domingo, 23 de octubre de 2011

Capítulo 15: What Goes On


Ringo estaba sentado en uno de los sofás de casa de John mientras oía a sus tres amigos parlotear sin cesar. Estaban hablando sobre una canción, pero a decir verdad ni siquiera sabía lo que estaban diciendo. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no les estaba prestando atención.

-¿Qué te parece a ti, Ringo?

Ringo salió de su burbuja y se quedó mirando con cara de no saber muy bien dónde meterse a sus tres amigos, que lo miraban inquisitivamente.

-¿Cómo?-fue lo único que fue capaz de articular él, en un vago intento por ganar un poco de tiempo.

-¿Se puede saber qué coño te pasa?-preguntó John extrañado mirándole a los ojos.

-Lo siento.-dijo Ringo atropelladamente.-No os estaba escuchando.

-Pues llevamos hablando de lo mismo como veinte minutos, tío.-le reprochó John.

-Decíamos que quizás ahora podría ser el momento de grabar “What Goes On”, para el nuevo álbum...-aclaró George en tono conciliador.

-¿”What Goes On”?-se extrañó Ringo sin todavía haber pillado el hilo a la conversación.

-Sí, la canción de John...-contestó Paul impaciente.-La de los Quarrymen...

-Ah, “What Goes On”...

-Y estábamos comentando que con tu tono de voz quedaría mejor que con la de cualquier otro...-continuó George.

-Ah, vale.-contestó él apático. La verdad es que en aquellos momentos le daba igual la puñetera canción.-La cantaré yo si eso es lo que queréis...

-Pero aún nos faltan unos retoques...-dijo John.- La original no me convence...

-Pues todo sería cuestión de sentarse y ver qué modificamos... –le contestó Paul.-Y si es Ringo el que la tiene que cantar, pues debería también ponerse con nosotros y ver qué cambiamos... ¿verdad, Rich?

Pero Ringo había vuelto a desconectarse de la conversación. No lo podía evitar, en aquellos momentos en lo único que podía pensar era en Mary.

-¡Richard!-le gritó John haciendo que de nuevo volviera a centrar su atención en ellos, que a juzgar por sus expresiones ya estaban empezando a preocuparse.

-Oye, tío...-le dijo George.-A ti te pasa algo... No es normal que estés tan en las nubes...

Ringo se quedó mirándole fijamente y soltó un suspiro de resignación. Era demasiado evidente para seguir ocultándolo.

-Bah, no me hagáis caso...-murmuró al fin.-Sólo es que ayer tuve movida...

-¿Con Mary?-quiso saber George.

-Sí. Nos encontramos con Mel y...

-Joder...-murmuró Paul entre dientes.

-¿Qué?-preguntó Ringo extrañado ante la interrupción de Paul.

-No, nada...-se apresuró a contestar Paul.-Simplemente es que ella y Mel como que no se llevan demasiado bien...

-Hombre, con Mel pocas novias se llevan bien, no nos vamos a engañar...-añadió John.

-¿Por qué dices eso?-preguntó Ringo extrañado.

-Joder, Ringo, no me seas ignorante...-contestó John resuelto.-Se nota a la legua que Mel va a lo que va... Vamos, que es una calientabraguetas... Y digo yo que a ninguna chica le gusta que una tía así se acerque demasiado a su novio...

-Pero Mel no...-balbuceó él.

-No, sólo que te la chuparía a gusto a la primera de cambio, Starkey.-rió John mientras George le daba un codazo por el comentario.

-Y aparte de eso, hay algo más...-dijo Paul que, ante la mirada inquisitiva de Ringo, se apresuró a continuar.-El fin de semana que pasamos fuera por lo visto tuvieron unas palabras entre las dos...

-¿Qué?-preguntó Ringo.- ¿Cómo que unas palabras? ¿Y cómo sabes tú eso?

-Me lo contó Mary...-contestó Paul. Ringo le dedicó una mirada furiosa, lo cual hizo que Paul se viera obligado a aclarar las cosas.-Yo venía de estar con Chris, mi hermana estaba mal...

-Ya, estaba mal...-murmuró John a su lado bajando la mirada.

Paul pareció ignorarle y continuó:

-Y bueno, me la encontré en las escaleras cuando iba a bajar con los demás. Ella también parecía chafada y al final me contó que era porque Mel le había dicho que una chica como ella no podía estar con alguien como tú, o alguna mierda de esas...

Ringo tuvo la horrible sensación de que había metido la pata hasta el fondo. Tragó saliva.

-¡Mierda!-exclamó al fin poniéndose de pie de un salto.-¿Por qué soy tan imbécil?

George, John y Paul se quedaron mirándolo boquiabiertos sin decir nada.

-Lo siento, he de irme.-añadió Ringo mientras recogía sus cosas y se ponía la chaqueta.-Tengo que hablar con ella.

-A estas horas todavía estarán en clase...-dijo Paul.

-Me da igual.-contestó él ya empezando a salir de la habitación. He de hablar con ella YA.

***************

Christine estaba jugueteando con la cucharilla de su café mientras ojeaba una revista y acababa de fumarse su cigarrillo. Se aburría tremendamente, aunque más se aburriría en la asquerosa clase de Historiografía en la que debería estar en esos momentos.

-Hola.

La chica levantó la vista y se quedó extrañada al ver que un hombre desconocido le estaba dirigiendo la palabra. Después, cuando se fijó bien en él, no pudo reprimir una pequeña carcajada al reconocer a Ringo disfrazado con una barba postiza, unas gafas y una gorra.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó ella a la vez que él se sentaba a su lado.

-Busco a Mary.-contestó él taciturno.-Tengo que hablar con ella.

-¿Y tan urgente es?-preguntó ella antes de dar una calada a su cigarrillo.-Digo que si eso que le tienes que decir no puede esperar a que terminen las clases...

-Sí, es urgente...-contestó él.-¿Me das un cigarrillo? Me he dejado el tabaco en casa de John...

-Claro....-contestó ella tendiéndole la cajetilla.- Y si te lo has dejado en casa de Lennon, olvídate de él.

-Lo sé.-sonrió Ringo encendiéndose el cigarrillo.-¿Y dónde está ella?

-En clase.

Ringo levantó una ceja extrañado.

-Sí, yo me la he pirado.-aclaró ella con cara de fastidio.-No soporto al profesor ni a la asignatura.

Ringo soltó una risita.

-Ya veo... Si el viejo Jim se entera de esto...-continuó él.-¿Y cuándo acaba esa clase?

Chris miró su reloj de pulsera.

-En poco más de media hora.-contestó.

Ringo soltó un bufido de fastidio. Chris lo miró sin saber muy bien a qué venía tanta impaciencia. Lo cierto es que Mary aquella mañana también había estado muy rara, tanto que le había costado reconocerla. Ella, que casi siempre estaba contenta, había aparecido seria y taciturna y no le había aclarado absolutamente nada de lo que le estaba pasando. Y ahora Ringo se le presentaba allí, en la universidad, buscándola para hablar urgentemente con ella. No hacía falta ser demasiado listo como para ver que algo había ocurrido entre ellos dos.

**********

Mary estaba intentaba concentrarse en la clase aunque no podía. En aquellos momentos estaba empezando a plantearse que quizás hubiera sido mucho mejor que acompañara a Chris a la cafetería en lugar de quedarse allí, aburriéndose y no enterándose de absolutamente nada de lo que estaba diciendo el profesor.  Si en condiciones normales ya costaba seguir sus clases, ahora que tenía la mente puesta en lo que había pasado el día anterior con Ringo era imposible seguir el ritmo de las explicaciones.

Estaba concentrada garabateando el papel que tenía delante cuando el ruido de la puerta de clase le llamó la atención. Preguntándose quién puñetas estaría tan loco como para entrar en medio de aquella clase cuando casi todos los allí presentes soñaban con largarse de allí cuanto antes, se giró en dirección a la puerta. Su sorpresa aún fue mayor cuando vio que era Chris, que acababa de entrar en el aula luciendo una de sus sonrisas de niña buena.

-Llega media hora tarde, señorita.-masculló el profesor.

-Lo siento, vengo de arreglar unos papeles en el decanato.-contestó ella sonriente.

Mary dejó escapar una sonrisa. ¿Cómo podía mentir así de bien y quedarse tan ancha? Por su parte, el profesor no le hizo más caso y continuó con su monótona y aburridísima explicación como si nadie hubiera interrumpido su clase.

-Mientes como una bellaca.-susurró Mary cuando Chris se sentó a su lado.-¿Por qué puñetas has vuelto?

-No por gusto, te lo aseguro.-respondió ella sonriente.-Sólo he venido a decirte que te largues de aquí.

-¿Estás loca?-se extrañó Mary.-¿Por qué se supone que debería irme? ¡Estamos en medio de una clase!

-Vamos a ver...-susurró Chris.-Primero, no estamos en el instituto, así que puedes largarte de una asquerosa clase como ésta cuando te dé la gana. Segundo, te están esperando ahí fuera.

Mary la miró extrañada.

-¿Qué pasa? ¿No te imaginas quién está ahí fuera?-insistió Chris con la mirada fija en la pizarra, donde el profesor estaba empezando a garabatear un esquema ilegible.

Mary tragó saliva. Por supuesto que se imaginaba quién estaba ahí fuera, esperándola. Pero la verdad era que no sabía muy bien si quería o no hablar con él en esos momentos.

-Claro que lo sé. Pero no voy a salir.-contestó ella al fin decidida.

-No me fastidies...-murmuró Chris entre dientes.-He entrado en medio de esta mierda de clase para avisarte y ahora me dices que no vas a salir... Para pegarme un tiro, vamos.

-No seas así... No me apetece hablar con él ahora.

-Mira, no sé qué puñetas os pasa a vosotros dos, pero tarde o temprano tendrás que hablar con él, ¿no? Así que cuanto antes mejor. Ya estás saliendo.

-No me des órdenes, McCartney.-masculló Mary enfurruñada.

Chris soltó un suspiro.

-Vamos a ver...-empezó a decir su amiga sin poder ocultar su impaciencia.-Que conste que no lo defiendo ni nada, pero aunque se haya disfrazado se la ha jugado viniendo aquí, donde tienen a cientos de fans locas... Y parece verdaderamente impaciente. Me ha insistido tanto que no he tenido más remedio que entrar a avisarte...

-No voy a salir, Chris, no es necesario que insistas.-contestó Mary contundente.

-Pero... ¿no te da lástima?-insistió ella.

-No, ninguna lástima.

-¿Y ni siquiera tienes curiosidad por escuchar lo que te tiene que decir?

-Tampoco...

-¿Y si alguien lo reconoce mientras está ahí fuera esperándote?

-Si alguien lo reconoce que se joda, para qué viene. ¡Y ahora déjame concentrarme, que estamos en clase, por si no te habías enterado!

-Ya... Jodida clase...-masculló Chris.-Si lo sé no entro.

-Ojalá no lo hubieras hecho. Cállate ya, por favor, el profesor ya empieza a mirarnos mal.-insistió Mary en un susurro.

-Yo también lo miro mal a él, así que tranquila.-le contestó Chris con una sonrisa pícara en los labios.-Encima de pedante y estúpido, este hombre es un muermo... Aburriría hasta a una piedra.

-¡Calla ya!

-No me des órdenes, Hall.- le reprochó Christine.-¿Qué pasa? Donde las dan las toman...

-¡Cállate, por favor!

-Me aburro...

En ese momento, el profesor, que ya hacía un rato que tenía la vista fija en ellas, no pudo más y paró su explicación en seco.

-Escuchen señoritas.-dijo con cara de pocos amigos.-Si van a estar contándose sus cosas, más vale que lo hagan en el bar. Les recuerdo que la asistencia a clase es voluntaria y que para venir aquí a interrumpir prefiero que no vengan. Así que váyanse fuera.

Mary sintió en esos momentos como le hervía la sangre, más todavía cuando vio la cara de satisfacción de Chris mientras recogía sus cosas y se ponía en pie. Era evidente que había conseguido lo que quería: que las echaran de clase.

Con gesto de fastidio, se puso en pie y la siguió hacia la puerta, maldiciéndola para sus adentros. Lo pasaba bien con ella y la consideraba una buena amiga, pero en momentos como ése la mataría sin dudarlo lo más mínimo.

-¿Qué?-le preguntó mientras salían del aula.-¿Ya has conseguido lo que querías?

-Por supuesto que sí.-le contestó ella con una risita.-Pero si me disculpas, ahora he de irme a la cafetería. Creo que Alice ya estará por allí, así que el deber me llama. Por cierto, allí tienes al camuflado.

Sin esperar respuesta, Chris empezó a andar decidida en dirección a las escaleras dejándose allí plantada a Mary. Nada más desapareció, dirigió su mirada hacia el final del pasillo, donde estaba Ringo que efectivamente iba disfrazado, tal y cómo le abía dicho Chris. El chico dudó unos segundos y después se acercó hacia donde estaba ella con paso decidido.

-Hola.-saludó cuando se le puso delante.

-Hola.-le respondió Mary de mala gana. Todavía se sentía muy dolida por lo del día anterior.

-¿Me acompañas a dar un paseo?-preguntó él mirándola suplicante.-Quiero hablar contigo.

-Qué remedio...-dijo Mary entre dientes.

Ringo soltó un suspiro y los dos se pusieron en marcha, en silencio. Se dirigieron hacia la salida del campus sin dirigirse la palabra. De cuando en cuando, Mary le dirigía una mirada furtiva a Ringo, que caminaba a su lado con la mirada fija en el suelo, pensativo y serio. Jamás lo había visto así antes.

A los cinco minutos entraron en un parque cercano a la universidad y se sentaron en un banco bastante apartado de los demás.

-Lo siento.-dijo él nada más se sentaron.-Soy un gilipollas.

Mary le dedicó una mirada severa, pero no contestó. Lo sentía, vale. Pero el simple hecho de pedirle disculpas no hacía que ella se sintiera mejor ni mucho menos.

-Si hubiera sabido lo que pasó entre Mel y tú, yo no...-continuó él.

-Tampoco hace falta ser muy largo de miras para ver que Mel no me hace gracia...-le cortó ellla.

-Ya, pero yo qué sé...-le contestó él balbuceando.-Sabía que no te caía bien, pero creía que era porque ella es un poco...

-¿Imbécil?-preguntó Mary con sarcasmo.

Ringo soltó un suspiro y fijó sus ojos en ella. Mary apartó la mirada. No podía resistir aquella mirada sincera. Sabía que si le mantenía la mirada, Ringo acabaría convenciéndola y eso, por aquel momento, no le apetecía para nada.

-¿Por qué no me dijiste que Mel te había dicho eso?-preguntó él suavemente.

Mary tragó saliva.

-No sé de qué me estás hablando.-contestó ella al fin secamente.

-Venga... Sabes perfectamente a lo que me refiero.-insistió Ringo sin apartar su mirada.-Paul me lo ha contado.

-Ya veo que los dos hermanos son igual de bocazas.-sentenció Mary, enfadada.

-Nunca confíes tus secretos a un McCartney.-dijo él sonriendo y, después, agarrándola de la barbilla y levantándosela para obligarla a mirarle, añadió:-Una chica como tú es precisamente lo que necesita un idiota como yo.

Y en ese momento, Mary no pudo aguantar más. Llevaba un día entero haciéndose la fuerte y fingiendo que no le importaba ni le afectaba su discusión con Ringo ni la relación que éste pudiera tener con Mel, pero era pura fachada. Fue ahora cuando entendió que se había enamorado de aquel “idiota”, según él. Y por eso, por todo aquello, no pudo evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas.

-Ey...-le dijo él suavemente secándole las lágrimas con el dedo pulgar.-No llores...

Pero Mary no pudo parar, no ahora, que estaba sacando todo lo que llevaba adentro. Ringo no dijo nada más y simplemente se dedicó a abrazarla fuertemente. Ella hundió su cara en su pecho y continuó así, llorando sin saber tampoco muy bien por qué.

-Me dijo que cuando consiguieras llevarme a la cama pasarías de mí...-dijo Mary en un arrebato de sinceridad cuando se tranquilizó un poco, todavía con la cabeza hundida en el pecho de Ringo.- Y ayer tuve miedo de que así fuera...

-¿Pero qué dices?-preguntó él con suavidad, aunque sin poder disimular su nerviosismo.-Yo te quiero, ¿me entiendes? Diga lo que diga la zorra esa.

Mary notó como Ringo se apartaba unos centímetros de ella y a continuación como le levantaba la cabeza.

-Mírame, boba...-le dijo sonriendo.-Lo de la otra noche no ha hecho que pase de ti, sino que te quiera todavía más. Te amo, princesa.

Y dicho esto le dio un beso dulce que hizo que Mary olvidara por unos momentos todo lo que había pasado.

************

Alice estaba a punto de entrar en casa cuando una moto se paró justo a su lado.

-Hola.-saludó Paul mientras bajaba de su moto.

-Hola.-le respondió ella con una sonrisa y sintiendo como se le hacía un nudo en la garganta. ¿Pero qué puñetas le pasaba con aquel chico? Seguramente sería que aún no estaba habituada a tratar con normalidad con un Beatle...

-¿Esta tarde tienes algo que hacer?-le preguntó él con una sonrisa.

Alice notó como se le paraba el corazón. La verdad es que Paul era capaz de dejarla absolutamente fuera de juego con lo directo que podía llegar a ser a veces.

-Aparte de adelantar un trabajito para la universidad... Nada.-respondió ella rápido.

-Bueno, es que me preguntaba si podrías hacerme de jurado...-aclaró Paul sin perder la sonrisa.-Tengo un par de canciones por ahí y me gustaría que alguien imparcial me dijera qué le parecen... Ya sé lo que opinan los chicos y de la opinión de mis hermanos no me fío: a Mike todo lo que hago le parece bien y Chris me dice que soy un ñoño, aunque le gusten sólo lo dice por fastidiar...-el chico soltó una risita.- Así que si te apetece... No te robaré mucho tiempo... Además, puedes pasarte antes de la cena, tarde. Así te da tiempo a hacer lo que tienes que hacer...

Alice dudó unos segundos. Por supuesto que le apetecía ir. Era el sueño de muchas chicas: que Paul McCartney en persona se prestara a cantarte unas cuantas canciones (encima inéditas), no era una cosa muy normal que digamos.

-De acuerdo.-contestó ella finalmente con una sonrisa.-¿A qué hora?

-¿Sobre las seis y media va bien?

-Así va perfecto.

-Pues vale... A las seis y media te espero.-dijo Paul empezando a caminar hacia la puerta de su casa.-Nos vemos luego.

Alice se quedó unos instantes allí plantada, fingiendo que rebuscaba sus llaves en el bolso. No obstante, se quedó mirando como Paul entraba en casa silbando alegremente. Sólo cuando el chico cerró la puerta de su casa a sus espaldas, Alice entró en la suya, sintiéndose en una nube. Apenas podía creer lo que le acababa de pedir Paul hacía unos instantes.

**************

Gwen subió al autobús que iba hacia Heswall. Acababa de terminar las clases en su nuevo instituto. Al ser los primeros días, todavía se sentía un poco desubicada, pero la verdad es que se sentía a gusto en ese nuevo centro, pues su compañeros no tenían absolutamente nada que ver con los que tenía antes. Ahora nada de “niños bien” que en realidad eran de lo peor. Pese a que era un buen colegio, con mucha fama en Liverpool, los compañeros de su clase parecían gente bastante normal y eran muy agradables.

-¡Ey!

Gwen dirigió su mirada hacia la parte de atrás del autobús y vio allí a Chris, que la saludaba sonriente.

-¡Aquí hay un sitio libre!-le dijo.

La chica se dirigió hacia allí y se sentó a su lado, donde, en efecto, quedaba un asiento libre.

-¿Qué tal?-le preguntó Chris con una sonrisa.

-Bien ahora que he acabado las clases.-bromeó ella.

Chris soltó una pequeña carcajada antes de contestar.

-Lo mismo digo.

El viaje se le hizo bastante corto por el hecho de ir charlando animadamente todo el tiempo. Chris no paraba, ni ella tampoco. Eran las dos unas charlatanas natas. De este modo, sin apenas darse cuenta, se encontraron ya en su calle, caminando en dirección a sus casas.

-Oye, Chris...-empezó a decir Gwen notando como se ponía un poco nerviosa.-¿Le preguntaste a tus hermanos eso de la guitarra?

-¡Mierda!-exclamó Chris dándose con la mano en la frente.-Se me olvidó por completo, lo siento Gwen...

-Ya... Tranquila, no pasa nada...-murmuró la chica algo chafada. La verdad es que tenía mucha ilusión por tener aquella guitarra eléctrica.

Las dos chicas se detuvieron. Habían llegado delante de casa de Chris.

-Oye...-dijo Chris-Por lo menos Paul seguro que está en casa, tiene la moto ahí aparcada... Si tienes cinco minutos entramos y le preguntamos.

Gwen se quedó de piedra. ¿Entrar en la casa para preguntarle una cosa a Paul? Pese a que ya hubiera pasado una noche de fiesta con ellos, aquello le daba mucha vergüenza...

-No sé, la verdad...-dudó ella.

-Venga, no muerde nadie ahí dentro.-rió Christine que evidentemente se había dado cuenta de por qué no quería entrar.-Entra un segundo y preguntamos, nada más.

Chris no le dio tiempo a Gwen ni siquiera a contestar pues la metió casi a empujones en el jardín y cuando se dio cuenta ya estaban entrando dentro de la casa.

-¡Ya estoy en casa!-exclamó Chris dirigiéndose hacia el interior.-Venga, Gwen, ven conmigo.

Las dos chicas entraron en el salón, Gwen detrás de Chris. Allí estaban Paul y un hombre bastante mayor, que en aquellos momentos estaba levantado mirando por la ventana, absorto. Gwen supuso enseguida que aquel hombre sería Jim McCartney.

-Hola.-las saludó Paul cuando las vio entrar en la estancia.-¡Vaya, Gwen! ¡Visita sorpresa!

Gwen articuló una sonrisa, pero no contestó. Jim dirigió su vista hacia ellas y las saludó también.

-Tú debes de ser la nueva vecina, ¿me equivoco?-dijo el hombre sonriente.

-Sí, soy Gwen.-dijo ella tímidamente.-Encantada.

-Igualmente, Gwen. Ayer precisamente conocí a tu padre...-añadió Jim.

-Bueno, sí.-le interrumpió Chris un tanto brusca.-Vamos a ver si la podemos ayudar un poco. Gwen quiere comprarse una guitarra eléctrica y...

-¿Tocas?-preguntó Paul interrumpiendo a su hermana.

-Sí, bueno...-balbuceó ella.-Me gusta mucho, pero con la guitarra vieja de mi padre no puedo hacer muchas maravillas... Hago lo que puedo, aunque de piano sé un poquito más...

-Vaya...-murmuró Jim.-Vamos a llenar el vecindario de músicos. ¡Eso me gusta!

Gwen notó como los colores se le subían a la cara. Afortunadamente Chris y su impaciencia ante aquella improvisada conversación le salieron al paso para salvar la situación.

-Pues eso...-continuó la chica.-Que quiere una guitarra eléctrica buena, bonita y barata, cosa que en las tiendas de esta ciudad es imposible de encontrar. Así que le comenté que conocíais a un tipo que vendía instrumentos de segunda mano a un precio bastante razonable... Pero yo no me acuerdo ni de cómo se llamaba.

-Strinatti.-dijo Paul.-Pero no te venderá nada si no te acompaña alguien a quien él conozca. Vende los instrumentos de bajo mano, vamos, que no paga impuestos ni nada... Y hace un par de años tuvo un pequeño susto con unos policías vestidos de paisano que se hicieron pasar por clientes. Le pusieron una multa que casi lo arruina... Así que ahora no enseña lo que tiene a no ser que sea a alguien conocido que sepa que no lo va a denunciar.

-Ah, ya... Entiendo...-murmuró Gwen.-Da igual. Supongo que podré esperar unos cuantos meses, ahorrar un poco más y comprarme una guitarra de la tienda...

-¿Pero qué dices?-exclamó Paul con una inmensa sonrisa en la cara.-Yo le conozco y tengo bastante confianza con él. Si quieres le llamo, quedamos y te acompaño a su casa cuando nos diga...

Gwen iba a contestar cuando el timbre de la casa sonó insistente. Chris, que todavía estaba levantada junto a la puerta del salón, salió a abrir dejándose a Gwen allí junto con Jim y Paul sin saber qué decir.

-¡George!-escuchó como saludaba Chris.

-¿George?-preguntó Jim divertido.-Vaya, de guitarras anda el juego...

Chris entró al cabo de unos segundos seguida de George, que tal como se había temido Gwen, no era otro que George Harrison.

-Hola.-saludó el chico risueño cuando entró.-¡Gwen! ¡Menuda sorpresa!

-Hola.-le respondió la chica devolviéndole la sonrisa.

-¿Qué hay Hari?-preguntó Paul.

-¿Qué hay?-le respondió éste.-Vengo a por unas cuerdas de guitarra que me tendrías que haber dado hace como dos semanas... Esta mañana se me ha pasado pedírtelas, pero es que me hacen falta...

-Mierda...-masculló Paul.-Ni me acordaba yo de eso... Ahora te las bajo.

-Menuda cabeza la tuya...-rió Chris.-No la pierdes porque la llevas pegada al cuello.

-No te metas, Christie, no te metas...-dijo Paul siguiéndole la broma mientras salía del salón y emprendía el camino escaleras arriba.

-Oye, George...-dijo Jim de repente.-¿Tú también conoces a ese tal Strinatti? El que vende los instrumentos...

-Cómo para no conocerle...-respondió el chico con una sonrisa.-¿Pretendéis compraros alguna cosa?

-Nosotros no, Gwen.-fue Chris la que respondió.

-¿Y qué te quieres comprar del gran Strinatti?-le preguntó George con una sonrisa.

-Una guitarra eléctrica.-contestó ella un poco avergonzada. No sabía por qué, pero le daba mucha vergüenza decirle a George, uno de los mejores guitarristas que había en aquellos momentos en el panorama musical, que quería comprarse una guitarra eléctrica.

-¿Para ti?-preguntó George. Gwen asintió con la cabeza.-No es muy normal que una chica quiera una de esas...

-Ya, lo sé... Muchos me lo han dicho ya...

-Pero me gusta.-le cortó él.

Gwen casi agradeció que en aquellos momentos Paul apareciera de nuevo en el salón con las cuerdas que buscaba George en la mano. La verdad es que no sabía muy bien que contestarle y aquella interrupción la había salvado de una situación bastante embarazosa.

-¿Te han comentado ya que Gwen quiere hacerle una visita a Strinatti?-le preguntó Paul cuando reparó que su amigo tenía la vista fija en Gwen todavía.

-Sí, eso me estaban diciendo.-contestó George.

-¿Os parece si le llamo ahora y quedamos con él?-preguntó Paul fijando su vista en Gwen.

-Sí, vale.-contestó la chica.-Me harías un gran favor.

Paul no dijo nada y fue hacia donde estaba el teléfono, lo descolgó y marcó el número. No tardó nada en empezar a hablar con alguien al otro lado de la línea y, después de una breve conversación, colgó.

-Bueno, chicos.-dijo mirándoles a todos.

-Y chicas.-le cortó su hermana con una sonrisilla.

-Y chicas...-masculló él.-Strinatti estaría encantado de recibirnos esta misma tarde a primera hora, así que si dentro de una horita más o menos te viene bien, Gwen, paso por ti y vamos a ver qué tiene el tipo este por casa... ¿Qué me dices?

-Por mí perfecto.-contestó ella emocionada por el plan.

-Si no hay incoveniente, yo os acompaño.-dijo George.-Hace ya tiempo que no me paso por ese lugar y me apetece ver lo que ese granuja tiene por allí, aunque no me compre nada... Yo pillo el coche.

No hubo ningún inconveniente con la propuesta de George y, después de despedirse de todos, George y ella salieron de la casa juntos. El chico insistió en acompañarla hasta la puerta de su casa y Gwen no pudo negarse. Se estaba dando cuenta de que George era muy pero que muy insistente cuando pretendía una cosa.

-Bueno, Gwen.-dijo él una vez llegaron delante de casa su casa.-Hasta dentro de un rato, pues.

-Lo mismo digo.-le contestó ella sonriente.

-Pero que sepas que sólo te voy a acompañar con una condición...-dijo George que, ante la cara de interrogación que puso la chica, se apresuró a aclarar con una risita:- Que luego me hagas una demostración de tus dotes como guitarrista.

-Ni pensarlo.-se apresuró a responder la chica nerviosa.-Toco fatal.

-Yo lo hacía peor cuando empecé, así que no te queda otra.-le dijo él sonriendo.

-Bueno... Ya veremos...

George volvió a reír y se despidió de Gwen, no sin antes hacerle prometer que le enseñaría cómo tocaba la guitarra. Definitivamente, George era muy insistente.

La chica entró en casa y suspiró, contenta. ¡Iba a comprarse una guitarra y la iban a acompañar nada más ni nada menos que Paul McCartney y George Harrison!



Y se acabó! Bufff, siento no haber actualizado antes pero es que he llevado una semanita de agárrate y no te menees. Nada más os digo que llegaba casi todos los días a casa de nueve a diez de la noche de las siete de la mañana que salía, así que de escribir he tenido más bien poco tiempo.
¿Cómo vamos? Yo un poco cabreada/triste... Porque me levanto esta mañana toda ilusionada para ver los resultados de las motos ya casi dispuesta a celebrar que mi casi vecino Nico Terol era campeón de 125cc y resulta que no ha podido ser y, lo que es todavía peor, lo del pobre Simoncelli... 24 años el chaval, qué puta que es la vida en ocasiones... :(
En fin, que nada, que no pienso más en estas cosas que yo soy muy tontuela y ya se me está hasta saltando la lagrimilla... Así que nada, yo me despido. Espero que os haya gustado y espero también, esta semanita que ya tendré menos lío, actualizar antes.
Besotes!
 PD: Disculpad el título de mierda que tiene el capi, no suelo recurrir a canciones y sé que no le pega, pero era o eso o dejar el capi así "Capítulo 15: Sin título" XD

4 comentarios:

  1. no sé que pasa con tu fic, pero siempre que lo estoy leyendo por la mejor parte algo sucede: en este caso, llegó un vecino-pretendiente de mi madre, que cuando llega no se va mas y si yo estoy acá, en la pc, menos todavia se va, porque es muy fan de los Beatles, pero ya pasa a ser pesado...aparte me debe un cuadro que me prometió ¬¬ así que hasta que no me lo traiga y compruebe que está bueno, no hablo con el XD
    Bueno, lamento mucho lo que ha pasado con estos muchachos, lo siento mucho Cris :( y si, la vida no es puta, a veces es MUY puta!
    bueno...me hiciste recordar a historiografia, que en la semana ya soñé dos veces que me iba mal en el examen y que encima, por culpa de eso, me sacaban la beca..si llega a pasar eso mejor me voy despidiendo del mundo jajaja, pero la verdad es que me imaginé, con vos, en el aula 103 de mi universidad (no se porqué esa aula XD) y así, hablando y peleando y ya despues saliendo y maldiciendote...nena, ya nunca mas podré salir de esa aula y mirar hacia el final de pasillo, que cualqueiera que esté alli sera abordado por mi, pensando que es Ringo que me esta esperando jajajajja (aunque será un buen motivo para ir con mas animo a la clase, o para escaparme XD) lo bueno es que todo pasó y por suerte se enteró de lo que es capaz esa gallina de Mel, aunque todo gracias a Paul, que abrió su bocota XD
    Alice tiene una suerte grande como un camión, le pasan cosas tremendamente geniales! jajajaaj y ni hablar Gwen...es lindo ir a comprarse una guitarra, pero debe ser el paraiso si vas con dos personajes como esos *.*
    Bueno, te dejo, se escuchan gritos por la calle, son los malditos que estan festejando porque ganaron las putas elecciones ¬¬ no sé para qué fui a votar si sabia que perderia como en la guerra, pero ya ves, son obligatorias.
    Y no te preocupes por los titulos, yo ahora no me molesto tanto, porque sé que muchos ni miran qué dice el titulo o si tiene relacion o no con lo que sucede en el capi...aunque a veces escucho una cancion y digo: wow esa frase es perfecta como titulo! y la pongo, pero si no fuera por eso, seria todo número, como en la de las Schoolgirls
    besitos, te quiero mucho!

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  2. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!
    Voy a tener una guitarraaaaaaaaaaa!
    Vale, te pasaste Cris, Sabes que soy muy tímida, ¿Y me pones para que le toque a George? Esto es lo m´´as!
    Espero el siguiente te dejo!
    Dios, que me vooy a leer xD
    Besituuus! ^^

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  3. solo un consejo : pon mas de chris, porque creo que ella es el personaje principal y bueno si ofender pero la historia de ringo y maria como que se pone un poquito aburrida y solo escribes poco de chris en cada capitulo , pero bueno , solo es una opinión , enserio aunque me gusta mucho yo no puedo decirte de que forma escribir , pero en general me encanta

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    1. Tranquila mujer, no ofendes para nada, es más, adoro este tipo de consejos porque me parecen muy constructivos para mejorar la historia ;) De todas maneras, ya verás como a partir de un par de capis más, Chris empieza a cobrar mucha fuerza en la historia y lo cierto es que el hilo argumental que he llevado desde el capi 17 hasta el 30 (que es el último que he escrito) ha recaído principalmente en ella, jejeje. De todas maneras, muchas gracias por la crítica y por molestarte en comentar, en serio. Me parece súper importante que la gente comparta sus opiniones aquí, y me alegra ver que vas leyendo esto. En fin, espero que el desarrollo de la historia te guste conforme vaya avanzando la cosa. Ya me contarás. Un millón de besos! :D

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