martes, 3 de enero de 2012

Capítulo 24: Concierto, dulce concierto...

La cama de Gwen no podía tener más ropa encima. De hecho, la chica, que estaba revolviendo su armario de manera compulsiva, ya había empezado a amontonar vestidos, pantalones, faldas, blusas y camisetas encima de la silla del escritorio. Justo en el preciso instante en el que lanzaba otro vestido sobre la silla con un bufido de fastidio, la puerta de su habitación se abrió y apareció su madre.

-¡Hija!-exclamó la mujer horrorizada ante el desastre de la habitación de su hija.-¿Pero qué es todo esto?

-¡No tengo ropa, mamá!-le respondió Gwen desesperada volviéndose hacia ella.

Su madre miró incrédula hacia los montones de ropa que había desparramados por la habitación.

-Pues si no tienes ropa que baje Dios y lo vea.-masculló la mujer.-¿Se puede saber qué buscas?

-¡Algo que ponerme para el concierto!-exclamó la chica.-¡U no tengo nada! ¡Nada! Lo que tengo, o es demasiado arreglado para un concierto de rock o es demasiado desastre. ¡Y George pasará a recogerme en menos de tres horas!

Su madre suspiró y esbozó una media sonrisa cuando su hija nombró a George. Sí, Gwen por fin le había contado que lo conocía y que era un chico maravilloso, que eran muy buenos amigos y que la había invitado a ese concierto. Y, pese a que había esperado una reacción distinta por parte de su madre, la mujer se lo había tomado muy bien. Bien, a ella también le encantaban The Beatles y la verdad es que no veía mal que su hija tuviera esas amistades precisamente con el que mejor le caía de todos, el que más serio y formal parecía de los cuatro.

-Tres horas todavía es mucho tiempo…-contestó al fin su madre en tono tranquilizador.-¿Por qué no te pones aquel vestido que te regaló tu tía?

-¿Bromeas? ¿Quieres que parezca una princesita?

-¿Y aquel conjunto gris que tenías?-insistió la mujer.

-¿Gris? ¡Pareceré una monja, mamá!-exclamó Gwen negando con la cabeza.

-Pues mira, ponte lo que te dé la gana.-contestó finalmente la mujer a la vez que el timbre de casa sonaba.-Mira, ahí te quedas con tu ropa. Voy a abrir.

Su madre salió de la habitación y cerró de nuevo la puerta tras de sí, dejando allí a Gwen con la ardua tarea de encontrar un modelito apropiado para el concierto de esa noche.

No habían pasado ni cinco minutos cuando la puerta de la habitación se abrió de nuevo y volvió a entrar su madre, pero esta vez seguida por Chris.

-Hija, ha venido Christine a verte. Quería darte no sé que para la guitarra.-anunció su madre que, después, volviéndose hacia la recién llegada, dijo:-Disculpa el desastre, pero ya ves que Gwen está histérica buscando qué ponerse…

Gwen soltó un bufido de fastidio a la vez que su madre salía de la habitación y las dejaba a las dos allí solas.

-Toma, Gwen.-dijo Chris tendiéndole una carpeta que llevaba en la mano.-Más partituras. Las he encontrado esta mañana buscando por los cajones. Supongo que son de Paul, pero no creo ni que se acuerde de que las tiene… Así que para ti, seguro que les das un mejor uso.

-¡Gracias Chris!-exclamó la chica olvidando por unos segundos su agobio mientras agarraba la carpeta.-Pero no sé… Me sabe mal que si Paul la busca…

-Bah, no te preocupes por eso quédatela.-contestó Chris mirando el desastre de la habitación antes de añadir divertida:-¿Qué ha pasado por aquí? ¿Una manada de búfalos?

Gwen sintió como se ponía roja de vergüenza. Sí, realmente su habitación parecía una leonera en aquellos momentos.

-Bueno… Ya te ha dicho mi madre que no sé qué ponerme… No encuentro nada que me guste.

Chris echó  una ojeada rápida a los montones de ropa antes de contestar.

-Para un concierto como al que vas, descarta la ropa que parece que sea para ir de boda.-sentenció.-Pero tampoco es plan de ir como irías a clase un lunes…

-Justamente ese es mi problema.-respondió Gwen frustrada.-No tengo nada de ese término medio.

-¿Cómo que no?-se extrañó Christine.

-Pues como que no. Mira y juzga tú misma.

-Bien, eso no es ningún problema.-contestó la chica divertida.-Ponte una chaqueta porque te vienes a mi casa ahora mismo. Supongo que encontraremos algo que te pueda dejar.

-¿En serio?-Gwen estaba a punto de dar saltos de alegría.-¿Harías eso por mí?

-Ni que te fuera a salvar la vida…-rió Chris.- Venga, va, acompáñame, no hay tiempo que perder.

Las dos chicas salieron de la casa de Gwen apresuradamente dejando todo aquel desastre allí y se dirigieron a la casa de los McCartney.

-¡Vamos arriba!-gritó Chris asomándose por puerta del comedor de su casa para avisar a su padre, que en aquellos momentos estaba leyendo el periódico plácidamente sentado en su sillón.

El hombre asintió sin tan siquiera levantar la vista del diario y las dos chicas subieron las escaleras.

-¡Ey! ¿Dónde vais tan rápidas?-rió Paul, que casi había chocado con ellas cuando había salido de su habitación.

-Deja pasar, gusano, que hay prisa.-le replicó Christine divertida apartándolo con la mano.-Gwen necesita vestirse.

-Pues yo no la veo desnuda…-bromeó Paul con una sonrisilla pícara mirando a Gwen, que notó de nuevo como los colores le subían a la cara.

-Idiota…-masculló Christine empezando a entrar en su habitación seguida por Gwen.

Casi de manera automática, Chris abrió su armario y empezó a rebuscar entre las perchas.

-Mira, esto puede servirte…-dijo sacando un vestido rojo muy gracioso.

Gwen lo agarró y lo miró, Era muy bonito pero a la vez informal, justo lo que ella estaba buscando.

-O éste también está bien…-continuó Christine, que ahora tenía en las manos una blusa con unos pantalones.

-Eso es horrible.-las interrumpió Paul por detrás.

Las dos chicas se giraron hacia la puerta, sonde él estaba apoyado con una sonrisilla burlona.

-Horroroso.-añadió negando con la cabeza.-Para ponerse a llorar.

-Pues no sé si lo recuerdas, pedazo de imbécil, pero esto tan horroroso me lo regalaste tú por mi cumpleaños.-le espetó bruscamente Chris, aunque también parecía estar divirtiéndose.

-Bueno, una ropa horrorosa para una hermana horrorosa. Es adecuado.-rió él a la vez que intentaba esquivar la blusa, que le acababa de lanzar su hermana directamente a la cabeza.

Gwen no pudo menos que reírse con aquella situación, aunque a ella no le parecía en absoluto nada fea la ropa que le acababa de enseñar su amiga.

-Está bien chicas, haceros a un lado porque aquí llega el experto.-dijo Paul quitándose la blusa de la cabeza y dirigiéndose hacia donde estaban ellas.

-¡Quita, tonto!-exclamó Chris divertida cuando él se asomó a husmear dentro de su armario.-¿Tú qué vas a saber de ropa?

-De ropa no sé, pero de conciertos creo que entiendo bastante…-contestó Paul rebuscando entre las perchas.-He ido a algunos y creo saber cómo van vestidas las chicas…

-A vuestros conciertos sólo van niñas pijas.-le cortó Christine con la mera intención de fastidiar, haciendo que Gwen soltara una carcajada.

-Sí, claro… Niñas pijas como tú, que vienes siempre que puedes.-le contestó Paul resuelto.-¿A qué sí, Gwen?

-Yo mejor no me meto, no vaya a ser que alguno de los dos me mate…-rió la chica.

-¿Yo pija? ¡Serás asqueroso!-exclamó Christine sin poder aguantarse la risa.

Paul soltó una risita y sacó del armario un vestido corto de color violeta con un estampado con florecillas bastante delicado. Se quedó mirándolo durante unos instantes, se lo puso delante de Gwen, lo volvió a mirar y asintió.

-Esto está bien para ese concierto al que vas…-dijo finalmente el chico tendiéndole el vestido.

Gwen lo agarró y lo miró. Realmente era muy bonito a la vez que sencillo. Sí, era, simplemente, perfecto.

-Creo que este me gusta.-afirmó ella finalmente sin poder dejar de mirarlo.

-Ale, pues ya tienes vestuario para esta noche.-sentenció Chris sonriente.-Con este vestido te pones unas botas y vas a estar genial.

-Y todo gracias a mí.-dijo Paul sonriendo con autosuficiencia.- Si es que… Que tenga que venir un chico para vestiros… ¡Vergüenza os tendría que dar!

-¿Te digo una cosa, hermanito? Lárgate antes de que te haga comer un zapato o algo por el estilo.

Paul soltó una carcajada y salió de la habitación aún entre risas.

-Por cierto, Gwen…-dijo de repente volviéndose hacia ellas antes de salir definitivamente.-Que el violeta de ese vestido es el color favorito de George…

La chica sintió como se quería morir de vergüenza allí mismo. Y es que, que Paul la considerara ya como el nuevo ligue de George la ponía bastante nerviosa.

-No le hagas caso, nació tontito el pobre…-dijo Chris riendo también cuando Paul hubo salido de la habitación.-Venga, ¿te lo pruebas a ver qué tal te queda?

La chica asintió contenta y se lo probó en un momento.

-¡Te queda fantástico!-exclamó Chris mirándola con una inmensa sonrisa en los labios.-Ni hecho a medida… ¡Mírate y verás!

La chica le abrió la puerta del armario, que tenía un espejo de cuerpo entero por la parte de dentro, y Gwen se miró. Efectivamente, debía reconocer que le quedaba muy bien y, además, era increíblemente cómodo.

-¡Oh, Dios! ¡Es perfecto!-dijo después de mirárselo satisfecha.- ¡Me has salvado la vida!

Chris soltó una risita ante aquella afirmación.

-Pues si tanto te gusta, quédatelo.-contestó finalmente.

-¿Qué?-se extrañó Gwen.

-Que te lo quedes, que es tuyo.

Gwen se quedó mirando a su amiga sorprendida.

-No puedo aceptar esto, Chris…-contestó.

-Bah, no seas tonta.-le cortó su amiga resuelta.-Te queda genial, mucho mejor que a mí, que no me lo pongo nunca porque no me gusta como me va… Y para que esté en el armario, pues mejor que lo tengas tú.

-¿En serio?

-¿Tengo cara de estar bromeando?-rió Christine.

-Pues… ¡gracias!-gritó Gwen abrazándose a ella.

-De nada, de nada…-contestó Chris sin poder parar de reír ante su alegría. Pero es que, sin lugar a dudas, en aquellos momentos Gwen era la persona más feliz del mundo.

*************************

Mary entró en el Ye Cracke y miró hacia la mesa del fondo, donde habitualmente solían sentarse cuando iban allí a tomar algo y charlar un rato. Todavía permanecía vacía, por lo que supuso que ni Alice ni Christine (Gwen no iba a ir porque estaba preparándose para el concierto con George) habían llegado todavía. Aun así, decidió comprarlo dando una ojeada rápida al resto del local. No, aún no estaban. Sólo había tres mesas llenas de estudiantes que hablaban animadamente entre ellos y un par de personas más que se estaban tomando una cerveza en silencio sentados ante la barra.

-¡Hola!

Mary se giró y vio a sus dos amigas, que acababan de entrar en el local sonrientes. Era Alice la que la acababa de saludar.

-Hola.-respondió ella alegremente.-Hemos a la vez, hemos venido casi a la vez, parece que hayamos sincronizado nuestros relojes…

-Sí, ya ves.-rió Christine.-De hecho te hemos visto hasta entrar en el local. ¿Qué? ¿Nos sentamos?

Las tres chicas se dirigieron hacia su mesa habitual mientras charlaban. Apenas se habían sentado, el camarero se acercó hacia ellas para tomarles nota.

-Yo tomaré un café con leche.-dijo Mary.

-Pues yo, no sé…-dudó Alice.-Supongo que también. Otro café con leche para mí.

El camarero anotó el pedido y miró hacia Christine, que aún no había pedido.

-Pues a mí ponme una cerveza.-contestó al fin con tanta determinación que hizo que las otras dos soltaran una carcajada.

-Anda que…-bromeó Mary cuando el hombre se hubo alejado.-Menuda borrachina están hecha.

-Y a mucha honra, señoritas café con leche.-rió Chris siguiéndoles la broma.

Esperaron a que el camarero las sirviera hablando de sus asuntos en la universidad. Bueno, más que hablar, despellejar a los profesores que tenían.

-Vaya, que escuchándonos hablar así de los asquerosos catedráticos esos, parece que seamos las peores alumnas que han pasado jamás por Liverpool.-rió Alice al cabo de un rato.

Mary también soltó una pequeña carcajada. Su amiga tenía razón: los estaban poniendo verdes a todos, incluso ya habían empezado a criticar a sus antiguos profesores del instituto.

-Malas puede, pero no las peores.-le corrigió Chris poniendo una sonrisilla pícara que a ninguna de sus dos amigas le pasó desapercibida.

-¿Acaso tú sí que sabes quienes son los peores?-quiso saber Alice divertida.

-Los peores no sé, pero sí sé quién es el PEOR, con mayúsculas.-contestó la chica sin perder su sonrisa.-Aunque ahora vaya de niño bueno por el mundo…

-¡¿Paul?!-exclamó Alice casi al instante.

-¿Mi hermano?-rió Christine.-¡No, ni de coña! Ése era un empollón, aunque a veces sí que se saltaba algunas clases… Clases que, por cierto, se saltaba a instancias del peor…

-Déjame adivinar, porque muchas sonrisas pones tú cuando hablas de eso…-dijo Mary con segundas intenciones.-¿A que a ese “peor estudiante de Liverpool” lo conocemos las tres?

Chris no respondió, sólo se limitó a soltar una carcajada.

-¿John?-preguntó Alice uniendo las piezas de aquel puzzle en el acto.

-El terror de Liverpool…-rió Christine.-Menudo pieza estaba hecho…

-Ya…-masculló Alice.-Mucho sabes tú de John… Yo creo que alguien de aquí nos debe una explicación.

Chris la miró divertida y dibujo una media sonrisa en su cara.

-Supongo que lo mío con el más bala de Liverpool es bastante evidente…-dijo finalmente como si aquello fuera lo más normal del mundo, cosa que sorprendió muchísimo a Mary.-Pero creo, Alice, que no soy la única de aquí que tiene que dar una explicación, ¿no crees, CUÑADA?

Mary se quedó boquiabierta con las palabras de Chris. No entendía absolutamente nada hasta que vio de reojo como a Alice se le enrojecían hasta las raíces del pelo.

-¿Cómo…?-balbuceó Alice finalmente mirando a Christine, aún roja como un tomate.

-¿Qué cómo lo sé?-preguntó Chris con una sonrisa pícara.-Os vi el lunes. Tranquila, Paul no ha dicho nada…

Alice soltó un suspiro.

-Bueno, para qué negarlo… Al final he caído.

-¿Estáis juntos?-quiso saber Mary sorprendida.-Vamos a ver, esperad a que me aclare… ¿Me estáis diciendo que las cuatro que más nos juntamos últimamente estamos cada una con…?

-Que yo sepa, George aún sigue soltero…-le cortó Alice en tono irónico. Lo de George con Gwen era tan evidente que hacía gracia a todos.

-Espera a que acabe el concierto al que tienen que ir esta noche y ya te diré yo si George y Gwen siguen solteros…-rió Christine.-Y sí, Mary, no lo había pensado yo eso… Dicho así suena bastante cómico. Lo malo de todo esto es que no me voy a poder separar de Paul ni cuando salga de fiesta… Creo que dejaré viuda a Alice pronto porque acabaremos matándonos mutuamente con tanto tiempo juntos…

Mary rió con la broma. Sí, a veces Paul y Chris podían acabar enzarzados en una auténtica guerra civil, pero sabía que lo decía simplemente para hacer reír. En realidad, se notaba a la legua que adoraba a su hermano y podía ser capaz de comportarse como una auténtica leona para defenderlo de cualquiera, al igual que Paul hacía con su hermana pequeña.

-No creo que lleguéis a pasar tantísimo tiempo juntos…-murmuró Alice de repente con una sonrisa amarga.-En una semana se van a Londres y no creo que vuelvan hasta…

-¡¿Qué?!-exclamó Mary cortando a Alice. Desconocía por completo aquella noticia de que en una semana se iban. Ringo no le había dicho nada.

Las otras dos chicas se quedaron mirándola fijamente, sorprendidas ante aquella reacción.

-Pues que se can en una semana.-contestó Chris dirigiéndole una mirada confusa.-Y la verdad, a mí tampoco me emociona la idea de no verles hasta casi Navidad…

-¿Navidad?-Mary no podía salir de su asombro.

-¿No lo sabías?-le preguntó Alice extrañada.

-Pues no.-respondió Mary de manera tajante.-Si que sabía que tenían lo de la medalla y todo eso pero nadie me había dicho que se irían antes.

-Se ponen a grabar el nuevo trabajo antes de lo de la medalla.-aclaró Christine con una seriedad nada propia de ella.-Ya tienen casi todo el material preparado y el disco ha de estar en el mercado antes de Navidad, así que…

Mary no contestó nada y se limitó a darle un sorbo a su taza de café con leche mientras pensaba, enfadada, en Rich. ¿Por qué puñetas no le había comentado aquel “pequeño detalle”? ¡Si hasta Paul que acababa de empezar con Alice se lo había dicho! Decidido. Cuando lo viera, iba a decirle unas cuantas cosas…

************************

George lo estaba pasando en grande en aquel concierto. Gwen estaba más bonita que nunca, le gustaba la música y desde donde estaban ellos, solos, tranquilos y sin ser vistos, se podía ver todo lo que estaba ocurriendo en el escenario a la perfección.

-¡Me encantan tus amigos!-exclamó Gwen haciéndose oír por encima del fuerte sonido de las guitarras.-¡Son buenos!

-Sabía que te gustarían.-sonrió George a la vez que la agarraba de la cintura inconscientemente.

El chico se dio cuenta de lo que había hecho realmente cuando vio como ella daba un pequeño saltito casi imperceptible ante aquel contacto.

-¿Bailas?-preguntó él intentando solucionar aquella situación incómoda que él mismo había creado. En aquellos momentos era lo mejor que se le ocurría para disimular.

Gwen sonrió, se dio la vuelta, lo miró y asintió. George lanzó una pequeña carcajada e, inmediatamente, la soltó de la cintura, agarró las manos de la chica y empezaron a bailar al ritmo de la frenética canción que estaban tocando en aquellos momentos entre risas. Tenía que reconocer que la chica bailaba muy bien y que, además, se estaba divirtiendo como un niño pequeño con todo aquello.

Fue entonces cuando, sin que ninguno de los dos se diera apenas cuanta, la canción se acabó y el grupo empezó a tocar una canción lenta, casi besucona, como las que ellos mismos componían de cuando en cuando. Sin decirle nada, George volvió a ponerle las manos en la cintura y empezó a bailar lentamente, acorde al nuevo ritmo y muy pegado a ella. Al principio, la chica se quedó tensa de nuevo, pero al cabo de unos segundos cerró los ojos y se dejó llevar. George sonrió dulcemente cuando ella puso las manos sobre sus hombros con los ojos cerrados. Estaba preciosa de aquella manera. No, mejor dicho, no estaba preciosa. Era preciosa.

Y entonces, sin pensarlo para nada,, se acercó por fin a ella y le dio un dulce beso en los labios.

*********************

Gwen se quedó mirando a George mientras aparcaba justo delante de su casa. Todavía no había asimilado muy bien lo que estaba pasando entre ellos dos, los besos que se habían dado y las bonitas palabras que le había dicho él entre susurros.

-Bien, ya hemos llegado.-dijo George mientras ponía el freno de mano.- Ha sido una noche perfecta, Gwen… Mejor dicho, TÚ ERES PERFECTA.

Gwen le dedicó una sonrisa tímida antes de que George la besara por enésima vez aquella noche.

-Eres la chica más dulce del mundo.-sentenció él sonriendo mientras le acariciaba la mejilla con el dedo pulgar.

-Tú tampoco te quedas atrás en eso de ser dulce…-contestó ella. Lo decía sinceramente.

George soltó una risita entre dientes.

-¿Puedo pedirte algo, Gwen?-preguntó de repente.

La chica se quedó mirándolo extrañada. No sabía qué podía querer él en aquellos momentos y eso la asustó un poco.

-Claro…-dijo al cabo de unos segundos.-Lo que tú quieras.

-Verás…-empezó a decir George.-Sé que estar conmigo es una putada. Ya sabes, el tener que salir siempre disfrazado, las giras, la prensa, las fans…

-Sé todo eso, George.-respondió Gwen decidida.-Y no me importa.

El chico le dedicó una tierna sonrisa antes de continuar.

-¿En serio que no te importa?

Gwen negó con la cabeza.

-Para nada.

-Bien…-continuó George.-Pues supongo que lo que te quería pedir, no sé…

-Venga, va, desembucha, George.-rió Gwen intentando disimular de aquella manera su nerviosismo y su intriga.

-Vale, vale…-rió él también.-Mira, en el caso de que se entere la gente de que tú y yo estamos juntos, que lo harán, tarde o temprano pero lo harán…

Gwen lo miraba contrariada. No tenía ni idea de adónde quería ir a parar con todo aquello.

-¿Qué?-preguntó ella impaciente.

-Pues que yo había pensado que si me preguntan no lo voy a negar…Pero bueno, quería pedirte permiso antes… Sé que si pasas a ser mi novia oficial delante de todo el mundo las cosas no serán demasiado fáciles…

Gwen soltó una risita, divertida y a la vez muriéndose de ternura de ver a George preocupándose tanto por ella en todo ese asunto.

-A mí me gustan las cosas difíciles.-contestó finalmente mirándolo a los ojos.-Así que por mí puedes pregonarlo al mundo entero si te da la gana.

George sonrió y la volvió a besar.

-Eres la mejor.-susurró cuando sus labios se separaron.-La mejor.

******************

Mary estaba tirada en su cama escuchando la radio y mirando al techo fijamente, pensativa. En aquellos momentos tenía unas ganas tremendas de ponerse a llorar, pero ni siquiera encontraba fuerzas para sacar lágrimas. Sí, vale, sabía que se irían a Londres tarde o temprano, pero lo que más le dolía era el hecho de que Ringo no le hubiera dicho nada cuando todo el mundo lo sabía ya. Y, además, para qué engañarse, el hecho de dejar de verlo en tan solo una semana hasta no sabía cuándo, le estaba afectando mucho más de lo que se había imaginado.

Estaba así, tan absorta en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que su madre acababa de entrar en la habitación.

-Hija… ¡Hija!-la llamó la mujer.

Mary dio un pequeño salto en la cama, sobresaltada.

-Te llaman por teléfono.-dijo su madre mirándola fijamente, confundida por la actitud de su hija.-Es Richard.

Mary soltó un suspiro de resignación cuando escuchó a su madre decir aquello. Perfecto, Rich, precisamente la persona con quien menos deseaba hablar en el mundo en aquellos momentos. No obstante, tampoco quería que su madre pensara lo que no era si se negaba a contestar, por lo que se puso en pie de mala gana y bajó las escaleras para responder al teléfono.

-Hola princesa.-la saludó Ringo risueño al otro lado de la línea cuando ella se puso al teléfono.

-Hola.-contestó ella secamente.

-¿Qué te pasa?-se extrañó él al notar el tono con el que le había hablado.-¿Ocurre algo?

Mary soltó un bufido, enfadada. ¿Cómo podía tener la cara tan dura de preguntarle eso?

-Bueno, no sé…-contestó al fin en tono mordaz.-Eso creo que me lo deberías decir tú, ¿no?

-Lo siento, cariño, no sé de qué me estás hablando.-respondió él todavía más confuso con un hilillo de voz.

-¿Qué no sabes de qué te hablo?-exclamó Mary.-¿Tú ves muy normal que me tenga que enterar de que te largas a Londres en una semana por otros?

Un incómodo silencio se hizo al otro lado.

-Mary… Yo…-balbuceó el chico finalmente.-Verás, quería decírtelo, en serio.

-¿Cuándo? ¿El día de la despedida? ¡Por favor, Rich!

-¡En serio, créeme! Quería decírtelo pero no encontré el momento adecuado. A mí me jode tanto como a ti tener que irme tanto como a ti, ¿sabes?

-Supongo que sí.-contestó Mary relajando su tono de voz cuando le escuchó tan a la desesperada.-Pero no creo que las cosas se hagan así. No muerdo. Deberías habérmelo dicho antes… He quedado como una auténtica idiota delante de Alice y Chris…

-Joder… Lo siento. De veras que lo siento.

-No lo sientas tanto y a la próxima vez sé sincero conmigo.-contestó ella en un suspiro.

-Soy sincero contigo, Mary.-dijo él.-En fin…¿nos veremos mañana?

-Eso creo.-dijo ella.

-Vale. Te recojo donde siempre a las cinco.

-Está bien.

Los dos se despidieron fríamente y Mary colgó el teléfono. No, ya no estaba furiosa con él, pero continuaba igual de dolida y de chafada. ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado?

-Voy a la cama, mamá.-dijo la chica asomándose por la puerta de la cocina, donde estaba la mujer.

Y, sin esperar a que su madre ni siquiera le diera las buenas noches, Mary volvió a subir las escaleras arrastrando los pies. Sí, lo mejor sería irse a dormir y relajarse un poco. Quizás después de descansar viera las cosas de otro color.

















 Hola!!!! Qué tal? Bien, aquí nuevo capi, el primero del año nuevo. Que, por cierto, espero que acabarais el 2011 y empezarais este 2012 de puta madre, hablando claro y mal, jajajaja. Ale, ya están todos mis chicos y mis chicas emperajaditos... Pero oye, que esto no es el fin ni mucho menos, que ahora empiezan los follones serios, eh? XD En fin, aprovecho para desearos un feliz 2012 y ojalá se convierta en uno de los mejores años de vuestras vidas. Un montón de besos a todas y gracias por estar ahí! :)
 

4 comentarios:

  1. FELIZ AÑO NUEVO!!!!!! Y QUE TE LA PASES DE LO MEJOR!!! Y SIGUE CON LA NOVELA QUE ES GENIAL!

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  2. Ah. Ya veo que esto es un complot. En todos los fics donde aparezco (bueno, no son tantos) estoy peleada con Ringo. Pero ya veo porque ¡no soportan que nosotros seamos felices! ¡pero el amor vencerá! omnia vincit amor!
    Bueno, después de este momento melodramático, prosigo a comentar el capitulo XD
    Me maté de risa con Paul, Gwen, Cris y los consejos de moda! Me hiciste dar ganas de tener hermano jajajajajajjajajaja solamente para que me joda asi, se meta en mi armario y yo le revolee cosas. Y lo mejor: para que moleste a mis amigas muejeje
    jajaja, que raro nosotras sacandole el cuero a los profes, ese es uno de mis deportes favoritos y cuando empiezo no se salvan ni mis maestras de primaria! Bueno, por lo menos hablamos de profesores y no se otras cosas, como hacemos cuando chateamos jajaja
    Listo, me morí de amor y ternurita con el pequeño Georgie, ¡al fiiin le dio un beso!!! estaba medio lento este chico, eh! jajaja
    Bueno, me voy, esperando que arregles todo o en su defecto que le pegue (si, soy violenta, no si conoces ese dicho de "porque te quiero, te aporreo" jaja)y también esperando de que subas rapidito
    besitos!

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  3. Bueno aqui a cumplir con lo prometido un comentario me encanto el capitulo hay pues con tales gustos de moda y mas para un concierto es muy dificil pero por suerte tenemos al experto a Paul y bueno pára cris nada es costoso de su ropa xD bien la cita de george y Gwen me encanto y que va ojala un hermano me estuviera diciendo que y que ponerme hay esa Maria siempre causando llanto xD pobre Ringo ya lo trae medio asustado pero asi son estas relaciones de la farandula xD pero confio en que lo van arreglar y vamos que con tal platica de los profes lo pesiteamos todos a estos mequetrefes xD bien creo que es algo que sabemos hacer bien me pongo triste porque ellos se van y nos van a dejar uhh no me lo quiero ni imaginar :( bueno sigue asi que vas muy bien confio que el otro sera mejor suerte

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  4. CRISTIINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! POr fin pude entrar en el blog, joder, que he estado fatal estas vacaciones. He encontrado otra vocacion, aparte de los beatles, la guitarra, el piano, los libros (las tareas... ejem...) los regalos, xD
    Bueno S H, o mejor dicho Sherlock, la serie de antena tres, en TNT van por la 2º tenporada, asi que he estado un tanto nerviosa, con eso de que este jueves empezaba. Regalos: MMuchos, pero de los beatles, LOS TESOROS DE LOS BEATLES, el mejor libro biográfco que han sacado de ellos, una camiseta del sgt. pepper, y otra de A hard day's night!!!
    Bueno, bueno, ME HA ENCANTADO! SENSACIONAL, EXPLENDIDO, It's so wonderfull! xD
    Sigo leyendo y ya hablaremos!! :D
    BESOS!

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