indicado.

-Eso me temo, futura señora Lennon.-le contestó Mary.

-Christine Lennon, suena muy raro.-sonrió ella girándose hacia su amiga.-Pero, ¿sabes? Me encanta.

-Reconozco que queda bien.-dijo Mary.

Chris le dedicó una inmensa sonrisa, se volvió de nuevo hacia el espejo y acabó de arreglarse en silencio. Sólo dos toques más y ya estaría lista para uno de los momentos más importantes de su vida.

-Et voilà!-dijo cuando acabó de pintarse los labios y se ponía en pie.-¿Cómo estoy? ¿Crees que con estas pintas John querrá seguir casándose conmigo?

-Oh, Christine, no seas tonta…-le reprendió Mary poniéndose ella también en pie.-Estás preciosa, mírate.

-Ya me he visto bastante en el espejo.-bromeó ella aunque, en realidad, sí bajó la vista para revisarse el vestido. Era bonito, sí, pero no dejaba de ser un vestido normal y corriente que se habría puesto cualquier sábado por la noche para salir a cenar por ahí. Quizá en aquellos momentos, Chris se estaba arrepintiendo de la manía que habían tenido John y ella de hacer una boda sin ningún tipo de convencionalismo:-Creo que debería de haberme comprado un maldito vestido de novia para hoy, joder.

-Créeme que con ese repertorio de buenas palabras que acabas de soltar, soy incapaz de imaginarte metida dentro de un vestido blanco de novia convencional.-rió Mary cuando la escuchó. Después, esbozando una sonrisa, añadió:-Tranquila, hay mucha gente que se casa vestida de calle y, además, el vestido es muy bonito. Ese azul te queda muy bien.

-Sí, bueno… Creo que tienes razón, me gusta este vestido.-masculló Chris volviendo a esbozar una sonrisa. Y después, lanzando un suspiro y mirando a su amiga, añadió:- Bueno Mary, y ahora dime… ¿Qué hora es?

Mary miró su reloj de pulsera y sonrió antes de contestar.

-Casi las once y veinte.-contestó.-Hora de bajes abajo, veas por fin al novio y te cases con él.

Chris agarró aire. Mary tenía razón: el momento había llegado.

Las dos salieron de la habitación y bajaron las escaleras en silencio mientras Christine sentía como el corazón le latía tan rápido que parecía que se le fuera a salir del pecho. Se detuvieron justo antes de llegar ante la puerta del comedor. Desde donde estaban ellas se podía escuchar el murmullo de las voces de Ringo y John a través de la puerta entrecerrada. Las dos chicas se miraron, cómplices, y, entonces Mary abrió.

John y Ringo pararon de hablar nada más las vieron allí plantadas. Los ojos de Christine inmediatamente se posaron en John. Estaba guapísimo, con aquel traje negro y aquella corbata blanca, y más aún con aquella expresión tierna con la que la estaba mirando. La chica sonrió cálidamente: en aquellos momentos se moría de amor por él.

-Oh, Christie…-murmuró John con una sonrisa.-Estás preciosa. Si no fuera a casarme ahora mismo contigo, te pediría que lo hiciéramos ya.

-Tú tampoco estás nada mal, Johnny.-sonrió ella acercándose hacia él.-Te quiero mucho.

-Yo a ti más, pequeña…

-Oh, venga…-les cortó Ringo lanzando una sonora risotada.-No os vayáis a poner ahora en plan enamorados pesados, por favor. Esas cosas guardadlas para la intimidad…

-Eres un poco cortarrollos, Richard…-rió John.-Estoy aquí diciéndole cosas bonitas a mi novia y tú por detrás dando por culo, pedazo de cabrón…

-¡John! ¡Ese vocabulario!

Todos se volvieron hacia la puerta, por donde Tía Mimi acababa de aparecer con Julian a su lado. John soltó una enorme carcajada y los demás simplemente se limitaron a sonreír.

-Por cierto, Christine, estás muy guapa.-añadió la mujer relajando su expresión y haciendo caso omiso a su sobrino.

-Gracias.-contestó ella esbozando una media sonrisa. Era curioso: pese a que su relación con Mimi era bastante buena, esa mujer continuaba intimidándola en cierta medida. Chris estaba segura de que pasarían años incluso hasta que pudiera acostumbrarse plenamente a su presencia.

-No hay de qué, es la verdad.-respondió la mujer.-Por cierto, pensaba que nosotros nos iríamos primero al registro, John. Ya sabes, por eso de esperar a la novia y…

-Mimi, esto no va a ser ninguna boda de película.-le cortó John divertido.-Ni siquiera habrá una ceremonia al uso, así que no vemos la necesidad de que yo vaya antes y la espere a ella allí, ¿verdad, Christie?

-Así es.-confirmó ella.

-Además, bastante hemos hecho ya con pasar esta noche separados sólo porque estos dos hayan tenido el capricho tradicionalista…-añadió John divertido señalando hacia Ringo y Mary, quienes sonrieron con la broma. Y después, volviéndose hacia Chris, añadió en voz muy baja:-Te he echado de menos, pequeña. Pero te juro que no voy a echarte de menos más porque a partir de hoy voy a estar siempre cerca de ti, lo más lejos, a tu lado. Te lo juro.

******************************************

Llegaron al edificio del registro civil puntuales, como si hubieran calculado exactamente qué era lo que iban a tardar hasta allí con el coche. Durante el viaje, que no había llegado ni a veinte minutos, apenas habían cruzado ni una palabra. No obstante, no les había hecho falta. Y es que sólo con el hecho de estar los dos juntos, agarrados de la mano fuertemente y lanzándose de cuando en cuando alguna mirada significativa, les había bastado. Parecía mentira que tanto tiempo después, en aquellos momentos estuvieran mirándose con la misma ternura y la misma ilusión con la que se miraban cuando habían empezado a estar juntos. Parecía mentira, sí, pero así era.

Mimi, con Julian de la mano, y ellos dos bajaron del Rolls. Instintivamente, nada más poner un pie en la calle, Christine miró a un lado y a otro. Suspiró aliviada. La calle no parecía tener un aspecto muy diferente al que debía de mostrar un sábado por la mañana y por allí no había rastro ni de fans, ni de mirones indiscretos ni muchísimo menos de los medios de comunicación. Sólo estaban por allí unos cuantos transeúntes distraídos que ni siquiera les dirigieron la mirada ajenos por completo a quiénes eran y Ringo, Mary y Vladis, que acababan de bajar de su coche también y se dirigían hacia la puerta del registro. La chica sonrió satisfecha. Al parecer, su obsesión por mantener todo aquello en secreto había dado sus frutos.

-¿Vamos, pequeña?

La pregunta de John, formulada casi como un susurro en su oído, había ido acompañada por un apretón en la mano que la había sacado de sus pensamientos. Chris se volvió hacia él, asintió con la cabeza y, a continuación, entraron dentro del registro.

No era un edificio lujoso ni presuntuoso. De hecho, no distaba de ser un mero edificio repleto de oficinas sin más, frío. No obstante, eso les daba igual a los dos. Estaban tan contentos por lo que allí iba a ocurrir que les hubiera dado igual que aquello fuera una cueva.

Nada más cruzaron el umbral de la puerta, un funcionario sonriente, se apresuró a acercarse a ellos. Después de presentarse con una solemnidad que de tan exagerada era cómica y de darles la enhorabuena por adelantado, les anunció que les acompañaría hasta el lugar exacto donde iban a casarse. Además, como quien no quiere la cosa, les comentó que el juez ya estaba a punto y que ya habían llegado algunas personas. John y ella lo único que pudieron hacer fue darle un escueto gracias mientras intentaban no partirse de risa allí mismo con aquella escena y seguirlo escaleras arriba.

Nada más alcanzaron el primer piso, pudieron distinguir el sonido de las voces provenientes del interior de una de las puertas que había abiertas. Era allí, no había duda. Además, a Christine no le costó distinguir a George y a Gwen por allí dentro, ni tampoco las sonoras risas de Mal y Neil seguramente carcajeándose de un comentario gracioso que cualquiera habría hecho. Ringo, Mary, Vladis, Mimi y Julian, que hasta ese momento les habían seguido, pasaron adentro, no sin antes dedicarles una sonrisa. Un silencio abrumador se hizo en la sala. Debía de ser obvio para todos que los próximos en entrar iban a ser ellos.

-Te quiero más que a nada en este mundo, Christie.-susurró John mirándola a los ojos.-No lo olvides nunca.

-Y yo a ti, Johnny.-sonrió ella.-Y yo a ti.

Los dos volvieron a lanzarse una última mirada cargada de sentimiento, entrelazaron sus  manos fuertemente y entraron adentro, sonrientes y felices como muy pocas veces lo habían estado.

Y entonces, nada más entrar, Christine los vio: allí, sentados en una esquina, estaban su hermano Mike y su mujer. Por fortuna, se había equivocado respecto a ellos. Por fortuna, sí que habían ido.

Ahora sí que ya nada ensombrecía su felicidad en el que iba a ser el mejor día de su vida.

***************************************

El parloteo incesante del juez no le importaba en absoluto a John. A él, las leyes por las cuales se regían los matrimonios en el Reino Unido y las obligaciones y derechos de los casados le importaban más bien poco. A él lo único que le importaba en aquellos momentos era que la amaba con todas sus fuerzas y que ella lo amaba a él. ¿Y qué era más importante que aquello? Nada. Absolutamente nada.

-John Winston Lennon.-le llamó el juez de repente. Pese a lo nervioso que estaba, aún le dio tiempo a maldecir para sus adentros al juez por haber pronunciado su segundo nombre, aquel que tanto odiaba, en voz alta.-¿Quieres recibir a Christine McCartney como esposa?

John olvidó al instante todo lo demás, miró a Chris y sonrió.

-Sí, quiero.-contestó mirándola a los ojos.

-Y tú, Christine McCartney, ¿quieres recibir a John Winston Lennon como esposo?

Chris tardó unos segundos en contestar, unos segundos en los que le dedicó la mirada más dulce que quizá jamás le había dedicado.

-Sí, quiero.

-Entonces…-continuó el juez.-Por el poder que me ha sido otorgado, yo os declaro unidos en matrimonio.

A John no le hizo falta que nadie les indicara que podía besarla; simplemente lo hizo, sin más, incluso antes de que el juez acabara de pronunciar las últimas palabras. Ella le respondió con ganas, también ajena a toda norma. Aquel beso, largo y sincero, marcaba, sin lugar a dudas, un antes y un después en sus vidas.

Ahora, por fin, eran el uno del otro.

***************************************************

-Christine Lennon.-sonrió John mientras le acariciaba el pelo.-Chris Lennon. Christie Lennon. Mi pequeña Lennon. Jamás me cansaré de repetirlo.

-Eso de mi pequeña Lennon queda un poco feo, Johnny.-rió ella apoyando su cabeza sobre el pecho desnudo del chico, todavía sudoroso.-Pero de todos modos, me gusta tu apellido.

-Eso espero.-rió él.-Ahora es también tuyo.

Por toda respuesta, Chris le dio un beso en el pecho, cariñosa, y volvió a recobrar su posición anterior. Permaneció así durante unos minutos, con la oreja pegada a su pecho. Adoraba escuchar los latidos de su corazón. En aquellos momentos, tanto dentro como fuera de la pequeña casita donde estaban, sólo había paz. Amor y paz. Dorinish con ellos dos juntos era lo más parecido al paraíso que Christine podía concebir en aquellos instantes.

-¿Sabes, John?-preguntó al rato, casi en un susurro.

-¿Qué pasa, pequeña?

-Siempre me burlé de las chicas que decían que el día de su boda era el más feliz de sus vidas.-contestó mirándolo a los ojos.-Pero… Ahora creo que tienen razón. Ha sido todo maravilloso. Gracias, monstruo.

John le dedicó una caricia suave en la cara.

-También lo ha sido para mí.-dijo.-Jamás creí que sentar la cabeza por fin iba a ser tan placentero. Christie, pequeña… Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Y lo sabes.

Chris sonrió y le dio un dulce beso en los labios. Y tanto que lo sabía. A esas alturas, tanto el uno como el otro, eran plenamente conscientes de que se necesitaban tanto como se amaban.

En aquellos momentos todo era, simplemente, mágico.



Holaaaa! Pues bueno, aquí llego yo por fin con un capi nuevo y atrasado, un capi dulce y meloso que espero que pese a todo os haya gustado J
Como siempre, ya que no me sobra mucho el tiempo, quiero dar las gracias a tod@s l@s que estáis ahí leyendo y comentando y, esta vez, darle un saludo especial a mi Natty, que se acaba de poner al día con los capis y a la que quiero mucho (es mi hija, la tengo que querer preciso, jajaja). Y obviamente, a Rosario Jackson McCartney, a Ingrid y a María (muy fan tuya, ya lo sabes).
En fin guapas, espero tardar menos a publicar el siguiente… Besos!

5 comentarios:

  1. Toc toc, ¿se puede? Vengo a preguntar si se puede llorar. Ah, ¿si? Bueno. BUUUUUAAAAAAAAAA BUUUAAAAAAAAAAA Snif, snif, produccioooon tráiganme unos pañuelos por favor....Ay, gracias querida *se suena la nariz ruidosamente* Ahhh...ya está, cortá la cámara por favor.
    Ahora, off the record (?) voy a enumerar los motivos por los que lloro, aunque es al pedo enumerar porque son dos motivos nada mas XD
    1-Lloro porque faltan tres, por lo tanto es un llanto de tristeza.
    2-Lloro porque se casaron, por lo tanto es un llanto da alegrría.
    3-Mis llantos son muy raros.
    XDD

    Pa’ que veas cómo planifico todo, te digo que este comentario primero fue hecho en papel, y no hoy, sino anoche a las 12 menos cuarto hora argentina (ayy siempre quise decir eso, “hora argentina”, como en los noticieros. Gracias, he cumplido un sueño!) porque debía ir anotando todo lo que quería comentar de este MARAVILLOSO capitulo, y si esperaba a hoy, me iba a olvidar de todo lo que se me ocurría. O sea, ¿me entendés? Hago borradores de comentarios, mi fanatismo por tu fic llega a límites insospechados.
    Cloquell. Ay Cloquell. Ya no sé qué hacer con vos. Casi muero de un infarto cuando leí el título! Ya te dije, yo no esperaba que fuera ya, rai naw, el casamiento! Pensaba que sería en el siguiente, o en el último...Cuando léi el “Sí, quiero”, casi entro en colapso, e iba a ser por-tu-cul-pa. Repetí conmigo: “Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”. A la próxima avisá, y si no te paso las instrucciones para llegar al hospital y visitarme, como hiciste vos. Mirá, vos tenés que llegar a Mercedes, eso es fácil, te tomás un 57 y listo. Le decís al chofer que pare en la 29 y 18, en la esquina del supermercado “Vea”, (sí, re feo el nombre), ahí caminás tres cuadras hasta la 12 y doblás a la derecha. Caminás dos cuadras mas y listo, el hospital. Entrás, preguntás por Gallo y te van a mandar al 4º piso, terapia intensiva. Ahí me despertás a golpes, como saludo tribal. Enfrente tenés una plaza para tomar sol y reflexionar sobre tus culpas XDDDD
    Bueno, ya, me dejo de decir pavadas, pero es que fue un re golpe en la nuca ese titulo, nunca un titulo tuyo causó tanto jajaja.
    De mas está decir, que por mas que fuera super sencillo y alejado de todo, se entiende que Chris esté nerviosa, es casarse, no tomar un bondi, y a veces ni eso, porque te podés poner nerviosa al tomar un bondi, por ejemplo si la SUBE no tiene crédito XD Pero John no colabora mucho para que no esté asi, se la pasa “cachándola” jajajajja.Y encima ni hace su maleta.
    Bien, lo del rapto no fue una idea al azar. Primero, era nuestra ilusión arruinar el momento de Lennon muajajaja. Pero, en realidad, Ringo y yo trabajamos para Don Corleone y esto de secuestrar se nos da bien, mas si son novias. Lo de baterista de los Beatles es una pantalla para ocultar su verdadero trabajo. Nuestro matrimonio fue arreglado por una alianza entre familias y en los ratos libres secuestramos y ametrallamos gente en cabinas de peaje. Lo de la tradición es todo un verso, si hay algo de tradición, es la de secuestrar gente, nada más. En este momento, Ringo está cargando un rifle marca Fal. ¿Qué pensabas, que lo del peace & love es cierto? Porrr favooorrr...
    Awwww amiguitaaa! Que linda charla! Muero con eso, porque es como que se prestan contención emocional siempre que están jodidas jajajjaja. Mas o menos lo que hacés siempre vos conmigo XDDD como sea, fue muuuu tierrrno, que no se acabe nunca eso!
    Otra cosa que fue muuuu tierrrrna fue Mimi-John. Siempre tirandose palos entre ellos, pero en el fondo se quieren tanto que no lo pueden disimular. Muy real eso que le dijo Mimi , que en su anterior matrimonio estaba muy compungido, y qué diferencia con éste! Por suerte, Mimi lo apoya (aunque si no lo apoyara, él haría lo que se le antojara jaja) y me mata porque trata de disimular su alegría retándolo con lo del pelo y la barba...Qué genios son los dos, es como que no se aguantan y a la vez juntos son re felices. Muy linda conversación!

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja pero chee! Alguien que le dé un Ribotril a Chris, pará un poco, aflojá con la emoción flaca! Jajajaja encima pidiendo vestido a ultima hora, hay que ver...
    Este Ringo, desde cuando se volvio tan puritano, eh? Que es eso de ir cortando todo el entusiasmo de la gente? Le voy a pegar! Jjajajajaja Nooo mi vidaaa, si a vos no te pego ni con una pluma! Pero igual, ahí diciendo que son enamorados pesados...XDD
    Re guiño al nombre del fic te mandaste con ese “porque a partir de hoy voy a estar siempre cerca de ti, lo más lejos, a tu lado” (Cloquell, Cristina, Lo mas lejos a tu lado, capitulo 86 “Si, quiero”, pag ¿? Muro de Alcoy, editorial Blogger, 2013)
    Perdón, pero después de hacer tantas citas en el trabajo de mediterráneo, tenía que poner esta jajajajjajaa
    Y ayyyyyyyy el casamiento!!!!! Que lindo todo, pese al pesado del discurso jajja. Me dio un escalofrío cuando el tipo dijo que ya habia gente, pensé que estaba el padre, enserio, me dije “si es el padre, acá se arma una linda” pero no, eran George y Gwen y Mike y la mujer...Igual, qué pena Paul, por su culpa y la de sus locuras, arruinó todo lo lindo que tenían de hermanos. Y bueno, él se lo pierde.
    Jajjajaa yo que Mary, le empiezo a decir Winston todos los dias, nada mas que para hacerlo renegar...No sé porqué no le gusta el nombre, si es lindo! Me gusta Winston! Winston, sos un mandado, un lanzado total, esperá un poco, controlá tus hormonas antes de besar a la novia, esperá que te avisen, che! En la parte mas importante, o sea, cuando se casan, fui interrumpida a las 11 hora argentina (otra vez, es un placer decir esto) por mi vecina, diciéndome si no le hacía la tarea de lengua, lenguaje, castellano, o como le llames vos, A LA HIJA. Las 11 de la noche, ¡estoy leyendo algo crucial y me vienen con tarea de lengua de 5º año de secundaria! ¡¿Estamos todos locos o qué?! Y si no te comenté esta tarde, fue porque tuve haciendo la dichosa tarea. ¿Y la hija de mi vecina? Con el novio. Mirá, qué bonito. Por lo menos me gané 10 pesos jaja
    La ceremonia fue re linda. Y sobre todo tranquila, que eso era lo que buscaban. Y bueno, al final te casaste con él. Yo, que te di todas las posibilidades de casarte conmigo vía embajadas hispanoargentinas (ay, que palabra mas dificil esa jajaj) pero bueno, te casaste con él porque yo no acepto tus lentis. No importa, TORRES MAS ALTAS HE VISTO CAER. Te estoy vigilando.
    Y el final...ayyy basta, basta, me hacen llorar! Pero qué lindo es verlos felices de una vez, ya sin ningún lastre encima!
    Y bueno Cris, que faltan tres, el número de Dios XDDDD Ya te lo dije, pero voy a extrañar baaanda este fic, es y será siempre mi favorito y de lo mejor que he leído, incluído libros. Voy a extrañar eso de esperar a que subas, a leerte encerrada en mi habitación, o en el bondi, o en el baño (enserio, una vez hace mas de un año, estaba en la casa de una prima de Buenos Aires y vos habias publicado, y si me ponia a leerte con el telefono me molestaban a cada rato, asi que me encerré en le baño para poder leer tranquila jajajaja), tambien voy a extrañar rezongar cada vez que me interrumpen, tus wasap avisándome que subiste...qué se yo, una se encariña como una tonta! Pero bueno, todo tiene un final, y después uno es feliz releyendo o recordando todo eso, los lindos momentos pasados leyéndote.
    El capitulo, como ya te habrás dado cuenta, me pareció ILUSTRE! Ya te digo, te alabo un capitulo y venís y me dejás otro mejor.
    En fin Cris, esperaré el otro, y el otro, y el otro, y ya nada mas :( igual seré feliz feliz jajaja
    Te mando un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Hola hola soy la persona de la que sos fan (?) y vengo a tirarte unas post –datas
    P/D1: Ves? Esto es algo que también extrañaré, las post-datas!
    P/D2: Quiero mas marchas!!! Ayy mientras hacía la tarea de mi vecina, las volví a escuchar, son tan lindas!
    P/D3: Tengo al Maharishi durmiendo bien estirado arriba mío, tirándome su olor a gato peludo ¬¬ Te manda unos “prrr prrr” que deben ser como bendiciones o qué sé yo. Se ve que su religión da resultado, lo digo por lo relajado que está XD
    P/D4: Me parece una ofensa moral que no hayas aparecido en la novela, yo quería que Cris fueras vos, no un viejo pelado y anteojudo!
    P/D5: Hablando de novela....DULCEEEE AMOOORRRR MARAVILLOSO PUEDE SEEERRR DULCEE AMOOOORRR TAN SOLO SOY ESTO QUE VEEEESSS DULCE AMOOORR LA VIDA TE HA CRUZADO EN MI CAMINO, CAMBIÁNDOLE EL SABOR A MI DESTINOO OH OH OH OOOHH Perdón, pero ante cada situación amorosa, canto la canción de la novela, porque es muy pegajosa jajajja
    P/D6: Perdón, pero me extralimité comentándote todo jajaja
    P/D7: Aguante Gallooooo!!!!!!!


    Chauuuu!


    ResponderEliminar
  4. comentando mil años tarde, pero comentando, jaja
    pues bien, qué lindos que ya se casaron! ya era hora! ayyy me sentí muy triste porque Paul no fue, ni Jim :( pero bueno, yo sé que terminarán todos muy felices!

    ResponderEliminar
  5. Awwww Que Ternura Madre Se Han Casado Finalmente y Me He Reido Con Mimi y John y El Look De El Es Hermoso Sin Duda :) y Perdon Por Tardar En Mi Comentario

    ResponderEliminar