sábado, 14 de enero de 2012

Capítulo 26: Al descubierto

Habían pasado las semanas y ya estaban casi en vísperas de Navidad. Estaba sola en casa, leyendo un libro, aunque su padre no tardaría en llegar. Mike se había ido con su grupo a Edimburgo por unas semanas y Paul estaba en Londres, aunque las visitas desde que se había marchado en octubre no habían cesado. Ni las de él, ni las de George, ni las de Ringo ni tampoco las de John, aunque no habían sido tan frecuentes como habían prometido. Y es que, primero la grabación y después la promoción de su nuevo trabajo, Rubber Soul, les había absorbido mucho más tiempo del que ninguno de ellos hubiera deseado.

Lo suyo con John continuaba igual de clandestino, pese a que al principio hubiera creído que era imposible continuar manteniendo el secreto. Justo dos días después de la partida de los chicos, David había aparecido de nuevo en clase aún magullado, y, después de apartarla de los demás, le dijo que iba a ponerle una denuncia a John sin importarle que lo suyo saliera a la luz para nada. Todavía recordaba la horrible sensación de que todo se iba a la mierda que tuvo en aquellos momentos. No obstante, sacando su faceta de niña buena y sin saber muy bien cómo, había conseguido convencer a su compañero de clase de que no dijera nada mediante la promesa de que John iba a disculparse y de que no volvería a pasar jamás.

Pero ni él quiso disculparse, con lo cual ella no tuvo más remedio que falsificar una nota de arrepentimiento haciéndose pasar por John, ni las cosas fueron tan fáciles como había pensado que serían. Y es que, a la más mínima ocasión, David hacía algún comentario casual que dejaba entrever que la tenía en sus manos, que o se mantenía a ralla o podía pregonar su secreto a los cuatro vientos. Christine había empezado a tenerle un asco tremendo a aquel chico. Lo odiaba con todas sus fuerzas, y si no hubiera estado Mary allí, hasta habría dejado de asistir a clase sólo por no verlo.

Obviamente, aquello sólo lo sabían ella y las chicas. Ellos, y mucho menos John, no sabían absolutamente nada. Chris sabía a la perfección que si se enteraba acabaría cometiendo alguna tontería y lo último que quería era que John acabase metido en un problema gordo. Sabía que ya estaban iniciados los trámites para el divorcio con Cyn, aunque los dos continuaban viviendo en Kenwood para mantener las apariencias a instancias de Brian, y que aquella situación era sólo cuestión de tiempo. Sólo tenía que conseguir aguantar a David un poco más y aquella información de la que disponía no tendría ningún valor cuando ni a John ni a ella les importara sacar lo suyo a la luz.

La chica cerró el libro que estaba leyendo con fuerza. No se estaba enterando de nada, perdida conforme estaba en aquellos pensamientos. Se levantó del sillón y puso la radio. La música la relajaría un poco. Pilló casi acabándose una canción ya pasada de los Rolling y justo cuando ajustó la sintonía para evitar interferencias molestas, empezó a sonar…

There are places I remember all my life…

Chris no pudo evitar esbozar una sonrisa soñadora y nostálgica a la vez cuando escuchó su voz, junto con los otros, a través de las ondas, como hablándole desde la distancia. Su canción. De él para ella. Y entonces lo olvidó todo por unos instantes. Ni David, ni divorcios, ni nada. Sólo importaba que en menos de una semana lo volvería a ver y volverían a estar juntos, de nuevo.


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Mary estaba en el frío pasillo de la universidad, esperando a que su profesor de Historia Contemporánea le diera permiso para pasar. Lo cierto es que estaba muy asustada y bastante confundida con todo aquello. Aquella mañana aquel hombre serio y reacio de por sí, le había devuelto el trabajo que les había mandado semanas antes con cara de pocos amigos. Mary examinó aquel trabajo una y otra vez, pero ni siquiera había una anotación al margen, absolutamente nada que le pudiera indicar qué había hecho mal para que Perkins, que así se llamaba el profesor, le hubiera dedicado aquella mirada severa. Por no estar no estaba ni la calificación del trabajo, que todo el mundo tenía marcada en rojo en la portada. Y después, lo peor. Mientras estaba recogiendo sus cosas de la mesa y comentándole justamente a Chris todo aquello, Perkins se acercó a ella con paso decidido y se quedó mirándola antes de hablar.

-Señorita Hall, quiero verla en persona. Hemos de hablar sobre su trabajo.-le había dicho con la misma expresión de semienfado.-¿Esta tarde le viene bien pasarse a las cinco por mi despacho?

Mary solamente había podido balbucear un sí indeciso antes de que Perkins saliera por la puerta del aula. Y allí estaba ahora, esperando a que la llamara, nerviosa como nunca en su vida pese a que Chris insistiera en que no sería nada malo. Pero aun así, ella no las tenía todas consigo. Es más, esperaba que la acusara de algo: de que el trabajo era demasiado malo como para haberlo presentado o cualquier otra cosa, incluso de plagio, aunque no se hubiera copiado nada de nadie. Pero… ¿Y si todo lo que había expresado ya lo había dicho otro anteriormente? ¿Podría creerla Perkins cuando le dijera que desconocía que alguien compartía sus teorías?

-Hall, puede pasar.

La voz áspera del profesor Perkins la pilló por sorpresa. Intentando reprimir su cara de susto, la chica esbozó una tímida sonrisa, respiró profundamente y se puso en pie. Había llegado la hora de la verdad.

Entraron los dos en el despacho, un diminuto habitáculo cuadrado con montones de libros amontonados por todos lados que a Mary le pareció la guarida de un verdadero ratón de biblioteca.

-Siéntese, señorita.-le indicó el profesor mientras él hacía lo propio.

Mary se sentó en la incómoda silla que había frente al escritorio de Perkins y observó, con el corazón latiéndole a mil, como el hombre ponía sobre la mesa su trabajo.

-Bien, Hall, veamos…-empezó a decir Perkins.-He estado leyendo esto…

Mary tragó saliva y volvió a inspirar. Estaría preparada ante el chaparrón que se le avecinaba.

-La verdad es que me ha sorprendido muchísimo, señorita.-continuó.-Es un trabajo excelente, el mejor que he leído en años.

Mary sintió como la sangre se le helaba en las venas por la sorpresa. Jamás había esperado aquello.

-¿Qué?-balbuceó finalmente con voz débil.

-Pues que esto es brillante, Hall. Su manera de describir una cosa tan típica como las causas de la Revolución Francesa es espectacular. Le da un enfoque nuevo, nunca visto, realmente interesante…

-Gracias…

-No me dé las gracias, el trabajo es suyo.-le cortó él.-Y por eso precisamente quería verla… Escúcheme, Hall... ¿ha oído hablar alguna vez de las becas que concede la Royal Historical Society de Londres a los estudiantes de Historia del Reino Unido?

-Pues… En realidad algo he oído, pero no sé muy bien en qué consisten ni qué hay que hacer para pedirlas…-contestó ella aún sin salir de su asombro.

-En primer lugar, no hay que hacer nada para pedirlas. Los profesores proponen a sus alumnos para ellas, siempre y cuando el alumno esté conforme, claro.-aclaró Perkins mirándola a los ojos.-Y después, en el caso de que se la concedan, el alumno en cuestión pasa como alumno becario a trabajar de manera remunerada y a investigar allí. Eso sí, compaginado debidamente con sus estudios en Londres, donde la Universidad asume automáticamente la matrícula del alumno. Es una de las becas de mayor prestigio que hay en todo el país.

-Entiendo…

-Hall, quería pedirle su permiso para proponerla como aspirante a una de estas becas. Presentaría este trabajo suyo para la junta evaluadora, por eso no lo he ensuciado, ni siquiera para ponerle su Matrícula de Honor. Eso sí, ha de darme una respuesta ya pues mañana es el último día para presentar a los candidatos.

Mary se lo quedó mirando nuevamente atónita. ¡Ella que pensaba que la iban a acusar de plagio o a tirarle su trabajo por el suelo!

-Señor Perkins…-masculló finalmente con la boca seca.-Por supuesto que le doy mi permiso.

-Me alegra saber eso. Tiene usted mucho potencial y sería una lástima que no lo aprovechara.

-Gracias, señor Perkins.-dijo la chica.-Si no desea nada más…

-No, claro que no, simplemente quería comentarle esto… La mantendré informada de todo, Hall. Puede irse si quiere.

La chica se despidió del profesor con una sonrisa y salió del despacho todavía en una nube, feliz como pocas veces lo había estado antes en su vida. Su madre iba a ponerse realmente contenta cuando supiera eso.

******************************

-¡No me jodas! ¡Eso es increíble!-exclamó Chris cuando Mary contó la noticia.

La chica acababa de entrar en el Ye Cracke, que se había convertido en su principal punto de reunión últimamente, y les había contado la noticia a las chicas, que habían estado allí esperándola impacientes.

-¡Y tú que pensabas que te iban a dar una mala noticia!-exclamó Gwen.

-Espero que lo consigas.-sonrió Alice.

-¿Estás de broma, cuñada?-rió Chris.-SEGURO que lo consigue.

-Ya lo sé, Chris...-le respondió Alice divertida.-Y no me llames “cuñada”, podría oírte alguien.

-¿Y qué problema hay si me oyen?-preguntó ella con una sonrisa inocente.

Mary y Gwen soltaron una carcajada. Siempre era la misma historia: a Alice todavía la asustaba mucho que lo suyo con Paul se hiciera público y Christine disfrutaba picándola llamándola la mayor parte de las veces “cuñada”.


-Pero, Mary… Una cosa…-dijo Gwen de repente, pensando.-Eso supone que si te la conceden te irías a vivir a Londres al menos durante algunos meses…

La chica asintió. La verdad es que aunque sabía lo de Londres, no se había parado a pensar lo que aquello implicaba hasta esos momentos. Dejar Liverpool, a las chicas, su casa, algo que sería más duro para ella de lo que pensaba… Pero por otra parte, lo de Londres, aparte de la beca y de la ciudad en sí, le ofrecía otro gran atractivo: Ringo.

-Pero Londres está ahí mismo…-dijo Chris alegre.-Y es una ciudad genial.


-Bueno, eso dicen…-murmuró Gwen cabizbaja.

-¿Qué te pasa, Gwen?-se extrañó Mary cuando la vio así, aunque en realidad ya podía imaginarse por dónde iban los tiros.

-Pues que… No sé, todos acabaréis marchándoos a Londres… Primero George, bueno, aunque en eso estamos todas igual… Ahora tú…

-¡Ey! ¿Pero qué dices?-intentó animarla ella.-Primero, aún no me han dado la beca y segundo, aunque me vaya, volveré a Liverpool de cuando en cuando… Como ellos hacen.

-Sí, bueno…-respondió Gwen.-Pero… no veo a George desde hace casi tres semanas, desde los conciertos de Liverpool y Manchester… Y supongo que vosotras estáis igual. Reconoced que no estamos tan cerca de Londres.

-Pero tampoco es que esté en la China, Gwen…-le cortó Alice.

-Además, que lo de ellos es distinto.-añadió Chris.-No vienen más por motivos de agenda, no porque quede lejos…

Gwen asintió dando por zanjada la conversación, aunque no demasiado convencida con lo que le acababan de decir. Mary le lanzó una mirada suspicaz. La verdad es que, tanto ella como Alice y Christine estaban más o menos con los mismos ánimos derrotistas que Gwen, aunque se empeñaran en disimularlo. Entonces, por fin, entendió perfectamente las palabras que su madre le había dicho un par de meses antes sobre las relaciones a distancia y deseó, aún con más fuerzas, que le concedieran esa beca. En aquellos momentos, era la única manera viable de irse a Londres y de estar cerca de Ringo.

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John estaba sentado en el sofá de Kenwood, mirando de cuando en cuando el reloj mientras leía el periódico. Todo aquello se le estaba haciendo completamente insoportable. La casa, el continuar viviendo con Cyn aparentando de puertas para afuera que no pasaba nada, las fans que se agolpaban en la entrada… Hacía mucho que no consideraba a Kenwood su hogar, en realidad, jamás lo había considerado como tal. Simplemente era una mansión bonita, con montones de terrenos, donde él iba a dormir (a veces) y amontonaba todos los chismes y objetos de colecciones raras que se le antojaran. Nada más.

-Pronto te mandaré a la mierda, maldito cabrón.-masculló John mirando a la armadura que tenía plantada cerca de él, uno de sus antojos inútiles que había comprado cuando se mudaron allí y que había bautizado como Sydney.-Espero no volver a verte en mi vida.

Lejos de sentirse ridículo por estar hablándole a un montón de metal plantado, John se sintió extrañamente bien, como si el pronunciar aquellas palabras le hubiera quitado un peso de encima.

Sólo quedaban diez minutos. Diez malditos minutos que se le harían interminables y podría llamarla y hablar con ella. Encima, ese día ni siquiera tendría que subir y encerrarse pues Cyn había salido a cenar. Una de sus “galas sociales”. Sólo el servicio, escaso ya a esas horas, y Julian, que se había dormido ya plácidamente en su habitación, estaban en casa. Era paradójico. Él allí con Jules, aunque estuviera dormido, y Cyn de fiesta… Nunca en su vida había visto una situación similar.

Volvió a mirar su reloj una vez más y sonrió como un bobo cuando vio que ya era la hora. Sin pensárselo dos veces, alargó la mano y descolgó el teléfono que había al lado del sofá donde estaba sentado.

-¿Sí?-contestó Chris al otro lado.

-Hola preciosa…

-Hola idiota.-bromeó ella divertida.-¿Qué haces?

-Nada… Pajearme pensando en la última vez que estuvimos juntos…-rió él. Sabía que aquello la ponía de los nervios.

-A veces me dan ganas de estamparte contra una pared.-contestó ella picada.

John soltó una risita.

-Bah, en serio. Estaba pensando en ti, pero no haciéndome pajas… Aunque pensándolo bien quizás ahora cuando cuelgue…

-¡John!

-Boba…-rió él.-Por eso me gustas tanto… ¿Qué tal las cosas?

-Bien, aunque algo aburrida sin mi teddy boy con flequillo… Mira, no estás aquí y estoy como…

-¿Sola? ¿Triste?

-No, más bien estoy tranquila.-rió Christine.

John soltó una sonora carcajada.

-Vale, vale, ¿ha sido esa tu venganza por lo de las pajas? ¡Me rindo!

-No ha sido venganza, era cierto.-contestó ella divertida.

-Sólo me quieres por mi culo.

-Por supuesto que sí. ¿Acaso pensabas que te quería por otra cosa? Iluso…

-Te odio, pequeña víbora.-respondió John resuelto entre risas.- Dime… ¿ya pilláis vacaciones en esa mierda de universidad?

-Dos días y seré libre.-contestó ella.

-Y en cinco me tienes ahí.-le cortó él poniéndose ahora repentinamente dulce.- Creo que la Nochebuena y la Navidad con Mimi se me harán insoportablemente largas… Quiero verte. No, corrijo, necesito verte.

-Y yo estoy esperando el día 26 como una loca…-contestó ella en el mismo tono de voz.-Vas a quedarte en el mismo hotel, ¿no?

-Sí, la reserva está hecha... Oye, pequeña, me gustaría pedirte algo…

-¿Qué?-preguntó la chica intrigada.

John suspiró antes de hablar.

-Verás, te parecerá una tontería, pero me gustaría que te quedaras algún día a pasar la noche entera conmigo… Vamos, que te quedes después también a dormir allí, a mi lado. Me da rabia tenerte y que después te tengas que ir a casa a toda prisa…

-A mí también me encantaría despertarme a tu lado…-contestó ella.-Veré qué me invento para pasarme una noche fuera…

John sonrió satisfecho ante aquello. Era perfecto.

Continuaron charlando diciéndose, unas veces en serio, unas veces en broma, un montón de cosas, incluido lo de Mary y su beca. En total, estuvieron más de una hora colgados al teléfono, una hora que, como todos los días, se les hacía demasiado corta. Se despidió de ella con un sincero “te quiero” cuando Chris le dijo que el coche de su padre acababa de entrar en el garaje y colgó resignado. Si por él fuera, hubiera estado por lo menos una hora más hablando con ella… Bueno no, si por él fuera, Chris no estaría en Liverpool sino con él, en algún piso del centro los dos juntos, solos.

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Volver a verse había sido sencillamente fantástico para Alice. Había acudido a su casa el día del regreso para esperarle allí junto con Jim, Chris y Mike, que había regresado justo el día anterior de Escocia. Todavía le resultaba muy extraño que tanto Jim como Mike la consideraran ya como la “novia oficial” de Paul. Y sí, así era. Era ya totalmente oficial, aunque aún no hubiera salido en los medios, y sus familias, tanto de un lado como de otro, estaban completamente enteradas. Pese a su sorpresa, sus padres, aunque sabía que el asunto no les hacía mucha gracia, ni se habían opuesto ni habían mostrado ninguna objeción a su relación, cosa que a Alice le causaba una intensa sensación de tranquilidad ante todo lo que estaba pasando.

Y allí estaban ahora los dos, juntos, paseando por Heswall tranquilamente mientras charlaban.

-¡Eres Paul!-gritó de repente una adolescente de unos doce o trece años cuando los vio.

Efectivamente Paul iba sin disfrazar, pese a que aquello, justo hacía una hora, les hubiera costado una pequeña discusión. Alice todavía estaba muy indecisa  sobre la reacción de la gente cuando supiera que estaban juntos, pero aquello a él no parecía importarle lo más mínimo. “No me importa lo que digan los demás, no voy a esconderme toda la vida cuando salgo contigo”, le había dicho. Y así, haciendo gala de una cabezonería absoluta, Paul se había salido con la suya e incluso había acabado convenciéndola con sus artes de seductor nato.

-¡Fírmame un autógrafo, por favor!-exclamó la chiquilla cuando llegó hasta donde estaban ellos sin poder ocultar su incipiente histeria.

Paul le dedicó una sonrisa mientras la chiquilla sacaba un trozo de papel medio escrito y arrugado del bolsillo de su abrigo y se lo tendía.

-Sólo tengo este papel…-masculló a modo de disculpa la chica cuando vio que Paul se quedaba mirando aquello de manera divertida.

-No pasa nada.-le contestó él agarrando el papel mientras rebuscaba en su chaqueta.-Oh, no… No tengo ningún bolígrafo.

-Pues yo tampoco…-contestó la chiquilla sin poder ocultar su decepción.

-¿Tienes un boli o una pluma tú, cariño?

Alice sintió como el corazón dejaba de latirle cuando oyó que Paul la acababa de llamar “cariño” delante de una fan. Se quedó mirándolo sorprendida durante unas milésimas de segundo mientras notaba la mirada gélida y acusatoria de la chiquilla posada sobre ella.

-Creo que debo de tener alguno por el bolso…-contestó finalmente con voz débil.

Sin duda, si las miradas matasen, Alice hubiera caído fulminada al instante por aquella chiquilla de apariencia en principio dulce y con cara de niña. No obstante, hizo acopio de todas sus fuerzas e, ignorándola por completo, le tendió un bolígrafo a Paul.

-Toma.

-Gracias, guapa.-le contestó Paul dirigiéndole una mirada de lo más tierna. Después, volviéndose hacia la chica que aún estaba allí plantada mirando la escena con cara de sorpresa y odio a la vez, preguntó:-¿Cómo te llamas?

-Demi.

Paul garabateó unas palabras en el papel, firmó y se lo devolvió a la chica de nuevo.

-Muchas gracias, Paul.-contestó ella mirándolo embelesada.-Eres mi favorito y te quiero muchísimo, de verdad.

Paul soltó una risita y después de despedirse de ella agarró la mano de Alice fuertemente y sin ningún disimulo y reemprendieron su paseo mientras la chica sentía todavía como la tal Demi le dirigía la peor mirada de desprecio que le había dirigido nadie en toda su vida.

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-¡Pero eso es la mejor noticia que me podías dar!-exclamó Ringo sosteniendo a Mary en alto.

Mary soltó una carcajada por la impresión. Le acababa de decir lo de la posible beca y que Perkins le había comentado que tenía bastante posibilidades de que se la concedieran y Ringo no había tenido otra reacción que agarrarla por la cintura y levantarla como si fuera una pluma.

-¿Cómo no me lo habías dicho antes?-preguntó el chico después de darle un beso.

-Quería decírtelo cuando supiera que tenía posibilidades de que me la dieran…

Ringo la dejó otra vez en el suelo y le dedicó una inmensa sonrisa.

-Chica lista.-rió él.-Estoy seguro de que lo conseguirás y entonces... te vendrás a Londres, conmigo.

-No cantes victoria todavía.-dijo Mary dándole una caricia en la mejilla.-Aún no me la han dado, así que…

-¿Y cuándo vas a saber eso?

-Supongo que a mediados de enero… Y en el caso de que la concedan, es hacer los exámenes del primer cuatrimestre aquí, los de febrero, y después te incorporas inmediatamente en Londres.

-O sea que…-empezó a decir Ringo sonriente.-A partir de mediados de febrero Sunny Heights no estará tan vacía…

Mary se puso seria de repente cuando entendió lo que Ringo estaba insinuando.

-Rich… ¿me estás diciendo que…?

-No querrás alquilarte un piso estando yo allí, ¿verdad?

-Pero… Llevamos nada saliendo e irse a vivir juntos…

-Crees que es demasiado precipitado, ¿no?-dijo él poniendo una sonrisa de resignación.

-Pues, no sé Rich, puede que un poco…-dijo Mary contrariada.-Pero no te enfades. Yo te quiero mucho y…

-Lo sé, princesa.-sonrió Ringo dándole un breve beso en los labios.-A veces olvido que tienes dieciocho años y que todavía es demasiado pronto para todas estas cosas… Pero hagamos una cosa… Si te vinieras podrías quedarte en Montagu Square. El piso que tengo allí es una pasada, está cerquita de Oxford Street y…

-¿Cerca de Oxford Street? Con la cantidad de tiendas que hay allí… ¿pretendes que me arruine?-rió Mary.

-No será para tanto…-rió Ringo también.-¿Qué me dices?

-Todavía no me la han dado, así que si me conceden esa beca, ya hablaremos.-contestó ella suavemente aún indecisa y confundida por todo aquello que Ringo le estaba ofreciendo.

-Está bien.-contestó él.- Pero tenlo en cuenta, ¿vale?

-Vale.

Y dicho esto, Mary le plantó uno de los besos más dulces que jamás le había dado. No quería que pensara que el declinar sus ofertas significaba que no quería estar con él y, aunque sabía que Ringo no pensaba eso ni muchísimo menos, ésa era su manera de demostrarle en aquellos momentos que él era la persona que más quería en el mundo.

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Christine abrió los ojos lentamente. Al principio no sabía ni dónde estaba, pero el contacto de John a su lado se lo recordó enseguida. Acababa de pasar la noche con él, la noche más maravillosa de toda su vida. Se acomodó lentamente a su lado y lo miró. Dormía plácidamente como un niño. Su pecho desnudo subía y bajaba lenta y pausadamente. De repente, casi como si hubiera sabido que ella se había despertado, John entreabrió los ojos.

-Buenos días, dormilón.-saludó ella mientras le daba un beso en la mejilla.

-Pequeña…-masculló él en un susurro. Estaba más dormido que despierto todavía y a ella le resultaba bastante gracioso verlo así.-Buenos días.

John se volvió lentamente hacia ella a la vez que abría totalmente los ojos.

-Hacía años que no dormía tan bien…-sonrió él.-¡Oye! ¿Qué haces con mi pijama puesto?

Christine soltó una inmensa carcajada. No se había visto pero seguramente ofrecería un aspecto casi tan cómico como el de John medio dormido. Ni siquiera se acordaba de que se lo había puesto de madrugada mientras él ya estaba profundamente dormido.

-Olvidé traerme el mío y soy muy friolera en la cama…-contestó la chica divertida.-Así que te lo robé.

-Pequeña ladrona…-rió John.-Y si tenías frío… ¿Por qué no me has avisado y te hubiera dado otro tipo de calor?

Chris soltó una risita a la vez que John se abalanzaba sobre ella.

-Ahora devuélveme lo que es mío.-dijo el chico colocándose encima de ella.-Mi pijama. Quítatelo ya.

-No, es calentito.-rió ella revolviéndole el pelo.

-Más calentito es el dueño…-dijo John con una sonrisilla pícara antes de plantarle un beso.-Quiero mi pijama, ladronzuela.

-Te aguantas, Lennon.

-¿Que me aguante?-dijo él fingiendo indignarse-¿Pues sabes lo que te digo? Que si no te quitas tú ese maldito pijama… ¡Te lo quito yo!

La chica volvió a soltar una risita antes de que John le volviera a dar un beso apasionado. Y entonces, otra vez, perdió el control del todo y se dejó llevar dispuesta a que los dos volvieran a ser de nuevo una misma persona.

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Mike estaba poniendo en orden sus libros en las estanterías de su habitación cuando de repente un Ferrari azul aparcó unos pocos metros más abajo de la entrada de su casa. Estando desde la planta de abajo jamás hubiera podido contemplar esa escena, pero desde su habitación en la segunda planta podía verlo perfectamente.

Aunque el coche le sonaba muchísimo, al principio no hizo ningún caso, ni al coche ni a ninguno de sus dos ocupantes pero, de repente, algo llamó su atención… Aquel abrigo… Fijó la vista de nuevo entrecerrando los ojos para ver mejor y la reconoció. Su hermana estaba allí besándose sin ningún reparo con un chico que desde allí no era capaz de reconocer. Mike esbozó una sonrisa a la vez que cierta indignación le recorría el cuerpo al entender que seguramente su hermana no había pasado la noche en Allerton con su amiga Rose sino con aquel chico. Estuvo mirando deliberadamente unos instantes más hasta que se separaron y entonces Mike sintió como una oleada de odio y de rabia le invadía cuando reconoció, sin que hubiera ningún sitio para la duda, a John.

Chris bajó del coche en ese mismo instante y Lennon arrancó el coche y desapareció calle abajo. Fue entonces cuando Mike bajó las escaleras completamente fuera de sí justo en el momento en el que su hermana entraba en la casa.

-¡Hostia puta, Christine!-gritó nada más la vio.-¡¿Pero de qué coño vas?!

-¿Perdona?-preguntó la chica mirándolo extrañada.

-¡No te hagas la tonta, joder!-continuó él a gritos.-¡Te acabo de ver!

La chica empalideció de repente.

-Mike… Puedo explicarte…

-¡No quiero que me expliques nada! ¡Estás completamente loca!

-¿Pero qué son esos gritos?

La pregunta de Paul hizo que Mike se girase indignado hacia su hermano mayor, que acababa de bajar las escaleras con cara de sorpresa.

-¡Tu hermana, Paul! ¿A qué no sabes con quién la acabo de ver besándose en el coche?

Paul cambió su expresión enseguida y empalideció, como segundos antes había hecho su hermana. Mike se quedó mirándolo, analizándolo detenidamente durante unos segundos. Lo conocía demasiado bien.

-¿Paul?-preguntó indignado bajando el tono de voz.-No me jodas… Tú… Tú… ¡Lo sabías!

-Vamos a tranquilizarnos todos un poco, Mike.-le respondió Paul con serenidad.

-¿Qué me tranquilice? ¡Tú eres peor que ella!

-¡Michael! Escucha… A mí mismo tampoco me emociona la idea de que Chris y John… Pero, joder, hemos de entender que…

-¡No hay nada que entender!-exclamó Mike volviéndose de nuevo hacia su hermana, que seguía allí plantada, blanca como la pared.-¿Tú sabes que John está casado? ¡Casado y con un hijo!

Christine cambió su expresión de repente y lo miró desafiante.

-Claro que lo sé.-contestó casi gritando.-Pero tú no entiendes una mierda, Mike. Nos queremos y punto.

Mike soltó una carcajada indignada.

-¿Qué pasa, hermanita? ¿Te has pasado con los porros?-preguntó Mike con todo el sarcasmo del que fue capaz de usar esos momentos.- ¿Tan idiota eres como para creerte que ese tío te quiere de verdad?

-¡Por supuesto que me quiere!-exclamó ella.-¡Y yo a él!

-No te hacía tan jodidamente crédula…-le dijo Mike acercándose a su hermana hasta quedar a escasos centímetros de ella.-¿Quieres que te diga qué significado tienen los “te quiero” de Lennon? ¿Quieres?

-Sorpréndeme.-le contestó ella desafiante.

-Significan “quiero follar contigo”, nada más.-le espetó Mike con toda la dureza del mundo.

Chris se mantuvo unos segundos en silencio, respirando agitadamente sin moverse ni un milímetro de su sitio.

-Pues… ¿sabes, Mike?-dijo finalmente silbando las palabras.-Folla de maravilla.

Mike no fue capaz de controlarse en esos momentos y simplemente le soltó un sonoro bofetón a su hermana, que se quedó mirándolo incrédula aunque sin soltar ni una lágrima.

-¡Mierda, Mike!-gritó Paul empujándolo hacia atrás.-¡Déjala en paz!

-¡Sí, eso! ¡Sal a defenderla aunque no tenga razón! ¡Cómo has hecho toda tu puta vida!

-¡No le hables así a Paul, esto no va con él!-intervino Christine a gritos.

-¡Tú ni siquiera te atrevas a hablar!

Y justo en el momento en el que Chris se disponía replicarle, la puerta de casa se abrió de nuevo y entró Jim.

-¿Pero qué pasa?-preguntó el hombre con cara de pocos amigos al ver a sus tres hijos mirándose con odio.-Se os oye gritar desde la calle.

Mike soltó una carcajada indignada. Todavía podía sentir la rabia en su cuerpo, la indignación e incluso el odio por Lennon.

-Mejor le preguntas a tu hija.-contestó Mike con sarcasmo.-O quizás a Paul.

Jim se volvió hacia Christine, que en aquellos momentos estaba dirigiéndole a Mike una mirada asesina.

-¿Hija?

Chris no contestó.

-No pasa nada, papá.-dijo Paul intentando calmar los ánimos.-Estábamos discutiendo por una tontería, así que…

-¡¿Una tontería?!-gritó Mike nuevamente.-¿Consideras tontería que Christine esté liada con John Lennon?

Un silencio sepulcral se hizo en la casa. Fue justo en ese momento cuando Mike, hasta ese momento fuera de sí, se dio cuenta de lo que acababa de hacer. Miró a su hermana a los ojos dedicándole, en un vano intento por dar vuelta atrás, una mirada suplicante. Chris, con los ojos humedecidos, le apartó la mirada con un desprecio que hizo que Mike sintiera como se rompía por dentro.

-¿Es verdad lo que dice tu hermano?-preguntó Jim secamente dirigiéndose a su hija.

Chris se giró y le sostuvo la mirada unos instantes. Mike y Paul permanecían parados mirando la escena incrédulos.

-Sí.-contestó la chica finalmente con determinación.

-¿Qué?-preguntó su padre obviamente intentando contenerse.

-Lo que oyes, papá. Estoy con John.

-¡Por el amor de Dios, Christine!-gritó su padre dando un fuerte golpe en la pared.-¡Eres la amante de Lennon! ¡Mi hija! ¡Mi propia hija convertida en una… puta!

-Papá, por favor…-intervino Paul.-Sabes que John está en pleno divorcio, así que…

-¡Tú ni siquiera me hables, Paul! ¡Le has ofrecido a tu hermana a ese maldito hijo de perra! ¡A tu propia hermana!

-¡Nadie me ha ofrecido a nadie, papá!-le cortó Chris.-¡Y sí, soy la amante de John! ¡Y me da igual, lo quiero! ¡Y si eso me convierte en una puta pues soy una puta!

Jim se quedó mirándola duramente.

-Me avergüenzo de ti.-dijo finalmente.-No sé que es lo que hice mal contigo. Si tu madre te viera ahora… No vas a volver a verle. Y como ese cabrón ose poner un pie en mi casa, lo mato.

-No puedes ordenarme eso.-le replicó Chris con odio.-No puedes impedir que le vea.

-Y tanto que puedo…-masculló el hombre.-Mientras vivas bajo mi techo no vas a ver a ese desgraciado.

-Pienso verle de todas las maneras, por mucho que digas.-le espetó la chica.

-¿Es eso lo que quieres? ¿Es eso?-preguntó su padre dedicándole una mirada glacial.-Pues muy bien. Si eso es lo que quieres, lárgate ahora mismo de mi casa.

Paul y Mike sintieron como la tierra se les escapaba de los pies mientras Christine, limpiándose una lágrima de la mejilla con rabia, le dedicaba una última mirada de odio a su padre y otra a Mike y corría escaleras arriba sin decir ni una palabra.

-Mierda.-murmuró Paul antes de salir corriendo detrás de la chica dejándose a Mike y a su padre solos.

-Papá…-mumuró Mike.

-Tranquilo, Michael. Has hecho bien en decírmelo…

Y entonces, Jim McCartney hizo algo que Mike sólo le había visto hacer una vez en toda su vida: ponerse a llorar como un niño.




Hola! Cómo estáis? Yo bien y aquí de nuevo después de una semana un poco extraña marcada por la vuelta al trabajo. Qué os pareció el capi? Se masca la tragedia! XD En fin, que nada, como siempre, un abrazo muy grande y tranquilas porque a las que me habéis exigido el perfume de D&G en persona que os prometí el otro día, que sepais que lo tenéis en marcha. Hablé con los dueños de las perfumerías donde vivís y quedamos en que simplemente paseis por allí a recogerlo, pagais lo que os diga el dependiente, y os lo dan... :P
Besos a todas y gracias por comentar! Muaks!

8 comentarios:

  1. diosss que excelente capitulo yo pense que era mas dramtico pero bueeeee .... , como te dije ahora en el chat esa parte de Mary con el trabajo me recordo a algo que me paso en el cole :P espero que le den la beca para que pueda estar con Ringo bien cerca . Y ahora el drama ese pues te voy a decir algo ... ese Mike ya me cae mal por sapo (como le decimos aqui a la gente que anda revelando cosas de otras personas) no puedo creer que Jim la echara de la casa supongo que se va a ir con John XD o por lo menos espero que Paul haga algo para que no pase a mas ... ya quiero leer el proximo a ver que sucede . Besos :)

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    1. Jajajaja, lo de Mike ha sido la metedura de pata más grande jamás contada, aunque hay que ver también que el chaval lo ha dicho siendo presa de su propia rabia en esos momentos... Pobrecito, que te dé pena porque su querídisima hermana lo va a odiar, jajajaja. Thanks por el comment!

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  2. Cris de verdad escribes muy bien creo que te lo he dicho mil veces pero te lo vuelvo a repetir las veces que sean necesarias! bien centrandonos al capitulo de verdad con la cara del profe uno se esperaba lo peor incluso llegue a pensar que lo repitiria el trabajo de nuevo pero no! surgio lo bueno va a irse a Londres Maria y con beca el sueño de toda mi vida jajajaja bien y que creo que acabaria dando toda mi meseda hasta los 30 jajajaaa y ahora va averse mas con ringuis valla que tuvo suerte a quien no le gustaria irse con los chicos! que nos vamos todas jaja acabando todo y evidentemente Gwen tiene que hacerse la idea de que asi es la vida de la novia de un famoso mira nadamas ami! ya estoy vigilada por las furiosas fans que de seguro van acabar hechando propaganda y haciendo huelga en mi casa si es asi voy acabar huyendo de Liverpool y de quien me detenga hay me hace feliz que la familia de Paul me acepte por fin como la novia oficcial es que soy el sueño de todo suegro jajajajaja ok no xD y mira vos que siente ñañaras cuando me dices cuñadita no se como se sienta que te diga eso pero ya lo vere despues xD y bien ya me imagino el aburrimento de John de estar en una casa en donde apesar tiene todo no es feliz y solo quiere estar con el amor de su vida cris y bien que, que teatro a hecho Mike ahora por culpa de el todo se fue a la mierda pobre Cris y pensar que estaba tan feliz de la noche tan genial que habia tenido John me gusta de John que te haga propuesta indecorosas bien bien y otra haciendo un teatro mas grande y que encima trate de puta a cris que por cierto yo no lo veo asi pero cuando realmente amas alguien ni quien te pare ojala uno de nosotros no estuviese en esa situacion pero cosa ha dicho Jim no de plano ya se salio de control y ahora cris quien sabe a donde ira bien Mike espero que estes contento con todo lo que has dicho ahora me quede mas preocupada y picada con todo esto y te cuento algo cris que por ejemplo si quieres sorbos en la carcel mira que ya la mafia me ha sobrepasado xD que veo que hay niños que juegan con capuchas y pistolistas asi que se pueda espera para alguien como yo xD bien espero que estes bien te quiero mucho muñeca te hecho mucho de menos nosvemos Harikrisha C:

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  3. En primer lugar, gracias, guapa, me echais unos piropos que no me merezco... Me vais a hacer salir los colores... jeje. Bien, adoro tu comentario. Has visto la Mary qué cara más dura? A Londres! Y bueno, quién no te querría como a la nuera perfecta, mujer? jajajaja. Chris no se siente para nada como una puta aunque su padre opine lo contrario, prueba de ello es que se la suda lo que piensen los demás a riesgo de que ocurra lo que ha ocurrido: que su padre la eche de casa. Y bien, Mike muy contento no está, pero en fin, las cosas han pasado así y ya vereis como evoluciona... I love you, I love you, I loveeeeeeee youuuuuuuuu! Muaks!

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  4. Perdóooooonnn suplico tu perdón! si fuera por mi te hubiera contestado al instante que publicaste, pero estaba en Malos Aires XD y nio tenía PC, solo mi pobre celular, del que no me despegué mientras leía y trataba de contener la emoción mientras mis parientes me miraban con cara de WTF? jajajajajja
    Bué, ya te dije que sería un gran milagro que me dieran una beca de eso, porque la verdad que la Revolucion Francesa no es mi fuerte, ni siquiera en sexto grado lo fue jajaja (aguanten los rusos!) LO que no sería raro es eso de que Ringo me levante como una pluma, porque ya sabes, cada vez estoy mas flaca (al fin mi madre se fue, estaba molestando me con "ya estás leyendo eso, cuando vas a estudiar??" me tiene podrida, ya estudié, estoy en mi recreo)
    Bien, creo que Alice se esta enfrentando a lo que nos tendremos que enfrentar todas, el ODIO jajajaa (me gusta la sal porque tiene sOOOODIOO jajaja chiste malo)
    Me reía con lo de John y sus pajas, cuando no este chico, extreme fap fap jajajajaja pero por lo menos consiguió que Chris pasara una linda noche con el aunque todo se arruinó con el ya NO-HERMANO Mike y su histórica metida de pata, ahora ya veo que se viene una tormenta de aquellas. La verdad Mike y David podrian ser enviados a Siberia (y dale con los rusos jaja) o algo asi, manga de metidos, estómagos resfriados!
    Bueno, me voy, espero que pronto pongas el que sigue porque me voy a morir de angustia! Y si no, para paliarla, mandame el perfume, no seas vaga! jajaja

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  5. No supliques mi perdón, mujer! jajaja. Un consejo: come más, que si no Ringo un día te levantará con ímpetu y sin querer te escaparás de sus manos y saldrás volando como un pajarito... La putada de esto es que no tienes alas y igual que vuelas, aterrizas... :P Bien, el odio es algo con lo que hay que aprender a convivir... Es para decir "oye, noto cierto resquemos contra mi magnánima persona" jajaja. Bien, tú tranquila, las deportaremos a Siberia junto con mi hermano no hermano, David, Brian y Melanie. XD

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  6. bueno hola otra vez , yo soy esa descarada que te dio una critica constructiva y que cuando la contestaste casi le da un paro , dejando de lado eso , tenias razón y ademas me dejaste sorprendida porque eres una de las pocas , mejor dicho eres la única que le responde a casi todas sus comentarios , admiro tu forma de escribir , tu fan fic es el mejor :)

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    1. Jajajaja, te aseguro que no vale la pena que te dé un paro por mí :P Bueno, de verdad que me pareció un comentario súper constructivo, me gusta que me den caña en ese sentido, así que me moló mucho que alguien me dijera "me gusta esto, no me gusta aquello". Y sobre lo de los comentarios, realmente no me cuesta nada responder y, además, NECESITO responder. Me hace mucha ilusión que la gente me comente, así que lo menos que puedo hacer es deciros "Oye, que gracias por molestarte en escribir unas palabras". Me alegro de que te guste lo que escribo! Besotes! ;)

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